La Ley y su interpretación espiritual

La Ley y su interpretación espiritual

Contenido

Prólogo

En 1866 promulgué la Ley nuevamente entre mi pueblo, abriendo una nueva Era espiritual, cumpliendo así una promesa mía hecha a vosotros en tiempos pasados. Desde entonces vibra mi Espíritu Santo desde la nube, a través de mi rayo y también las voces de mis ángeles se dejan oír en la Tierra. VIII.236:56

Este es el Tercer Tiempo, en el que he venido a fundir en una sola Ley los mandamientos que os di por medio de Moisés, la Doctrina de Amor que como Jesús os di en el Segundo Tiempo, y que fue una confirmación de la primera. Y en este tiempo os doy esta Doctrina como faro luminoso, como una barca salvadora, como una escala de perfeccionamiento para que alcancéis la evolución de vuestro espíritu. VIII.236:57

Vengo a recordaros la Ley, aquella que no puede ser borrada de vuestra Conciencia, ni olvidada de vuestro corazón, ni discutida, porque fue dictada por la Mente Sabia, la Mente Universal, para que cada hombre tuviese interiormente la luz que le guiase en el camino hacia Dios. X.306:13

Es necesario tener un profundo conocimiento de la Ley para que todos los actos de la vida estén apegados a la verdad y a la justicia. No conociendo la Ley, estáis sujetos a cometer muchos errores y os pregunto: ¿Acaso vuestra Conciencia nunca os ha inducido a la luz del conocimiento? En verdad os digo, que nunca jamás la Conciencia ha permanecido inactiva o indiferente. Es vuestro corazón, es también vuestro entendimiento, quienes rechazan la luz interior, fascinados por el esplendor de la luz exterior, es decir, por el saber del mundo. X.306:14

Mi nueva venida, ahora en Espíritu, tiene por fin recordaros el camino de la Ley que os unirá con el Absoluto, que os hará penetrar en la armonía universal y, cuando forméis parte de esa armonía divina, cuando os alimentéis ya del pan de mi sabiduría, sabréis verdaderamente quiénes sois. VIII.210:8

No sois nuevos ante mi enseñanza, si así fuere, os habría tenido que entregar la Ley labrada en piedra como lo hice en el Primer Tiempo; pero si he venido a hablaros de espiritualidad y a revelaros los misterios que en aquellos tiempos no les fueron mostrados a los hombres, es señal de que ya fuisteis mis discípulos en los tiempos pasados. He aquí la razón por la que a veces os digo que: “Aquellos y vosotros, sois los mismos”. I.7:54

En del Señor, para encender una lámpara en el corazón de los primeros, anunciarles mi próxima llegada y preparar a los portavoces 1866, por conducto de Roque Rojas, se manifestó el espíritu de Elías, el profeta y precursor, para preparar los caminos por los cuales habría de manifestarse mi Espíritu Santo, hombres y mujeres carentes de ilustración material. VIII.226:26

Por esos conductos me he venido a comunicar, para que mi palabra se escuche aún por los nombrados ministros de Dios en la Tierra, para que todo aquél que en alguna forma infrinja mis leyes, se exima de seguirlas profanando y se levante enseñando a los hombres el camino verdadero que conduce a Mí. VIII.226:27

Me preguntáis: “¿Por qué no existe el verdadero amor entre los hombres? ¿Por qué no se practica la verdadera caridad?” Y os contesto: “Es que habéis dejado secar el manantial de aguas cristalinas que he puesto en vuestro corazón, porque os habéis apartado del cumplimiento de mi Ley”. I.9:10

Os habéis dividido y no queréis saber de las necesidades de vuestros hermanos, os miráis como extraños aun viviendo bajo el mismo techo. Por eso al escuchar mi palabra os habéis sorprendido, porque en ella manifiesto mi amor, mi paciencia y mi perdón para todos mis hijos, porque a nadie distingo. I.9:11

Contemplo en este tiempo que los hombres se han familiarizado con el pecado, las pasiones se encuentran desatadas, los niños desde temprana edad pierden su inocencia y toman los frutos prohibidos; hacia el mal se ha encaminado la humanidad, y de generación en generación va debilitándose y descendiendo. Por eso he venido una vez más a manifestarme entre vosotros. II.54:17

El hijo no se inclina ante sus padres, la esposa se rebela al esposo, los hermanos se desconocen, todos hacen actos que revelan soberbia y vanidad, todos se sienten superiores, y Yo sigo enseñando únicamente amor y paz a todos los hombres. V.137:42

La virtud ha sido menospreciada y tenida como algo nocivo o inútil; ahora ha llegado el tiempo en que comprendáis que sólo la virtud os salvará, os hará sentir la paz y os llenará de satisfacciones; pero todavía ha de sufrir muchos tropiezos y vejaciones la virtud para poder penetrar en todos los corazones. Los soldados que la defiendan tendrán que luchar con gran esfuerzo y fe. ¿En dónde están esos soldados del bien, de la caridad y de la paz? ¿Creéis ser vosotros? Os examináis interiormente y me contestáis, que no sois vosotros. En cambio, Yo os digo que, con buena voluntad, todos podéis ser de esos soldados. ¿Para qué creéis que he venido entonces entre vosotros? III.64:16

Llegan entre las multitudes los grandes pecadores, aquellos que han arrastrado a su espíritu en el fango de las pasiones, que han arrebatado honras, que han profanado las canas del anciano, que han hurtado lo ajeno, que han manchado la inocencia del niño y dado muerte material o moral a su Semejante. II.52:44

Os habéis familiarizado con la maldad y el vicio que os rodea, miráis con naturalidad el homicidio, la deshonra, el adulterio, combatís la virtud y en cambio al vicio lo disfrazáis, para mostraros en apariencia limpios ante los ojos de vuestros hermanos. III.61:51

Estáis tan familiarizados con el pecado, que vuestra vida llega a pareceros lo más natural, normal y lícito, y sin embargo, tal parece que Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta humanidad, toda su perversidad y su pecado. X.275:49

La cizaña avanza, cundiendo por pueblos y naciones, penetrando en los corazones y en los hogares. V.138:28

Las costumbres degeneran y los hombres, las mujeres y los niños se familiarizan con la perversidad. V.138:29

Ante todas estas desgracias, no cubráis vuestros ojos ni tapéis vuestros oídos, porque si se acobarda vuestro corazón, no será sensible para entregar amor y hacer caridad testificando mi Obra ante sus hermanos. V.138:30

Yo sí tengo que verlo todo, porque os amo, y después de juzgaros os vendré a salvar. V.138:31

¡Cuán menesterosos os sentís por momentos! Unos lloran y sin saber por qué, la enfermedad persiste en ellos; otros, siendo padres, se preguntan: “¿Por qué si han velado por su familia y la han cultivado con amor, sólo frutos de incomprensión e ingratitud reciben?” Y las mujeres que han ido en pos de cariño y apoyo en la Tierra, también se preguntan: “¿Por qué en la vida no han podido calmar esa sed de ternura?” Los hermanos, llevando una misma sangre, se sienten distantes, no se aman ni se comprenden. Os preguntáis la causa de todo esto, y no alcanzáis a comprender por qué fracasa el bien ante vuestros ojos. Y Yo os digo: Cuando el bien de unos llegue a encontrar eco en los otros y su corazón se sienta regocijado por ello; cuando las virtudes o valores espirituales hayan sido debidamente estimados, entonces el hambre, la sed de justicia, de amor y de comprensión, se apartará del corazón de la humanidad. V.101:49

Es la herencia funesta de todas las generaciones pasadas, la que con sus ambiciones, vicios y enfermedades, está dando sus frutos en este tiempo. Es el árbol del mal que ha crecido en el corazón de los hombres, árbol que ha sido fecundado con pecados, cuyos frutos siguen tentando a la mujer y al hombre, haciendo caer día a día a nuevos corazones. V.108:11

Bajo la sombra de ese árbol yacen hombres y mujeres sin fuerzas para librarse de su influencia; ahí han quedado virtudes rotas, honras manchadas y muchas vidas truncas. V.108:12

No solamente los adultos corren atraídos por los placeres del mundo y de la carne; también los jóvenes y hasta los niños, les ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos. Y los que han logrado escapar de la funesta influencia de la maldad, ¿qué hacen por los que se han perdido? Juzgarles, censurarles y escandalizarse de sus actos. Pocos son los que oran por los que se extravían del sendero y menos los que consagran parte de su vida para combatir el mal. V.108:13

En verdad os digo, que mi Reino no se establecerá entre los hombres mientras tenga vida el árbol del mal. Es menester destruir ese poder, para lo cual se necesita poseer la espada del amor y la justicia, única a la que no podrá resistir el pecado. Comprended que no serán los juicios ni el castigo, sino el amor, el perdón y la caridad, esencia de mi Doctrina, la luz que ilumine vuestros senderos y la enseñanza que lleve a la humanidad a la salvación. V.108:14

Amar fue el fin para que fuisteis creados. Amar a vuestro Padre y en Él a todos vuestros hermanos; he ahí la Ley, y eso es precisamente lo que habéis olvidado y borrado de vuestro espíritu. II.37:52

Os habéis maravillado contemplando la perfección de todo ser, cada criatura formada por Mí ocupa su lugar en su senda, todo sujeto a un mandato, todo obediente a mi ley. Vosotros no debéis dudar del origen de vuestra naturaleza, porque ya confiáis en la precisión y fidelidad de su ley. Habéis descubierto muchas enseñanzas en la vida y confiáis en el cumplimiento de sus leyes naturales, que no os han defraudado. XI.318:39

Meditad: Si Yo estoy en vosotros, ¿a dónde me habéis llevado cuando pecáis? I.3:13

Os hablo así, porque he de remover la ceniza que hay en vuestro corazón, hasta encontrar en él una chispa de luz. I.3:14

El pueblo de Israel recibió la Ley cuando en su peregrinación se encontraba en la falda del Monte Sinaí; su guía Moisés, recibió las Tablas y la inspiración. La travesía del desierto fue para purificar los corazones, para espiritualizarlos y encender en ellos la fe hacia el Dios invisible. Cuando el pueblo llegó a la tierra prometida y tomó posesión de ella, llevaba la fe en su Señor profundamente grabada en su espíritu y practicaba un culto sencillo, pero elevado, en el que se había fortalecido su corazón. Mas he aquí que los hijos de sus hijos no supieron perseverar en la fe y en la espiritualidad, y cuando otros pueblos de gentiles introdujeron su idolatría y supersticiones en el seno del pueblo de Israel, lo dividieron espiritual y materialmente. Fue entonces cuando aparecieron los profetas amonestando a las multitudes anunciándoles mi justicia sobre ellos por su infidelidad y su pecado, mas los profetas fueron burlados y algunos muertos. II.44:62

Ahora vengo en Espíritu y en verdad os digo: Hay quienes piensan que en los primeros tiempos estuve más cerca de vosotros que hoy; juzgan erróneamente porque en cada advenimiento me he ido acercando más a vosotros. Recordad que en el Primer Tiempo descendí sobre un monte y desde ahí os envié mi Ley grabada en una piedra; en el Segundo Tiempo, dejé lo alto del monte para descender a vuestros valles, haciéndome hombre para habitar entre vosotros; y en este Tiempo para llegar más cerca, he hecho de vuestro corazón mi morada para manifestarme ahí y hablar desde su interior a la humanidad. I.3:31

Moisés levantó a su pueblo y tomando el camino del desierto, le llevó a las faldas del Monte Sinaí, donde él sabía que tenía una cita con su Señor; y mientras el pueblo aguardaba el retorno de Moisés, éste, elevado en oración al Altísimo, recibía de Jehová las Tablas de la Ley que había de regir el destino de la humanidad. El siervo obediente recibió en su Conciencia aquella revelación divina y quedó también preparado para dictar por sí mismo leyes para todos los órdenes y todos los actos de la vida humana. Y después de sufrir y batallar largamente en el desierto, llegó el pueblo al fin de su destino: “La Tierra de Promisión”. Ahí el pueblo edificó sus hogares, labró sus tierras y sus huertos, formó sus familias y adoró a su Señor. Del cumplimiento de las obligaciones con el mundo y del cumplimiento de las leyes del espíritu, hizo un solo culto para elevarlo a Quién tantas pruebas le había dado de su amor y de su misericordia. Mas el culto espiritual se encontraba lejos todavía de la perfección. Las ofrendas y tributos eran materiales, sus sacrificios eran de sangre de criaturas inocentes. Tampoco dentro de la vida humana había alcanzado a obrar con gran moral y justicia. Imperaba la ley del Talión que decía: “Ojo por ojo y diente por diente”, y en los casos en que una mujer era sorprendida en adulterio, había una ley que la condenaba a morir lapidada por el pueblo en las afueras de la ciudad. VII.195:68

¿Por qué el Padre permitió esto en aquel tiempo? Porque la humanidad se encontraba dando espiritualmente sus primeros pasos. VII.195:69

Pasó el tiempo. Las primicias de vuestros campos, los primeros frutos de vuestras cosechas y la sangre de vuestras víctimas inocentes que en el ara me ofrecisteis, Yo las recibí. VII.195:70

Las tradiciones de aquel pueblo eran profundas, mas, ¿quién le hubiera dicho que todo aquello habría de cambiar, que aquellas leyes y aquel culto se habrían de transformar? No fue Moisés, ni fueron los profetas quienes hicieron cambiar aquellas formas y costumbres. Moisés sólo inició el camino, los profetas sólo predijeron. Fue el Mesías prometido, el Divino Maestro, el que vino a despertaros de vuestro sueño, el que, sin desconocer uno solo de los mandamientos de la Ley que recibió Moisés, vino a borrar tradiciones y cultos impropios de aquel tiempo, abriendo una nueva Era de luz y sabiduría, que transformaría la vida de la humanidad. VII.195:71

Yo no reformé la Ley, sólo la práctica que de ella se hacía. VII.195:72

Había pasado la niñez de aquel pueblo en lo espiritual y penetraba en la adolescencia. Entonces os di a saborear manjares desconocidos y rasgué el velo de vuestra ignorancia. Toda mi palabra fue una Ley condensada en una frase: “Amaos los unos a los otros”. VII.195:73

Los que crean que el verdadero pueblo de Israel fue aquel del Primer Tiempo estarán en error; aquel fue solamente la imagen de lo que con el transcurso del tiempo habría de ser el verdadero pueblo de Dios, en el que tendrán que fundirse todos los hombres amando a su Padre en sus propios hermanos. Así lo dijo la Ley en el Primer Tiempo: “Amarás a Dios de todo corazón y de todo tu espíritu. Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Así lo dijo Cristo en el Segundo Tiempo enseñando a la humanidad un nuevo mandamiento: “Amaos los unos a los otros”. A quienes cumplan con los máximos preceptos, Elías les ha anunciado en este tiempo que verán al Padre en todo su esplendor. III.78:64

Si os dije que imprimiría mi Ley en vuestro corazón, la grabaría en vuestro espíritu y reinaría en vosotros, me refería a mi sabiduría, a mi esencia eterna. Debéis comprender que no es Jesús el que penetra en vuestro corazón, sino Cristo, el Verbo Eterno, aquel que por boca del profeta Isaías fue anunciado como el Cordero Inmolado. I.21:32

He venido a mostraros la misma Ley y a recordaros la misma enseñanza que os he dado en tiempos pasados, porque el Padre, con sabiduría sublime, no ha venido a confundiros en ningún tiempo. La Luz de mi Espíritu Santo ha venido a iluminaros para explicaros todas mis enseñanzas, para que vosotros y después toda la humanidad, podáis practicarlas con amor, con perfección en vuestros actos y pensamientos. X.283:66

Debo deciros que en este tiempo os encontré envueltos en mayor fanatismo religioso o idólatra que en ninguno de los pasados, y a la vez vuestro espíritu más desnudo de virtudes que nunca. Ahora os pregunto: Después de haberme oído por años y años a través de esta comunicación, ¿quién siente que Yo haya venido a destruirle sus principios?; ¿quién cree sentirse confundido o ve destruida su fe cristiana? De cierto os digo, que lo que os revelé en los primeros tiempos, os lo he venido a recordar, porque lo habíais olvidado o desvirtuado. Que lo que los hombres os habían ocultado, Yo lo he venido a sacar a la luz, y lo que estaba guardando en mi Arcano, os lo he venido a revelar. Esta Era es de Libertad espiritual; los hombres están iluminados por la Conciencia y sabrán elegir el camino certero. VII.188:35

No vengo a desconocer ninguna de mis palabras que os dije en el pasado, por el contrario, vengo a darles debido cumplimiento y la justa explicación. Así como en aquel tiempo dije a los fariseos, que creían que Jesús venía a destruir la Ley: “No penséis que vengo a abolir la Ley o a los profetas, por el contrario, vengo a darle cumplimiento”. ¿Cómo había de desconocer aquella Ley y las profecías, si eran el cimiento del Templo que en Tres Tiempos había de quedar construido en el corazón de esta humanidad y el anuncio de mi venida al mundo? IV.99:25

¿Quién puede dudar de la bondad de mis enseñanzas en este tiempo? Les he dicho a los hombres como en aquel tiempo: “Amaos los unos a los otros”. A los hijos: “Venerad a vuestros padres”. Al hombre: “Respetad a la mujer”. A los padres: “Dad buen ejemplo a vuestros hijos”. Esto no es tiniebla. Mi semilla es de paz, de amor, de concordia. Detened con ella esa restitución que desde los primeros tiempos ha venido pasando de padres a hijos, restitución dolorosa que ha sido la semilla que siempre habéis estado sembrando y recogiendo. Es menester que toda falta sea lavada, y en verdad os digo, que ninguna falta escapa a mi justicia. Podrá pasar un año, un siglo y hasta una Era, mas el momento de juicio tendrá que llegar. V.129:20

Amad la limpidez, vivid de acuerdo con la Ley que os señala la Conciencia. V.129:21

En aquel tiempo muchos creyeron que Cristo venía equivocando el camino y alterando la Ley, por eso le combatieron y le persiguieron, mas la verdad, como la luz del Sol, se impone siempre a las tinieblas. Ahora será combatida de nuevo mi palabra porque habrá quienes crean encontrar en su esencia contradicciones, confusiones y errores, pero su luz volverá a esplender en las tinieblas de este tiempo, y la humanidad verá que el camino y la Ley que os he revelado, es la misma de aquel tiempo y será la de siempre. III.56:70

Puedo deciros que la mayoría de los hombres tienen religión y que a pesar de enseñar todas ellas la fraternidad, nadie vive conforme a la enseñanza que ha recibido, nadie lleva a la práctica las leyes, preceptos y máximas que en su Conciencia han sido escritas. Hay quienes, para no someterse a ningún credo religioso, han dejado en libertad su pensamiento, creyendo estar al margen de preceptos y de leyes; pero eso no puede ser, porque a través de sus observaciones, de sus ciencias y definiciones, han llegado a saber que en todo y en todas partes se manifiesta un poder, una armonía, una Ley y una Doctrina sabia, justa y amorosa, de la que nadie podrá huir. X.289:2

Esta humanidad, después de vivir en desunión por tantos siglos; después de todas las experiencias dolorosas y amargas que ha tenido, está capacitada para comprender que la unión entre todos los pueblos, la armonía entre todos los hombres, no podrá cimentarse sobre intereses materiales, ni tomar fuerza en valores terrestres. Al fin comprenderá que sólo el espíritu elevado puede ser la base firme, la piedra inconmovible sobre la cual descanse la paz de los hombres. X.289:3

Si todos los pueblos en una forma o en otra se dividen, se hacen la guerra y se juzgan, esto quiere decir que ninguno cumple con lo que Dios y su Ley les han enseñado y, por lo tanto, están fuera de la verdad. X.289:4

La verdad es respeto a todo, porque todo es sagrado, es amor, es armonía, es caridad, es la Ley que rige la Conciencia. X.289:5

Mi Ley no ha sido dictada por el hombre, ella ha brotado de Mí, mas el mundo ha forjado en torno a mi enseñanza distintas religiones, credos y ritos, conforme a su entendimiento, para decir a la humanidad: “Este es el camino verdadero”; mas Yo no he formado religiones, sólo os he mostrado la Ley en todos los tiempos. XII.343:36

¿Acaso la mayoría de los hombres procuran cumplir con sus religiones? Yo os digo, que las religiones las habéis hecho para tratar de escapar de mi Ley y haceros creer a vosotros mismos que estáis cumpliendo. XI.318:16

A esta humanidad podría aplicarle las mismas palabras que dije al pueblo Judío en aquel tiempo, cuando le hice ver que por cumplir con antiguas y ya inútiles tradiciones, se había olvidado de la Ley. XI.318:17

Doquiera surge el símbolo del Cristianismo: La cruz. En todas partes encuentro los templos de cantera, mi Nombre lo pronuncian la mayoría de los hombres, se me ofrecen homenajes y se me elevan ritos todos los días. Sin embargo, no descubro en el corazón de la humanidad la manifestación del amor que es la esencia, el principio y el fin de mi Doctrina. Y todos creéis estar en la Ley y en la Verdad, por eso cuando llego a revelaros lo contrario, os molestáis y cuando alguien os señala vuestros errores dejáis que la ira penetre en vosotros. XI.318:18

De cierto os digo, Cristianos, que si en este tiempo viniese Yo al mundo en cuanto hombre, seríais precisamente los que me llevaríais a la cruz de un nuevo Calvario cuando escuchaseis en mis labios la verdad; pero no vendré más a vuestro mundo en cuanto hombre, hoy he venido en Espíritu. No me miraréis con los ojos de vuestro cuerpo, aun así tendréis que escucharme; muchos me queréis encontrar para exterminarme, mas cuando me encontréis será para adorarme, y al comunicaros espiritualmente Conmigo, será prueba de que la fe ha surgido en vuestro corazón y que se ha iluminado vuestro entendimiento. XI.318:19

Preguntáis: “¿En dónde está la verdadera sabiduría?”, y os digo: En Dios. Alguno más pregunta: “¿Cuál es la verdadera religión?” Y el Maestro contesta: Quien me ame y ame a su hermano, ha encontrado la verdad y ha cumplido con la Ley. VII.197:9

¡Pobre humanidad, perdida entre las tinieblas teniendo tan cerca la luz, llorando angustiosamente y estando a su alcance la paz! Mas no pueden contemplar esa divina luz porque ha habido quienes han vendado sus ojos, sin piedad. Yo que os amo en verdad, vengo en vuestra ayuda, apartándoos de las tinieblas y probándoos que cuanto os dije en aquel tiempo, fue para todos los tiempos y que no debéis considerar aquella divina Palabra, como una Doctrina antigua, pasada de época, porque el amor que fue la esencia de toda mi enseñanza, es eterno, y en él está el secreto de vuestra salvación en esta Era de confusiones, de inmensa amargura y de desenfrenadas pasiones. X.307:8

Tampoco es una nueva Doctrina lo que os traigo en este tiempo, sino una luz para que podáis comprender todo cuanto os ha sido revelado, desde los primeros tiempos hasta el presente. X.307:9

Sentíos de verdad como mis discípulos. Os he traído en mi Doctrina la Ley divina que está presente en vuestra Conciencia. ¿Qué es lo que teméis de otras doctrinas, teorías, ciencias o filosofías? ¿O es que teméis acaso a quienes estudian las Escrituras antiguas, a las religiones que se llaman cristianas? En verdad os digo, que la Doctrina que os estoy entregando, no es más que la aclaración, la confirmación de las revelaciones que se os hicieron en los tiempos pasados. I.13:14

El Espiritualismo no viene a borrar una sola de las palabras que Cristo predicó en aquel tiempo, si así no fuese, no podría denominarse de esta manera, ya que estaría oponiéndose a la Verdad. ¿Cómo podría estar esta palabra en contra de aquella, si es el mismo Maestro quien la pronuncia? Si verdaderamente penetráis en el sentido de esta Doctrina, veréis cómo mi palabra de ahora es la explicación o aclaración de cuanto dije en aquel tiempo. Por eso la humanidad de ahora y la del futuro, están en condiciones de comprender más que las generaciones pasadas y por lo tanto, de cumplir con la Ley de una manera más pura, elevada y verdadera. X.283:29

El Espiritualismo no viene creando nuevas leyes, sólo os revela la forma de ascender y caminar sin estacionarse, dentro de la Ley de todos los tiempos. VII.192:58

La Doctrina Espiritualista no es una teoría, es una enseñanza práctica, tanto para la vida humana, como para la vida del espíritu. No existe otra enseñanza más completa y perfecta que ella. Os acompaña desde antes de llegar a la Tierra, os sigue a través de la jornada sobre este mundo y se funde a vuestro espíritu cuando él retorna a su primer morada. X.283:27

Muchos se preguntan: “¿Por qué he vuelto a la Tierra, si ya os había doctrinado con mi palabra en el Segundo Tiempo?” Mas habíais olvidado mi Ley y os he encontrado naufragando en un mar de ignorancia. He luchado para llevaros al camino de la paz y la verdad, os ofrezco un báculo para que os apoyéis, porque estáis cansados de peregrinar sin un guía y por eso he venido a ayudaros. I.15:34

En los tiempos pasados, hubo épocas en que el pueblo de Dios supo interpretar espiritualmente todo cuanto pasaba a su alrededor, porque era el pueblo que vivía dentro de la Ley, que me amaba, y que hacía una vida sencilla y virtuosa; las fibras de su corazón aún eran sensibles, así como también lo era su espíritu.

Aquel pueblo vivía en continua comunicación espiritual con su Señor. Escuchaba la voz humanizada de su Creador, sabía recibir mensajes del Mundo Espiritual, de aquellos seres a quienes llamaba ángeles; y en el reposo de la noche, en la paz de su corazón, y por medio del don de los sueños, recibía mensajes, avisos y profecías, a los cuales daba crédito y obediencia. VI.159:3

Dios no sólo estaba en sus bocas, también se albergaba en su corazón; la Ley no era para ellos sólo un escrito, sino que era vivida por los hombres; era natural que su existencia estuviese llena de prodigios que ahora ya no contempláis. VI.159:4

Para la vida humana, bastaba con la Ley que por conducto de Moisés os di; mas para vivir la Vida Eterna era preciso que el Verbo de Dios fuese con vosotros, para que Él os preparase el camino del verdadero paraíso. Mas como el camino hacia las altas moradas de la luz, de la perfección y del amor, tiene encrucijadas, escollos y tentaciones, fue necesario que en la senda del viajero apareciese una estrella, un faro, un rayo de luz que iluminase sus pasos; esa Luz es la de mi Espíritu, que ha llegado a vosotros a disipar dudas, ignorancias e incertidumbres. V.112:36

Mirad como desde los tiempos en que os regíais por la ley natural, hasta este tiempo en que recibís la luz espiritual por medio de la inspiración, os he dado a conocer, paso a paso y parte por parte el camino del espíritu. V.112:37

Yo tomé la forma humana porque era indispensable dejar un ejemplo perfecto y vivo de lo que es el cumplimiento en la Ley divina y nadie más que Yo era el indicado para hacerlo, Yo, quien hizo la Ley, Yo quien habría de traeros la Ley explicada con palabras y obras que dieron forma a una Doctrina. XI.325:86

Si en vez de elegir la forma humana para habitar entre vosotros hubiese tomado la forma de un ángel, los hombres se hubiesen sentido pequeños e incapaces para seguir mis pasos y hubiesen considerado mi palabra de imposible realización humana, por otra parte, no hubieseis creído en un sacrificio mío por amor a vosotros. XI.325:87

Si en el Primer Tiempo os apegasteis a la Ley, fue por temor a que mi justicia divina os castigara, mas por eso os envié mi Verbo para que conocierais que Dios es Amor. I.4:46

Hoy mi luz viene a vosotros, para que no os perdáis y podáis llegar hasta el final del camino siendo fieles a mi Ley. I.4:47

En una sola lección he reunido las revelaciones de las Eras pasadas con esta que he venido a entregaros en este tiempo. Extraed de toda ella la esencia y llegaréis a la conclusión de que tenéis el resumen de toda la Ley, las profecías y la Doctrina del Maestro con sus revelaciones, y ellas os señalan el camino que conducen a la espiritualidad. IX.266:48

No soy creído, ni amado, ni obedecido. Otra sería la vida de los hombres en la Tierra, si me creyesen y obedeciesen. V.140:8

Tenéis todo lo necesario para vivir dentro de mi Ley; no podréis decirme que vuestras condiciones de vida no os permiten cumplir. Aun en medio de la lucha, podéis orar, amar y hacer el bien a vuestros hermanos. V.140:17

Para manifestar lo divino, vuestros idiomas son limitados, por eso en todos los tiempos he tenido que hablaros con parábolas, con metáforas, pero ya veis, aún hablándoos así, poco me habéis comprendido, porque os ha faltado la voluntad necesaria para analizar mis manifestaciones. I.14:50

Vosotros siempre estáis riñendo por el significado de vuestros vocablos, y a medida que creáis más palabras, más confundís a vuestro espíritu. ¡Ah, hombres de muchas palabras, de muchos idiomas y de muchas creencias, pero de muy pocas obras de amor! I.14:51

Es menester que el hombre me conozca para que tenga una idea clara de la verdad; porque quien conoce la verdad no puede desviarse del camino de la Ley, ya que entonces se encontrará en condiciones de oír la voz de su Conciencia. VII.191:40

El que ignora la verdad es un ciego que no encuentra la senda verdadera, es un sordo que no puede escuchar la voz interior que procede de Dios; por eso he venido nuevamente al mundo, a descubrir la verdad que le han ocultado y a revelarle nuevas luces que lo eleven de la condición triste y miserable en que espiritualmente vive. VII.191:41

Saber, es sentir mi presencia; saber, es dejarse conducir por mi luz y hacer mi voluntad; saber, es comprender la Ley; saber, es amar. X.282:22

Yo vine a enseñaros el verdadero cumplimiento de la Ley,a fin de que convirtieseis este mundo en un gran templo donde se adorase al verdadero Dios, donde la vida del hombre fuese una constante ofrenda de amor a su Padre, al que debiera amar en cada uno de sus Semejantes rindiendo así tributo a su Creador y Maestro. VI.154:18

Y ahora que he vuelto a los hombres, ¿qué es lo que encuentro? La mentira y el egoísmo han sustituido a la verdad y a la caridad; la soberbia y la vanidad, en vez de la mansedumbre y humildad; la idolatría, el fanatismo y la ignorancia, en vez de la luz, la elevación y la espiritualidad; el lucro y la profanación, donde sólo debería existir el celo y la rectitud; el odio y la guerra desatada entre hermanos han sustituido a la fraternidad, la paz y el amor. VI.154:19

Mi Ley siempre es la misma, no es menos profunda unas veces que otras. Es vuestro espíritu el que refleja unas veces mejor que otras la luz del Padre. Esto es según la evolución que vuestro espíritu haya alcanzado. III.81:50

La Ley divina nunca pasa, las leyes humanas sí cambian según sea la evolución espiritual de los hombres. VI.149:38

La Ley de Dios, su divina Palabra dada a través de Cristo y todos los mensajes de profetas, enviados y emisarios, fueron la semilla que mantuvo la fe de la humanidad, en una promesa divina que anunció siempre luz, salvación y justicia para todos los hombres. IX.269:14

Este es el tiempo esperado para la Gran Revelación, aquella por medio de la cual comprendéis todo cuanto os he manifestado a través de los tiempos y sepáis quién es vuestro Padre, quiénes sois vosotros y cuál es la razón de vuestra existencia. IX.269:15

Juan vio en su gran revelación, cómo había de manifestarse mi Espíritu en este tiempo, al abrirse el Sexto Sello; el Libro de la Sabiduría iluminaría a los espíritus. Vio los grandes combates entre los hombres y sus tribulaciones. Vio el Libro cerrado y al fin abierto por el Cordero Inmolado. Y ante vosotros he mostrado página tras página de ese Libro, para vuestro espíritu. En él está contenida la Ley que os he dado desde el principio de los tiempos. XII.361:6

Juzgad mi Obra, analizadla de principio a fin. Traed a vuestra memoria todo lo pasado y unidlo a esta revelación, para que todo viva en vuestro espíritu. He dictado leyes y enseñanzas para la vida material de los hombres, le he dado lecciones para su vida moral y espiritual. Os he transportado a las regiones del espíritu y habéis respirado la paz y la beatitud de esa morada, para que lo conozcáis todo y podáis penetrar en el conocimiento de mis leyes. XII.361:7

Os habla en este instante Aquél que os ha dado leyes y mandatos desde el principio de los tiempos, para que caminéis con rectitud y elevación y deis la mano a los que debilitan; mas vuestros frutos son escasos y aun no os habéis alimentado con la esencia de ese pan que os he ofrecido siempre y que es amor, es bien y caridad. Calláis mis revelaciones y guardáis para vosotros vuestros dones; y el espíritu de los hombres se encuentra pobre y un día os reclamará, y no quiero que sintáis el rigor de su juicio, cuando sepan de vuestra responsabilidad. Trabajad y Yo multiplicaré vuestra simiente. VII.203:35

Hay muchos que por temor o falta de estudio, no han evolucionado y practican sólo la ley de Moisés, sin reconocer la venida del Mesías, y otros que creyendo en Jesús, no han esperado al Espíritu Consolador prometido; y Yo he descendido por tercera vez y no me han esperado. VII.179:38

Conoced la Ley, amad el bien, practicad el amor y la caridad, conceded a vuestro espíritu la santa libertad de elevarse hacia su morada y me estaréis amando. ¿Queréis un modelo perfecto de cuánto deberéis hacer y de lo que debéis ser para llegar a Mí? Imitad a Cristo, amadme en Él, buscadme a través de Él, venid a Mí por su divina huella, mas no me améis en su forma corpórea o en su imagen, ni cambiéis por ritos o formas la práctica de sus enseñanzas, porque os eternizaréis en vuestras diferencias, en vuestra enemistad y en vuestro fanatismo. I.1:71

Amadme en Cristo, pero en su Espíritu, en su Doctrina y estaréis cumpliendo con la Ley eterna, porque en Cristo está resumida la justicia, el amor y la sabiduría con que he manifestado a la humanidad la existencia y la omnipotencia de mi Espíritu. I.1:72

Quiero que sin saliros de una vida natural y sencilla, sin que caigáis en un estado que pudiera considerarse fuera del normal, os conservéis siempre preparados y llevéis guardado en vuestro corazón la espiritualidad, para que en cualquier momento en que seáis llamados, os halléis dispuestos a cumplir vuestra misión. V.129:31

Hoy, en el tiempo de la restitución, devolved la paz a los que hayáis dado muerte en su fe, sanad a los que hayáis herido con vuestra palabra, pagad vuestras deudas, derramad en vuestros hermanos la caridad de vuestro amor y estaréis cumpliendo con mi Ley. II.46:43

¿Cuándo surgirá en la Tierra el hombre que venga a cumplir todas mis enseñanzas, tal como lo ordena mi Ley; el hombre de espíritu grande y luminoso, de elevados sentimientos, de clara inteligencia? I.11:83

No podíais volver a Mí, sin antes haber saboreado todos los frutos de la vida y haberos deleitado con todos los placeres. Estáis morando en la Tierra y tenéis que serviros de las cosas naturales para vivir, mas como todas las cosas se encuentran bajo una ley, tomadlas dentro de esa misma ley; así daréis al espíritu lo de él y a vuestro cuerpo lo que a él corresponde. Nada os prohíbo porque nadie contraría mis designios divinos. ¡Cuán pocos son los seres que han sabido permanecer fieles y limpios al lado del Padre! Ellos, sólo han hecho mi voluntad; mas vosotros, que muchas veces habéis repetido en vuestras oraciones: “Hágase, Señor, tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo”, es mentira que hayáis obrado siempre conforme a mi voluntad; de ahí que haciendo la vuestra, que es imperfecta, hubieseis cometido tantos errores, que ahora estáis pagando con grandes amarguras, enfermedades y miserias. Mas dejaréis de seguir haciendo vuestra voluntad, para sujetaros a una Autoridad Divina que todo lo rige con sabiduría y justicia; entonces dejaréis de cometer errores y de sufrir por causa de ellos. V.131:36

Nadie ha nacido por casualidad, nadie ha sido creado por el acaso; comprendedme y reconoceréis que nadie es libre en el camino de su vida, ya que existe una Ley que rige y gobierna todos los destinos. IV.110:29

Mi Ley no es reducida, es infinita y podéis cumplirla en muchas formas. No os exijo que hagáis obras perfectas, pero debéis de estudiar y profundizaros en ella para que lleguéis a practicarla. II.32:12

Nuevamente mi Verdad combatirá la ignorancia de la que se derivan el fanatismo, la idolatría y el misticismo, porque el fanático es ciego, el idólatra es materialista y el místico es hipócrita. VII.194:68

Llegará el tiempo en que se levanten hombres que verdaderamente amen mi Ley, los que sabrán unir la ley espiritual con la del mundo, o sea el poder eterno con el poder temporal; mas no será para esclavizar a los espíritus como en tiempos pasados, sino para mostrarles el camino hacia la luz, que es la verdadera libertad del espíritu. Entonces volverá la moral al seno del hogar, habrá verdad en vuestras instituciones y espiritualidad en vuestras costumbres. Será el tiempo en que la Conciencia haga oír su voz y en que mis hijos se comuniquen de espíritu a Espíritu con mi Divinidad, en que las razas se fusionen y todo ello determine la desaparición de muchas diferencias y contiendas, porque, hasta ahora, a pesar de ser tan pequeño vuestro mundo, no habéis sabido vivir como una sola familia, no habéis podido rendirme un solo culto. La antigua Babel os condenó a esta división de pueblos y de razas, mas la construcción de mi Templo espiritual en el corazón de la humanidad, os librará de esa restitución y os llevará a Amaros verdaderamente los unos a los otros. IV.87:10

Las pasiones se irán debilitando, los vicios comenzarán a desaparecer, el fanatismo y la ignorancia irán cediendo su puesto a la fe verdadera y a los conocimientos profundos en mi Ley. X.284:23

Mi venida en este tiempo es una nueva invitación al camino de la Ley, y toda la esencia de esta palabra se resume en aquella máxima que ha tiempo os enseñé: “Amaos los unos a los otros”. VII.193:22

¡Qué hermoso será cuando estas multitudes, sencillas y humildes, se levanten por los caminos llevando la Buena Nueva de este tiempo, tan lleno de espiritualidad y moral! Recordaréis al padre que se ha convertido en juez de su hijo, que tiene que perdonarlo y amarlo; a la madre que ha desconocido a sus hijos negándoles su regazo, que tiene que abrirles sus brazos y estrecharlos en su corazón, para que también ellos puedan amar; y a los hijos que se levantan contra sus padres, que tienen que venerarlos, porque los padres en la Tierra ocupan mi lugar. Sin rectitud, ¿cómo podrá tener elevación el espíritu? IV.106:57

Mañana tendréis que enseñar y confirmar con hechos vuestras palabras; desde ahora moralizad vuestra vida, reconstruid vuestros hogares y unificad vuestra familia. Que el padre vaya en busca de su hijo que huyó de su hogar y los hijos busquen a quien les abandonó; que la esposa vuelva a los brazos del compañero y que el esposo que había renunciado a sus deberes, busque a la compañera y construyan una nueva y mejor existencia. IV.106:58

Tenéis en Mí a un Maestro incansable y, a un Padre perfecto que os ama y corrige. ¿Qué haríais si sólo os concediera beneficios a cambio de un estricto cumplimiento de mi Ley? I.2:47

No os doy mi Doctrina simplemente como un freno moral para vuestras pasiones; no, os la doy para que escaléis las mayores alturas del espíritu. V.118:90

Mi Espíritu está llamando a cada espíritu, entendimiento y corazón para alimentaros de Mí, porque estáis hambrientos. No habéis sabido sustentaros con mi palabra, no habéis aprovechado las enseñanzas que os he dado en los tiempos pasados; el Libro de la Vida, en el cual está mi Ley y los mandatos, se encuentra guardado, olvidado por el mundo presente. VIII.226:57

Es vuestro Dios quien os habla, mi voz es la Ley; hoy la escucháis nuevamente sin que sea necesario labrarla en piedra, ni tener que enviaros a mi Verbo encarnado entre vosotros. Es mi Voz divina la que llega a vuestro espíritu y le revela el principio de una Era en la cual el hombre se justificará, se reconciliará con su Creador y se purificará como está escrito. I.15:8

Mi paz sea con vosotros.

Primer libro

1. La Ley desde el principio

Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador. Ahora bien, cuando hay uno solo no hay mediador, y Dios es uno solo. Según eso, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si de hecho se nos hubiera otorgado una ley capaz de vivificar, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley.

Gálatas 3:19:21

Humanidad: Si sólo fuese el instinto el que guiase todos los actos de vuestra vida, no tendría vuestro Padre que haberos revelado su Ley, ni hubiese tenido que venir como Redentor a salvaros; pero no dependéis de vuestro instinto, fuerzas superiores gobiernan vuestros actos, y esas fuerzas están en el espíritu. X.287:25

El espíritu goza del don del libre albedrío, medio por el cual debe hacer méritos para salvarse. X.287:26

¿Quién guía, orienta o aconseja al espíritu durante su libre trayecto, para distinguir lo lícito de lo ilícito y por lo tanto para no perderse? La Conciencia. X.287:27

La Conciencia es la chispa divina, es una luz superior y es una fuerza para ayudar al hombre a no pecar. ¿Qué mérito habría en el hombre si la Conciencia tuviera fuerza material para obligarlo a permanecer en el bien? Yo quiero que sepáis que el mérito consiste en escuchar aquella voz, en persuadirse de que ella nunca miente ni se equivoca en lo que aconseja y en obedecer fielmente sus dictados. Como vosotros podréis comprender, para escuchar claramente aquella voz, se requiere preparación y concentración en sí mismo. ¿Quiénes practican esta obediencia en los tiempos presentes? Contestaos vosotros. X.287:28

La Conciencia siempre se ha manifestado en el hombre; pero la humanidad no ha alcanzado el desarrollo necesario para guiar toda su vida por esa luz. Ha tenido necesidad de leyes, enseñanzas, preceptos, religiones y consejos. X.287:29

Cuando los hombres lleguen a penetrar en comunión con su espíritu, y en vez de buscar lo espiritual hacia el exterior, lo busquen en su interior, podrán escuchar la voz suave, persuasiva, sabia y justa que estuvo siempre vibrando en ellos sin que la escuchasen, y comprenderán que en la Conciencia está la presencia de Dios, que ella es el verdadero medio por el cual debe el hombre comunicarse con su Padre y Creador. X.287:30

¿Creéis que la vida se concreta a vuestra existencia en la Tierra? ¿Creéis que mi Ley y mi Doctrina sólo iluminan vuestra vida en el mundo? No, multitudes que escucháis mi palabra, la Ley divina no la di a vuestro cuerpo, vine a iluminar con ella vuestro espíritu. VIII.223:22

Comprended que todas las penalidades de esta vida que vivís, son consecuencias de las faltas humanas, porque Yo que os amo, no podía ofreceros un cáliz tan amargo. Os he revelado desde los primeros tiempos la Ley como un camino donde podéis preservaros de las caídas, del abismo y de la muerte. VIII.215:65

Comprended que la Ley es el camino trazado por el amor del Supremo Hacedor, para guiar a cada una de sus criaturas. Meditad sobre la vida que os rodea, compuesta de elementos y organismos en número infinito, y llegaréis a descubrir que cada cuerpo y cada ser, marchan por un camino o trayectoria guiados por una fuerza en apariencia extraña y misteriosa. Esa fuerza es la Ley que Dios ha dictado para cada una de sus criaturas. Analizando estas enseñanzas concluiréis por reconocer que verdaderamente todo vive, camina y crece bajo un mandato Supremo; llegaréis a descubrir también, que en medio de esta Creación surge el hombre, distinto a todas las demás criaturas, porque en él existe la razón y el libre albedrío. En el espíritu del hombre existe una Luz divina que es la Conciencia, la cual ilumina a su inteligencia y le inspira el cumplimiento del deber, porque si una fuerza irresistible le obligara solamente a seguir el camino recto, no tendría ningún mérito su cumplimiento y se sentiría humillado al comprenderse incapaz de obrar por voluntad propia y que, a pesar de ello, estuviera sujeto a una ley. Mas en las condiciones en que se desarrolla vuestra existencia, ¿quién podrá guiar vuestros pensamientos hacia el bien? Sólo la luz divina de la Conciencia que inspira al hombre a cumplir con la Ley, luz que habita en el espíritu y a través de él se manifiesta a la materia. I.15:4

¿Por qué no siguió el espíritu desde su principio los dictados de la Conciencia? Porque no había evolucionado lo suficiente para comprender y cumplir los mandatos que le inspiraba y al mismo tiempo, saber dominar los impulsos de la carne. El libre albedrío y la influencia de la materia, son las pruebas a las que está sujeto vuestro espíritu. I.15:5

Si la humanidad desde el principio hubiera escuchado el dictado de su Conciencia como lo hizo Abel, ¿creéis que hubiera sido necesario que vuestro Padre tuviera que materializarse de tiempo en tiempo, para explicaros la Ley y enseñaros el camino de la evolución del espíritu? De cierto os digo, que no. Si hubieseis sido sumisos y obedientes a mi Ley, todas mis revelaciones y enseñanzas os hubieran llegado a través de vuestra Conciencia; pero cuando vi a esta humanidad cautiva de las pasiones que el mundo le brindaba, sorda a mi voz y ciega para mirar la luz espiritual que alumbraba su camino, tuve que materializar mi Ley en el Primer Tiempo, labrándola en la piedra y manifestándome en sus sentidos corporales, para vencer su materialismo. I.15:6

¿Qué habéis hecho de la Ley, que por conducto de Moisés envié a la humanidad? ¿Acaso esos mandamientos fueron dados solamente para los hombres de aquel tiempo? I.15:1

En verdad os digo, que aquella bendita simiente no está en el corazón de los hombres, porque no me aman ni se Aman los unos a los otros; no honran a sus padres ni respetan lo ajeno y sí, en cambio, se quitan la vida, adulteran y se causan deshonra. I.15:2

¿No escucháis en todos los labios la mentira? ¿No os habéis dado cuenta de cómo un pueblo le roba la paz a otros pueblos? Y sin embargo, la humanidad dice conocer mi Ley; ¿qué sería de los hombres si olvidasen por completo mis mandatos? I.15:3

Ved este mundo, soberbio, retador y orgulloso de todas las obras de los hombres con las que asombran a las generaciones de este siglo; en su mayoría no creen ni aman lo espiritual, por lo tanto, no oran ni practican mi Ley. Sin embargo, están satisfechos y orgullosos de poder mostrar un mundo portentoso, de maravillas creadas con el poder de su ciencia. Pues este mundo maravilloso de los hombres, logrado a través de siglos de ciencia, de luchas, de guerras y lágrimas, por sus propias manos y con sus armas van a destruirlo, porque ya se acerca el instante en que la humanidad se dé cuenta de la inconsistencia y fragilidad de sus obras, a las que faltó el amor, la justicia y el verdadero anhelo de perfeccionamiento. X.282:10

Ya pronto sabréis que nada sois sin Dios, que la fuerza, la vida y la inteligencia sólo de Mí la podéis tomar para hacer una existencia armoniosa entre el espíritu y la parte humana del hombre. X.282:11

Yo vengo con mi nueva palabra a resucitar al mundo,porque la humanidad a través de Eras y de siglos, ha visto reinar sólo a la muerte. ¿Cuál ha sido la causa de que la muerte haya imperado en vuestra existencia? La falta de amor. X.282:12

En verdad os digo, que el amor es la potencia inmutable que mueve al Universo. El amor es el principio y la esencia de la vida . X.282:13

Tres reinos he establecido entre los hombres, tres reinados que pronto se unirán en uno solo. X.293:22

El Primer reinado fue el del poder y la fuerza, el Segundo el del amor, el Tercero es el de la sabiduría. X.293:23

Cuando el hombre viva de acuerdo con la Ley, enseñanzas y revelaciones que en cada reinado le he traído, podrá decir verdaderamente que: “El Reino de los Cielos ha penetrado en el corazón de la humanidad”. X.293:24

Tan es verdad, pueblo, que un solo Dios se ha manifestado a los hombres, aunque bajo tres aspectos distintos; que si en las obras del Padre en aquella primera Era, buscáis amor lo hallaréis y si buscáis la luz de la sabiduría también la encontraréis, así como en las obras y palabras de Cristo encontraréis no sólo amor, sino también poder y sabiduría. ¿Qué de extraño tendría que en las obras del Espíritu Santo en este tiempo, descubrieseis la fuerza, la Ley y el poder, así como el amor, la ternura y el bálsamo? X.293:25

Este es el reinado más elevado, no por la luz, que ella siempre es la misma, sino porque los hombres están ya más capacitados para una vida superior. X.293:26

En todos los tiempos os ha parecido demasiado difícil de cumplir mi Ley, siendo vosotros seres humanos; y por eso desde los primeros tiempos habéis formado distintas religiones, y habéis practicado de manera imperfecta. Si en el Primer Tiempo hubieses cumplido con mis leyes entregadas por conducto de Moisés, no hubiese sido necesario que Jesús, el Verbo del Padre, viniese entre vosotros, ¿por qué padeció aquel Maestro? Porque el pueblo de Judá le desconoció, le arrojó de su seno y le sacrificó, sin haber mirado ni sentido Quién era. VIII.218:6

Ese pueblo no se había preparado, no había cumplido con las leyes divinas, de éstas y de los preceptos había hecho sus propias leyes, en las que creía cumplir. Y el Divino Maestro se hizo hombre y con su nacimiento, su vida y su pasión, escribió una página más del Libro de la Sabiduría divina, en la que cada palabra era conformada por obras poderosas, palabras y obras selladas con sangre; así recibisteis el Segundo Testamento, y si vosotros hubieseis cumplido con esos dos Testamentos, ¿habría tenido que comunicarse mi Espíritu en este Tiempo por el conducto humano, por medio de entendimientos imperfectos y perecederos? Si hubieseis practicado mis mandamientos y mi Doctrina que con tanto amor os he dado, no me estaríais juzgando ni dudando de Mí, el por qué me comunico por el entendimiento humano. VIII.218:7

Os he dado la Ley y he esperado vuestro cumplimiento basado en lo que os dice vuestra Conciencia; no os he impuesto mi voluntad, puesto que os he dado voluntad propia, libre albedrío, facultades, para haceros semejantes a Mí; mas si queréis saber mi anhelo, os diré que ya quiero veros caminar celosamente dentro de mis leyes de justicia, libres de errores, para que dejéis a vuestros descendientes, una simiente buena, un ejemplo claro, un sendero luminoso. VIII.221:45

Escuchad en el infinito las preguntas y las respuestas como el rumor de los mares, como el eco del viento; escuchad la sabiduría, que torna la ignorancia en luz, descanso y ternura; escuchad ese dulce coloquio de amor, que hace grata la existencia en el conocimiento de la vida y de la muerte, de los grandes arcanos, de las leyes de Dios en el hombre, de la eternidad y de la luz. ¡Escuchad! VIII.215:50

Yo planté el árbol de la ciencia y no lo cortaré porque sus frutos son de vida, mas la impaciencia, la curiosidad y la ambición humanas han torcido sus ramas. IV.104:8

En mi Amor divino por las criaturas humanas, les permití que escudriñaran mis obras y tomasen de todo lo creado, para que nunca tuvieran motivo para decir que Dios es injusto porque oculta su sabiduría a sus hijos. Si Yo os formé y os di el don del libre albedrío, y lo he respetado, a pesar de que el hombre abusando de esa libertad, me ha desobedecido profanando mi Ley; hoy vengo a hacerle sentir la caricia de mi perdón, iluminando a su espíritu con la luz de mi sabiduría, para que uno a uno de mis hijos vuelvan al sendero de la verdad. IV.104:9

El Espíritu de Verdad, que es mi Luz, brilla en las Conciencias, porque os encontráis en los tiempos anunciados en que todo misterio os será esclarecido, para que comprendáis lo que hasta ahora no ha sido debidamente interpretado. IV.104:10

La idea errónea que de mi justicia se formó el hombre en los primeros tiempos, desaparecerá definitivamente para dar paso al verdadero conocimiento de ella. La justicia divina será al fin comprendida como la luz que brota del amor perfecto que existe en vuestro Padre. IV.104:11

Aquel Dios a quien los hombres creyeron vengativo, cruel, rencoroso e inflexible, será sentido en lo profundo del corazón, como un Padre que perdona a cambio de las ingratitudes de sus hijos, como el Padre que persuade con ternura al pecador; como el Juez que en vez de condenar al que ha faltado gravemente, le proporciona una nueva oportunidad de salvación. IV.104:12

¡Cuántas imperfecciones me atribuían los hombres en su ignorancia, creyéndome capaz de sentir ira, siendo la ira sólo una flaqueza humana! Si los profetas os hablaron de la “ira santa del Señor”, ahora os digo, que aquella expresión la interpretéis como justicia divina. IV.104:13

Los hombres del Primer Tiempo no hubieran entendido de otra manera, ni los disolutos o los libertinos hubiesen tomado en cuenta las amonestaciones de los profetas, si ellos no les hubiesen hablado en aquella forma. Era menester que la inspiración de mis enviados fuera expresada en términos que impresionaran el cerebro y el corazón de aquellos hombres escasos de desarrollo espiritual. IV.104:14

El mundo se transformará cuando escuche a su Redentor y conozca y cumpla mis leyes. VIII.215:55

No habréis de llegar a vuestro Padre solamente por Mí, sino también por vosotros. Por eso os he confiado espíritu, voluntad, inteligencia, potencias y sentidos; es por eso que os he revelado mi Ley y os he confiado el tiempo y dejado en un camino de evolución a vuestro espíritu, de progreso y redención del mismo; quiero que vuestro corazón y vuestra palabra sean como una fuente, como un manantial inagotable entre los hombres y que vuestra voz humildemente invite a beber de mi palabra en los que vosotros vais a derramar. XII.360:41

Mi paz sea con vosotros.

2. La Ley de amor

No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de Él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Juan 4:18:21

Mi Ley es de Amor universal y se manifiesta en el aire que respiráis, en los mundos que giran en torno a vosotros y en toda la Creación. VII.195:16

Todo vibra al ritmo de esa Ley; si los seres inferiores nacen, crecen y declinan en el seno de la Naturaleza, es porque viven dentro de la Ley sin saber de ella. VII.195:17

Y, ¿por qué el hombre, dotado de la luz del espíritu, de Conciencia, inteligencia y voluntad, se aparta tantas veces del sendero marcado por mi Ley? Se debe a que mientras unos se olvidan del Padre, otros se forman de Mí un concepto erróneo, limitándome bajo formas imaginadas por el hombre y olvidando que Yo soy Esencia y Potencia y todo se encuentra bajo mi voluntad. VII.195:18

La Ley de Amor, de la que se derivan la caridad, la comprensión y el perdón hacia vuestros hermanos, es el fundamento que os he inspirado para vuestra misión espiritual. X.291:8

El AMOR es la primera Ley que os he dado a conocer, y de la cual brotan todas las demás leyes y preceptos. VIII.241:58

AMOR es el principio de mi Ley, amor es la finalidad de todas las obras, es lo que he venido a enseñaros en todos los tiempos: El amor, la paz y la caridad, estas virtudes están en vosotros, ni siquiera tendréis que aprender a amar. XII.347:35

El amor no se aprende, sino se siente, se lleva dentro y vosotros, como todas las criaturas, al ser formadas han recibido todos sus dones y atributos; entonces, penetrad en vosotros mismos, buscad las virtudes que he dejado en vuestro ser y practicadlas en vuestros caminos. XII.347:36

Mi luz iluminará todos los senderos, y las sectas y religiones verán ante sí una sola senda, una sola Ley: “La Ley de Amor del Espíritu Divino”. Esa será la Doctrina Universal que unificará a todos los espíritus. VII.184:62

Esta es mi Ley eterna de Amor que os estoy dictando; sea vuestro corazón la nueva arca donde quede guardada, y entonces esa luz interior será la que guíe vuestros pasos y trace el camino a los que os sigan. IX.247:17

Amad, el que no ama lleva en sí una tristeza profunda: La de no poseer, de no sentir lo más bello y elevado de la vida. Eso fue lo que Jesús vino a enseñaros con su vida y con su muerte, y lo que os legó en su divina Palabra se condenso en una sola frase: “Amaos los unos a los otros”, con ese amor que Yo os he enseñado. VIII.224:35

Día llegará en que los que no han amado, despojándose de su amargura y sus prejuicios vengan y descansen en Mí, donde volverán a la vida escuchando mi palabra dulce, de infinita ternura. En verdad os digo, que en el amor está mi fuerza, mi sabiduría y mi verdad. Es como una escala infinita que se presenta bajo distintas formas desde las inferiores de los humanos, hasta las más elevadas de los espíritus que han alcanzado la perfección. Amad, aunque sea a vuestra manera, pero amad siempre. No odiéis, porque el odio deja un caudal de muerte, mientras que por amor se perdona y se borra todo rencor. VIII.224:36

La Ley de Amor, de Bien y de Justicia, ha sido la herencia espiritual que en todos los tiempos le he traído. De lección en lección he llevado a la humanidad a la comprensión de que la Ley se puede resumir en un solo mandamiento: AMOR. Amad al Padre, que es el Autor de la Vida, amad al hermano, que es parte del Padre, amad a todo cuanto he creado y ordenado. VII.184:36

El AMOR es causa, principio, simiente de sabiduría, de grandeza, de fuerza, de elevación y de vida. Ese es el verdadero camino que ha trazado el Creador al espíritu, para que de peldaño en peldaño y de morada en morada vaya sintiendo cada vez más el acercamiento a Mí. VII.184:37

Amadme a Mí, antes que a todo lo creado, porque amándome a Mí sabréis dar a todos los seres su lugar justo y verdadero. V.118:28

Dar de lo que recibís, es ley que vuestro Padre os ha enseñado. ¿Os he amado Yo? Entonces podéis dar amor a vuestros hermanos. Entregaos ese amor fraternal de unos a otros. VI.163:36

Amad espiritualmente con un amor puro y desinteresado.Amadme como os amo, amad a vuestros hermanos, porque en cada uno de ellos estoy Yo. VIII.234:58

Hoy tenéis mi palabra, manifestando la misma y única esencia que en todos los tiempos os he entregado: El AMOR. Los principios en que se fundan mi Ley y mi Doctrina son inmutables y eternos. XI.320:54

Yo concedí al hombre desde un principio libertad de pensar, mas siempre ha sido esclavo, a veces por el fanatismo y otras ocasiones de las falsas creencias del faraón y del César. He aquí por qué en este tiempo, ante la libertad que el espíritu está logrando y ante la claridad que a sus ojos se presenta, se deslumbra, porque su mente no estaba acostumbrada a esa libertad. VIII.239:4

El hombre había reducido la fuerza de su entendimiento para lo espiritual y por eso cayó en fanatismo, caminó por senderos torcidos y fue como una sombra de la voluntad de los demás. VIII.239:5

Había perdido su libertad, no era dueño de sí mismo ni de sus pensamientos. VIII.239:6

Mas ha llegado la Era de la Luz, el tiempo en que habéis de romper las cadenas y extender las alas para volar libremente hacia el infinito en busca de la verdad. VIII.239:7

Espiritualidad es Libertad; por eso los que me escuchan ahora y han comprendido el sentido de esta Doctrina libertadora, ven abrirse delante de ellos ese extenso valle en el que lucharán y darán testimonio de que llegó el tiempo en que Dios, Creador Omnipotente, ha venido a establecer comunicación entre Él y el hombre. VIII.239:8

Mi Doctrina descansa sobre cimientos de amor, pero lo habéis olvidado y por eso os he dicho, que era menester que volviera entre los hombres a recordarles la Ley olvidada, aquélla que amaron vuestros antepasados y por la que murieron muchos mártires y apóstoles pensando en vosotros. VII.222:48

Muchos siglos y muchas Eras han pasado sin que los hombres se den cuenta de que no es un sacrificio humano el cumplimiento de mi Ley y que, en cambio, sí sacrifican carne y espíritu en el mundo al rehuir a mis mandamientos. No se han dado cuenta, no han querido comprender que, quien cumple con mi palabra, tiene que encontrar la verdadera felicidad, la paz, la sabiduría y la grandeza que de tan diferente manera conciben los hombres materializados. XI.313:63

El mundo moral y científico que os rodea, ha sido la obra de hombres de ideales materiales, de hombres que sólo han buscado el mejoramiento material de la humanidad y Yo les he permitido hacer su obra, llevarla hasta su límite, conocer sus resultados y recoger sus frutos para que en ello puedan recoger la luz de la experiencia. En esa luz se manifestará mi justicia, y en esa justicia estará presente mi Ley que es el amor. XI.313:64

Cuando los hombres reconozcan sus errores y se levanten en pos de la senda verdadera, será porque han despertado, porque se han arrepentido, porque se han iluminado y entonces sus obras tendrán no sólo la finalidad humana, sino también la espiritual. XI.313:65

Cada pueblo, religión, secta, ciencia u hombre, lleva en sí su parte de falsedades y errores, así como su parte de verdad, mas llegará el instante en que la necesidad de unirse, como una fuerza poderosa e irresistible les aproxime, para aportar cada quien su simiente, en un anhelo de armonizar todos. Para ello tendrá que haber luchas, disputas y confusiones, mas serán necesarias para que lleguen todos a la única conclusión, que es la verdad inmutable de mi existencia y de mi Ley. XI.313:66

Al final de la lucha, los hombres ya en paz consigo mismos y con sus Semejantes, comprenderán que para alcanzar la meta del saber y experimentar la verdadera paz, es indispensable vivir en comunión con la Ley divina, que precisamente procede del amor del Creador. Al mismo tiempo comprenderán que no es necesario profesar tantas y tan diversas religiones para poderse conservar en el bien y en la moral, sino que, para lograr entre todos la verdadera armonía y tener una moral que esté más allá de lo simplemente humano, basta con llevar en el corazón la palabra que llamáis Doctrina de Cristo, y que para abrazarla tendréis que vivirla y amarla con sencillez y humildad. XI.313:67

Sabed que las religiones son simples caminos temporales que conducen a los espíritus a la luz, donde todos brillarán por igual unidos por la Ley del Amor. VIII.224:29

Pueblo: El año tiene 365 días, mas, ¿cuántas obras de caridad, de amor hacéis en él?, ¿por qué me decís que me amáis, si nada hacéis por vuestros hermanos los necesitados? Yo, cuando os digo que os amo, lo pruebo con obras de verdad. Dicen los hombres amar a Cristo y me hieren a cada instante, me juzgan, destruyen en sí mismos mi memoria y ejemplos y se niegan a seguir mis obras. ¿No creéis que todo ello equivalga a una corona de espinas y a ser crucificado nuevamente? ¿Por qué cuando estoy acompañando espiritualmente a los enfermos, a los tristes, a los pobres, a los prisioneros, no os he visto ahí haciéndome compañía? ¿Por qué negáis un poco de caridad a quienes os la están pidiendo? Ved por qué os digo, que me habéis vuelto a crucificar, porque quien niega amor, me niega a Mí. VII.204:8

Yo os decía que debéis, como hijos de Dios, estar identificados con Él; ¿por qué no ayudáis a embellecer mi Creación con vuestras propias creaciones mentales, morales o espirituales? VII.204:9

Así como veis desarrollarse el cuerpo del hombre, también en él se va desarrollando el espíritu; mas el cuerpo encuentra un límite a su desarrollo mientras el espíritu requiere de muchas materias y de la eternidad para alcanzar su perfección. Esa es la causa de vuestras reencarnaciones. Nacisteis de la mente paterna y materna de Dios, puros, sencillos y limpios, semejantes a una semilla, mas no os confundáis porque no es lo mismo ser puros y sencillos a ser grandes y perfectos. VIII.212:58

 La simiente del amor, ha quedado ahogada por el odio, la vanidad y las bajas pasiones. Y el cáliz de amargura se llena una vez más, para ser bebido hasta las heces. VIII.217:46

La existencia del hombre, separada de las leyes de Dios, es vacía y falsa; mirad por qué he venido a daros la luz para salvaros con la misma palabra que desde antaño os traje, porque una sola es la Verdad y por lo mismo una sola Doctrina. Vuestro amor propio levantó tronos de idolatría para vosotros, pero, convencidos de que el rey que creíais llevar era falso, vuestro corazón quedó desorientado, mas dentro de vuestro ser podéis buscar la presencia de vuestro Dios, el Rey verdadero. Cuando ahí me encontréis, no os pido que me erijáis un trono, prefiero un altar de amor y humildad donde alumbre una lámpara de fe. IX.272:51

Habéis gastado mucho vuestro corazón amando al mundo y sufriendo también, pero queda vuestro espíritu, el que puede levantarse en cualquier instante, ya que en él la fatiga sólo es aparente y no envejece como la materia, ni se gasta como el corazón. X.306:16

Creíais amarme sobre todo lo creado y tendréis que convenceros de que me habéis dejado como vuestro último amor. X.306:17

Cuando lleguéis a la ancianidad y por razón natural, sintáis que en vuestro corazón han muerto las pasiones y las ambiciones, volveréis vuestros ojos hacia Mí y me diréis: “Señor, teníais razón, mientras en la Tierra nos sentimos jóvenes y fuertes, os olvidamos, aunque muchas veces estuvimos creyendo que os amábamos y que en nuestra vida erais lo primero”. X.306:18

El que ama, no conoce el odio que amarga la vida. El que ama, no conoce el rencor que destroza el corazón y entristece el espíritu. El que ama tiene dulzura en su palabra, en su mirada y en sus obras, su vida es dulce y su muerte corporal tendrá que ser apacible. VIII.224:21

El odio, que proviene de la falta de espiritualidad y de la ignorancia de la Ley; el temor de los unos a los otros, la ambición, el querer ser superiores a los demás, la libertad que se ha dado a las bajas pasiones y la falta de verdad en el cumplimiento a las leyes divinas, han conducido a la humanidad a un sendero de tinieblas, donde todo es presagio de mal y donde no hay esperanza ni fe, mucho menos caridad. VI.169:9

Muchos hombres están de tal modo familiarizados con el mundo de pecados y dolores en que vivís, que piensan que esa vida es la más natural, que la Tierra está destinada a ser Valle de lágrimas y que jamás podrá dar albergue a la paz, a la concordia y al progreso espiritual. VI.169:10

Ya os he explicado cual ha sido la causa que ha alejado a la humanidad del cumplimiento de la Ley de Amor a la cual la sujeté, a pesar de que el hombre va iluminado por la luz de su Conciencia. Os he dicho también, que ese desvío que ha originado tantos errores y pecados humanos, hizo que el Padre enviase su Verbo al mundo, para daros la mayor prueba de su amor infinito al hacerse hombre y enseñaros el camino que puede conduciros a merecer vuestra salvación. VI.168:15

Han pasado muchos siglos sobre el hombre en la Tierra y aún no ha sabido ser feliz en ella, ¿por qué? Sencillamente porque él ha querido encontrar esa felicidad sin buscarla en el sendero verdadero que es el camino que traza mi Ley, Ley de amor y justicia, de armonía y pureza. XI.326:48

¿Por ventura creéis que sea indispensable sufrir en la Tierra para merecer el Cielo? No, humanidad, lo único que lográis con el sufrimiento es cierta purificación, porque la verdadera y absoluta pureza del espíritu se logra por medio del amor, que os inspira mi Ley. XI.326:49

Yo os pregunto para que os contestéis interiormente: ¿Quién puede amar a los egoístas? Entended que os hablo de aquéllos que sólo piensan en sí mismos, que no hacen un servicio ni dan un pan, ni ofrecen a nadie un consuelo. Sólo Yo que entiendo sus debilidades puedo amarlos y comprenderlos. VIII.228:53

Cuando comprendáis que habéis venido a este mundo a recoger experiencias y a poner en práctica la divina Ley del Amor y de la Caridad para con vuestros Semejantes, habréis penetrado en la armonía de esta vida; ya sabéis por mis revelaciones que quien no acate mi Ley, tendrá que volver a este mundo hasta que el espíritu cumpla con la misión que se le confió.  VIII.228:54

No deis tantas vueltas para llegar a la verdad, amadla, que ella llegará a vosotros, cuando abráis las puertas de vuestro amor. Amad la verdad sencilla y quitaos de teorías y complicaciones. Esa luz alumbrará el camino en el desierto de vuestra vida y no llegaréis cansados ni demasiado tarde. Los materialistas no descubren la verdad, porque ella está en el amor, porque ella es luz, sabiduría, revelación; por tanto, el amor es un verdadero maestro. VIII.215:48

En todos los tiempos, os ha parecido mi Ley demasiado inflexible para cumplirla y por eso habéis creado sectas y ritos al alcance, según vosotros, de vuestra capacidad espiritual. VIII.217:41

Todos dicen amar a un mismo Dios, sin embargo, se encuentran divididos y Yo os digo, que el que no ama a su hermano, no me está amando a Mí. Bien está que no todos los espíritus marchen al unísono, ya que se encuentran en diferente estado de evolución, mas, ¿quién es aquel que conociendo mis leyes y mi Doctrina ignora que ellas tienen por esencia el Amor de los unos a los otros? Muchos se nombran cristianos, pero os digo una vez más, que no puede ser cristiano quien no tenga amor. VI.144:58

La lección perfecta os la di a través de Jesús: Analizad mi paso por el mundo en cuanto hombre desde el nacimiento hasta la muerte y tendréis explicado el amor en forma viva y perfecta. VI.167:15

Yo no vengo a pediros que seáis iguales a Jesús, porque en Él hubo algo que vosotros no podéis alcanzar, ser perfecto en cuanto hombre; ya que quien estuvo en Él fue el mismo Dios en forma limitada, pero si os digo que debéis imitarle. VI.167:16

Mi Ley eterna os ha hablado siempre de ese amor. Os dije en los primeros tiempos: “Amarás a Dios de todo corazón y espíritu”, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. VI.167:17

Más tarde os di estas inspiraciones: “Amad a vuestros hermanos como el Padre os ha amado”, “Amaos los unos a los otros”. VI.167:18

En este tiempo os he revelado que améis a Dios antes que a todo lo creado, que Améis a Dios en todo lo existente y a lo existente en Dios; que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor. VI.167:19

Cristo es la manifestación de lo perfecto, en él podéis mirar la Ley eterna, podéis encontrar el amor infinito y admirar la sabiduría absoluta. X.286:18

Jesús vino a explicar con su vida la Ley que Israel recibió de Moisés y os anunció que después vendría el Consolador, a esclarecer y a explicar todo lo que Cristo enseñó y que no fue debidamente interpretado. X.286:19

Os he dado a conocer desde el principio de los tiempos estos preceptos: “Amarás a Dios de todo corazón y espíritu” y “Amarás a tu prójimo, como a ti mismo”. El cumplimiento de estas leyes que en su dualidad llegan a formar una sola, llenaría de alegría, paz y dicha a este mundo. Si analizáis que por no haber obedecido estos preceptos, el hombre ha padecido y ha perdido la ruta, entonces os animaréis a empezar una nueva vida, y veréis que hay mucho que hacer en vuestro mundo interior y también cerca de vuestros hermanos. V.142:69

El AMOR es capaz de encender en un solo instante la fe, unir a los hombres, despertar en ellos muchas facultades que hoy están dormidas, dar nueva luz a los ojos del cuerpo y del espíritu. Si lleváis AMOR en el corazón, tendréis el Cielo dentro de vosotros. V.142:70

Cuando el mundo ame, descenderá a él la paz; mi Reino y mi presencia estarán en cada espíritu y estaréis preparados para gozar de la vida espiritual, en la cual alcanzaréis una dicha perfecta. V.142:71

Poned en práctica mi Ley de justicia y amor; no existe el imposible que os impida el cumplimiento de mis máximas. No vengo a exigiros obras perfectas, porque aún os contemplo debatiéndoos en el océano tempestuoso de la vida, allí lucháis asidos a la barca de vuestra Conciencia, para no perecer en el mar embravecido de la maldad. XI.318:31

¿Qué valor tendría mi Ley y mi Doctrina si no fuesen capaces de salvar del error y del pecado a los espíritus? ¿Y qué objeto habría tenido mi presencia como hombre en el mundo, si iba a haber muchos que habrían de perderse para siempre en una expiación sin fin? XII.352:48

¿Cómo podrán someterse a la voluntad del hombre las fuerzas y los elementos de la Creación, cuando a ellos los mueven sentimientos egoístas, mientras a la Naturaleza la rige mi Ley de Amor? I.22:20

Quienes cumplen con mi Ley, alcanzan en la vida eterna el gozo y la satisfacción espiritual. I.14:15

Así responde mi amor eterno al amor momentáneo de los hombres. I.14:16

Ahora os digo, que no sólo debéis ser humanitarios con vuestros Semejantes, sino también con los demás reinos y especies, porque todas son criaturas del Señor; toda es obra perfecta del Padre en la que se manifiesta su sabiduría. VI.162:52

En la Naturaleza todo es vida, evolución y transformación dentro de ella misma. VI.162:53

Yo os hago saber quiénes sois, para que comprendiéndolo, seáis humanitarios con toda criatura. VI.152:54

Quiero que comprendáis esta gran verdad, que ni Dios ni la Naturaleza tienen misterios para el hombre; es la flaqueza, la debilidad ante las lecciones divinas, lo que ha incapacitado al hombre para practicar la verdadera Ley; por ello va de aquí para allá, de un lado para otro sin comprender nada, sin sentir nada, sin saber que Dios está en la Conciencia del hombre, siempre vibrando en su provecho. VII.203:10

La verdadera Ley significa: Perfeccionamiento, porque, ¿de qué os sirve decir que practicáis una u otra religión?; ¿de qué os sirve decir que creéis en Dios, si vuestras obras, vuestros pensamientos, dicen todo lo contrario. VII.203:11

Las doctrinas, las teorías e ideas se extenderán en el mundo, para que los hombres, después de haber comido de todos los frutos, puedan volver sus ojos al Árbol de la Vida y comprender que el verdadero fruto, el que tiene dulzura en su sabor y vida en su substancia, es el que os ofrecí en mi Ley de Amor desde el principio de los tiempos. IX.254:13

Nada hay contradictorio en mis leyes de Padre, sencillas por sabias y sabias por estar saturadas de amor. I.17:20

Entended al Maestro, Él es vuestro Libro. I.17:21

Todo cuanto os enseño en este tiempo, y cuanto acontece en el mundo, es la explicación y el cumplimiento de la revelación que por conducto de mi apóstol Juan, hice a la humanidad, cuando habitando mi discípulo en la Isla de Patmos le llevé en espíritu a las alturas, al Plano divino, a lo insondable, para mostrarle por medio de símbolos el principio y el final, el Alfa y la Omega, y vio los acontecimientos que fueron, los que eran y los que habrían de ser. VI.167:33

Nada comprendió por el momento, mas mi voz le dijo: “Lo que vieres y oyeres, escríbelo”, y él escribió. Juan tuvo discípulos los cuales le buscaban en su retiro cruzando en barcas la mar. Ávidamente aquellos hombres preguntaban al que fue discípulo de Jesús, cómo había sido el Maestro, cómo era su palabra y sus milagros, y Juan, imitando en amor y en sabiduría a su Señor, les maravillaba con su palabra. Pero cuando llegó a la ancianidad, ya agobiado aquel cuerpo por el tiempo, aún tenía fuerzas para dar testimonio de su Maestro y decir a sus discípulos: “Amaos los unos a los otros”. Los que le buscaban, viendo que el día de la partida de Juan se aproximaba, y queriendo poseer toda la sabiduría que aquel apóstol atesoraba, le pedían les revelara cuanto de su Maestro había aprendido, y por toda respuesta escuchaban siempre aquella frase: “Amaos los unos a los otros”. VI.167:34

Los que con tanto afán e interés preguntaban, se sentían defraudados y pensaban que la vejez había borrado de su memoria las palabras de Cristo. VI.167:35

Yo os digo, que de Juan no se había borrado una sola de mis palabras; sino que de todas mis lecciones brotaba como una sola esencia aquella que condensa toda la Ley: “El Amor de los unos a los otros”. VI.167:36

¿Cómo podría borrarse de aquel discípulo tan amado, la lección del Maestro a quién tanto amó? VI.167:37

¿Acaso sabéis, discípulos de este tiempo, si llegado el año de 1950, último de mi comunicación, también os diga por toda lección: “Amaos los unos a los otros”? Todo a vuestro paso os habla de estas lecciones: El árbol, extendiendo su follaje para daros sombra; la flor deshojándose después de que aspiráis su perfume y convirtiendo su sacrificio en deleite vuestro. VI.167:38

Ese es el camino, por eso os he dicho que améis a Dios en todo lo creado y a toda la creación en Dios, porque en todo estoy presente y en todo os hablo. VI.167:39

Acudís con presteza a mi llamado demostrando conformidad ante mi Ley, porque habéis confirmado que practicándola os dignificáis ante Mí. Es la Ley universal de Amor que conocerá y vivirá la humanidad, ella cambiará la faz del mundo, transformando a los hombres turbados en hombres de alta moral. IV.158:41

A vosotros os digo: Sólo por el amor sabréis Quién soy y quiénes sois vosotros, ya que a través de él, lograréis ver mi faz. No os demoréis, no deis tantas vueltas sobre la eterna pregunta, en el AMOR encontraréis las respuestas y en el amplio horizonte de la verdad, encontraréis la verdadera vida. VIII.215:51

Mi paz sea con vosotros.

3. Los dos caminos

Y acudirán pueblos numerosos. Dirán: “Venid, subamos al monte de Yahvéh, a la Casa del Dios de Jacob, para que Él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos”. Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahvéh.

Isaías 2:3

Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas, ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran.

Mateo 7:13:14

Dos caminos se presentan de nuevo ante vuestra vista, los mismos que conocéis desde el principio de vuestra peregrinación: Ancho y florido el uno, el otro estrecho y sembrado de espinas; vosotros queréis transitar por el camino estrecho, que es el de la virtud sin abandonar el otro y esto no es posible. II.33:7

El camino estrecho es el que se presenta delante de vuestros ojos, y es necesario velar y orar para no salir de sus límites. En él quiero encontraros siempre, porque quienes vengan a Mí por ese sendero, querrá decir que están limpios de vicio y de falsedad. XI.312:58

Venid al Padre por el camino estrecho del amor, que es caridad, que es perdón, que es humildad y apartaréis de Mí la tristeza. III.76:30

Que nadie quiera apartarse ni un paso del camino trazado por mi Ley, porque un instante perdido, un tropiezo, un error, lo lamentaréis amargamente. IV.96:45

El camino recto es el más corto, está trazado con luz, con amor y virtud: Es el camino de la Ley. III.72:35

Los senderos torcidos retardan más la jornada, pero al fin todos llegaréis a Mí. III.72:36

El camino espacioso y la puerta amplia no son precisamente los que lleven a vuestro espíritu a la luz, a la paz y a la inmortalidad. El camino amplio es el del libertinaje, la desobediencia, la soberbia y el materialismo, camino que los hombres en su mayoría siguen buscando al huir de su responsabilidad espiritual y del juicio interior de la Conciencia. XI.333:66

Ese camino no puede ser infinito porque no es verdadero ni perfecto, por lo tanto al encontrarse limitado como todo lo humano, un día llegará el hombre a su final, en donde se detendrá para asomarse horrorizado al abismo que marca el límite del sendero. Entonces seguirá el caos en el corazón de los que por mucho tiempo se apartaron del camino verdadero. XI.333:67

En unos habrá arrepentimiento, por lo que encontrarán luz suficiente para salvarse; en otros surgirá la confusión ante un final que ellos considerarán injusto e ilógico; y en otros habrá blasfemia y rebeldía, mas de cierto os digo, que ese será el principio del retorno hacia la luz. XI.333:68

Habéis llamado bien a esta Tierra, Valle de lágrimas, a ella habéis venido a conocer el bien y el mal, porque nadie ha nacido perfecto en conocimiento y méritos. Entonces, os he concedido el libre albedrío para elegir el camino, para que vuestro espíritu sea quien por su esfuerzo alcance alturas superiores. VIII.212:10

Mas, quien elige el mal camino, es menester que en él conozca el dolor, para que al sentir que se aleja de la gracia y de la luz, se lave y fortalezca en el arrepentimiento y así aprenda a vencer las tentaciones. VIII.212:11

Sois libres de escoger el camino, pero es mi deber de Padre mostraros el verdadero, el más corto, aquel que ha estado siempre iluminado por la luz del faro divino que es mi amor a vosotros, porque sois los discípulos sedientos siempre de escuchar nuevas palabras que vengan a afirmar vuestros conocimientos y a vivificar vuestra fe. VI.148:55

El destino del hombre es conocer la verdad y elevarse a Quién creó todo lo que existe; mas el camino es largo, para que en él podáis desarrollar todos vuestros dones, mirarme, sentirme y amarme. El camino tiene espinas, es escabroso y pondrá a prueba la fuerza y fe con que lo hayáis elegido. Después de recorrerlo, el espíritu se encontrará purificado. VII.190:62

El otro camino es aquel que da vueltas y rodeos, pero como ofrece goces y encierra atracciones aparentes, os hace detener vuestro paso sin importaros llegar más tarde, ya que estáis gozando. Mas quien es sorprendido en la hora suprema dentro de ese sendero, experimentará la infinita amargura de ver que nada hizo en bien de su espíritu. VII.190:63

He dotado al espíritu de inteligencia y voluntad para que tome el camino recto y sepa apartarse de los tropiezos y peligros que cada instante le acechen. He permitido que existan el bien y el mal, para que el hombre, por amor a Mí y por respeto a sí mismo, venza y se aparte del mal. Si hubiese un solo camino y vosotros, inconscientemente, llevados por la fuerza de las leyes naturales, cumplieseis vuestra misión, como lo hacen los astros, los elementos o los seres inferiores, no tendríais ningún mérito en marchar por el camino de la virtud; no habría lucha, aspiraciones, ni experiencias en vuestro espíritu. Y Yo marqué un camino de evolución y os coloqué en el principio de él, para que fueseis ascendiendo por vuestros propios esfuerzos, para que todos conocieseis ese camino, que es el único por el que se puede llegar a Mí. VII.196:17

El hombre, por el libre albedrío de que goza, es quien voluntariamente escoge el camino que le agrada, el que comprende o el que más fácil le es de seguir. A todos hago el llamado, pero aquél que más preparado se encuentra, es el que escoge mejor camino. VIII.220:65

Yo no os he prometido un camino florido en este mundo, pero a pesar de sus sinsabores, podéis llevar con alegría vuestra vida, esperar confiados en el futuro, y ser justos y equitativos en todos vuestros actos; trabajad y cumplid en esta etapa y Yo trabajaré en todos los tiempos. XI.324:47

Al seguir esta senda, no llevéis más ideal que el del perfeccionamiento de vuestro espíritu, perfeccionamiento que podréis lograr llevando mi Doctrina a la práctica, viviendo mis enseñanzas, consagrando vuestra existencia al servicio de vuestros Semejantes en un continuo cumplimiento a las leyes divinas y a las leyes humanas. IX.270:12

Ya muchos luchasteis por vuestra vida material, ahora es tiempo de trabajar para el espíritu. IX.270:13

Ambas luchas son distintas en esencia, pues mientras la lucha humana es egoísta, porque es menester trabajar para sí mismo, la lucha espiritual debe ser absolutamente desinteresada, debéis sembrar de amor y caridad vuestro camino sin esperar recompensa. IX.270:14

Procurad penetrar y comprender mis enseñanzas, de tal manera que comprendáis que en la práctica de una vida elevada, limpia y espiritual, es donde existen las mayores satisfacciones, las más grandes alegrías, los triunfos verdaderos y eternos. IX.270:15

Hoy muchos me rechazan, me niegan y tratan de crear nuevos caminos; pero el camino recto y estrecho de mi Ley está en todas partes donde existan hombres. Porque mi Ley está en el corazón, en el talento, en la Conciencia de cada ser. Un solo camino por el cual llegaréis a Mí, el que siempre invita al bien, a la caridad y a la prudencia. Podréis ser abatidos por grandes pruebas y caer bajo su peso; pero si amáis la rectitud, volveréis a levantaros más fuertes que antes y triunfaréis porque sólo el bien perdura a través de los tiempos. XII.357:44

Yo os he trazado un solo camino, porque soy un solo Dios y una sola Ley, y en todos los tiempos he entregado una misma Doctrina para que el espíritu pueda hacer mi voluntad. XII.346:30

Mi Ley es inmutable; son los hombres los que pasan, con sus culturas, sus civilizaciones y sus leyes, quedando de todo ello sólo lo que el espíritu ha construido con sus obras de amor y caridad. Él es quien después de cada jornada, de cada prueba, al interrogar al Arcano, contempla la piedra inconmovible de mi Ley y el libro siempre abierto que contiene, la Doctrina del espíritu. IV.104:32

El camino es mi Ley y por medio de su cumplimiento alcanzará Vida Eterna el espíritu. Os estoy mostrando la puerta tan estrecha como el camino que en aquel tiempo os señalé con mi enseñanza. III.79:3

En todos los tiempos la humanidad no ha sabido apreciar mi caridad, ha desconocido Al que ha creado todo lo que en el Universo existe. El Maestro os ha revelado el por qué de todas las causas, para que estéis en armonía con la Creación cumpliendo con mi Ley, esa Ley que no os causa dolor, sino que conducirá a vuestro espíritu hacia la paz eterna. Los hombres han forjado distintas leyes y han mostrado distintos caminos a sus Semejantes, mas en ellos sólo han encontrado el dolor y la confusión y las grandes multitudes han caído en los abismos. XII.343:4

Es tan estrecho y recto el camino que conduce a la diestra del Padre, que Él mismo se hizo hombre en Jesús para trazar al espíritu humano el camino de la perfección, con las huellas de su sacrificio y de la sangre por Él derramada. VI.153:10

Ese camino, que es la Ley del Amor, no será borrado por ideas humanas, porque para todo espíritu llega el instante de su redención y sólo la encuentra en Dios. VI.153:11

No confundáis la Ley divina, con las religiones o formas que tengáis para interpretar aquella Ley. IX.255:15

La Ley es eterna e inmutable; las religiones, los cultos y prácticas evolucionan y se transforman según el desarrollo moral y espiritual de quienes las profesan. Si esa evolución espiritual no existiese, aún estaríais adorando a Dios en los astros y en los elementos como los pueblos primitivos. IX.255:16

No os estacionéis en vuestra forma de amarme, de servirme y de rendirme culto, id siempre a más, siempre mejorando, buscad vuestro perfeccionamiento; en cambio, no toquéis la Ley, no la alteréis, ni la cambiéis. Ella siempre os enseña lo más elevado, siempre os mandará cumplir con perfección; estará presente y eterna como Ley universal, enseñándoos el amor verdadero a Dios y el amor verdadero de los unos a los otros. IX.255:17

No seáis conservadores de hábitos, formas o tradiciones, porque os quedaréis por siglos sumidos en el letargo del fanatismo y la ignorancia; en cambio, sed conservadores de la Ley y de la verdad. IX.255:18

No vayáis en este tiempo a imitar al pueblo Judío del Segundo Tiempo, que por ser tradicionalista, conservador y fanático, no pudo comer el pan del Reino de los Cielos que el Mesías le trajo y a quien estaba esperando por siglos y siglos, y llegada la hora no pudo reconocerle porque su materialidad no le dejó ver la luz de la verdad. IX.255:19

¿Acaso mi Ley y mis enseñanzas de los tiempos anteriores no fueron el mismo camino que os estoy señalando ahora? Yo os digo: En mi Doctrina que os enseñé y revelé desde los primeros tiempos, os preparé para el conocimiento de lo que hoy os estoy hablando. Por conducto de Moisés y los profetas os di a conocer la Ley para que vivieseis con justicia y respeto entre vosotros, y me ofrecieseis el tributo con vuestra vida juiciosa y ordenada. Reconocisteis que sólo haciendo el bien vivíais en gracia y que Yo premiaba vuestras obras, cuando éstas obedecían a los dictados de la Ley, y en cambio, cuando desoíais sus voces, sentíais que no habíais agradado a vuestro Padre y vuestra Conciencia reclamaba vuestra infidelidad. Y a pesar de que tuvisteis en mis enviados tan sabias enseñanzas, no vislumbrasteis que ellas os conducían al conocimiento de la vida espiritual, no traspuso la humanidad con su mirada los umbrales de esa vida maravillosa que todos poseeréis y que es el fin para el cual fuisteis creados. XII.354:9

Sólo una Ley existe y por lo tanto, una sola forma de darle cumplimiento, es la que debéis buscar todos para que os encontréis unificados espiritualmente. IX.253:17

En todos los tiempos me he manifestado a vosotros conforme ha sido mi voluntad, para daros a conocer una sola Ley, un solo mandato de un solo Dios, que en Tres Tiempos os ha rescatado con su Amor divino. XII.343:26

El Espiritualismo no es una religión, no es una secta, no es una nueva Doctrina, es la Ley de todos los tiempos. Es el amor, el perdón y la luz que Cristo dejó al mundo en el Segundo Tiempo. Cuando comprendáis mi enseñanza y la practiquéis, entonces seréis digno de nombraros Espiritualistas. XII.365:69

No he entregado distintas leyes al hombre, ni distinta doctrina, ni distintos caminos. Son los mismos hombres quienes han trazado las veredas por las que la humanidad va caminando, mas vosotros estáis en el camino verdadero y estáis gozando de mi amor y de mi luz. XI.336:54

Le dice Tomás: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?” Le dice Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por Mí”.

Juan 14:5:6

Sí, Yo soy el Camino; todo el que quiera caminar por él, que tome su cruz y venga en pos de Mí. Sólo os pido, para que podáis transitar por este sendero, que améis a vuestro Padre en vuestros propios hermanos. Esa es la Ley o el camino: “Amar a Dios y Amarse unos a otros”. Es la Ley que en todos los tiempos ha iluminado la senda de los hombres. V.139:30

Con un solo amor os he amado a todos; ¿por qué no habéis de amaros todos por igual? V.139:31

El que camine dentro de mi Ley, por muy probado que sea, no caerá; la fe le dará la fortaleza necesaria para salir triunfante. Por muy amargo que fuere su cáliz, nunca blasfemará, será paciente y sabrá esperar, conforme con la voluntad de su Señor. Quien practique así mis enseñanzas, estará haciendo méritos para que en él se manifiesten mis prodigios. V.139:48

Regeneraos de vuestras costumbres pasadas, no miréis hacia atrás ni contempléis lo que habéis dejado y que ya no debéis seguir practicándolo, comprended que habéis penetrado en el camino de vuestra evolución y no debéis deteneros. El camino es estrecho y debéis conocerlo bien, porque el mañana tendréis que guiar por él a vuestros hermanos y no quiero que os perdáis. I.23:62

Mi Doctrina, que es en todo tiempo la explicación de la Ley, ha venido a vosotros como camino de luz, como brecha segura para el espíritu; sin embargo, los hombres empleando el libre albedrío de que fueron dotados, queriendo seguir un camino para su vida, han elegido siempre el camino fácil de la materialidad, desoyendo algunos de manera absoluta los llamados de la Conciencia que siempre encaminan hacia lo espiritual; y otros, creando cultos y ritos para creer que van con paso firme por la senda espiritual, cuando en verdad, son tan egoístas como aquéllos que han excluido de su vida mi Nombre y mi palabra. VIII.213:51

Si pudieseis contemplar desde aquí el Valle espiritual donde habitan los seres materializados, aquéllos que nada han labrado para la jornada espiritual después de esta vida, quedaríais anonadados; pero ni por un instante diríais: “¡Cuán terrible es la justicia de Dios!” No, en cambio exclamaríais: “¡Qué ingratos, qué injustos y crueles somos con nosotros mismos! ¡Qué indiferentes para con nuestro espíritu y qué fríos hemos sido como discípulos de Cristo!” VIII.213:52

¿No sabéis que el que camina fuera de la Ley, se despoja de sus virtudes y de sus dones? Por eso he venido en este tiempo a ayudaros a restituir a vuestro espíritu todo aquello que había perdido, y por lo que se sentía débil y menesteroso. Todos recibiréis mi luz; no habrá uno solo que no sienta el despertar de su espíritu y el anhelo de elevarse por sobre lo humano. Las plantas que habían sido parásitas, se convertirán en florecientes y fructíferas. Porque os amo, siempre os daré oportunidad de salvaros; mas vosotros debéis pensar que cada tiempo que desaprovechéis, hará más doloroso vuestro retorno al camino. IV.92:59

Uníos en verdad y en espíritu y así ya no os dividiréis, ni siquiera en las más grandes pruebas. Un solo Dios, una sola Voluntad y una sola Palabra han sido con vosotros. Por lo tanto, no podrá surgir en el futuro distinta Ley de la que ahora os he dado. II.31:17

La Ley de Dios es infinita, todo lo abarca, es la armonía entre todo lo creado. Esa Ley no concierne solamente a lo espiritual. I.24:38

Gustáis de aprender de memoria los preceptos de la Ley, los nombres de las virtudes espirituales, las máximas y frases de Jesús, mas os digo: Es menester que todo esto lo sintáis. Saber, es sentir. El que quiera poseer mi Verdad, debe sentirla en lo más profundo de su corazón. I.24:39

Preparaos entonces, oh, discípulos, para que la fuerza de vuestro espíritu abra brecha, apareje los caminos y seáis como precursores de mi llegada en la senda de los hombres. ¡Yo haré nuevas todas vuestras obras! He concedido libre albedrío al hombre y le he confiado el planeta Tierra, le he dado potestad y dominio sobre todos los elementos, substancias y seres, para que formara su morada. Desde el principio del espíritu y del hombre, me he mostrado como Ley de amor y de justicia; me he multiplicado en preceptos, en máximas, en ejemplos. He hecho de la vida, de la Naturaleza un verdadero y perfecto libro para que el espíritu del hombre no se pierda en las sendas tortuosas, para que el hombre siempre encuentre el camino, y aprenda del gran Libro de la Vida, escrito y creado por Dios. Mas ha llegado un tiempo en que he de llamar la atención de todos los hombres y he comenzado por vosotros, los últimos, los pobres y humildes, para convertiros en apóstoles de esta verdad, en profetas de los acontecimientos que han de ser, en testigos de mi tercera venida. XI.330:8

Mi enseñanza es para todos y en esa llamada de atención a la humanidad, Yo haré justicia y recordaré a todos mis hijos su misión; por su conducto todo lo destruido lo renovaré, todo lo profano lo dignificaré y pondré los cimientos para una nueva vida en este mundo. Destruiré todo lo inútil y superfluo; destruiré de la vida de los hombres todo lo perjudicial; combatiré todo adulterio y todo vicio; combatiré la soberbia, el egoísmo, la hipocresía, y mostraré una vez más a la humanidad la Ley inmutable, la Ley de todos los tiempos, la eterna, que una vez más os estoy recordando y entonces sentiréis en verdad la cercanía de mi Reino, la presencia del Padre Universal. XI.330:9

Nunca he apartado vuestra planta del camino del cumplimiento, nunca os he entregado distinta ley ni os he conducido por las veredas que el hombre ha trazado. En cada tiempo la humanidad ha transitado a su libre albedrío y ha mostrado a las multitudes deidades que ha forjado en su cerebro, de sus labios han brotado palabras y profecías falsas, y ha habido corazones débiles, espíritus encadenados que no han podido liberarse y conocer que una Vida Eterna les espera. XII.363:35

Los que formáis la humanidad sois los que os alejáis del Padre, los que dejáis de palpitar de amor por mi Divinidad, los que caéis en materialismo, los que os dejáis arrastrar por las pasiones y olvidáis vuestra misión espiritual. Pero el Padre es inmutable e inexorable en sus leyes y en sus juicios. Yo soy siempre el mismo. No penséis que en determinado tiempo mi Espíritu se manifiesta con mayor amor que en otro tiempo, soy el mismo Espíritu que habló por conducto de Moisés y de los profetas, el mismo que habló por conducto de los patriarcas y de los apóstoles y el mismo que ha hablado por conducto de todos los enviados. XII.341:34

Yo soy la Luz, la Paz y la Felicidad eternas y como vosotros sois mis hijos, quiero y debo haceros partícipes de mi Gloria y para eso os enseño la Ley como el camino que conduce al espíritu a las alturas de aquel Reino. IX.263:36

Toda mi Ley se condensa en dos preceptos: El amor a Dios y el amor al prójimo. Ese es el camino. IX.243:4

Mi paz sea con vosotros.

4. La Ley natural

En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley.

Romanos 2:14

Antes de que os fuese revelada la Ley en el Primer Tiempo, vivisteis en la ley natural, alentados por hombres por quienes os aconsejé la virtud, por quienes manifesté mi verdad y mi justicia, hombres por los cuales me manifesté como el Dios del bien y del amor. VIII.236:59

Ese pueblo que supo mantenerse en el temor del Dios verdadero, y que supo conservar la intuición de un Dios de justicia y de bondad, es el pueblo de Israel. Pero una ley concreta y definida no conoció ese pueblo hasta que, contemplándolo el Padre en peligro de caer en el gentilismo y en la idolatría, de su propio seno hice surgir un varón fuerte de espíritu para entregar por su conducto la Ley de Dios para los hombres, escrita en roca viva. El varón fue Moisés, libertador y legislador, quien con fe inquebrantable y gran amor al Señor y a su pueblo, condujo a las muchedumbres a una tierra propicia para construir un santuario y elevar un culto grato al Dios viviente e invisible. VIII.236:60

Mirad cómo desde los primeros tiempos os he inspirado la espiritualidad. Con la promulgación de la Ley sobre el Sinaí, culminó ante la humanidad el Primer Tiempo. Aquel primer enviado fue como una estrella en el desierto, fue el índice que guía, fue consejero y legislador; fue pan, cuando el hambre se dejó sentir y agua que calmó la sed. Fue amable compañía en la soledad de los desiertos y conductor del pueblo, hasta las puertas mismas de la tierra deseada. VIII.236:61

Cuando Cristo apareció entre la humanidad en el seno de ese mismo pueblo, habían transcurrido muchos siglos desde Moisés. VIII.236:62

Fue la nueva alborada para el pueblo que esperaba la llegada del Maestro Divino, que venía a nacer y vivir entre los hombres para enseñarles la segunda parte del Libro de la Vida. VIII.236:63

Habíais conocido al Dios de justicia y ahora, Él venía a mostrarse como Dios de amor, preparando con su palabra y sus obras un nuevo tiempo, una nueva vida para el espíritu. El Segundo Tiempo y todo cuanto os enseñé con mi palabra, milagros y ejemplos, hasta culminar con mi pasión, fue la hoja de la Ley de Amor que escribí para vosotros. VIII.263:64

Ahora, en el Tercer Tiempo, Elías manifiesta su espíritu, como enviado y precursor del Espíritu Santo, diciendo a través del entendimiento humano: “He aquí a Elías, el profeta del Primer Tiempo, el mismo que después apareció sobre el Monte Tabor junto a Moisés y Jesús en la transfiguración de Cristo ante los discípulos”. VIII.263:65

Oídme: Dios, desde el principio de la vida humana, se manifestó al hombre como Ley y justicia. El Espíritu Divino se materializaba ante la pequeñez y la inocencia de las primeras criaturas, haciéndoles oír su voz humanizada y comprensible. La sensibilidad de aquellos seres despertó, hasta saber interpretar al Padre a través de la Naturaleza; cuando vivían en la obediencia, experimentaban la caricia divina a través de cuanto les rodeaba; también sabían del tropiezo y la amargura, que les indicaba que habían faltado ante su Señor. Hice que brillara en ellos la luz de la Conciencia, que había de ser en la jornada, el faro, el juez y el consuelo. Intuitivamente los primeros hombres supieron que aquel Padre invisible siempre ordenaba el bien, y que esa orden constituía la Ley en la que deberían vivir. A esa luz interior le llamasteis: “La ley natural”. VI.153:44

Más tarde, cuando el hombre se multiplicó y en su multiplicación se olvidó de cumplir con aquella Ley, desoyendo la voz de su Conciencia y apartando de sí todo temor, el Padre, que había seguido al hijo en su destierro, le envió hombres dotados de elevado espíritu, por su virtud y sabiduría, para recordarles el camino del cual se habían alejado. VI.143:45

¿No recordáis al justo Abel, cuya sangre aún reclamo? El murió junto a su ofrenda. VI.143:46

¿Y al ferviente Noé, quien soportando las burlas de la gente, anunció la voluntad de su Señor hasta el último momento? Ellos, con sus actos, os recordaron mi existencia y mi Ley. Os envié después un Abraham, ejemplo de obediencia y fe infinita en su Señor; un Isaac virtuoso y un Jacob fiel y lleno de fortaleza, para que formasen el tronco del árbol de una de cuyas ramas había de brotar Moisés, aquel a quien envié para representarme y entregar mi Ley a los hombres. VI.143:47

En aquellos tiempos existían pueblos idólatras y gentiles que adoraban como a deidades las fuerzas de la Naturaleza, a las que ofrecían cultos impuros; fue entonces cuando surgió Abraham, dando a conocer la inspiración que de su Señor recibía, que era, luz de verdad y de justicia. Mas los hombres, duros e incrédulos, sometieron a prueba al patriarca. El salió avante de todos los lazos y asechanzas, convirtiéndolos a la Doctrina del bien, hasta proclamar al Dios de Abraham como el Dios invisible, pero viviente, de todos los tiempos. VII.204:21

Siempre habéis reconocido mi Ley por intuición, mi Ley que ordena el bien y que abomina el mal. Intuitivamente todo ser humano desde sus primeros pasos en la Tierra reconoce cuál es el bien y descubre en dónde está el mal. Mas no habéis sido capaces de manteneros en la ley natural, como los primeros hombres, como se encontró mi pueblo antes de la venida de Moisés. ¿Creéis que antes de la venida de Moisés, mi pueblo de Israel que se encontraba en formación, no reconoció a su Padre? En verdad os digo que sí, desde el principio de esta humanidad, ha habido quien me reconozca y por él he sido reconocido por los demás; pero cuando ha pesado más el mal que el bien, entre la humanidad, he tenido que venir a recordar al hombre el bien, he tenido que materializarme, para hacerme visible y tangible a los humanos, como sucedió en el Sinaí cuando ante Moisés, estando rodeado de su pueblo, promulgué mi Ley y se la entregué grabada en piedra, y a él lo envié entre su pueblo para que fuese la simiente entre todas las naciones. XI.328:23

Por esa Ley fue salvo mi pueblo, se libertó y alcanzó complacencias y dicha sobre la Tierra y esperanza para el Más Allá. Pero llegó el día de la adulteración de mi Ley, el día de la familiarización en ella y nuevamente el mal cundió hasta llegar a pesar más que el mismo bien. Cuando aquellos preceptos comenzaban a torcerse, cuando los hombres comenzaban a crear nuevos caminos dentro del mío, entonces hube de venir nuevamente, pero ya como Mesías, hecho hombre entre los hombres, a enderezar las sendas y comunicarlas con el camino de verdad y atraer a los hombres a la verdad y al bien, a invitarlos al camino de la justicia y del amor; a desenmascarar a los impostores, a destruir toda la falsedad, toda la superstición y a decirles: “¡Esta es la Ley, esto fue lo que entregué en aquel Primer Tiempo!” XI.328:24

El pecado original

Luego plantó Yahvéh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahvéh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Génesis 2:8:9

Enmedio del paraíso de mi Creación, fue puesto el hombre para que gozase en la obra de su Padre, se llenase de sabiduría y siendo grande espiritualmente, fuera parte de mi concierto divino. Al hijo amado, le hice príncipe en la Tierra, dándole potestad sobre los seres inferiores. Todo su camino ha estado iluminado por la Luz de mi Espíritu, luz a la que vosotros llamáis Conciencia. IV.97:16

Si los primeros habitantes de este mundo, que vivieron en la virtud, aparecieran entre vosotros, os darían testimonio de la paz, inocencia y beatitud que envolvía a la humanidad de aquellos tiempos. También podrían deciros que el dolor no existía y que la Tierra tenía seno y rostro de madre; que entre las criaturas que la habitaban sólo había simiente de amistad y de fraternidad. En verdad que este planeta estaba engalanado a semejanza de la Morada celestial. IV.96:58

Si a mi juicio envié a los espíritus a habitar en este destino temporal, quise todavía rodear su existencia de maravillas, como prueba de mi amor para que el hijo no se olvidase de su Padre y en cada obra Suya, lo viese y también lo amase. Mas de aquel mundo, de aquella lozanía, de aquella pureza con que Yo le entregué la Tierra al hombre, nada ha quedado; aquel santuario fue profanado, originándose con esto, el dolor en innumerables formas. Ved lo que habéis hecho de ese reino que Yo os entregué, para que en él fueseis como príncipes herederos de mi sabiduría y de mi amor, poseedores de un mundo que con toda vuestra ciencia aún no conocéis. IV.96:59

A nadie hagáis responsable de haber perdido la gracia y la paz que rodeaba esta vida en el principio. No culpéis a vuestros primeros padres, porque en cada Edad y en cada generación habéis sido probados y casi siempre habéis caído. A pesar de ello mi amor y mi piedad han estado siempre presentes en vuestra vida. IV.96:60

Alguien dice en su corazón: “Señor, si nuestros antepasados fueron los que faltaron, ¿por qué hemos de ser nosotros los que suframos esas consecuencias?” Y os digo: “¿Qué sabéis vosotros de las faltas de los primeros? ¿Quién os dice que no seáis vosotros de los que formaron las primeras generaciones?” Por ahora, despertad, velad y orad, comprended que no será vuestro amor sino el dolor, lo que purifique a la humanidad y le devuelva su dignidad. Ya sobre la tierra preparada Yo derramaré la semilla de mi Doctrina, ésta que estoy revelándole a un pueblo humilde que ha sabido reconocerme por la esencia de mi palabra, y que será el indicado para dar la Buena Nueva a la humanidad en el momento oportuno. IV.96:61

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvéh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: “¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?” Respondió la mujer a la serpiente: “Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte”. Replicó la serpiente a la mujer: “De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal”. Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.

Génesis 3:1:6

Yahvéh Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?” Este contestó: “Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí”. Él replicó: “¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?” Dijo el hombre: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí”. Dijo, pues, Yahvéh Dios a la mujer: “¿Por qué lo has hecho?” Y contestó la mujer: “La serpiente me sedujo, y comí”.

Génesis 3:9:13

Cuando os obstináis en disfrutar de los placeres prohibidos, Yo permito que conozcáis y sepáis por propia experiencia, que ese cáliz os ofrece siempre el dolor. Después de una caída os desengañáis y volvéis a Mí, pidiendo que ese dolor sea para vuestra expiación. II.42:13

La unión de la carne humana con el espíritu, Yo la hice. Así formé al primer hombre, a quien desde un principio le revelé mi Ley por medio de diferentes manifestaciones, para hacerle reconocer el amor que debe guardar a su Señor y a sus Semejantes. IX.243:45

El pecado original no viene de la unión del hombre y de la mujer: Yo, el Creador, establecí esa unión diciéndoles a ambos: “Creced y multiplicaos”. Esa fue la primera Ley. El pecado ha estado en el abuso que han hecho del don del libre albedrío. IV.99:62

Creced y multiplicaos

Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: “Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra”.

Génesis 1:27:28

Crecer y multiplicarse es Ley universal. Lo mismo brotaron los astros de otros astros mayores; la semilla se multiplicó, y jamás os he dicho, que en ese hecho hayan pecado u ofendido al Creador. ¿Por qué vosotros al cumplir con ese divino mandato, habíais de ser después juzgados como pecadores? Comprended que el cumplimiento de la Ley jamás podrá manchar al hombre. II.37:21

Lo que mancha al hombre y aparta al espíritu del camino de evolución, son las bajas pasiones, el libertinaje, el vicio, la lujuria, porque todas ellas van en contra de la Ley. II.37:22

Mi voz dijo a los primeros hombres, bendiciéndolos: “Fructificad y multiplicad, henchid la Tierra, sojuzgadla y señoread en los peces del mar, en las aves del cielo y en todas las criaturas que se mueven sobre la tierra”. II.40:28

Sí, humanidad, Yo formé al hombre para que fuese señor y tuviese potestad en el espacio, en las aguas, en toda la tierra y en los elementos de la Creación. Mas he dicho, señor, porque los hombres creyendo señorear con su ciencia la Tierra, son esclavos; creyendo dominar las fuerzas de la Naturaleza, se convierten en víctimas de su impreparación, de su temeridad e ignorancia. II.40:29

El hombre en la Tierra es un príncipe a quien mi amor y mi justicia dieron ese título, y la orden que recibió desde el principio fue el de señorear la Tierra. IV.92:32

Sobre el divino don de su libre albedrío puse un faro de luz que iluminara la senda de su vida: La Conciencia. IV.92:33

Libertad para obrar y la luz de la Conciencia para distinguir el bien del mal, son dos de los mayores dones con que mi amor de Padre heredó a vuestro espíritu. Están en el hombre antes de que nazca y después que muere. La Conciencia lo guía y no se aparta de él en la desesperación, ni en la pérdida de la razón ni en la agonía, porque está íntimamente unida al espíritu. IV.92:34

“Creced y multiplicaos”, dije al hombre al hacerle aparecer sobre la Tierra; palabras semejantes le dije a vuestro espíritu cuando le hice surgir a la luz de la vida. IV.88:19

Conociendo ya esto, ¿quién puede saber hasta dónde puede llegar el espíritu en su elevación?; ¿quién de vosotros puede imaginar hasta dónde han llegado en su perfeccionamiento los que más se han acercado a Mí? IV.88:20

El espíritu es como una semilla que he depositado en cada hombre, amadla, dejadla crecer, cuidadla, ella germinará en vosotros y se multiplicará en virtudes y perfecciones que serán para vuestra dicha y para gloria de Quién os dio la existencia. IV.88:21

Ved, pueblo, que ya resulta pequeña la Tierra para contener tanto dolor humano. Ayer le parecía al hombre un valle sin fin este planeta, ahora lo ha conquistado y lo ha poblado. V.116:51

Yo di al hombre por morada este mundo diciéndole: “Creced y multiplicaos y henchid la Tierra”, y en verdad que ha henchido la Tierra, mas lo ha hecho con el pecado y el dolor. V.116:52

Cada ser humano trae una misión a la Tierra, su destino está trazado por Mí y su espíritu está ungido por mi caridad. En vano los hombres hacen ceremonias y ungen a los pequeños; de cierto os digo, que en ninguna edad material, serán las aguas las que purifiquen al espíritu de sus faltas a mi Ley. Y si Yo envío a un espíritu limpio de todo pecado, ¿de qué mancha le purifican los ministros de las religiones del bautizo? II.37:19

Tiempo es de que comprendáis que el origen del hombre no es un pecado, sino que su nacimiento es el resultado del cumplimiento de una ley natural, ley que no sólo el hombre cumple, sino todas las criaturas que forman la Naturaleza. Comprended que os he dicho que el hombre y no su espíritu; el hombre tiene mi potestad para crear seres semejantes a él, mas los espíritus sólo brotarán de mi Espíritu. II.37:20

Desde el instante en que mi voz de Padre os dijo: “Creced y multiplicaos” hasta el presente, no se ha detenido un instante vuestra evolución. Mas, ¡cuán lentamente camináis! II.55:22

Os habéis multiplicado, y con ello habéis cumplido aquel divino mandato; mas luego fue menester de un nuevo mandamiento para que de vuestro corazón brotasen frutos dignos de Dios, y entonces os dije: “Amaos los unos a los otros”. En el Segundo Tiempo os traje esa frase como el compendio de toda la Ley, y aún sigo esperando que dé fruto en vuestro corazón. Ahora he venido con nuevas lecciones y nuevas revelaciones, sin embargo, no aparto de vuestro corazón aquel mandamiento divino de Amaros, ni aquel otro de multiplicaros. II.55:23

Sí, humanidad, creced en virtudes y sabiduría, multiplicaos a través de la espiritualidad, Amaos los unos a los otros sin distinción de razas, de clases, de credos y de mundos. II.55:24

Quiero una nueva humanidad que crezca y se multiplique no sólo en número sino en virtud, para que contemplen cercana la Ciudad Prometida y sus hijos alcancen a morar, la Nueva Jerusalén. II.38:43

El matrimonio

Dijo luego Yahvéh Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”. Y Yahvéh Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada. Entonces Yahvéh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó: “Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada”. Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.

Génesis 2:18:25

No estáis ligados a vuestros padres, porque para cumplir este destino os alejáis de ellos y quedáis en la senda de la lucha. Vuestros hijos también, cuando sea llegado el tiempo de ir en busca de su destino, se alejarán de vosotros, abandonarán el hogar paterno y sólo quedará cerca del corazón del hombre la compañera de su vida, la mujer que eligió, la que ha compartido sus alegrías y sufrimientos, y cuya unión sólo la muerte puede separar. XII.357:9

Cuán pocos son los que aspiran a vivir en el paraíso de la paz, de la luz y de la armonía, cumpliendo con amor las leyes divinas. II.34:12

Muy larga es la senda por la que ha transitado la humanidad y aún prefiere comer los frutos prohibidos que sólo acumulan penas y desengaños en su vida. Frutos prohibidos son aquellos que siendo buenos por haberlos creado Dios, pueden transformarse en nocivos al hombre si éste no se ha preparado debidamente o los toma con exceso. II.34:13

El hombre y la mujer toman sin preparación el fruto de la vida y desconocen su responsabilidad ante el Creador, al traer nuevos seres a encarnar en la Tierra. II.34:14

Algunos me preguntan confundidos: “Señor, ¿por ventura el amor humano es ilícito y abominable ante Ti y sólo apruebas el Amor espiritual?” Yo os contesto: “No os confundáis. Bien está que al espíritu le corresponda lo más elevado y puro del amor, pero también en la materia puse un corazón para que amase en la Tierra y le di al hombre, sentidos para que a través de ellos gozara de todo lo que le rodea”. II.31:7

Yo confié la vida humana a los espíritus, para que viniesen a habitar la Tierra, y ya en ella poner a prueba su amor a Dios. Para ello dividí la naturaleza humana en dos partes, dándole la más fuerte a unos y la más frágil a otros. Esas partes fueron el hombre y la mujer. Sólo unidos podrán ser fuertes y felices, para ello instituí el matrimonio. El amor humano es bendecido por Mí, cuando está enaltecido por el amor del espíritu. II.31:8

El amor sentido únicamente por la materia, es propio de los seres irracionales, porque carecen ellos de la Conciencia que ilumina la vida de los seres racionales. De las uniones plenas de comprensión espiritual, tienen que brotar buenos frutos y encarnar en ellos espíritus de luz. II.31:9

Mas si la primera Ley fue la propagación de la raza humana, ¿cómo concebís que el mismo Padre os aplicase una sanción por obedecer y cumplir con un mandato suyo?; ¿es posible, pueblo, que en vuestro Dios exista una contradicción semejante? VI.150:45

Desde antes que llegaseis a la Tierra, ya conocía vuestra trayectoria e inclinaciones, y para ayudaros en vuestra jornada, puse en vuestro camino a un corazón que, con su amor a vosotros iluminara el sendero. El corazón lo mismo fue de un hombre que de una mujer. Así he querido ayudaros, para que lleguéis a ser como un báculo de fe, de fuerza moral y de caridad para los necesitados. IX.256:55

La primera institución en la Tierra fue el matrimonio, porque dicha unión quedó consagrada por el Creador desde la primera mujer y el primer hombre. A través de los tiempos mi Ley y mis revelaciones os han hablado de lo alto de esa misión. Cuando fui con vosotros en la Tierra, gusté de visitar a los matrimonios y a las familias. Mi presencia en los hogares santificaba aquella unión y bendecía sus frutos. Hablaba a la niñez, a la juventud y a los ancianos, hablaba al mancebo y al padre de familia, a la doncella, a la esposa y a la madre, porque era menester reconstruirlo todo y dar nuevas luces sobre la forma de vivir en este mundo, que es una etapa de la vida espiritual. VII.199:75

Velad por la virtud de vuestra familia y por la paz de vuestro hogar. Mirad cómo hasta los más pobres pueden ser dueños de este tesoro. Reconoced que la familia humana es una representación de la familia espiritual; en ella está el hombre convertido en padre, guardando verdadera semejanza con su Padre Celestial; la mujer, con su corazón maternal lleno de ternura, es imagen del amor de la Madre Divina, y la familia que con su unión forman, es una representación de la familia espiritual del Creador. El hogar es el templo en donde mejor podréis aprender a cumplir mis leyes, cuando los padres han sabido prepararse. VII.199:72

El destino de los padres y de los hijos está en Mí, mas a unos y a otros toca ayudarse mutuamente en sus misiones y en sus restituciones. VII.199:73

¡Cuán liviana sería la cruz y llevadera la existencia si todos los padres y los hijos se amasen! Las pruebas más grandes serían atenuadas por el cariño y la comprensión; su conformidad ante la voluntad divina la verían recompensada con la paz. VII.199:74

Mujeres que regáis el camino de este mundo con vuestras lágrimas, y que con sangre marcáis vuestro paso por esta vida: Descansad en Mí, para que cobréis nuevas fuerzas y sigáis siendo el nido de amor, el fuego del hogar, el cimiento fuerte de la casa, que en la Tierra os he confiado. Para que sigáis siendo la alondra, cuyas alas envuelvan al esposo y a los hijos, Yo os bendigo. VIII.217:29

Yo enaltezco al varón y el lugar de la mujer a la diestra del hombre. Santifico el matrimonio y bendigo la familia. VIII.217:30

El trabajo

Al hombre le dijo: “Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: Con fatiga sacarás de él, el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás”.

Génesis 3:17:19

Yo soy quien pone en vuestras manos las herramientas del trabajo y quien bendice ese trabajo y vuestro fruto. Soy quien bendice el sudor de vuestra frente. Entonces, no puedo ser el que os aparte de vuestro cumplimiento, mientras estéis ocupados en ello en verdad; pero cumplid como os pertenece, con humildad, con respeto y caridad para vosotros y con caridad también para los demás y entonces recogeréis de las más mínimas faenas terrestres, un fruto que dé paz y dulzura a vuestro corazón. XI.327:42

El pan estará bendecido no sólo por Mí, sino también por vosotros, porque para entonces habréis aprendido a amasarlo con amor, con fe, en un ambiente de paz. VI.173:38

Si sois pobres, nunca seréis parias. Luchad como todos por el pan de la Tierra, pero no os afanéis más de lo debido, no sacrifiquéis vuestro cuerpo tratando de alcanzar y atesorar los bienes materiales. Distribuid vuestro tiempo para que podáis conceder unos instantes a la evolución de vuestro espíritu. II.41:45

Si Yo repruebo la materialización absoluta en el hombre, no por eso os aconsejo que persigáis únicamente lo espiritual. Mientras estéis en este mundo y tengáis materia, tendréis que armonizar hasta donde vuestra evolución os lo permita en vuestra vida, las necesidades del cuerpo con las del espíritu; dad a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. II.41:46

Vestid a vuestro cuerpo y defendedlo de la intemperie, mas a vuestro espíritu revestidlo de luz. Buscad el pan para vuestra materia, y así como buscáis que sea de buen gusto y que contenga las substancias que os sustenten, procurad a vuestro espíritu un alimento de verdadera vida para él. II.41:47

Si la carne se impone, sufre el espíritu, si el espíritu se impone sufre la materia y en verdad os digo, que se debe a que en ambos elementos no existe armonía. Esta existe cuando ambos forman un solo cuerpo y una sola voluntad. II.41:48

¡Pobres pueblos!, que llevan sobre sus hombros el trabajo como un fardo insoportable. Ese trabajo que ya no es aquella bendita Ley por medio de la cual el hombre obtenía cuanto le era necesario para subsistir, sino que se ha convertido en una lucha desesperada y angustiosa para poder vivir. Y, ¿qué obtienen los hombres a cambio de dejar su fuerza y su vida? Un remedo de pan, un cáliz de amargura. XI.325:12

En verdad os digo, que no es ese el sustento que Yo deposité en la Tierra para vuestro deleite y conservación, ese es el pan de la discordia, de las vanidades, de los sentimientos inhumanos, en fin, es la prueba de la escasa o nula elevación espiritual de quienes os conducen por la vida humana. XI.325:13

Veo que os arrebatáis el pan los unos a los otros; que los ambiciosos no pueden ver que los demás posean algo, porque lo quisieran para sí; que los fuertes se apoderan del pan de los débiles y éstos se concretan a ver comer y gozar a los poderosos. XI.325:14

Entonces Yo pregunto: ¿Cuál es el adelanto moral de esta humanidad? ¿Cuál es el desarrollo de sus más nobles sentimientos? XI.325:15

En verdad os digo, que la época en que el hombre vivió en cuevas y se cubría con piel, también se arrebataban de la boca el alimento los unos a los otros; también los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo de los débiles fue en provecho de los que se imponían por la fuerza, también se mataban hombres con hombres, tribus con tribus y pueblos con pueblos. XI.325:16

¿En dónde está la diferencia entre la humanidad de ahora y la humanidad de aquellos días? XI.325:17

Sí, ya sé que me diréis que habéis alcanzado muchos adelantos, ya sé que me hablaréis de vuestra civilización y de vuestra ciencia, mas entonces os diré: Que todo ello es precisamente la máscara de hipocresía, tras de la cual escondéis la verdad de vuestros sentimientos y de vuestros impulsos todavía primitivos, porque no os habéis preocupado un poco por el desarrollo del espíritu, por cumplir con mi Ley. XI.325:18

Los profetas

Después de algún tiempo, Matusalén, mi hijo, dio una mujer su hijo Lamek. Y este tuvo un hijo, que apenas fue recibido en las manos de la sabia mujer, abrió la boca para contar las maravillas del Señor. Entonces Lamek su padre, lleno de asombro, fue a encontrar a Matusalén, y le anunció que tenía un hijo que no se parecía en nada a los otros niños. No es un hombre, dijo, es un ángel del cielo; estoy seguro de que no es de nuestra especie.

El libro de Enoc 105:1:3

Por la fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, con religioso temor construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia según la fe. Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba. Por la fe, peregrinó por la Tierra Prometida como en tierra extraña, habitando en tiendas, lo mismo que Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas.

Hebreos 11:7:9

Henoc, el séptimo después de Adán, profetizó ya sobre ellos: “Mirad, el Señor ha venido con sus santas miríadas”.

Judas 1:14

Si alguno me preguntase: “¿Cómo se guiaba el pueblo del Señor, antes de que fuese conocida por ellos la Ley que Moisés recibiera del Señor?”, les contestaría que: Antes que a Moisés, envié al mundo espíritus de gran luz, patriarcas y profetas, los cuales traían la Ley en la luz de su Conciencia, para enseñarla con sus obras a todos sus Semejantes. V.137:12

Aquellos hombres, me honraban con su vida; no eran idólatras, porque ya conocían la espiritualidad, tenían sentido del amor y de la caridad hacia los demás, sabían recibir en sus tierras al extranjero, y dentro de su hogar eran hospitalarios para el viajero fatigado, para todos tenían a flor de labio, una buena palabra y un consejo sabio. V.137:13

No todos los hombres han sabido guiarse por la voz de su Conciencia, porque ello requiere espiritualidad, y los sentidos de la materia no la comprenden. Por eso fue necesario que Yo me manifestase en varias formas entre la humanidad, para explicar la Ley y revelarle las enseñanzas divinas. V.137:14

Vos, pueblo, que estáis escuchando esta palabra en el Tercer Tiempo y que aún conserváis algo de aquella simiente que os confiara en los tiempos pasados, comprended que debéis de limpiar de egoísmo y de materialismo vuestro corazón, para que pueda llegar a vosotros el instante feliz en que volveréis a seguir vuestra vida, guiándola por los dictados de vuestra Conciencia, como lo hicieran aquellos primeros iluminados, como Abraham, del cual brotó el pueblo que en todos los tiempos ha sido el depositario de mis revelaciones. V.137:15

No sois ya los hombres de la Primera Era, quienes en su estado primitivo no tenían un conocimiento absoluto de una Ley espiritual a la cual apegarse. Fue necesario que los profetas, enviados del Padre, testificaran la existencia de Dios. Todos ellos hablaron de un mismo Ser Divino, y así se comenzó a formar en la humanidad una creencia, una fe en el Dios viviente y verdadero. Abraham con su amor a su Señor, Jacob con su firmeza en las pruebas y Moisés con sus inspiraciones y la Ley, fortalecieron y aumentaron el reconocimiento de Dios por los hombres. VII.204:17

Aquellos hombres fueron los precursores de una Era, como vosotros habréis de serlo de otra, de la Era de la Espiritualidad. VII.204:18

En verdad os digo, que en ninguna época de la vida humana ha carecido el hombre del conocimiento de mi Ley, porque de la chispa divina, que es su Conciencia, jamás le ha faltado un destello en el espíritu, una intuición en su mente o un presentimiento en su corazón. VII.184:39

Mi paz sea con vosotros.

Segundo libro

1. Los 10 Mandamientos

El Primer Mandamiento

No habrá para ti otros dioses delante de Mí.

Éxodo 20:3

Yo soy el Señor, vosotros mis criaturas. No quiero llamaros siervos sino hijos, mas reconoced que Yo soy antes; amad mi voluntad y respetad mi Ley, sabiendo que en lo dispuesto por Mí no cabe la imperfección ni el error. V.136:72

Oíd: Yo soy quien os formó a mi imagen y semejanza. Yo soy el único Dios, nadie ha existido antes que Yo, mi Espíritu no fue creado, soy Eterno, siempre he Sido y siempre Seré. II.38:22

Un solo Dios os ha hablado desde el principio de los tiempos; un solo Dios quiero que reconozcáis y améis, además quiero que sólo me ofrezcáis un solo culto. IV.94:19

Son los hombres los que han forjado muchos dioses, cada uno lo siente, lo adora y lo imagina de diferente manera. Estoy apartando de este pueblo toda influencia religiosa para que aquí, en su soledad, en su retiro, me escuche y me comprenda y al final me rinda un culto digno de su Creador. Lo mismo hice en aquel tiempo cuando Israel hacía siglos que se encontraba cautivo bajo el yugo y el azote de los faraones de Egipto. Fue mi voluntad tomar a Moisés como enviado y arrancar de la esclavitud al pueblo destinado para recibir la Ley y la luz que alumbraría a la humanidad. Comparad los acontecimientos de aquel tiempo con los de ahora y comprenderéis la intención con la que el Maestro os ha hablado de estos hechos. IV.94:20

Vuestro espíritu me dice, que también en esta época la humanidad ha sabido de esclavitud material, de penalidades y azotes, y que ha pasado por la esclavitud del espíritu. IV.94:21

Por ello vengo a vosotros nuevamente para deciros: Amaos como os enseñé en el Segundo Tiempo, llevad espiritualidad, orden, obediencia, fe y caridad, y os sentiréis fuertes en la lucha y seréis el ejemplo delante de todos los pueblos de la Tierra. IV.94:22

Cuando se dio la Ley al mundo, Yo os dije: “No tendréis dioses ajenos a Mí”. VI.162:22

Vosotros, que habéis derribado los falsos dioses que en tiempos pasados adorasteis, sabréis penetrar en este Santuario que ahora estoy cincelando con mi palabra en vuestro espíritu. II.48:50

Recordad que en la Ley se os dijo: “No tendrás otros dioses delante de Mí”; sin embargo, son muchos los dioses que la ambición humana ha forjado para adorarles, rendirles tributo y hasta entregarles la vida. V.118:24

Comprended que mi Ley no ha pasado y que sin que os deis cuenta, os habla incesantemente a través de la Conciencia; mas los hombres siguen siendo paganos e idólatras: Aman a su cuerpo, halagan sus vanidades y consienten sus debilidades; aman las riquezas de la Tierra, a las cuales les sacrifican su paz y su futuro espiritual. Rinden culto a la carne, llegando a veces a la degeneración y hasta a la muerte por ir tras de los placeres. V.118:25

Convenceos de que habéis amado más lo del mundo que a vuestro Padre. ¿Cuándo os habéis sacrificado por Mí, amándome y sirviéndome en vuestros Semejantes? ¿Cuándo sacrificáis vuestro sueño o exponéis vuestra salud por acudir en alivio de las penas que afligen a vuestros hermanos? Y, ¿cuándo habéis llegado hasta la muerte por alguno de los nobles ideales que mi Doctrina inspira? Ved como no es a Mí a quien más amáis; ved como el culto que tenéis por la vida material es para vosotros antes que el culto a la vida del espíritu. Ésa es la razón por la cual os he dicho: “Que tenéis otros dioses para adorarles y servirles antes que al Verdadero”. V.118:26

Sin daros cuenta estáis amando a otro dios y habéis forjado otro mundo; allí tenéis afectos, ambiciones, posesiones, ideales y riquezas; fuera de todo esto nada existe para vosotros. ¿En dónde está vuestra fe? ¿Dónde está la práctica verdadera de mis enseñanzas? Sólo las lleváis en vuestra mente como una más de vuestras teorías. Cuántos de vosotros pensáis que esto que digo es una exageración, y cuántos que mañana conozcan estas palabras, tendrán que hacer escándalo en torno de ellas. Mas de cierto os digo, que Elías en este Tercer Tiempo os probará que estáis adorando a un falso dios, aunque creáis estarme amando a Mí; como en el Primer Tiempo sorprendí al pueblo de Israel adorando a Baal, y con la potestad que Dios había dado a su profeta, éste probó a aquel pueblo caído en tinieblas que se encontraba en un error; vuelvo a deciros que Elías en este tiempo descargará el rayo de Dios sobre los espíritus, haciendo que vuestros ídolos caigan por Tierra. ¿Cuáles son vuestros ídolos? El mundo, la carne, la ciencia, el fanatismo religioso, los vicios, el dinero. VII.182:54

Habéis desarrollado vuestras pasiones en el mundo, habéis adorado vuestros ídolos, pero a Dios en el infinito y en vuestros hermanos, ¿cuándo? I.24:32

En este tiempo vengo a combatir todo fanatismo e idolatría de vuestros corazones, porque la espiritualidad no admite materialidad; quien practicase con fanatismo mi Doctrina espiritual, no está haciendo mi voluntad ni ha interpretado debidamente mi enseñanza. II.44:65

Ahora tenéis ante vosotros un tiempo de espiritualidad al que podéis llamar: “El tiempo de la oración perfecta”, porque he llegado para enseñaros a comunicaros Conmigo de espíritu a Espíritu. Quiero que comprendáis que para que surja de vuestro espíritu su propio lenguaje, el idioma hoy desconocido por los humanos, pero que Dios y los espíritus conocemos y entendemos bien, es menester que abandonéis todo culto u ofrenda material. En esta Era podéis lograrlo, porque sabéis escucharme con humildad y no como cuando llegasteis por primera vez, cuando creyéndoos cristianos, juzgasteis blasfema esta palabra. IV.85:18

Contemplad a la humanidad desorientada, porque las grandes religiones que se nombran cristianas dan más importancia a lo ritual y exterior que a mi propia Doctrina. Aquella palabra de vida que sellé con obras de amor y con sangre en la cruz, ya no vive en el corazón de los hombres, está encerrada y muda en los libros envejecidos y empolvados. Y ahí tenéis una humanidad cristiana que ni conoce, ni comprende, ni sabe imitar a Cristo. III.72:47

Mi Doctrina jamás podrá induciros al fanatismo, ni os inculca supersticiones ni idolatrías, por el contrario, ella viene a libertar a vuestro espíritu de las cadenas que sobre él ha puesto la humanidad. Mi camino es estrecho, pero quien camina por él, posee y goza de la verdadera libertad. III.70:21

No deseo esclavizaros con mi enseñanza, porque en ella no existen dogmas, sentencias ni anatemas; quiero que lleguéis a Mí por amor, por méritos, por fe, por convencimiento. III.70:22

Mi Doctrina no establece dogmas ni ritos, sólo inspira el bien. Mi Doctrina espiritual no sujeta a nadie a formas determinadas, ella es una perpetua invitación al camino de la verdad. VIII.209:13

Falta que os despojéis de muchas prácticas que todavía empañan vuestra vida y vuestro culto. Debéis de interesaros por elevar más vuestra existencia, para que lleguéis a leer en el libro divino que hay en Mí. VIII.221:34

No deis a vuestro cuerpo mayor importancia de la que en realidad tiene ni dejéis que ocupe el lugar que sólo a vuestro espíritu corresponde. III.62:22

Ahora os sentís muy distantes de la paz, de la armonía, de la fraternidad, y tenéis razón, porque es tan diferente en cada hombre el concepto sobre Dios, sobre la vida, sobre la verdad. Tal parece que fuesen muchos dioses y que existiese un dios para cada hombre. XI.321:18

¿Es que no habéis observado por lo menos dentro de la Naturaleza que os rodea, cómo todo obedece a un solo principio, cómo todo sigue un mismo orden y todo armoniza en una sola Ley? XI.321:19

Si existiesen varios órdenes, si hubieseis descubierto leyes diferentes a las que os he revelado y alguien que no fuese Yo, os hubiese revelado una verdad mayor que la mía, tendríais razón para que hubiese diferencias en vuestras creencias, en vuestros cultos, conceptos y maneras de vivir; mas os digo nuevamente, que sólo una luz es la que ha brillado desde la eternidad sobre el firmamento de vuestra vida humana y espiritual. XI.321:20

No será un sacrificio para ningún hombre convertirse a esta Doctrina, ni tendrá que quebrantar su entendimiento, ni que renunciar a todo aquello bueno, verdadero o justo que traiga en su corazón. XI.321:21

Celoso si soy, Inexorable pero Justo, Recto y Puro. Si de mi brotasteis limpios, es justo que en esa misma forma debéis de retornar. Os he enseñado que lo manchado no puede llegar a Mí, antes debe de purificarse y eso es lo que está aconteciendo en el mundo en este tiempo. VI.160:45

Purificaos para que logréis sentirme; apartad poco a poco vuestra materialidad, dejad las falsas deidades que moran en los insanos placeres, en las vanidades y en las ambiciones superfluas, dominad vuestras pasiones que vienen a tentaros y decidles como dijo Cristo en el desierto: “No tentarás a tu Señor, mas a Él adorarás”. III.61:34

Todos conocéis el sentido del primer mandamiento de la Ley: “Amarás a Dios más que a tus padres y a tus hijos; más que a ti mismo y también de todo lo que poseéis en la Tierra”. Si así lo hiciereis, sentiréis la paz, vuestras penas serán suaves y los elementos serán clementes con vosotros; pasaréis sobre las pruebas destinadas a perfeccionar vuestro espíritu, sin que sintáis quebranto. XII.363:58

Si llegáis a comprender este precepto y a practicarlo, seréis conformes con vuestro destino, amaréis a la humanidad y respetaréis su vida. Habrá rectitud en vuestras obras y aplicaréis vuestros dones para el bien vuestro y de vuestros Semejantes. XII.363:59

Es verdad que el camino que os he trazado no es una senda placentera, sino de renunciación y de estricto cumplimiento a mis mandatos, pero no es de sacrificio. El amor y la caridad no significan dolor, antes bien son alegría y vida para el espíritu y Yo, os ofrezco este deleite para que conozcáis el verdadero placer espiritual. XII.363:60

Vuestros dolores, los habéis labrado vosotros al alejaros del cumplimiento de la Ley. ¿Queréis detener el avance de la guerra y sus consecuencias? Amad y perdonad, compartid vuestro pan y os sentiréis más satisfechos. Confiad en la eficiencia de las leyes divinas, en su sabiduría y justicia y seréis protegidos por ellas. XII.363:61

Os estoy enseñando a construir el verdadero Templo, porque hay muchos que han formado santuarios, sin haberles puesto los cimientos de la fe. Mi Templo ha de ser como un árbol, cuyas ramas se extiendan amorosamente por todo el Universo, a donde vengan a trinar aves de distinto canto, las cuales al unir sus voces, formen un concierto armonioso, dulce y perfecto, para elevarlo hacia el Señor. II.48:3

El verdadero Dios será amado en forma verdadera, las falsas deidades serán destruidas y los cultos impuros e imperfectos darán paso al culto del espíritu, que será un canto de amor para vuestro Padre. II.48:4

Mi paz sea con vosotros.

El Segundo Mandamiento

No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto.

Éxodo 20:4:5

Es Dios quien ha dado vida al hombre, el que lo ha creado y no el hombre quien puede crear dioses y darles vida. I.4:38

Ya no me busquéis en cultos idólatras. Ya no es tiempo de que me améis con fanatismo. Desde los primeros tiempos he combatido estas malas inclinaciones entre vosotros y os he revelado la comunicación directa con mi Espíritu por medio de la oración. VIII.221:13

Recordad que en las tablas de Moisés quedó grabado aquel precepto que dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el Cielo, ni abajo en la Tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”. VI.162:61

Mirad desde cuándo he venido librándoos de la idolatría, para que llegaseis a mirarme sobre todo lo creado, sobre todo lo que se mueve y cambia, para que ahí elevéis vuestro espíritu al Reino de los Cielos. VI.162:62

Es menester que comencéis a derribar vuestros ídolos, a destruir vuestras confusiones pasadas y a ordenar vuestros pensamientos, para que os deis cuenta de que Yo, desde los primeros tiempos siempre he venido a hablaros del espíritu, y aunque haya tomado muchas veces símbolos materiales para doctrinaros, siempre me he referido a la vida espiritual. II.36:11

Si es tan grande vuestro destino y vuestro espíritu es semejante a Mí, ¿cómo podéis caer en idolatría y hacer con vuestras manos una imagen para adorarme en ella?; ¿por qué no me admiráis mejor a través de esta Naturaleza, ya que no sabéis ir hasta lo espiritual, y os inspiráis en la contemplación de su magnificencia, en la vida que brota y palpita a cada paso que dais, en el sin número de bellezas y maravillas, con que he adornado vuestra morada, en el firmamento donde brillan millares de mundos desconocidos para vosotros y que os hablan de vida, de ley y de obediencia, para que forméis vuestra oración de amor, vuestra acción de gracias y vuestra confesión? VIII.220:72

Muchos hacen mi imagen y la cubren de sedas, oro y piedras preciosas, mientras dejan a los pobres morir de hambre y de frío; mas mi plan divino es más fuerte que la dureza de los hombres y se cumplirá. V.114:51

¿En dónde están los dioses de oro y plata que los hombres forjaron en tiempos pasados, y en dónde las divinidades que creó la imaginación de la humanidad? Piedra sobre piedra han ido cayendo de los altares imperfectamente erigidos. III.72:20

Con alegorías, imágenes, símbolos o pobres definiciones de Dios, sólo lograréis hacer que vuestros hermanos me nieguen o sean pequeños de espíritu. I.14:49

Cuando os postrasteis ante el ídolo para pedirle el pan de cada día, nada os dio el ídolo porque carecía de vida, mas Yo os escuché y os di el pan. Después llegasteis a tener conocimiento de la existencia del Dios verdadero, y esa fe se robusteció con la palabra que Cristo legó a la humanidad; sin embargo, a pesar de creer en la existencia de Dios como Espíritu, vuestra tradicional inclinación a materializar lo divino para sentirlo próximo y para poderlo ver, os llevó a forjar con vuestras manos la imagen de Dios, representándola en la forma corpórea de Jesús crucificado. Allí, ante aquella forma hecha por manos humanas, os postrasteis a pedir y posasteis vuestros ojos en la sangrante imagen, para poder conmover vuestro corazón y sentir que me estabais adorando. IV.85:17

Tampoco me limitéis en la forma de Jesús; si queréis recordarme o meditar sobre mi manifestación en cuanto hombre, hacedlo recordando mis enseñanzas, mis obras. Concebidme infinito, para que reconozcáis la primera prueba de amor que os di haciéndome semejante a vosotros, para que después, mediante la práctica de las virtudes, fueseis semejantes a mi Divinidad imitando mis ejemplos. Si os hablo en esta forma, es porque ya estáis capacitados para comprenderme. V.133:4

¿Quién le dijo al hombre que él podía hacer mi imagen? ¿Quién le dijo que me representara pendiente de la cruz? ¿Quién le dijo que podía hacer la imagen de María, la forma de los ángeles o el rostro del Padre? V.113:14

Si en todos los tiempos he venido a mostrarme a los hombres, ¿por qué entonces, necesitan hacer mi imagen con sus propias manos para en ella adorarme? III.60:57

No dejaré ninguna huella material de mi nueva manifestación, como tampoco la dejé en el Segundo Tiempo a pesar de haber habitado entre vosotros. La humanidad es propensa a la idolatría y a consagrar objetos materiales, para considerarlos divinos y hacerlos objeto de su adoración. ¿Qué hubiese sido de la humanidad, si hubiera podido conservar mi cuerpo, la cruz de mi martirio o el cáliz de aquella cena postrera con mis discípulos? Mas todo fue borrado, para que sólo quedara mi esencia divina en el espíritu de la humanidad. III.74:8

En tiempos pasados también aparté de la vista de los hombres tanto los objetos que habían servido de símbolo, como a los enviados o intérpretes. En el Primer Tiempo, estando Moisés sobre un monte, desapareció de su pueblo que lo idolatraba; Elías, el profeta del fuego se perdió entre una nube que lo arrebató de la Tierra. Uno y otro, como Jesús, sólo dejaron en los espíritus la huella de sus obras como esencia espiritual. III.74:9

Harás un arca de madera de acacia de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio de alto.

Éxodo 25:10

Entonces los artífices más expertos de entre los que ejecutaban el trabajo hicieron la Morada. La hizo con diez tapices de lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí con querubines bordados.

Éxodo 36:8

En el Primer Tiempo conocisteis los símbolos: El tabernáculo o santuario que guardaba el arca donde estaban guardadas las tablas de la Ley. Cuando aquellos símbolos hubieron cumplido su misión, mi voluntad los borró de la Tierra, los ocultó de la vista de los hombres para que el mundo no cayera en idolatría, pero el sentido o esencia de aquellas lecciones la dejé escrita en la Conciencia de mis siervos. En el Segundo Tiempo, después de consumado el sacrificio de Jesús, hice desaparecer el símbolo más grande del Cristianismo: La cruz, junto con la corona, el cáliz y todo cuanto podía haber sido objeto de fanática adoración por parte de la humanidad. V.138:36

Recordad que en aquel tiempo el pueblo se dividió en dos reinos, quedando diez tribus de una parte y dos de la otra; la parte mayor había caído en idolatría y se había convertido en adoradora de Baal. Entonces surgió Elías entre ellos, para dejar manifiesta mi gloria, mi existencia y mi poder ante los paganos, y les habló así: “Yo, Elías, vengo en nombre de Jehová, vuestro Dios, a quien habéis desconocido y delante del cual habéis levantado falsos dioses e ídolos; vengo a deciros que pongáis a prueba el poder de ellos, que yo invocaré también la presencia de Jehová, mi Señor, y aquel que fuese oído, poseerá el Dios verdadero”. IX.243:25

Los adoradores de Baal aceptaron, haciendo un holocausto, invocaron a su dios y le pidieron les enviase fuego, para mostrar su existencia y poder. Durante días y noches los sacerdotes y las multitudes estuvieron invocando con danzas y festines al falso dios, mientras el holocausto permanecía inalterable. Elías, entonces, construyó su holocausto sobre un altar formado por doce piedras que representaban las doce tribus del pueblo de Dios, invocó a Jehová y le dijo: “Señor, yo, tu siervo, te ruego te manifiestes ante éstos que te han desconocido, para que vuelvan a adorarte y glorificarte”. Y el Padre tuvo a bien manifestarse en medio de una tempestad de la cual brotó un rayo que cayó sobre el holocausto del profeta, incendiándolo. Y los idólatras, los ciegos e infieles, comprendieron que el enviado del verdadero Dios era Elías, el profeta del fuego en el cual desaparece todo mal y con cuya luz se iluminan las tinieblas. IX.243:26

Y me preguntáis: “¿Por qué el mundo cayó en fanatismo y en culto exterior?” Porque los hombres encargados de mi Ley, lejos de rechazar a imitación de Jesús, los honores, las galas y las vanidades, han tomado para sí las riquezas, los títulos y la grandeza de la Tierra, privando con ello de toda libertad al espíritu. Y dentro de esa turbación, aun hay quienes se sienten infalibles, cuando infalible sólo existe uno, que es vuestro Padre Celestial. VII.189:31

Si Yo hubiese deseado que me adoraseis en la figura de Jesús, os hubiese dejado su cuerpo, para que le rindierais culto, pero si concluida su misión hice desaparecer aquella materia, ¿por qué los hombres le adoran? Yo os revelé que mi Reino no es material, mas a pesar de ello los hombres aún quieren retenerme en la Tierra, y me presentan las riquezas y el poderío de un reino que es pasajero y limitado. I.21:28

Vengo a enseñaros el culto perfecto a mi Divinidad. Quiero que comprendáis que sólo ante Mí debéis orar, porque Yo soy el Dador, sin cuya voluntad o permiso nada se hace. V.115:50

Os doy estas lecciones, porque habéis convertido al espíritu de muchos justos en divinidades, a los cuales les pedís y adoráis como si fuesen dioses. ¡Cuánta ignorancia, oh, humanidad! ¿Cómo pueden los hombres juzgar la santidad y perfección de un espíritu, tan sólo por sus obras humanas? V.115:52

Soy el primero en deciros que imitéis los buenos ejemplos que vuestros hermanos hayan escrito con sus obras, con su vida, con su virtud, y os digo también que al recordarles, esperéis su ayuda espiritual y su influencia. Mas, ¿por qué les levantáis altares que sólo sirven para ofender la humildad de aquellos espíritus?; ¿por qué se crean cultos en torno a su memoria como si fuesen la Divinidad, poniéndolos en el lugar del Padre, al cual olvidan por adorar a sus hermanos? ¡Cuán dolorosa ha sido para ellos la gloria que aquí les habéis dado! V.115:53

¿Qué saben los humanos de mi juicio sobre aquellos a quienes llaman santos? ¿Qué saben de la vida espiritual de aquellos seres o del sitio que cada uno se ha labrado ante Mí? V.115:54

Nadie piense que con estas revelaciones vengo a borrar de vuestro corazón los méritos que mis siervos hayan hecho entre la humanidad. Por el contrario, quiero que sepáis que la gracia que en Mí han hallado es grande y que es mucho lo que por sus oraciones os concedo; pero es menester que destruyáis vuestra ignorancia, de la cual proviene el fanatismo religioso, la idolatría y la superstición. V.115:55

Sólo Yo tengo potestad para señalar las faltas de la humanidad, errores que con mi sabiduría corrijo y con mi amor perdono. I.14:38

Vengo a señalaros con dulzura vuestros defectos y vosotros también debéis señalar los errores de los demás, con el mismo amor y la misma caridad, a fin de que los unos y los otros, conociendo sus imperfecciones las corrijan; mas nunca pronunciaré una palabra que os induzca a juzgar las obras de vuestros Semejantes o, a burlaros de sus creencias o prácticas. I.14:35

¿Acaso sabéis los errores que habéis pasado tratando de rendirme culto? ¿Quién recuerda el pasado de su espíritu? I.14:36

Si os dijese que habéis adorado a las bestias, a los astros y que habéis creado con vuestra imaginación dioses con atributos humanos; que os habéis postrado a adorar fieras, aves y reptiles, a muchos os parecería extraño. Mas Yo conozco vuestra evolución espiritual y por ello os digo, que seáis comprensivos, respetuosos y caritativos con vuestros Semejantes, con los que se encuentran en una escala inferior a vosotros; así demostraréis de verdad vuestra espiritualidad. I.14:37

La humanidad es esclava de sectas y cultos absurdos, de vicios y profanaciones; por eso os miráis los unos a los otros como enemigos, porque sois intolerantes con vuestros Semejantes. I.14:39

Mas vuelvo a deciros, que ningún hombre tiene potestad para menospreciar o burlarse de las creencias espirituales de sus hermanos. I.14:40

Muchas formas de idolatría existen en la Era presente: La ciencia, la guerra, el oro, el poder, el fanatismo religioso, los placeres, son otras tantas deidades ante las cuales los hombres se postran rendidos. III.78:44

Os estoy doctrinando para que os apartéis del materialismo y dejéis de ser los fanáticos e idólatras, para que no adoréis ni rindáis culto a objetos materiales hechos por las manos humanas. No quiero que existan en vuestro corazón raíces de idolatría, de fanatismo, de cultos falsos; no me presentéis ofrendas que no llegan a mi Espíritu, sólo os pido vuestra regeneración y vuestro cumplimiento en la espiritualidad. I.23:61

No quiero que os fanaticéis con mi palabra, ni que forméis una nueva idolatría. No deseo el sacrificio de vuestras vidas, ni que ofrezcáis las flores o los frutos de vuestros huertos, porque ellos son mi obra y ningún mérito hacéis con dármelos. No es mi voluntad que hagáis imágenes con vuestras propias manos y después las adoréis, ni que edifiquéis otra Torre de Babel, llenos de vanidad y de soberbia. Lo que anhelo me ofrezcáis, es un Santuario que llegue hasta Mí, formado con vuestras obras de amor, oraciones y palabras nacidas de vuestro corazón y entregadas en mi Nombre a los espíritus hambrientos de verdad: Este es el culto que os pido. I.8:24

Una vez os dije, que el hombre era idólatra por su inclinación material y en el culto por sus muertos da una prueba palpable de su idolatría. Mas mi Doctrina, como una aurora de belleza infinita, ha aparecido en vuestra vida, disipando las sombras de una larga noche de ignorancia en la que los hombres han vivido confundidos, y esta luz ascendiendo hacia el infinito, como un astro divino irradiará sus más bellas luces sobre vuestro espíritu en una preparación que os llevará con paso seguro a gozar de aquella vida, en la que todos logréis penetrar por vuestra elevación. VI.173:67

Sed sencillos como las flores y puros como las aves; sed transparentes como el aire y diáfanos como el agua pura, entonces habréis logrado aquella limpidez y elevación que os hará conocer la verdad de la vida. VI.173:43

Mi paz sea con vosotros.

El Tercer Mandamiento

No tomarás en falso el nombre de Yahvéh, tu Dios.

Éxodo 20:7

No toméis mi Nombre en vano. No toméis mi Obra para mentir ni toméis mi Espíritu o mi Obra para escudar con ello vuestro engaño. XI.319:28

No será necesario que tengáis que pronunciar con frecuencia mi Nombre, por el contrario, mientras menos lo pronunciéis y mejor practiquéis mi lección, habréis dado el más grande de vuestros testimonios. XI.310:36

Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pues Yo digo que no juréis en modo alguno: Ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”.

Mateo 5:33:37

Prometeos a vosotros mismos enmendaros; no juréis ante mi Espíritu, porque la carne es frágil y puede traicionaros. VII.192:23

Cuando hagáis una obra en mi Nombre, sabed usarlo, no lo pronunciéis jamás en vano. VII.189:15

Mi paz sea con vosotros.

El Cuarto Mandamiento

Recuerda el día del sábado para santificarlo.

Éxodo 20:8

¿Tampoco habéis leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? Pues Yo os digo que hay aquí algo mayor que el templo. Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.

Mateo 12:5:8

Desde el Primer Tiempo os enseñé a consagrarme el séptimo día. Si durante seis días el hombre se entregaba al cumplimiento de sus deberes humanos justo era que cuando menos uno, lo dedicase al servicio de su Señor. No le pedí que me consagrara el primer día, sino el último para que en él descansara de sus labores y se entregara a la meditación, dando a su espíritu la ocasión de acercarse a su Padre para conversar con Él a través de la oración. VI.166:31

El día de descanso se instituyó para que el hombre, al olvidar aunque fuera por un momento la dura lucha terrestre, dejara que su Conciencia le hablara, le recordara la Ley, y se examinara a sí mismo, se arrepintiera de sus faltas y formara dentro de su corazón nobles propósitos de arrepentimiento. El sábado fue el día que estaba dedicado al descanso, a la oración, y al estudio de la Ley, pero el pueblo al cumplir con la tradición, olvidó los sentimientos hacia la humanidad y los deberes espirituales que tenía para con sus Semejantes. Los tiempos pasaron, la humanidad evolucionó espiritualmente y Cristo vino a enseñaros, que aun en los días de reposo debéis de practicar la caridad y todas las buenas obras. VI.166:32

Jesús quiso deciros que un día estaba dedicado a la meditación y al reposo físico, pero debíais comprender que para el desempeño de la misión del espíritu, no podía señalarse día y hora. VI.166:33

A pesar de haberos hablado el Maestro con suma claridad, los hombres se distanciaron buscando cada cual el día que para ellos fuera el más propicio y así, mientras unos siguieron conservando el sábado como día dedicado al reposo, otros adoptaron el domingo para celebrar sus cultos. VI.166:34

Hoy vengo a hablaros una vez más y mis enseñanzas os traen nuevos conocimientos; habéis vivido muchas experiencias y habéis evolucionado. Hoy no tiene importancia el día que dediquéis al descanso de la fatiga terrestre, pero sí la tiene el que sepáis que todos los días debéis caminar por la senda que Yo os he trazado. Comprended que no existe hora señalada para que elevéis vuestra oración, porque todo tiempo es propicio para que oréis y practiquéis mi Doctrina en favor de vuestros hermanos. VI.166:35

Es el séptimo día, en el que reposáis de la fatiga de la semana, en que recogéis el fruto de vuestro trabajo y acumuláis fuerzas para proseguir en vuestro camino. VII.181:2

Tomad este día como la representación de la Séptima Etapa de vuestra evolución, aquella en la que habrá de abrirse el último Sello, en la que reposaréis después de la extensa jornada. VII.181:3

Discípulos: Si en vuestro reposo os ocupáis de analizar mi palabra, llegaréis a encontrar en su esencia una completa razón y una justicia infinita. VI.167:46

En el día de descanso vuestro espíritu penetra en mi Santuario para glorificarme. Porque seis días dedicáis a vuestros deberes y afectos humanos, para luego descansar uno y de él consagréis unos instantes a la meditación y culto a mi Divinidad. Ahí me encontraréis esperándoos. Siempre esperando vuestra oración que es el lenguaje con el que me habláis de vuestras cuitas, de vuestro amor o de vuestro agradecimiento. I.4:58

En el Segundo Tiempo, dije a los fariseos que se escandalizaban de que Yo curase a los enfermos en un día sábado: “El Señor es dueño del tiempo y no el tiempo de Él, por lo tanto, puede hacer del tiempo lo que le plazca”. Así le digo en esta Era a los que no creen en mi comunicación por medio del entendimiento humano: “Yo soy el Dueño del hombre y no éste el dueño del Señor, por lo mismo, Yo hago de él mi voluntad”. IV.86:7

¡Oh, discípulos! En el séptimo día, el hombre de este tiempo descansa, eleva un instante su espíritu al Padre en acción de gracias o en demanda de ayuda; pero no todos velan, no todos oran, mas por aquéllos que viven despiertos, por aquéllos que velan por la paz, por el bienestar de los hombres, Yo hago que el mundo alcance un jirón de mi manto de paz, una gota de mi bálsamo divino, mi ósculo de amor en donde está mi perdón y las oportunidades que a cada espíritu le brindo para su redención. XII.360:5

Descansad, humanidad, Yo os he concedido una tregua cada siete días para que oréis y toméis fuerzas meditando en mi Ley. X.289:49

Mi paz sea con vosotros.

El Quinto Mandamiento

Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahvéh, tu Dios, te va a dar.

Éxodo 20:12

Ha mucho tiempo que se os dijo: “Honrad a vuestro padre y a vuestra madre”, y la mejor forma de honrarlos es llevando una vida recta y virtuosa. V.118:10

¿Será menester que en este tiempo tenga que recordaros vuestros deberes en la Tierra? Vuestro corazón me dice: “No, Señor, habladnos ahora de la vida espiritual”. Sin embargo, veo que la humanidad no se ha levantado honrando a sus padres; y si no ha cumplido con los primeros mandamientos, ¿cómo podrá cumplir con mis nuevas máximas? V.118:11

Sobre los cimientos de la Ley, levanté los muros del Santuario con la luz de mi Doctrina que os traje en el Segundo Tiempo, y ahora con mi nueva palabra vengo a terminar la formación del Templo espiritual. V.118:12

Debo deciros, que aún son débiles vuestros cimientos, porque no vivís de acuerdo con la Ley de los primeros tiempos, porque sólo sobre una verdadera moral y una virtud acrisolada, podréis levantar vuestro Templo interior. V.118:13

Mi pregunta es ésta: ¿Cómo podréis honrar a vuestro Padre Celestial sin antes haber honrado a vuestros padres en la Tierra? ¿Cómo tratáis de ver a la humanidad como hermana vuestra, si antes no amáis a vuestra familia, formada por vuestros padres, hermanos, esposo o esposa, e hijos? V.118:14

Honrad con vuestra vida a quienes por mi voluntad os dieron la existencia, y mañana vuestros hijos os honrarán a vosotros. No solamente me glorificáis con obras espirituales, porque también vuestras obras humanas glorifican a mi Espíritu. V.118:18

Cuántos de vosotros al encarnar os portáis como hijos ingratos que desoyendo los consejos de sus padres se lanzan como insensatos a los caminos inciertos de la vida, para después, cuando han tropezado mucho y se han desengañado, detenerse a llorar exclamando arrepentidos: “¡Ah, si hubiese escuchado a mi padre, no hubiese conocido tanto dolor ni me hubiese apartado tanto del camino!” XI.54:35

A veces ya es demasiado tarde cuando ellos reconocen su falta, se ven sorprendidos por la muerte que no les permite retornar a la casa paterna y caer de hinojos delante de aquellos a quienes negaron autoridad. XI.54:36

¡Qué dolor tan grande para los que vieron llegar su último instante, sin poder bañar con sus lágrimas los rostros de sus padres, ni poder escuchar de sus labios las frases de perdón! XI.54:37

Todos los espíritus tenéis en Mí a un Padre Divino, y si os he dado en la vida material padres humanos, es para que den vida a vuestro cuerpo y representen cerca de vosotros a vuestro Padre Celestial. Os he dicho: “Amarás a Dios sobre todo lo creado”, y he agregado: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. No descuidéis entonces vuestros deberes; si no habéis reconocido el amor de vuestros padres y aún los tenéis en el mundo, bendecidlos y reconoced sus méritos. I.9:19

Si habéis sido buenos hijos y después buenos padres, no temáis ser ante Mí. Si os habéis visto desobedecidos y no podéis corregir al hijo que ha faltado y lleváis por esta causa una herida profunda en vuestro corazón, recordad que Yo he recibido mil y mil veces la ingratitud y el desconocimiento de mis hijos, y entonces imitadme. Sólo Yo juzgo las obras de todos los seres. Los padres me responderán de sus hijos, y éstos, de sus padres. Os he inspirado la virtud para que seáis los cimientos de un mundo sano y fuerte, para que cuando os pregunte por los seres que envíe al seno de vuestro hogar, los presentéis como fragantes rosas y lirios en el jardín que habéis cultivado. IV.95:42

Los que vais conduciendo a vuestros hijos a través de esta vida, haced que ellos pasada la edad de la inocencia, penetren en el camino de mi Ley, despertad sus sentimientos, reveladles sus dones e inducidles siempre a lo bueno, y en verdad os digo, que a quien así acercaseis a Mí, será bañado en la luz que brota de ese Fuego divino, que es mi amor. IV.99:65

Encended en la juventud el amor hacia sus Semejantes, inspiradles grandes y nobles ideales, porque ella será la que el mañana luche por alcanzar una existencia en la cual brille la justicia, el amor y la sagrada libertad del espíritu. Preparaos todos, porque la gran batalla de la que os han venido hablando las profecías, no ha llegado aún. V.139:12

Presentad delante de vuestros hijos buenos ejemplos que les sirvan de báculo en su camino para continuar su ascensión hacia el Padre. No porque los miréis en la infancia de la materia les concedáis poca importancia espiritual; observadles y veréis cómo sus facultades están más desarrolladas que las vuestras, ellos aprenderán mis enseñanzas por vosotros y luego os enseñarán a analizarlas. III.81:62

Los que hoy os encontráis jóvenes cuando lleguéis a la ancianidad habréis visto muchos prodigios a través de las nuevas generaciones de Espiritualistas. III.81:63

Yo digo a los padres de familia: Así como se preocupan por el futuro material de sus hijos, lo hagan también por su futuro espiritual, por la misión que en ese sentido hayan traído al mundo. III.81:64

Porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre y el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte”. Pero vosotros decís: Si uno dice a su padre o a su madre: “Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro Korbán – es decir: ofrenda –“, ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre, anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.

Marcos 7:10:13

No os extrañéis de que mi amor, a pesar de vuestros pecados, os siga por doquier. Todos mis hijos en este mundo habéis tenido un reflejo del Amor divino en el amor de vuestros padres. A ellos podréis volverles la espalda, desconocer su autoridad, desobedecer sus órdenes y desoír sus consejos; podéis con vuestras malas acciones causar una herida en su corazón, hacer que sus ojos se sequen de tanto llorar, que sus sienes se pueblen de canas y sus rostros se surquen con las huellas del sufrimiento, mas nunca dejarán de amaros y sólo tendrán para vosotros bendiciones y perdón. Y si esos padres que en la Tierra habéis tenido que no son perfectos, os han dado tantas pruebas de un amor puro y elevado, ¿por qué os extrañáis de que Quién formó esos corazones y les dio esa misión de ser padres, os ame con el amor perfecto? El AMOR es la suprema Verdad. Por la Verdad me hice hombre y por la Verdad morí en cuanto hombre. II.52:27

La mejor herencia que os dejaré será esta Doctrina, porque aquel que sepa interpretarla y practicarla como ella requiere, alcanzará la suprema paz del espíritu; mas quien la altere en la interpretación o en la práctica, llorará con gran amargura, pero estos no me podrán culpar a Mí, porque su Conciencia les dirá que ese dolor es la prueba de que han estado fuera de la Ley. IV.92:2

También en la Tierra os heredan vuestros padres con enseñanzas y consejos y aquellos que los obedecen y respetan, invariablemente recogen buenos frutos en el camino de su vida. Mas los que desoyen y olvidan sus palabras, dando más valor a los bienes materiales que reciben como parte de su herencia que a las lecciones de amor que recibieron, están expuestos a la caída y a las vicisitudes. Preguntaos, ¿será justo que esos hijos que han faltado, cuando sienten los rigores y sufrimientos que son consecuencia de su desobediencia, digan que es su Padre quien los ha castigado? No, hijos míos, son vuestras obras las que os traen siempre un premio o una expiación. IV.92:3

Si queréis ver en vuestros hijos rectitud, cumplid con mis leyes. Ellos esperan de vosotros y si en el presente tiempo, no comprendieren vuestros consejos y ejemplos, llegará el momento, padres de familia, en que ellos os concedan razón, os veneren y os bendigan. XI.337:53

Mi paz sea con vosotros.

El Sexto Mandamiento

No matarás.

Éxodo 20:13

Humanidad: ¿Creéis que estáis cumpliendo con mi Ley sólo porque decís tener religión y cumplís con el culto externo? La Ley os dice: “No matarás”, y estáis profanando ese mandamiento al derramar a torrentes, en el altar de vuestro pecado, la sangre de vuestros hermanos. V.119:28

Israelitas y Cristianos se hacen la guerra y se matan entre sí; ¿no les di a unos y a otros una sola Ley? V.119:29

La restitución será cruenta y dolorosa, porque las vidas que los hombres han segado y la sangre que han derramado, claman justicia. ¡Ay, de los que han matado y más aún de los que han aconsejado u ordenado matar! V.119:30

Paso a paso los pueblos avanzan hacia el valle donde habrán de unirse para ser juzgados. V.119:31

¡Y, aún se atreven a pronunciar mi Nombre quienes hacen la guerra y llevan sus manos manchadas con la sangre de sus hermanos! ¿Esas son acaso las flores o los frutos de la Doctrina que os he enseñado? ¿No aprendisteis de Jesús cómo perdonaba, bendecía al que le injuriaba y murió dando vida a sus verdugos? V.119:32

¿Quién ignora que Yo soy el Dador de la Vida y que por lo tanto, nadie puede tomar la de su hermano? Si el hombre no puede dar la existencia, tampoco está autorizado para tomar lo que no puede devolver. V.119:27

Mientras que Caín y Abel me ofrecían sus holocaustos, Yo contemplaba la ofrenda de cada uno, la de Abel era inocente y sincera, la de Caín era vanidosa. Recibí la de Abel y rechacé la de Caín y él, comprendiéndolo así, lleno de odio y de despecho, dio muerte a su hermano. Le reclamé aquella vida, aquella sangre, le demostré mi descontento y él me dijo: “Grande es mi iniquidad para ser perdonado, te has disgustado Conmigo porque he matado a mi hermano y me arrojas de esta tierra y yo siento que en el camino he de ser muerto, como yo maté a mi hermano”. Y Yo le contesté: “De cierto te digo, que aquel que matare a Caín, siete veces será castigado”. Comprendió entonces que Yo aún le amaba y que era prueba de ello el que le otorgaba mi perdón, pero que era menester restituir aquella falta, lavar la mancha y hacerse digno de aquel sublime y divino perdón. X.309:19

¿Cuál fue la voz que habló a Caín? La de su propia Conciencia, ese Juez interno que he colocado en cada una de mis criaturas humanas. Esa misma voz hablará a cada uno de los hombres y será implacable, porque es Juez que no se deja sobornar, se hará oír con la misma claridad con la que le habló a Caín, mas, debéis de comprender que Caín no sabía de la magnitud de su crimen al derramar la sangre humana, no conocía lo que era la muerte, mas los hombres de este tiempo, sí saben lo que ella es. X.309:20

Contemplo la Tierra enrojecida por la sangre humana, y a los hombres que no cesan en sus crímenes. Atraed mi paz hacia el mundo, porque de lo contrario, mi justicia será de nación en nación, y vosotros también tendréis que responderme de vuestra falta de caridad. V.127:40

Siglos y más siglos han transcurrido y aún no se cansan los hombres de sembrar y recoger tanto mal, ni se han cansado de hacer que se derrame tanto llanto, ni de regar la Tierra con la sangre humana. ¿Hasta qué grado de amargura querrán beber el cáliz del dolor que los detenga en su incesante carrera y vuelvan al camino verdadero? No quiero que bebáis los residuos que quedan en el fondo de ese cáliz; sin embargo, eso es lo que vais buscando con vuestra soberbia y vuestros odios. III.75:39

Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquél que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehena.

Mateo 10:28

No sólo asesinan los que quitan la vida del cuerpo, también los que destrozan el corazón con el engaño. Los que matan los sentimientos del corazón, la fe, el ideal, son asesinos del espíritu. Y cuántos de estos van libres, sin presidio y sin cadenas. VIII.235:37

¿Veis esos hombres que tan sólo viven para satisfacer desmedidas ambiciones, pasando sobre la vida de sus Semejantes, sin respetar los derechos que Yo, su Creador, les he concedido? ¿Veis cómo sus obras sólo hablan de envidias, de odio y de codicia? Pues es por ellos por los que debéis orar más que por otros, que no están tan necesitados de luz. A estos hombres perdonadles todo el dolor que os causan y ayudadles con vuestros pensamientos limpios a razonar. No hagáis en torno a ellos más densa la niebla que les rodea, porque cuando tengan que responder de sus actos también llamaré a responder a quienes en vez de orar por ellos, sólo les enviaron tinieblas con sus malos pensamientos. V.113:30

Hoy ya no sois inocentes niños, hoy sabéis cómo habéis de avanzar, qué actos vais a desarrollar y cuáles son los buenos y los malos caminos, porque os he entregado corazón y Conciencia para que los consultéis. Por ello, ha tiempo que os estoy pidiendo que no comáis el fruto prohibido, que no desenvainéis vuestra espada de dos filos para dar muerte civil a vuestros hermanos; que os deis cuenta de la pureza y perfección de mi Ley que ha sido una a través de todos los tiempos, para que os levantéis con la comprensión y la buena voluntad cumpliendo con mis mandatos celestiales, para que la paz sea en el Universo y el exterminio no siga arrancando vidas; no quiero contemplaros llorando y con la amargura en vuestro paladar. VIII.212:41

¡Ah, humanas vanidades! ¡Ah, hombres que buscáis vuestro florecimiento y vuestra glorificación en la Tierra! VIII.241:5

Para decir palabras que matan habéis llegado a haceros un trono, desde el cuál hacéis oír vuestras órdenes de guerra, de invocación a la destrucción y a la muerte. VIII.241:6

¿Qué es la inteligencia humana, si ésta no va unida a la espiritualidad que es Conciencia, justicia y caridad? ¿Con qué palabras responderán ante Dios los hombres que con su luz han inventado las grandes armas destructoras?¿Con qué saldarán la deuda que están contrayendo? ¿Cómo recogerán la cosecha de su gran siembra? VIII.241:7

¿Cómo es posible que los pueblos que se nombran cristianos se destruyan con la guerra y hasta oren antes de ir a matar a sus hermanos pidiéndome que les de la victoria sobre sus enemigos? ¿Es que puede existir mi simiente donde en vez de amor existe el odio y en vez de perdón la venganza? III.67:28

Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues Yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil”, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehena de fuego.

Mateo 5:21:22

¡Cuánta sangre humana se ha derramado sobre la Tierra en este tiempo! Ved a mis hijos, en su dolor inmenso, cómo me buscan e invocan bajo distintas formas, mientras un íntimo presentimiento les dice, que ha llegado el tiempo en que mis enviados se acerquen a los pueblos y a los hombres a establecer la paz. VII.194:61

Desde los primeros tiempos, he visto a los hombres quitarse la vida por causa de la envidia, por el materialismo, por la ambición del poder. Siempre han descuidado su espíritu, creyéndose materia solamente. Y cuando ha llegado para los espíritus la hora de dejar en la Tierra la forma humana, sólo ha quedado en ellos lo que hicieron en su vida material, sin recoger ninguna gloria para sus espíritus porque no la buscaron, no pensaron en ella, ni les preocuparon las virtudes ni el saber. Se conformaron con vivir sin buscar el camino que los conduce a Dios. I.11:43

Escrito está ha mucho tiempo que, cuando la humanidad se encontrase en su mayor altura de perversidad, cuando el mundo se encontrase perdido en el pecado, vuestro Dios llegaría a daros su luz. IV.89:26

Mientras en este tiempo los hombres triunfan matando, Yo venceré dándoles la vida. Mi divina tarea es salvar a los espíritus, vosotros aún no habéis llegado a comprender lo que quiere decir: Salvador del mundo. IV.89:27

Sed sumisos, trabajad y dejad que en vosotros se cumpla mi divina voluntad. Muchos veréis llegar aún en materia, el cumplimiento de mis profecías, la transformación de esta humanidad, la redención de todos en mi Ley, pero antes tendrán que penetrar en las grandes luchas, en grandes contiendas que aún son desconocidas para los hombres, que aún no las registra la historia; y si vosotros, que ya tenéis conocimiento de lo que va a pasar, de los acontecimientos que se avecinan, que tendréis que purificaros, ¿qué será de aquellos que aún no han despertado ante las lecciones del Espíritu Santo, que han profanado mi Ley, que han olvidado su misión, que viven en sus tradiciones y se han cargado de cadenas de ignorancia? X.309:27

La turbación, el sufrimiento y el remordimiento serán como un crisol para las grandes legiones de espíritus que acudirán ante su propio juez, mas de cierto os digo, que a ellos también les ayudaré y cuando despierten de su profundo letargo, contemplarán mi faz radiante que os muestra mi perdón, y sólo esperarán que Yo les envié al sendero que antes profanaron y despreciaron, para restituir sus faltas y dignificarse ante mi amor y Yo, como Padre amoroso, se los concederé. X.309:28

Por eso os digo en mi enseñanza, que aquellos a quienes hoy veis manchados con la sangre hermana y con todas las faltas, no debéis de juzgarlos, porque en vuestra existencia eterna, hay mayores faltas que la de derramar la sangre hermana; mas por ahora, no pretendáis conocerlo todo, ya os he advertido que en mis altos juicios, solamente Yo. X.309:29

¿Vosotros podríais en un instante de violencia, tomar el arma homicida para dar muerte a vuestro hermano? No, discípulos, ninguno de vosotros se siente capaz de ello, aun cuando Yo le probase grandemente, ¿por qué? Porque sabéis que cada criatura tiene marcado en su destino su cumplimiento y su hora de volver a Mí. Recordáis la restitución que os aguarda si os mancháis con la sangre hermana, y ese temor a mi justicia, os hace respetar la vida de vuestro Semejante, y quisierais que todos sintieran el mismo respeto. El Padre os dice: Hoy se encuentra en su tercera altura el reinado de la injusticia en el mundo, pero el Espiritualismo que es la revelación del Espíritu Santo, no dejará un solo rincón del mundo sin su presencia y cuando mi Doctrina quede establecida en el corazón de la humanidad, será en todos los hombres de buena voluntad mi reino de justicia. XI.316:22

Cuando esta Revelación divina sea debidamente interpretada por todos, dejará de haber suicidios y homicidios, nadie se quitará la vida y menos lo hará con la de su Semejante; el hombre tendrá amplio conocimiento de todos sus actos, pero antes seguiré probándolo, y si a vosotros os he manifestado mi enseñanza a través del entendimiento humano, Yo, el Verbo, sabré hacerme oír y comprender de todos mis hijos. XI.316:23

Mi paz sea con vosotros.

El Séptimo Mandamiento

No cometerás adulterio.

Éxodo 20:14

Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres. Les decía también: ¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición!

Marcos 7:6:9

Mirad la interpretación material que habéis dado a mis revelaciones del Primer y Segundo Tiempos, siendo que ellas os hablan sólo de lo divino y de lo espiritual; ved cómo confundís la naturaleza material con la espiritual; con qué falta de respeto convertís lo profundo en superficial y lo elevado en bajo. ¿Y, por qué lo habéis hecho así? Porque queriendo hacer algo en la Obra de Dios, buscáis la forma de adaptar mi Doctrina a vuestra vida material, a vuestras conveniencias humanas que son las que más os interesan. X.281:19

Mas si la primera Ley fue la propagación de la raza humana, ¿cómo concebís que el mismo Padre os aplicase una sanción por obedecer y cumplir con un mandato suyo?; ¿es posible, pueblo, que en vuestro Dios exista una contradicción semejante? VI.150:45

Un mandato del Padre venís a cumplir en el camino de la vida, aquel que dice: “Creced y multiplicaos”, mas ya es hora de que vuestro espíritu vaya preparando su retorno a mi Seno divino. I.5:64

Las Escrituras de los tiempos pasados podrían revelaros lo que hoy os repito, pero el hombre se ha atrevido a falsear mis verdades para difundirlas adulteradas. Y ahí tenéis una humanidad espiritualmente enferma, cansada y sola. VIII.221:14

No interpretéis mal mis palabras, diciendo que la Ley del Primer Tiempo fue la “ley de la carne” y que la del Segundo, habló solamente a vuestro corazón; porque Yo he tocado en cada tiempo la parte más sensible y desarrollada de vuestro ser, para manifestarme allí y hacerme sentir. Mi Ley siempre ha hablado a vuestro espíritu, porque es él quien conduce a la materia en la vida humana. I.15:9

Los hombres interpretaron mal mi Ley y falsearon mis enseñanzas; por eso en este tiempo vengo a derramar mi luz en todo espíritu y en toda mente, para que la lección que os he dado a través de la vida lleguéis a entenderla. Este mundo que ha sido morada de seres imperfectos, de espíritus en expiación, será mansión de luz y de espiritualidad. Hoy mi justicia está limpiando las tierras y cortando de raíz la mala hierba para exterminarla con el fuego de la restitución y del amor. III.74:31

Los hombres han adulterado mi Obra y se han confundido, mas vosotros preparaos y no caigáis más en idolatría, porque las imágenes hechas por la mano del hombre, no hablan, no sienten ni oyen. ¿Acaso mi esencia necesita materializarse para estar cerca de vosotros? La verdad triunfará a través de los tiempos, mas siempre Yo os he entregado palabras de verdad para que vosotros también sepáis dar testimonio de Mí. IX.259:89

¡Ay, de los que han adulterado la Ley! ¡Ay, de los que han ocultado o falseado la Verdad! No se imaginan como será su juicio. V.116:19

El hombre en su materialismo ha encontrado la conveniencia de equivocar mi palabra que he entregado en todos los tiempos. Mas mi Obra es perfecta y no radica en palabras materiales. Preparaos y descubriréis siempre mi verdad; entonces encontraréis que mi Semilla os la he dado en todos los tiempos con grandeza, para que vosotros también la entreguéis con el mismo amor y la misma caridad. VII.189:69

En este tiempo se oculta la verdad y reina la fantasía, por eso vengo a daros mi esencia divina que es verdad y sustenta al espíritu. VIII.215:42

Trabajad mucho para corregir la errónea interpretación que se ha dado a mi Ley y también la forma imperfecta en que me ofrecéis vuestro culto. Pero debéis de considerar que no podréis hacer variar en un instante sus conceptos y sus prácticas, sino que para lograrlo debéis revestiros de paciencia y de buena voluntad y dar ejemplo de amor con vuestras obras. VIII.226:60

Se han cerrado los corazones de los pastores que en diferentes sectas y religiones debieron enseñar, la Ciencia espiritual, que es grandeza y riqueza para el espíritu. IV.93:11

He mirado que la Ley y la Doctrina que legué a la humanidad en tiempos pasados, se encuentran ocultas y han sido sustituidas por ritos, cultos exteriores y tradiciones. IV.93:12

Mas vosotros, que reconocéis íntimamente que la esencia de esta palabra es la misma que recibió Israel en el Monte Sinaí y la que escucharon las multitudes en labios de Jesús en el Segundo Tiempo, seréis los que, con vuestro culto y vuestras obras, enseñéis que la Ley divina no debe olvidarse por cumplir con necias tradiciones que no benefician al espíritu. IV.93:13

En la Tierra muchos hombres se han consagrado a alterar la Verdad, sin darse cuenta de la responsabilidad que tienen como colaboradores en la obra de amor del Padre. En este tiempo de juicio que muchos ignoran, porque no han sabido interpretar los acontecimientos que están viviendo, la justicia se encuentra en cada espíritu tomándole cuenta de sus obras dentro o fuera de la Ley de Amor en el curso de su peregrinaje en este mundo. I.20:13

Veo el caos entre la humanidad, el desconocimiento hacia las leyes humanas y divinas. Mi Doctrina ha sido ocultada en este tiempo y se ha tomado como algo que pertenece al pasado; por eso los hombres sucumben, las instituciones se dividen y hacen mofa de lo más sagrado. Así encuentro a la humanidad desconociéndose, destruyéndose, dándose muerte, confundiendo al espíritu con la materia, lo divino con lo humano, y la luz con la tiniebla. VIII.209:61

Es menester que el mundo sepa de la impostura, para que reconozca la verdad. Entonces, la verdad y la esencia que en este tiempo os entregué, volverán a resurgir entre la humanidad en toda su pureza y espiritualidad. IV.106:10

Ved a los hombres que conducen a los pueblos, creando doctrinas e imponiéndolas a los hombres. Cada quien pregona la superioridad de su doctrina, mas os pregunto: ¿Cuál ha sido el fruto de todo ello? Las guerras con su cortejo de miserias, de sufrimientos, de destrucción y de muerte. Esa ha sido la cosecha que aquí, en la Tierra, han recogido los apóstoles de tales teorías. Ved que no he contrariado el libre albedrío de la humanidad, aunque sé deciros que sobre esa libertad, la Conciencia está hablando incesantemente al corazón del que se aparta de la justicia, de la caridad o de la razón. IV.106:11

Como fue abolido el becerro de oro en aquel tiempo, así desaparecerá en éste la adoración a la riqueza; y como fueron arrojados del templo los mercaderes, así serán tocados ahora los que aprovechando la debilidad y la ignorancia lucran con el dolor de sus Semejantes. III.74:33

Esta luz os librará de la ignorancia, de la mentira; bajo su claridad, cuánta falsedad, cuánto adulterio e impostura quedarán al descubierto. V.116:19

Todos, desde el más pequeño y humilde hasta el más elevado, deberíais saber qué es justicia, amor y sabiduría. Todos debéis comprender que la Ley divina es inmutable, para que la améis sin pedir que cambie vuestro destino. X.290:2

Sabed que si vuestro Padre, el Creador, no altera jamás una de sus leyes, vosotros no tenéis el más mínimo derecho a hacerlo. X.290:3

Siempre os he dicho: No forméis teorías de mis enseñanzas y revelaciones, porque ellas desvirtuarán la verdad de la que he venido a revestiros. VII.189:27

En el Segundo Tiempo, habiendo penetrado Jesús en Jerusalén, encontró que el templo, el lugar consagrado para la oración y el culto, había sido convertido en mercado, y el Maestro lleno de celo arrojó a los que así profanaban diciéndoles: “La casa de mi Padre no es lugar de comercio”. Estos eran menos culpables que los encargados de guiar al espíritu de los hombres en el cumplimiento de la Ley de Dios. Los sacerdotes habían convertido el templo en un lugar donde reinaban las ambiciones y la grandeza, y ese reinado fue destruido. II.41:55

Hoy en este tiempo, he dejado que las consecuencias de las propias faltas de los hombres que profanan mi Ley, se hagan sentir en la humanidad para que sepan interpretar su sentido y comprendan que es inflexible e inmutable. He señalado el camino al hombre, camino recto y si de él se aparta, se expone a las consecuencias de una Ley justa porque en ella se manifiesta mi amor. II.41:56

No todos los que andan por calles y caminos, hablando de los acontecimientos de los tiempos pasados, interpretando profecías o explicando revelaciones, son mis enviados, porque muchos por vanidad, por despecho o por intereses humanos, han tomado aquellas enseñanzas para ofender y juzgar, para humillar o herir y aun para matar. V.116:21

No existe en la Tierra nadie que enseñe mi Doctrina con la verdad con que Yo la revelé, mas sí existen los que la han ocultado. Por eso he descendido a este mundo bajo esta forma de comunicación, para que la humanidad contemple de nuevo la estrella refulgente, para que los náufragos descubran la barquilla salvadora. VIII.227:26

Sin embargo, ¡cuánto se ha lucrado con estas revelaciones y cómo se les ha profanado! Es por esa causa que mi Obra en este tiempo ha sido y seguirá siendo combatida. Mas los que verdaderamente creen en ella, la seguirán estudiando y practicando para que mañana puedan explicar mis enseñanzas y aparten de su error a los que se encuentran confundidos y a los que profanen mi Doctrina. V.163:27

La Verdad es una y es eterna, sin embargo, mirad a los hombres pregonando diferentes verdades. ¡Cuánto se han hollado en la Tierra mis enseñanzas! IV.94:4

Es menester que habléis a aquellos que ocultan mi palabra y que adulteran mis enseñanzas, habladles con toda claridad, Yo seré en vuestra ayuda para que os manifestéis ante ellos, porque serán los hombres que darán motivos para que el mañana sea censurada mi Obra y alterada mi Ley, porque ellos han agregado a mi Obra lo que no le pertenece. XII.340:39

He dejado la preparación suficiente en mis nuevos escogidos, como la tuvieron Moisés y los cuatro discípulos del Segundo Tiempo, para que mi palabra sea grabada con toda limpidez, con toda claridad y verdad, porque es para las generaciones del mañana, y si alguien quisiera agregar o borrar de ese Libro, Yo le reclamaré. XII.358:63

Los que escribieron mi palabra con amor, con sangre y lágrimas, obedecieron a su memoria y a su inspiración, ellos fielmente interpretaron mi voluntad; mas después vinieron otros y mi palabra fue adulterada, su esencia se ha perdido entre ideas y prácticas que no pertenecen a mi Doctrina. Y en este tiempo la luz viene a romper todo velo, para dejar ver la pureza de mi verdad. VII.183:7

Ellos escribieron inspirados por mi Espíritu, para que aquellos escritos no fuesen adulterados; sin embargo los hombres han adulterado, han interpretado mal; pero los escritos originales fueron mi palabra verdadera. XII.342:22

Mas cuidaos de leer libros en los que se hayan adulterado mi palabra o las profecías y también en aquellos donde se den interpretaciones torcidas a las revelaciones divinas. No permitáis que una falsa luz penetre en vuestro espíritu; si queréis conocer la verdad, preparaos y vuestra intuición, así como la sensibilidad de vuestro espíritu guiado por la Conciencia, os revelará siempre la verdad. IV.98:7

Si alguien llegase a interpretar torcidamente esta Obra y la utilizara para fines mezquinos, él mismo se dará el título de traidor y su Conciencia será su propio juez. VII.187:5

Yo vengo a ayudaros en la restauración de todo lo que habéis profanado. VIII.237:13

Sobre la profanación que se haga de lo sagrado, llegarán los que enseñen el respeto a lo que sea puro. Y cuando la espiritualidad sea en el corazón de la humanidad, sentirá que su pensamiento se eleva hacia otros mundos, y los sentirá penetrar en su corazón, entonces habrán alcanzado los hombres una elevación espiritual que les permitirá sentir en su corazón la presencia del Reino de los Cielos. V.146:18

En verdad os digo, que mi Obra es más sagrada que todo lo que en el mundo así hayáis considerado. VII.197:49

Los pueblos de la Tierra nunca han estado menesterosos de luz espiritual. De cierto os digo, que no sólo este pueblo ha tenido profetas y enviados, sino que a todos les he enviado emisarios a despertarlos. Por la luz y la verdad de sus doctrinas, así como por la semejanza con lo que os he revelado, podréis juzgar de sus palabras. Unos llegaron antes de la venida del Mesías, otros han sido posteriores a mi presencia en cuanto hombre, pero todos han llevado un mensaje espiritual a los hombres. V.121:9

Esas doctrinas al igual que la mía, han sufrido profanaciones, porque cuando no se ha alterado su esencia, se les ha mutilado o las han ocultado a los hombres hambrientos de verdad. V.121:10

Una sola verdad y una sola moral, es la que se ha revelado a los hombres, a través de enviados, profetas y siervos; ¿por qué tienen los pueblos diferentes conceptos acerca de la verdad, de la moral y de la vida? V.121:11

Esa verdad, falseada a través de los tiempos por la humanidad, será restablecida y su luz resplandecerá con tanta fuerza que les parecerá a los hombres como si fuese algo nuevo, siendo la misma luz que siempre ha iluminado el camino de evolución a los hijos de mi Divinidad. V.121:12

El que no cumpla con mi Ley, el que me desconozca, el que en alguna forma profane o manche mi Obra, ése será el que me entregue a la muchedumbre, ése será el que con sus obras grite: “¡Crucificadle!”, porque sus hechos harán que la humanidad se pregunte: “¿Estos son los discípulos del Maestro? ¿Estos son los que escucharon su palabra?” VII.181:25

En vosotros he derramado mis complacencias espirituales, sois mi Templo en donde está mi luz y mi amor. Sois los que llenos de humildad, tendréis que ir a levantar a las multitudes que han caído en el fanatismo y en la idolatría, a mostrar mi luz a los que han ocultado mi verdad y han adulterado mi Ley. XII.364:28

Vosotros daréis la Buena Nueva a la humanidad sin adulterar mi Obra, seréis humildes como vuestro Maestro y no os revestiréis con vestiduras regias para llamar la atención de vuestros hermanos. XII.361:35

Mañana no adulteréis mi Doctrina, enseñad tan sólo lo que he venido a confiaros. Os he dado mi enseñanza en abundancia para que seáis los guías y mensajeros entre la humanidad. Cuando ya no escuchéis mi palabra a través del portavoz, os ayudaréis y os Amaréis los unos a los otros, para que podáis resolver los problemas que se presenten en vuestro camino. XII.361:36

Si os enseño estas lecciones, es para que no vayáis a ser de los que oculten mi verdad, deformen mi Doctrina o profanen mi Ley, sino que seáis de los que viváis para cultivar con todo el amor de vuestro espíritu, esta Semilla que os he confiado y que es la misma que en todos los tiempos he querido que florezca en el corazón de la humanidad: El Amor de los unos hacia los otros. V.99:22

No permitáis que mi palabra sea adulterada; velad porque su esencia se conserve siempre y haced que vuestro análisis sea justo. Exponed mi Verdad y ella llevará a vuestros hermanos vida, salud y fe. Si mi palabra es luz que brota de mi Espíritu, tendrá que manifestarse como una antorcha en todo el que la conozca. Os ofrezco esta luz, porque no quiero que viváis entre tinieblas. I.9:9

Estáis ante el altar de la sabiduría, del cual os hago guardianes y responsables. Velad porque no sea profanado, pero cuidaos de caer en misticismo, porque Yo he contemplado a muchos que imitan a los blancos mausoleos que exteriormente ostentan su blancura y guardan en su interior sólo podredumbre. VI.147:41

Vosotros los que trabajáis en mi campiña, llevaréis mi palabra como una semilla y la sembraréis y cultivaréis como os he enseñado. Seréis los continuadores de mis discípulos del Segundo Tiempo y predicaréis mi Evangelio en las distintas naciones. VI.147:42

Dad a mis enseñanzas su verdadero sentido, sin olvidar que los hombres de los que me valgo para hablaros, sólo son un instrumento de mi voluntad. VI.147:40

Preparaos y no os dejéis sorprender por los malos guías, no dejéis que ellos os presenten su ley, porque contemplo que ocultan mi enseñanza y sólo dan a conocer la suya, y se han levantado lucrando con mi Obra y la muestran llena de misterios y materialismos. Es mi voluntad que deis a conocer mi Obra con limpidez, con espiritualidad, porque esta Obra ha brotado de mi Espíritu y contiene la esencia de mi palabra para la regeneración de la humanidad. XII.364:40

Cuántas y cuántas lecciones llenas de espiritualidad os he dado a través de estos mensajes, y cuánto es lo que se ha deformado mi Ley y mi Doctrina en la Tierra. Esa materialización, la continua profanación y la falsedad de lo que os he entregado puro, son la causa del caos que está padeciendo la humanidad, tanto en lo espiritual como en lo material; esas dos formas de vida que siempre han ido unidas en el hombre, porque no sería posible afectar a una de ellas sin que la otra no resulte afectada. V.162:25

En el tiempo cercano de la propagación de mi palabra, no adulteréis, no compliquéis esta enseñanza. Si os preparáis en espíritu y en verdad, tendréis para los que os interroguen, buena respuesta, mostraréis un mundo infinito de luz. Hablaréis de la simplicidad de mi enseñanza, en la cual se refleja mi pureza, mi sabiduría y mi verdad. VIII.237:14

Nadie se levante escandalizando con enseñanzas que mi Obra no le haya revelado, porque serían la causa de que mi Doctrina fuese perseguida y tendríais que responder de ello ante mi justicia. Hablad de mi verdad, sin alterarla jamás. V.128:64

¿Por qué si sois mis heredados, os atrevéis a prevaricar o adulterar? ¿No pensáis que con esto aumentáis vuestra restitución? I.6:11

No hagáis de este camino un sendero a vuestra manera, no queráis adaptar mi Ley y mi Obra a vuestra vida, costumbres y pasiones. Sed vosotros los que os apeguéis a mi Ley. V.129:18

Nadie vaya a levantarse trazando el camino a su voluntad, ni creando leyes o alterando mis mandatos, porque irá al abismo junto con los que seduzca. V.141:15

¡Todos los que han tomado Obra divina, palabra espiritual, todos los que han tomado mi Doctrina y mis leyes para regir a los hombres, para doctrinarlos, para refrenarles en sus vicios y en su pecado, para conducirles por la senda de la eternidad, están a juicio! ¡Entre ellos estáis vosotros, Israel, en primer lugar, créalo el hombre o no lo crea y tras de vosotros todas las religiones! XII.366:61

Está llegando a vuestro espíritu un nuevo sol para iluminaros, un nuevo libro que os enseña lo que tanto ansiabais y esperabais. I.14:31

¿No sentís, pueblo amado, que la humanidad ya no puede soportar la mentira, los mitos y tanta falsa luz? Ya no es tiempo de alimentar al espíritu, con las interpretaciones erróneas que a mi Ley se le han dado. I.14:32

Veréis convertirse a mi enseñanza a los grandes príncipes y dejar su reinado, su poder temporal para alcanzar el del espíritu, aquél que no se acaba jamás. Así veréis derrumbarse iglesias que antes lucieron fuertes en su soberbia y vanidad, para seguir mi huella de humildad. Los hambrientos buscarán con avidez hasta en la última de mis palabras al Espíritu de Verdad, al Consolador, al Maestro que regresa triunfante para restablecer su reinado en el espíritu de los hombres. VIII.221:59

Antes que todo eso suceda, toda impostura y falsedad será señalada, no permitiréis más adulteraciones. Los libros en los que no esté encerrada la Verdad, desaparecerán y sólo quedará el único libro que Yo he confiado a los hombres y que ha sido escrito desde el principio de los tiempos en su propio espíritu. VIII.221:60

Mi paz sea con vosotros.

El Octavo Mandamiento

No robarás.

Éxodo 20:15

El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad.

Efesios 4:28

No toméis lo ajeno; el que toma lo ajeno tiene que restituir con dolor y con vergüenza; a nadie señalo, mas quiero que cada quien tome de mi palabra la parte que le corresponde. VII.204:52

No os culparé ni os reclamaré de lo que hicisteis cuando dabais vuestros pasos entre tinieblas de ignorancia, de pequeñez y de materialidad; mas ahora que tenéis conocimiento pleno de lo que es mi Ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, me responderéis de vuestros hechos en vuestra Conciencia que se manifestará inexorable para vosotros. VII.204:53

Los bienes son siempre bienes, mas no todos les saben emplear; también debéis saber que no todo de lo que muchos poseen se los he dado Yo; los hay que tienen lo que de Mí han recibido como compensación, así como existen otros que todo cuanto tienen lo han hurtado. VII.197:26

La mayor prueba que los hombres pueden tener sobre vuestro cumplimiento en la vida, es la paz del espíritu no la cantidad de monedas. VII.197:27

Los hombres huyen angustiados de la miseria, y en su horror vuelven a caer en sus abismos y estrecheces, no piensan en medios para salvarse de esas garras; pero el que huye de la miseria del mundo, es un egoísta que arrolla, hunde, destroza y pierde a cuantos se cruzan en su camino. Sólo piensa en sí mismo, tiene por único ideal y fin, su seguridad y su conservación. Los demás no son sus hermanos, son todos extraños para él. No tiene fe, no conoce esa luz, no confía en la verdad porque no ha querido conocerla. IX.263:17

Veo que os arrebatáis el pan los unos a los otros; que los ambiciosos no pueden ver que los demás posean algo, porque lo quisieran para sí; que los fuertes se apoderan del pan de los débiles y éstos se concretan a ver comer y gozar a los poderosos. IX.325:14

Entonces Yo pregunto: ¿Cuál es el adelanto moral de esta humanidad? ¿Cuál es el desarrollo de sus más nobles sentimientos? IX.325:15

En verdad os digo, que la época en que el hombre vivió en cuevas y se cubría con piel, también se arrebataban de la boca el alimento los unos a los otros; también los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo de los débiles fue en provecho de los que se imponían por la fuerza, también se mataban hombres con hombres, tribus con tribus y pueblos con pueblos. IX.325:16

¿En dónde está la diferencia entre la humanidad de ahora y la humanidad de aquellos días? IX.325:17

Mi paz sea con vosotros.

El Noveno Mandamiento

No darás testimonio falso contra tu prójimo.

Éxodo 20:16

El testigo falso no quedará impune, el que profiere mentiras no escapará.

Proverbios 19:5

¿Queréis saber cómo lograréis que vuestro testimonio sea tomado como verdadero? Sed sinceros con vosotros mismos, nunca digáis que poseéis lo que no tengáis, ni tratéis de revelar lo que no hayáis recibido. Enseñad sólo lo que sepáis, testificad únicamente lo que hayáis visto, mas si os preguntasen algo que no podáis contestar, callad, pero nunca mintáis, nuevamente os digo, que vuestro “sí” sea siempre “sí” y vuestro “no” sea siempre “no” y así seréis fieles a la verdad. Tampoco juréis, porque quien dice la verdad, no necesita de juramentos para hacerse creer, ya que en sus obras lleva la luz. Dejad que jure aquél que ha sido falso y que llegado el momento de necesitar ser creído, tiene que recurrir al nombre de Dios para apoyar sus palabras. Vosotros no juréis por Dios ni por María, tampoco por vuestros padres ni por vuestra vida. Vuelvo a deciros que vuestras obras serán las que den testimonio de vuestras palabras, y unas y otras darán testimonio de Mí. II.34:37

Si diciendo la verdad os creen, benditos sean aquellos que os crean. Si por decir la verdad os negasen, hiriesen u os burlasen, dejadme a Mí la causa, porque la causa de la verdad es mía, entonces Yo os defenderé. Tampoco intentéis disfrazar la verdad con el velo de la mentira, porque vuestro juicio será grande. ¡No sabéis de aquél gran templo de Jerusalén en donde siglos tras siglos los hombres penetraron en busca de fortaleza y de sabiduría! Pues fue grande mientras su seno fue como un redil de paz para los espíritus, mas cuando penetró la hipocresía, la mentira y la codicia, su velo se rasgó y más tarde no quedó de él ni piedra sobre piedra. II.34:38

Vuelvo a deciros que empecéis a ser sinceros con vosotros mismos, que no tratéis de engañaros, es decir que comencéis a amar la verdad. Se aproxima el instante, en que caigan las grandes cabezas del mundo, en que las naciones sientan mi divina justicia. ¡Cuánto clamor habrá entonces entre los hombres! Un mundo de falsedades, de errores e injusticias desaparecerá, para que en su lugar se establezca el Reino de Dios que es justicia y es luz. Para muchas obras humanas será el fin, mas para el Tiempo de la Espiritualidad será el principio. II.34:39

Uno de los defectos más graves es el de la hipocresía; no pregonéis amor mientras no seáis capaces de amarme en vuestros Semejantes. ¡Cuántos de los que han juzgado el beso de Judas, no quieren ver que ellos han dado el beso de aparente fraternidad a su hermano y por su espalda le han traicionado! III.75:34

Ninguno está autorizado para juzgar las obras de sus hermanos, porque si el que está limpio no lo hace, ¿por qué ha de hacerlo quien lleva manchas en su corazón? V.131:55

Os digo esto, porque siempre andáis escudriñando la simiente de vuestro hermano esperando encontrarle defectos, para luego enseñarle vuestra siembra y humillarle diciéndole que vuestra labor es más limpia y perfecta. V.131:56

El único juez que sabe aquilatar vuestras obras, es vuestro Padre que habita en los Cielos; cuando Él se presente con su balanza, no tendrá ante sus ojos mayor mérito quien comprenda más, sino el que haya sabido ser hermano de sus Semejantes e hijo de su Señor. V.131:57

Tampoco intentéis descubrir los sentimientos ocultos de vuestros Semejantes, porque en cada ser existe un arcano que sólo Yo debo conocer; mas si descubristeis lo que por pertenecer sólo a vuestro hermano, para vosotros debe ser sagrado, no lo publiquéis, no rasguéis ese velo, antes hacedlo más denso. II.44:46

Cuántas veces he contemplado a los hombres penetrar en el corazón de su hermano hasta descubrir su desnudez moral o espiritual, para recrearse con ello y luego publicarlo; ninguno de los que así hayan profanado la intimidad de un Semejante se sorprenda de que alguien en su camino le desnude y le burle; no diga entonces que es la vara de justicia la que le mide, porque será la vara de la injusticia con la que midió a sus hermanos. II.44:47

Respetad a los demás, cubrid con vuestro manto de caridad a los desnudos y defended al débil de las murmuraciones de la humanidad. II.44:48

De lo que no conocéis, comprended que no podéis hablar ni afirmar, por temor a caer en mentira o error; cuando haya en vosotros preparación, conocimiento y fe profunda, poseeréis la luz de la verdad. VIII.226:16 

En mi Doctrina no debe haber acusados ni acusadores, ofendidos ni ofensores; en ella sólo deben existir los que aspiren a elevarse por la práctica de mis enseñanzas. VIII.241:30

Yo os he visto un día murmurando y otro día arrepentidos. Os he visto negando mi comunicación y después testificando que es verdad. Os vi un día calumniando y al otro día defendiendo al que calumniasteis. Está bien que rectifiquéis vuestros errores, pero mejor será que no volváis a incurrir en el mal, para que no tengáis que rectificar. Os vi un día dando caridad al que no la necesitaba y os vi negarla al verdaderamente pobre; mas no vengo a culparos ni a juzgaros, vengo con la luz de mi enseñanza a iluminaros para que no volváis a pecar. También debo deciros, que os he visto ser serviciales, nobles, caritativos y comprensivos, y que esos méritos han sido siempre tomados en cuenta y anotados por Mí; pero comprended que ya debe haber en vuestro corazón más trigo que cizaña. IX.256:15

No olvidéis que en vosotros debe siempre imperar la verdad. VIII.237:32

Mi paz sea con vosotros.

El Décimo Mandamiento

No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.

Éxodo 20:17

No toméis los frutos prohibidos en la Tierra, no toméis lo que no os pertenece, no hagáis obras que os deshonren en la vida. Sed el varón o la mujer que viva con toda honradez y rectitud, como Yo os he enseñado, que si una debilidad os hizo pecar, arrepentíos ahora de vuestra falta. Dejad que mi caridad os limpie, mas quiero que vuestro arrepentimiento sea de limpio corazón. IX.338:21

Mis hijos: Sed conformes con vuestra posición, no sintáis envidia de aquéllos que vivan mejor que vosotros. Pensad que en la humildad os acordáis más de Mí y me servís mejor. VIII.240:30

Ved bien hacia dónde vais, en qué forma tomáis la vida y qué hacéis de los bienes que pongo a vuestro alcance. VIII.240:31

El oro y el poder que tanto ambiciona el hombre no le darán la paz a su espíritu ni consuelo en su lecho de enfermedad, sólo endurecerán su corazón. Cuántas veces he presentado ante los ojos de los acaudalados, cuadros de dolor para probar sus sentimientos y han sido indiferentes a la orfandad, a la miseria y al dolor de sus Semejantes, sin comprender que los he hecho depositarios de los bienes materiales para que los repartan con justicia y caridad. II.33:53

El amor al mundo, la codicia por lo terreno, el deseo de la carne, el deleite de todos los bajos deseos, el egoísmo, el amor por sí mismo y el orgullo, fueron la fuerza con que creasteis una vida según vuestra inteligencia y vuestra voluntad humana, cuyos frutos os he dejado recoger para que vuestra experiencia llegue a ser absoluta. Mas, si esta Era que termina se habrá de significar en la historia de la humanidad por su materialismo, en verdad os digo, que el nuevo tiempo habrá de distinguirse por su espiritualidad, porque en él serán la Conciencia y la voluntad del espíritu quienes construyan en la Tierra un mundo de seres elevados por el amor, una vida en la que se sienta vibrar el Espíritu del Padre en el espíritu de los hijos, porque entonces todos los dones y potencias que hoy viven ocultos en vuestro ser, tendrán por campo para desarrollarse, el infinito. X.305:42

Yo he venido a prepararos para que os levantéis a edificar un mundo en que reine el bien, porque los hombres en este tiempo han contribuido con sus pecados en una y otra forma a la destrucción de lo más noble y elevado que pueda existir en el corazón de la humanidad: El Amor espiritual. VII.187:28

No persigáis tanto vuestra comodidad; dejad ese afán de querer asegurar el mañana; dejad vuestra inconformidad. ¿Qué queréis o esperáis de este mundo? Ya habéis tenido glorias, placeres, elogios. Unos habéis tenido todo, otros habéis tenido mucho; sin embargo, os encuentro a todos desnudos de buenas obras. VII.187:29

El Maestro os pregunta: ¿Qué es vuestro en este mundo?Todo lo que poseéis, el Padre os lo ha dado, para que de ello os sirváis en vuestro tránsito por la Tierra mientras late vuestro corazón. Si vuestro espíritu procede de mi Divinidad, si es un hálito del Padre Celestial, si es un átomo de mi Espíritu; si vuestro cuerpo ha sido formado también dentro de mis leyes y os lo confío como instrumento de vuestro espíritu, nada es vuestro, hijos muy amados. Todo lo creado es del Padre y de ello os ha hecho poseedores temporalmente. Recordad que vuestra vida material es tan sólo un paso en la eternidad, es un rayo de luz en el infinito y por ello debéis atender lo que es eterno, lo que nunca muere y eso es: El espíritu. VI.147:8

¡Mirad!, todas las galas de este mundo están destinadas a desaparecer, para que a su tiempo vengan otras; mas vuestro espíritu seguirá viviendo eternamente y contemplará al Padre en todo su esplendor, al Padre de cuyo seno brotó. Todo lo creado tiene que volver al lugar de dónde provino. VI.147:9

Así os enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionéis; y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros las profecías que están por suceder. Lo que contemplen vuestros ojos, sólo os llenará de regocijo al comprobar que todo lo gobierna una Ley perfectísima, y que lo que hoy acontece a vuestro espíritu no pudo haberle acontecido antes, porque todo se manifiesta a su tiempo, hasta lograr la perfección. VII. 189:74

Mi paz sea con vosotros.

2. Los dos sublimes Mandamientos

El primer sublime Mandamiento

Escucha, Israel: Yahvéh es nuestro Dios, sólo Yahvéh. Amarás a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.

Deuteronomio 6:4:5

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Levítico 19:18

Si os dijo el Señor: “Amarás a Dios de todo corazón y espíritu y a tu Semejante como a ti mismo”, y si el Maestro os predicó la Doctrina del Amor, esta Voz espiritual que proviene de la misma fuente, viene a deciros que os abracéis a la Ley del Amor, porque ella tiene una fuerza que no encontraréis en los mayores ejércitos del mundo, y que sus conquistas serán firmes y duraderas, porque todo lo que construyáis sobre cimientos de amor, tendrá vida eterna. X.293:67

Hoy la humanidad está en desgracia, la mente humana está turbada, el corazón ensombrecido por el poder que el hombre ha alcanzado en la Tierra y el remedio lo ha tenido en todo instante a su alcance, pero lo ha despreciado, ese remedio es el conocimiento espiritual. X.293:68

Bien sabéis que mi Ley os enseña a amarme antes que a todo, no porque el Corazón del Padre encierre egoísmo, sino que debéis comprender que para que podáis amar a la Creación y a vosotros mismos, tenéis que comprender mi amor a través del vuestro, para poder sentirlo por vuestro hermano. Es por eso, que hoy os digo en esta alba de gracia: Quiero que vuestro amor llegue a ser universal, pero en Mí, amándome primeramente a Mí, Amándoos los unos a los otros y amando después a todo lo creado por el Padre, a todas las criaturas, obras perfectas hijas del Padre y por lo tanto hermanas vuestras. XI.332:27

Amadme a través de todo lo creado por Mí y desechad la idea de que Dios pueda estar limitado en alguna forma. La humanidad ha hecho mi imagen bajo diversas formas para sentir que estoy con ella. ¿Por qué no me buscáis a través de mis obras? Yo he dejado que todos podáis contemplar las maravillas que os rodean para que en ellas miréis mi poder, desde las criaturas menos perceptibles hasta el majestuoso astro rey. Mas no os digo que Yo soy la Naturaleza ni que ella es Dios. No os digo tampoco que el Sol es mi Espíritu Divino, porque ellos son apenas átomos de mi obra creadora. VIII.227:40

Si limitaseis vuestra mente a esas creencias, imitaríais a vuestros antepasados, aquéllos que me adoraron a través del Sol. Pero no debéis juzgar mal a vuestros antepasados, porque el hombre de entonces apenas alcanzaba a concebir en esa fuerza el poder de Dios, porque en ella encontraba calor, luz y vida; pensad que no estaban muy lejos de la verdad. VIII.227:41

Es a vuestro espíritu a quien he venido a buscar, preparándole de esta manera para que pronto pueda comunicarse directa y espiritualmente Conmigo; volverá la humanidad sus ojos al Dios vivo y verdadero, olvidando efigies e imágenes. Mas os digo, que nunca os ha faltado mi Ley como luz de salvación espiritual, porque ha mucho tiempo fue inspirada a Moisés, en la cual existen dos preceptos que si fuesen practicados por los hombres, estarían dando fe de toda mi Doctrina, estarían cumpliendo con toda la Ley y estarían a un paso de la perfección; son aquéllos que os hablan de: “Amar a Dios de todo corazón y espíritu, y Amar a vuestros hermanos como a vosotros mismos”. VIII.234:42

No se practica mi Ley entre los hombres, prueba de ello es que existe la injusticia. Ved al rico humillando al pobre, el fuerte dominando al débil, el que goza, sin importarle el que sufre. Por eso he querido en este tiempo hacer justicia, donando a los pobres, a los débiles y a los que sufren para que sus corazones se dulcifiquen y sus labios pronuncien palabras de amor y de perdón, para aquellos por quienes fueron ofendidos. Así os descubro la forma de llegar a poseer los tesoros del Reino. VIII.234:43

El hombre, como criatura de Dios, es hermano de todas las criaturas, de éste y de los demás mundos, porque cada forma es un pensamiento del Padre en manifestación distinta. Si vosotros estáis dotados de razón, comprended que sois parte de la Creación y en este sentido hermanos de todos los seres, y debéis daros cuenta en forma consciente del lugar que ocupáis en ella, en el plano divino y en el concierto universal; ¿por qué no actuáis de acuerdo con la misión que os he venido a revelar? Sed el apóstol de mi Doctrina, con claro criterio de que debéis evolucionar de plano en plano; apiadaos de vosotros mismos, acercaos lo más pronto que podáis al camino de salvación, que no es otro que el del amor perfecto, contenido en esta sencilla máxima: “Amad a Dios sobre todo lo creado y a vuestro prójimo como a vos mismo”. V.115:7

El segundo sublime Mandamiento

Este es el mandamiento mío: Que os améis los unos a los otros como Yo os he amado.

Juan 15:12

Si en aquel tiempo os dije, que un nuevo mandamiento os iba a entregar al deciros: “Amaos los unos a los otros”, hoy os digo, que ese mandamiento sigue siendo el primero y el último. V.152:4

“Amaos los unos a los otros”, fue el último mandamiento que dejé a mis discípulos en aquel tiempo. Mandamiento es lo mismo que Ley, por lo tanto, en esa Ley de amaros como hermanos en Dios, reuní todos los preceptos, todas las máximas y proverbios conocidos, para que supieseis que el AMOR es la Ley que rige la vida. V.140:10

Sólo Cristo, el Cordero, reveló al mundo esa luz, por lo que os digo, que vendrá la hora en que todos los hombres se unifiquen en la verdad de ese mandamiento. V.140:11

Jamás había sido tan clara y extensa mi palabra, como en este Tercer Tiempo, en que he venido a humanizarla. Mi palabra os hace comprender lo que os entregué en las dos Eras pasadas. Toda mi Doctrina se encierra en dos preceptos que os legué desde el principio: “Amarás a Dios con todo tu corazón y espíritu” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Más tarde Jesús os vino a decir: “Amaos los unos a los otros”. Ahora vengo a continuar mis enseñanzas, para dejar consumada mi Obra entre vosotros, en cumplimiento a mi promesa de volver. VIII.208:3

También os he dicho: Si queréis poseer un espíritu fuerte y sano y la esperanza de alcanzar el galardón que os he prometido, practicad mi Ley cumpliendo con los preceptos que os dicen: “Amarás a tu Dios de todo corazón y espíritu, y Amaos los unos a los otros”. III.80:60

Para cumplir con mi Ley no basta hablar de Mí, ni basta que seáis los grandes analizadores de mi Obra para creer que sois mis apóstoles, porque más grande será ante Mí aquel humilde de que no sepa expresar mi palabra pero que en cambio, sepa practicar el amor y la caridad entre sus hermanos. III.80:61

Quiero que os miréis como verdaderos hermanos, que viváis unidos, para que lleguéis a sentiros más próximos los unos a los otros, para que estéis más cerca de Mí. Los que hayáis alcanzado mayor comprensión de mi Obra, enseñad a vuestros hermanos, a todos aquéllos que van dando sus primeros pasos. Daos la mano, protegeos los unos a los otros. Esta es mi voluntad. III.219:66

¡Levantaos, humanidad, encontrad el camino, encontrad la razón de la vida! ¡Uníos pueblos con pueblos, amaos todos! ¡Cuán delgado es el muro que divide un hogar de otro, y sin embargo, cuán distantes se hallan sus moradores unos de otros! Y en las fronteras de vuestros pueblos, ¡cuántas condiciones para que dejéis pasar el extranjero! Y si esto hacéis entre humanos, ¿qué habéis hecho con los que se hallan en otra vida? Poner entre ellos y vosotros, cuando no el velo de vuestro olvido, el de vuestra ignorancia que es como densa tiniebla. VI.167:31

Cuando os dije: “Amaos los unos a los otros”, no quise deciros que esto sólo debía de ser entre humanos, sino aun de un mundo a otro; mas ahora os digo que, cuando penséis en los que decís se han “ido”, no los sintáis distantes ni los imaginéis insensibles. No améis a muertos ni recordéis a muertos, sólo debéis de reconocerlos vivos, porque ellos habitan en la eternidad. VI.173:73

Amaos y respetaos unos a otros, sea cual fuere vuestra creencia, ideal y condición espiritual. Practicad la unión. Perdonad también. No toméis las causas ajenas para juzgarlas. Mas si queréis interceder, hacedlo, y día llegará en que os uniréis e iréis en pos de un ideal. VIII.237:48

Cuando vine al mundo a vivir con los hombres, lo hice para enseñarles a ser hermanos. Tomé carne en María, y os llamé mis hermanos para enseñaros cómo debíais Amaros los unos a los otros. Toda mi Doctrina se concretó a mostraros esa Ley divina y única con la que podríais amar y glorificar al Padre. ¿Cómo llegaréis a amarme sin amaros vosotros? De cierto os digo, que todo lo que llegareis a ofrecerme, es mejor que lo compartáis entre vuestros hermanos; porque el Padre todo lo posee y en cambio a vosotros todo os falta. VII.201:24

“Amaos los unos a los otros”, he ahí mi máxima, mi Mandamiento supremo para los hombres, sin distinción de credos o de religión. V.129:40

Mi paz sea con vosotros.

Tercer libro

1. Normas y preceptos

Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

“Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?” Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron un denario. Y les dice: “¿De quién es esta imagen y la inscripción?” Dícenle: “Del César”. Entonces les dice: “Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios”.

Mateo 22:17:22

Os enseñé a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, mas para los hombres de hoy sólo existe el César y a su Señor nada tiene que ofrecerle. Y si al menos le dieseis al mundo lo justo, vuestras penas serían menores; pero el César que habéis puesto delante de vuestras acciones, os ha dictado leyes absurdas, os ha convertido en esclavos y os quita la vida sin daros nada en compensación. VI.155:15

Estudiad cuán distinta es mi Ley, que no ata al cuerpo ni al espíritu, sólo os persuade con amor y os guía con dulzura; todo os lo da sin interés y egoísmo y todo lo premia y os lo compensa a lo largo del camino. VI.155:16

Si la humanidad cumpliese con los preceptos de mi Ley y armonizara su naturaleza material con la espiritual, su existencia sería más plácida, el camino sin tropiezos y el trabajo sería ligero. No la azotarían las enfermedades ni envejecería prematuramente. II.43:20

Yo os he enseñado desde los primeros tiempos, una Ley que es justa con el espíritu y con la materia; recordad que en cierta ocasión dije: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. V.135:25

Muchos se sorprenderán y hasta os juzgarán mal cuando escuchen que siendo mis discípulos, cumplís con la ley del trabajo material, cuando miren que tenéis esposa o esposo, que tenéis hijo y familia, que sabéis recrearos en la contemplación y en los frutos de la Naturaleza, a la que amáis como a una madre. Entonces os preguntarán: “¿Por qué si sois siervos del Señor no vivís sólo en la contemplación de lo espiritual?” V.135:26

He sometido al hombre a dos leyes y es mi voluntad que vosotros, mis labriegos, cumpláis con ambas, para que, unificados el espíritu y la materia, hagáis obras de perfección en vuestra vida. En cada una de mis leyes he derramado mi sabiduría y perfección. Cumplid con las dos, que ellas os conducirán a Mí. No queráis vivir en la Tierra como si ya estuvieseis en espíritu, porque caeríais en fanatismo, que es falsa espiritualidad; con ello enfermaría vuestro cuerpo e irá a la tumba antes de tiempo, sin haber terminado vuestra misión. Comprended entonces, que el espíritu fue dotado de una inteligencia superior para ser guía y maestro de la materia. V.112:48

Vuestro mundo está lleno de esclavos, esa es la causa de que en cada hombre aliente un profundo anhelo de libertad; pero no debéis culpar de ello a las leyes del espíritu ni a las humanas, sino a vosotros mismos, porque la verdadera ley, ya sea divina o humana, debe conducir, guiar, enseñar y proteger, pero nunca encadenar. VII.176:50

Comprended que no sois libres espiritualmente, porque alejados de la esencia divina, de la Ley de Amor a vuestro Dios sobre todo lo creado y de Amaros los unos a los otros como hermanos en el Creador, os habéis hecho esclavos del fanatismo religioso, de la idolatría y de la superstición. VII.176:51

Tampoco sois libres dentro de las leyes humanas, porque éstas, que deberían impartir la justicia entre la humanidad, han sido contaminadas por el egoísmo de los pueblos, por la injusticia y por la mentira. VII.176:52

Los que gobiernan y los que están encargados de conducir a los espíritus, son también hijos de mi Divinidad; las leyes que unos y otros aplican deben ser hermanas y, sin embargo, cuán distantes caminan y viven unos de otros. VII.176:53

¿Cuándo podrá llegar la humanidad a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César? VII.176:54

Mientras unos se concretan a cumplir únicamente con las normas del mundo, desconociendo toda Ley divina, otros buscan la elevación del espíritu a través de los caminos que les marcan las diversas religiones, a pesar de llevar la rebeldía en su corazón, evitando el someterse a las leyes de la Tierra. VII.176:55

En verdad os digo, que ni uno ni otro están cumpliendo con su deber. VII.176:56

Mi Doctrina ha enseñado siempre al hombre a no ser materialista, pero dista mucho de enseñaros el desprecio por los bienes de la Tierra. Yo os digo: Amad la Tierra, sus maravillas, sus bellezas, sus goces, con ese amor con que debéis amar todo cuanto Yo he creado; pero estad preparados a renunciar a todo, cuando sea preciso, y no olvidéis que vuestro espíritu es pasajero en esta vida y tendrá que retornar a la morada que dejó, de la que añoráis espiritualmente su paz. IX.256:34

Hoy me preguntáis desde lo más profundo de vuestro corazón: “¿Si debéis despreciar la vida material y olvidar todo lo que amáis en la Tierra para servirme mejor?” A lo cual os contesto: Que quien creyese que Yo he dicho esto, se encuentra en un error y que no ha analizado mi enseñanza. IX.256:35

¿Cómo concebís que Yo os prohíba lo que la vida material os ofrece, si he creado la Naturaleza para sustento de mis hijos? Nada de lo hecho por Mí puede estar en contra vuestra para que os lo prohíba, pero tomad todo con medida. Si Yo os he hablado de que debéis de apartaros de la lujuria y del materialismo, siempre me he referido a bajas pasiones, a vicios, a frivolidades o al uso de lo superfluo y de lo malo. IX.256:36

Ahora que vengo haciendo amplia explicación de mi enseñanza, he de haceros comprender que todo lo que hagáis fuera de las leyes que rigen al espíritu o la materia, es en perjuicio para ambos. IX.256:37

El culto que debía ofrecerme vuestro espíritu en forma elevada y pura, se materializó en vuestro corazón, al ofrecérmelo vuestro cuerpo, forjándose la oración en la mente y pronunciándola los labios; ofreciéndome los frutos de la Naturaleza como si fuesen obras vuestras; recreando vuestros sentidos con el brillo de las ceremonias, mientras vuestro espíritu se presentaba ante Mí, desnudo, hambriento, mudo y torpe, porque la misión que a él le correspondía la había usurpado la materia. VIII.229:58

En el Tercer Tiempo, mi Doctrina espiritual dará al espíritu la libertad para extender sus alas y elevarse al Padre para consagrarle el verdadero culto. VIII.229:59

Mas también el hombre en cuanto humano, tiene un culto que rendir al Creador y ese tributo consiste en dar cumplimiento a sus deberes en la Tierra, practicando las leyes humanas, teniendo moral y buen juicio en sus actos; cumpliendo con los deberes de padre, de hijo, de hermano, de amigo, de señor y de siervo. VIII.229:60

El que viva de esta manera, me habrá honrado en la Tierra y dará ocasión a que su espíritu se eleve para glorificarme. VIII.229:61

El amor del espíritu no deberá concretarse a vuestros hijos y hermanos materiales; el Amor espiritual debe ser universal, para que ame sin distinción de clases, ni de planos de evolución espiritual. VIII.229:62

El espíritu debe ser fuerte ante las flaquezas de la materia, que es la que lo induce al fanatismo y a la idolatría; deberá despojarse de prejuicios y pasiones para que sepa conceder la razón al que la posea y aceptar la verdad en donde ésta se encuentre. VIII.229:63

Entonces seréis hombres de paz que con vuestra vida deis cumplimiento a la frase mía de: “Dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”; no dando al Padre lo que pertenezca al mundo, ni ofreciendo al mundo lo que pertenece a Dios; sino sabiendo armonizar todas las leyes, para llegar a un cumplimiento justo de ellas, reconociendo que toda Ley divina de amor y de justicia ha brotado de Mí. VIII.229:64

Hombres espiritualizados son los que van a ostentar dignamente el nombre de discípulos de Cristo en el Tercer Tiempo; hombres que sepan dar a Dios lo que es del espíritu y al mundo lo que es de la materia; hombres que hagan de todas las leyes una sola, que es la de amar a su Creador y amarle en sus Semejantes. IX.252:3

Un hombre preparado espiritualmente por mi Doctrina estará capacitado para realizar obras sobrehumanas. IX.252:4

De su espíritu y de su cuerpo emanará una luz, una potestad y una fuerza que le permitirá realizar lo que la inteligencia sola no es capaz de llevar a cabo. IX.252:5

En verdad veréis entonces cómo la humanidad, despertando de hombre en hombre, de corazón en corazón, tendrá que penetrar en el Templo, en el Santuario, en la verdadera Iglesia del Espíritu Santo que es la Obra Universal, que es la Ley de Dios, Ley de justicia y de amor. Vosotros veréis a los hombres confundirse con el Espiritualismo, aún buscándolo, aún persiguiéndolo y alegrándose de haberlo encontrado, veréis a los hombres caer en confusión espiritual, en grande fanatismo; porque para que una Doctrina se establezca en verdad en el corazón del hombre, antes tendrá que ser como un pasto de fanatismo y de la idolatría de la humanidad. Será muy grande el fanatismo espiritual del hombre en el Tercer Tiempo; con tanta fuerza a él querrán entregarse, que desconocerán la misma vida material, desconocerán su materia, desconocerán muchas leyes materiales para entregarse de lleno solamente a lo espiritual, para pensar, para soñar, para vivir solamente la existencia del espíritu, olvidándose de lo material; pero entonces las mismas leyes materiales que tienen principio de justicia en lo espiritual, se encargarán de despertarlos, de tocarlos, de reprenderlos y de corregirlos. XII.345:75

Yo os digo, que cuando el hombre sea grande y elevado por el cumplimiento de la Ley y viva verdaderamente unido y en armonía con el espíritu, dejarán de existir para él las dos vidas que ahora dividen su existencia y que son la humana en la Tierra y la espiritual en el Mundo universal e infinito del espíritu. VIII.211:68

Entonces no contemplará más que una existencia, porque en su ser sólo habrá una voluntad; ya no existirá lucha entre la carne y la Conciencia y se sentirá fundido a la Vida universal. Habitará en lo espiritual o en la Tierra y doquiera esté, se sentirá en la casa de su Padre; en todo sitio gozará de la presencia del Señor y en todas partes estará cumpliendo consciente y obedientemente su misión. La muerte de la materia dejará entonces de significar lo que ahora significa. Esos serán los que venciendo la muerte, penetren en la Vida Eterna. VIII.211:69

Tampoco está en lo justo quien cree que hay que pensar siempre en la muerte y despreciar lo que esta vida os ofrece, por ser ella perecedera: Ése no ha sabido interpretar mi palabra; más bien, ni siquiera la conoce. IV.103:33

No olvidéis vuestros deberes espirituales para con los que aún se encuentran materializados; recordad que os he dicho, que no debéis preocuparos por el día de mañana, todo está previsto y concedido por Mí, sólo debéis confiar en vuestro trabajo que siempre será bendecido por vuestro Señor. No os quiero sólo espirituales, os he dado dos leyes a las que debéis de atender, la una rige al espíritu y os inspira sentimientos y pensamientos elevados; la otra os mantiene en armonía con la naturaleza material y ambas os identifican Conmigo en su armonía perfecta. IV.95:36

Todas las cosas son lícitas

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: “De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio”.

Génesis 2:15:17

Todo es lícito, mas no todo es conveniente. Todo es lícito, mas no todo edifica.

1 Corintios 10:23

No os prohíbo que probéis los frutos de los árboles, pero es menester que estéis preparados para que sepáis distinguir el fruto bueno del malo. V.131:6

Siempre os diré: Tomad de las satisfacciones que vuestro mundo os pueda proporcionar, pero tomadlas bajo mi Ley, y seréis perfectos. VI.155:50

Oís con frecuencia el reclamo de la Conciencia y es porque no habéis armonizado materia y espíritu, con la Ley dada por Mí. VI.155:51

Muchas veces seguís pecando porque creéis que no tenéis perdón; creencia ignorante, porque mi Corazón es una puerta eternamente abierta para el arrepentido. VI.155:52

No vengo a privaros de nada de lo que en esta Naturaleza he depositado para la conservación, la salud, el sustento, el bienestar y el goce de mis hijos; por el contrario, os digo, que así como ofrezco el pan del espíritu y os invito a aspirar esencias divinas y a saturaros de efluvios espirituales, no desconozcáis ni os alejéis de cuanto os brinda la Naturaleza, ya que así lograréis la armonía, la salud, la energía, y por lo tanto, el buen cumplimiento a las leyes de la vida. VIII.210:22

Sé que mientras estéis en este mundo, vuestro corazón y vuestros sentimientos latirán para él; pero luchad contra todo lo superfluo, lo vano y lo frívolo. No os aconsejo que os encerréis en claustros, renunciando al mundo y al trato con vuestros Semejantes, porque vuestro amor y servicio a mi Divinidad sería mal entendido. No aspiréis a ser puritanos, olvidando que estáis sujetos a cumplir con las leyes de la Naturaleza. VII.187:21

Cumplid con las leyes a que os ha sujeto el Creador; unas pertenecen al espíritu, otras a la materia, y sólo os mando que renunciéis a lo superfluo, a la vanidad y a la hipocresía. VII.187:22

Cuando sentís los goces de la vida, atribuís al mundo este placer, y os digo: Os quiero alegres, por eso envío a vosotros esos momentos de felicidad, porque cuando el hijo sonríe, sonríe también el Padre. Buscad los goces sanos que no perturban al espíritu y en ellos me encontraréis. Mas si podéis sonreír en medio de vuestros sufrimientos, ¡bienaventurados seáis! VIII.241:49

En los días de placer he compartido vuestras alegrías y he sonreído cuando habéis sonreído llenos de inocencia por los sanos goces que encontráis a vuestro paso. Invocadme con respeto cuando en medio de los vicios os encontréis, sabiendo que hacéis daño a vuestro espíritu y causáis degeneración a la envoltura. No me busquéis en la sombra ni en el materialismo de una vida complicada o artificial. VI.161:2

Cuando os he dicho que os apartéis de los placeres habéis interpretado mal mi palabra, llegando a pensar que más me agrada veros en los sufrimientos que en los goces, y estáis en un error. Si soy vuestro Padre, ¿cómo concebís que prefiera miraros llorar que reír? Al deciros que os apartéis de los placeres, me refiero únicamente a aquellos que son insanos para el espíritu o nocivos para vuestra materia.Mas Yo os aconsejo que procuréis todas aquellas satisfacciones sanas para el espíritu y para el corazón que estén a vuestro alcance. X.303:27

Es tan dura la prueba que encierra la vida del hombre, que es menester endulzarla con todos aquellos goces espirituales y materiales que le hagan más amable y llevadero el peso de la cruz. X.303:28

Yo bendigo a todos aquellos que saben encontrar en el calor de su hogar los mejores goces de su existencia, procurando con su cariño de padres a hijos, de hijos para con sus padres, y de hermanos con hermanos, formar un culto, porque aquella unión, aquella armonía y aquella paz se asemejan a la armonía que existe entre el Padre Universal y su familia espiritual. X.303:29

En esos hogares brilla la luz del espíritu, habita la paz de mi Reino y cuando las penas llegan a presentarse, son más llevaderas y los momentos de prueba menos amargos. Más meritorio es aún en aquellos que buscan satisfacción procurándosela a los demás y gozan con la alegría sana de sus Semejantes. Esos son apóstoles de la alegría y cumplen con una grande misión. X.303:30

En verdad os digo, que si supieseis buscar instantes de satisfacción y alegría, así como de tener horas de paz, las tendríais en todos los días de vuestra existencia, pero para eso, elevad primero vuestro espíritu, elevad vuestros sentimientos y la forma de pensar sobre la vida. X.303:31

Si conocéis la Ley del Padre, nada tendréis que temer, porque sabréis tomar lo que os corresponde dentro de mi Ley. VI.159:18

Cumplid con lo que os ordena mi palabra, porque quiero hacer de vosotros un pueblo de paz y progreso, porque sois el pueblo que busco; sois Israel, en el cual se encuentra Leví al que he acrisolado para que en este tiempo me sirva. VI.159:19

En el Primer Tiempo el Padre ungió a Leví para que de él brotaran los servidores del culto divino y fueran los intérpretes de mi inspiración y de mi Ley; por eso veis que entre los novicios busco a mis servidores, a aquellos que han de caminar hacia otras naciones a cumplir mi mandato. VI.159:20

No he venido a pediros sacrificios sobrehumanos. Ni al hombre le he exigido que deje de ser hombre por seguirme, ni a la mujer le he pedido que deje de serlo para cumplir con una misión espiritual. Al esposo no lo he separado de su compañera, ni a ella la he distanciado del esposo para que puedan servirme, ni a los padres les he dicho que abandonen a sus hijos o que dejen el trabajo para que puedan seguirme. V.133:55

A unos y a otros, al convertirlos en labriegos de esta campiña, les he hecho comprender que no por ser mis siervos dejan de ser humanos y que por lo mismo tienen que saber dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que a él corresponde. V.133:56

La vida humana tiene leyes que debéis cumplir para estar en armonía con ella; la Naturaleza exige de vosotros su tributo. Dad a cada ley el cumplimiento que corresponda, mas nunca os confundáis y me ofrezcáis el tributo que al mundo pertenece, ni a él deis la ofrenda que para mi Espíritu debía ser; sabed que quien cumpla con ambas leyes, tanto en lo espiritual, como en lo material, me está glorificando y llegará a Mí. II.51:49

Por eso mi enseñanza no se concreta solamente al espíritu, sino también a la vida humana, a la moral que dentro de ella debe tener el hombre, porque si os profundizáis en estas lecciones, veréis que la vida es una sola y el camino uno solo también. No os sorprendáis que os diga: Que dignifiquéis a la familia, que améis a vuestros padres, que los esposos se amen, que el hombre no vea en la mujer una sierva sino a su digna compañera; que la mujer vea en el hombre a su baluarte, su escudo; que los padres traigan al mundo hijos sanos y que los guíen por el sendero del bien. II.51:50

Tampoco os sorprendáis si os digo: Que si el César os pide el tributo del trabajo, cumpláis con él, porque también es ley que pesa sobre el hombre. Tomad las herramientas de la labranza y arrancad a la tierra sus tesoros y sus frutos de amor. II.51:51

Buscad vuestro progreso dentro de la vida humana, mas nunca os dejéis dominar por desmedidas ambiciones, porque entonces perderéis vuestra libertad y os esclavizará el materialismo. II.51:52

¿De qué se podrá acusar al pueblo Espiritualista cuando él cumpla con la Ley espiritual, con la Ley moral y con sus deberes materiales y vaya dejando en su camino una huella de virtud? Mas guardaos de todo aquello que Yo no os haya enseñado, para que no os hagáis reos de la justicia humana; hoy os digo como en el Segundo Tiempo: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, y nadie os encontrará mancha que juzgar. VII.199:11

Desde el principio de los tiempos ha existido la lucha entre el espíritu y la materia, al tratar de comprender qué es lo justo, lo lícito y lo bueno, para hacer una vida ajustada a la Ley presentada por Dios. En medio de esa lucha os parece como si un poder extraño y malévolo os indujese a cada paso a alejarse de la batalla, invitándoos a continuar por la senda de la materialidad, en uso de vuestro libre albedrío. Yo os digo, que no hay más tentación que la fragilidad de vuestra materia: Sensible a cuanto le rodea, débil para ceder, fácil para caer y entregarse, mas quien ha logrado dominar los impulsos, pasiones y debilidades de la materia, ese ha vencido la tentación que en sí mismo lleva. IX.271:50

¿Qué de nuevo viene a enseñar el Espiritualismo, si ya la Doctrina de Amor dada por Cristo en el Segundo Tiempo os mostró el camino a seguir? He venido a haceros entender aquella palabra y a explicárosla con mayor amplitud y enseñaros a practicarla espiritualmente. IX.271:51

La Doctrina de Jesús fue perfecta, ya que os fue revelada por el Verbo hecho hombre, en el cual se ocultó Dios. Aquel Verbo que en Jesús habló al mundo es el mismo que os habla ahora en Espíritu y que ha venido a deciros que aquella enseñanza, aquellas obras y ejemplos que legué cuando habité entre vosotros, las sepáis aplicar a vuestra vida, que no porque os consideréis muy evolucionados y viviendo en una época muy distante de aquella, creáis que mi palabra está fuera de época. En el Espiritualismo podréis hallar la forma de aplicar mi Doctrina y mis ejemplos a la Era que vivís y a la evolución que tenéis. IX.271:52

Ya os he dicho que Espiritualidad no quiere decir misticismo, ni fanatismo religioso o prácticas sobrenaturales. Espiritualidad quiere decir: Armonía del espíritu y de la materia, observancia de las leyes divinas y de las humanas, sencillez y pureza en la vida, fe absoluta y profunda en el Padre, confianza y alegría de servir a Dios en vuestros Semejantes; ideales de perfeccionamiento de la moral y del espíritu. X.279:66

Mas así como despierto en vosotros un anhelo de eternidad y perfección, también os digo: No por esto creáis que quiero que desconozcáis la vida material. No interpretéis mal mis enseñanzas. Todo cuanto fue creado y puesto en la Tierra es para vuestra felicidad. III.80:58

Los patriarcas y los justos os enseñaron con su ejemplo a vivir felices en la Tierra gozando de los bienes naturales y cumpliendo también con la Ley espiritual; imitadlos y volveréis a ser sanos y fuertes. Quiero un pueblo fuerte entre vosotros que se levante luchando y defendiendo la verdad. Si Yo os enseñase a apartaros de la Naturaleza entonces ésta vendría en contra vuestra. III.80:59

En Dios no existe contradicción aun cuando los hombres creen a veces encontrarlas en mis enseñanzas. III.80:60

El espíritu se sirve del corazón para amar a través de la materia. Si amáis sólo por la ley de la materia, vuestro amor será pasajero, porque ella es limitada, mas cuando améis espiritualmente, ese sentimiento se asemejará al del Padre, que es eterno, perfecto e inmutable. VII.180:25

Padece el hombre en este tiempo, porque se ha alejado del cumplimiento de las leyes divinas, morales y naturales, y busca remedio en lo ficticio de este mundo. No sabe que el origen de su mal está en su espíritu. No ha querido volver hasta ahora al principio de las leyes, al orden, al cumplimiento espiritual y no ha recurrido a la fuente de donde brota todo bien. Mientras no vuelva humilde su mirada a Mí, y sus fibras sensibles permanezcan endurecidas, y la fe no sea su guía, la humanidad seguirá cayendo en confusión, seguirá enfermando y pereciendo: Yo os dejo, pueblo de Israel, lleno de fortaleza, paz y curación, para que los derraméis en mi Nombre, sobre vuestros hermanos. X.291:70

Deteneos por un instante a contemplar la carrera vertiginosa de este mundo hacia el abismo. ¿Qué busca la humanidad? ¿Cuál es su anhelo que contemplo en ella? Sólo el dolor, la desesperación y la muerte. Ha callado la voz de la Conciencia y apagado su lámpara; vive el gran día de su expiación y su dolor es grande. X.291:71

¡Detenedla, pueblo, antes que caiga más! Luchad con vuestra oración y vuestro pensamiento. Enseñad con el ejemplo, y cuando las pruebas lleguen a vosotros, dad muestra de vuestra fe y esperanza y en aquellas encontrad sólo el motivo para purificar vuestro espíritu. Sed sencillos en todos vuestros actos, para que puedan comprenderos vuestros hermanos, no compliquéis vuestra vida, llevad la mansedumbre de Jesús, la sencillez de los niños y de los ancianos, porque estas virtudes son signo de la espiritualidad. X.291:72

No penséis que os estoy pidiendo que me dediquéis todas las horas de vuestra vida; tenéis vuestros deberes en la Tierra a los que tenéis que dar cumplimiento y debéis saber que también ellos son sagrados y forman parte de vuestro destino espiritual. VI.201:45

Para Mí sólo os pido una corta oración espiritual en cada día, pero en esos instantes que me dediquéis, debéis despojaros de todas las pequeñeces y miserias humanas, para que verdaderamente lleguéis a estar ante mi presencia y gocéis de mi caricia y de mi paz. VI.201:46

No siempre el hombre interpreta bien mis enseñanzas. Yo nunca os he enseñado a que desconozcáis o dejéis de saborear el buen fruto que mis leyes ordenan y conceden, solamente he venido a enseñar que no persigáis, mucho menos améis, lo inútil, lo superfluo; que no toméis lo perjudicial, lo ilícito como frutos favorables al espíritu o a la materia. Mas todo aquello que sea lícito y benéfico al espíritu o al corazón, eso os lo he confiado porque está dentro de mis leyes. XI.332:4

Otra lección os he dado: Que vuestro espíritu sepa renunciar a su materia cuando el tiempo del llamado sea para él, que cuando vuestro espíritu tenga que traspasar los umbrales del Más Allá, sepa renunciar al sustento y a los eslabones de la Tierra. En verdad os digo: El espíritu una vez desprendido de la materia, no penetra en ceguedad para los bienes materiales; antes por el contrario es cuando permito que vuestro espíritu adquiera mayor conocimiento, para que admire más las obras de la Creación, para que penetre más en el sentido de la vida, para que comience con sus alas espirituales a abarcarlo todo, para que su mirada traspase aquellos horizontes que eran como límite para su inteligencia en la Tierra y entonces principie en verdad a amar al Padre y a la Creación divina con verdadero Amor universal. Es cuando desaparece para el espíritu toda condición humana, linaje o casta; es cuando deja de amar solamente a los que le pertenecieron como familia terrestre, para comenzar a amar a todos sus Semejantes con Amor espiritual. Ese es el amor que os he enseñado a través de todos los tiempos. XI.332:5

Los gobernantes

No blasfemarás contra Dios, ni maldecirás al principal de tu pueblo.

Éxodo 22:28

Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: Sea al rey, como soberano, sea a los gobernantes, como enviados por Él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien.

1 Pedro 2:13:14

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación. En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios.

Romanos 13:1:3

Quiero también enseñaros a cumplir vuestros deberes para con los que gobiernan en el mundo: Si queréis que sus determinaciones sean favorables y justas para sus pueblos, debéis ayudarlos con la oración. VI.170:54

Si en vez de cumplir en esta forma les abandonáis y os dedicáis sólo a criticar sus determinaciones, dejaréis que su ánimo decaiga en la lucha y queden expuestos a influencias nocivas. VI.170:55

Velad por vuestros gobernantes y respetad sus determinaciones. He mantenido en paz esta nación, porque quiero que sea refugio para los corazones fatigados y un rincón de paz sobre la Tierra. No dejéis que la guerra llegue a ella; mas si la llamáis, si así lo deseáis, que no se haga mi voluntad sino la vuestra. V.140:63

He mirado vuestra inconformidad con los gobernantes de las naciones, sin comprender que son instrumentos de los que me sirvo para pulimentar a los pueblos. No habéis sabido uniros en pensamiento para ayudar al que he designado para que rija los destinos de la nación. Os oponéis y causáis división, cuando os he aconsejado unificación y acatamiento a mi voluntad. Amaos y que vuestra oración les prepare y ayude espiritualmente. II.55:8

Poned en cada uno de vuestros actos lo que os señale vuestra Conciencia, para que ellos encierren justicia. Respetad a vuestros gobernantes, responded a sus llamados y trabajad con ellos por el bien de todos. XI.51:53

Cumplid con las leyes que rigen al país en que vivís y tened respeto hacia aquéllas que rigen a los demás pueblos. VII.199:12

Sólo mi Doctrina podrá daros la norma para que alcancéis esa armonía entre el espíritu y la materia y la única forma para que hagáis en el mundo obras dignas de vuestro Padre, obras de discípulos en camino de convertirse en maestros. IX.269:39

Así os preparo llenos de luz, ¡oh, mis discípulos!; así os conforto y os hago contemplar los horizontes infinitos que os muestra mi Obra, para que llevéis este Mensaje de esperanza y de luz a toda la humanidad; para que la hagáis mirar, el verdadero sentido de la vida humana y de la vida espiritual, pero no solamente llevéis mis enseñanzas en la palabra, sino en la obra, porque quiero que vosotros penetréis de lleno en la práctica de mi Doctrina y así seáis los buenos Espiritualistas, los que sepáis dar al mundo lo que es del mundo y a Dios lo que es de Dios. Lo que corresponda a vuestra materia, sea dado con justicia, con caridad y amor a ella, y lo que corresponda a vuestro espíritu, sea dado con amor y caridad a él también; que tengáis un tiempo para vuestros deberes terrestres y un tiempo también para vuestros ejercicios espirituales, para las prácticas espirituales y para el desarrollo de las mismas. XII.345:84

Sabed que este mundo lo mismo es para la materia que para el espíritu; por eso siempre he venido a enseñaros a cumplir con la ley material, ayudando a la vez al espíritu en su evolución. A los materializados del Segundo Tiempo tuve que decirles para hacerles comprender: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. I.20:62

La Ley espiritual es antes que la humana, por lo tanto, debéis darme vuestro tributo antes que al mundo. Mirad la Naturaleza con sus campos y montañas, sus mares, selvas y desiertos, toda ella está tributando en todo momento su ofrenda al Creador que le ha dado vida y le sustenta. Todos me manifiestan su tributo dando testimonio de Mí. ¿Por qué vosotros no me ofrecéis un culto digno? ¿Por qué pedís mi presencia, para después dudar de Mí? I.15:42

Espíritu y materia, son dos naturalezas distintas, de ellas está formado vuestro ser y sobre ambas está la Conciencia. La primera es hija de la luz, la segunda proviene de la tierra, es materia, ambas están unidas en un solo ser y luchan entre sí guiadas por la Conciencia, en la cual tenéis la presencia de Dios. Esa lucha hasta ahora ha sido constante pero al final, espíritu y materia cumplirán en armonía la misión que a cada una le señala mi Ley. I.21:40

De vuestra elevación espiritual depende vuestra tranquilidad, Yo tengo más que daros que vosotros que pedirme. Cuando os entreguéis al trabajo espiritual, hacedlo con todas las fuerzas de vuestro ser, y cuando vayáis al mundo a labrar el pan del cuerpo, trabajad con amor para que deis cumplimiento a las leyes que os rigen. IV.95:41

No vengo a ataros a mis mandatos, sólo os inspiro con amor, porque no recibiré otro cumplimiento que no sea el que haya nacido de vuestro espíritu preparado en mi enseñanza. Sed libres dentro de mis leyes, pero llevad por hábito la obediencia. Dad cumplimiento a las dos leyes que rigen al hombre y que en esencia forman una sola porque ambas proceden de Mí. X.281:37

Bien está que en la vida material os apeguéis a las leyes de vuestra naturaleza, mas también comprended que dichas leyes no son eternas. VIII.213:34

Vivid en armonía con las leyes naturales y con las leyes espirituales y seréis siempre sanos de cuerpo y de espíritu. III.80:44

En verdad os digo, que mis leyes tanto divinas como humanas son sagradas y ellas mismas juzgarán al mundo. V.122:57

Vivid en la Tierra, como os ha enseñado mi palabra. Vivid la lucha, amad y buscad todo lo bueno, deleitaos con todo lo que os he confiado, pero dejad que vuestro espíritu, a semejanza de las nubes, flote en los espacios infinitos, lleno de blancura y de luz. V.139:65

Desde el principio de los tiempos os he enseñado a orar, para que siempre estuvieseis en contacto con mi Divinidad. Os dije como en este tiempo, que cumplieses con la Ley divina y también con la humana. La Ley que entregué a los primeros hombres, es la misma que hoy os entrego para su cumplimiento. I.13:28

Mi paz sea con vosotros.

2. Otras normas y preceptos importantes

Ojo por ojo y diente por diente

Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.

Éxodo 21:24:25

Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues Yo os digo: No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra.

Mateo 5:38:39

En los tiempos de Moisés, le fue dada al pueblo una ley de justicia que decía: “Ojo por ojo y diente por diente”. Dicha ley, que hoy os parecería monstruosa y vengativa, era, sin embargo, justa para los hombres de aquellos tiempos. I.16:38

Tiempo después cuando me humanicé en Jesús, me oísteis decir y escrito quedo, que: “Con la vara que midieseis seríais medidos”. Ante esa palabra algunos han preguntado: “¿Si en esa frase existen el amor, la caridad y el perdón que Jesús predicaba?” I.16:39

Tiempo es que Yo mismo os explique el por qué de aquella ley del Primer Tiempo y el por qué de aquella frase de Jesús, porque muchas de mis lecciones he tenido que dároslas por partes a través de los tiempos. I.16:40

En el principio, cuando las fibras del corazón del hombre eran insensibles al sentimiento del perdón, de la caridad y la tolerancia, aún adormecidos en su espíritu; fue necesario que el hombre se protegiese a sí mismo al igual que sus posesiones, amparado por una ley que le diera derecho a usar su fuerza en defensa propia. Como veis, eran preceptos y costumbres primitivas en un pueblo destinado, como todos los pueblos, a evolucionar. I.16:41

La Ley emanada de la palabra de Jesús, llego más tarde a iluminar la vida de los hombres y os dijo: “Amaos los unos a los otros”. También os reveló que: “Con la vara que midieseis seríais a vuestra vez medidos”, con lo que os dio a entender el Maestro, que aquella justicia que por mano propia se había hecho el hombre, pasaba a ser derecho exclusivo de la Justicia divina. Entonces el hombre supo que según juzgase, así sería juzgado por Dios, y que según sembrase en la Tierra, así sería la cosecha que recogiera en el Más Allá. I.16:42

El hombre entonces detuvo su mano homicida, el malvado muchas veces desistió de sus perversas intenciones y el que intentaba hurtar, sabía y sentía que una mirada desde lo infinito lo contemplaba y un juicio desde ese instante le aguardaba. I.16:43

Los siglos han pasado y los hombres conociendo algo más de la divina justicia, aún no han llegado a comprender la verdad y muchas veces se han confundido, llegando a creer que si han pecado gravemente en la Tierra, inexorablemente tendrán que presentarse ante el tribunal de Dios, para recibir un castigo eterno; a lo cual os pregunto: ¿Qué propósito de arrepentimiento y de cumplimiento a mi Ley podrá surgir en quien de antemano se considera perdido? ¿Qué esperanza podrá albergar el que parta de este mundo, sabiendo que las faltas de su espíritu serán eternas? I.16:44

Fue necesario que Yo mismo viniese a apartar de vosotros las tinieblas de vuestras erróneas interpretaciones, y aquí me tenéis. I.16:45

No tentar a nuestro Padre

No tentaréis a Yahvéh, vuestro Dios.

Deuteronomio 6:16

Se puede lograr de Dios todo cuanto de bueno se desee, sin necesidad de retar su justicia o de desafiar su poder.Mi amor está presto a atender a todo aquél que desea mejorar su existencia. IX.258:51

No imitéis en su incredulidad a los que me piden pruebas para creer en mi existencia, a los que me dicen: “Haz que cese la guerra en un instante, derrama el pan en todas las mesas, y creeré en Ti”. VIII.209:47

El desamparo de las viudas y los huérfanos

No vejarás a viuda ni a huérfano. Si le vejas y clama a mí, no dejaré de oír su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.

Éxodo 22:21:23

Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje y quieren ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas, y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa.

Lucas 20:46:47

He escuchado el corazón de las viudas que me dicen: “Padre mío, miradnos, somos como hojas desprendidas del árbol que vagan a merced de los vientos”. Me he acercado a ellas para decirles: Que no están solas, que aquél que partió en viaje espiritual a otro de los mundos, las está contemplando desde ahí, les ayuda y protege y sólo se les ha adelantado unos instantes para preparar el camino a todos los seres que le fueron confiados. VIII.189:51

Vuestra misión es decir a los huérfanos, que su Madre no está lejos, que su manto de ternura y protección les ha cubierto desde el instante en que perdieron en la Tierra a quienes eran su apoyo y su refugio. Que les enseñéis a encontrar en todas partes aquel celestial calor. X.301:39

A todo el que se encuentre fuerte en el camino, le hago responsable de los pobres huérfanos, de esa niñez desamparada por los hombres, que vaga por las calles en busca de amor maternal. X.301:40

Yo os daré ocasión de trabajar acercando al huérfano, a la viuda, al que ha caído en la lucha, al vencido por el vicio, al hambriento de luz, al sediento de verdad. No atribuyáis a la casualidad los casos que encontraréis a cada paso; pensad que es vuestro Maestro el que llama a las puertas de vuestro corazón. De cierto os digo, que estáis en el tiempo en que vuestro espíritu justifique por medio de la caridad su existencia en la Tierra. IV.93:49

El juicio y el doble filo de nuestra lengua hacia nuestros hermanos

Un solo testigo no es suficiente para convencer a un hombre de cualquier culpa o delito; sea cual fuere el delito que haya cometido, sólo por declaración de dos o tres testigos será firme la causa. Si un testigo injusto se levanta contra un hombre para acusarle de transgresión, los dos hombres que por ello tienen pleito comparecerán en presencia de Yahvéh, ante los sacerdotes y los jueces que estén entonces en funciones. Los jueces indagarán minuciosamente, y si resulta que el testigo es un testigo falso, que ha acusado falsamente a su hermano, haréis con él lo que él pretendía hacer con su hermano. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.

Deuteronomio 19:15:19

Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.

Mateo 18:15:16

Cerrad vuestros labios a la murmuración, a la mofa, el juicio o la crítica. Envainad esa espada de dos filos que hiere a diestra y siniestra cuando la esgrimís; si queréis luchar en mi Nombre, empuñad la espada del amor. II.30:55

Cerrad vuestros labios, para que no vuelvan a proferir blasfemias ni a causar deshonras. En cambio, abrid vuestros ojos para que descubráis el mal y os apartéis de él; mas no juzguéis a vuestra hermana humanidad, porque formáis parte de ella y adolecéis de sus mismos defectos. Cuando vuestros labios y vuestro corazón se laven en las aguas del arrepentimiento y de las buenas obras, comenzarán a hablar con la verdad de mi palabra, la cual Yo os la inspiraré. II.30:56

Las mentes elevadas, cuando se ocupan de los demás, es para alabar las virtudes ajenas o para disculpar sus errores, jamás para juzgar o sentenciar. Las mentes bajas, juzgan, calumnian, publican las faltas ajenas y encuentran placer en ello. IX.256:13

A éstos que juzgan y toman la causa de sus hermanos, les pregunto: ¿Os parece muy liviano vuestro fardo de pecados que aún gustáis de agregar el de los demás? Si no podéis libraros de vuestra carga, ¿por qué la aumentáis con la de vuestros hermanos?; ¿por qué en vez de buscar joyas en vuestros hermanos para iluminaros con su luz, preferís llevaros el cieno, para mancharos vosotros? IX.256:13

¿Por qué no dejáis en Mí vuestra causa? ¿Por qué os hacéis justicia ocupando mi lugar de Juez? ¿No sabéis que estáis en un tiempo de pruebas y restitución? Mirad que todos faltáis a mi Ley y Yo no os he juzgado ni os he delatado en público. I.9:5

Decidme: ¿Os he repudiado cuando habéis faltado? ¿Os he dejado atrás, abandonados, cuando algún tropiezo os ha detenido? ¿Me he ensañado en vosotros cuando habéis caído vencidos por el dolor? Sin embargo, veo que a los que con tanto amor llamo mis discípulos, abandonan a sus hermanos en desgracia, desconocen al que comete un desvío, en vez de atraerle con caridad para ayudarle a corregirse y a veces se convierten en jueces, tomando causas que no les corresponde juzgar. ¿Es ésa mi enseñanza? “¡No!”, me dice vuestra Conciencia; pues quiero que os juzguéis a vosotros mismos minuciosamente, para que podáis ir puliendo tantas asperezas de que adolecen vuestros sentimientos y podáis empezar a ser mis discípulos. IX.268:46

Bienaventurados los que no juzguen las faltas de sus hermanos y eviten que el escándalo sea en torno de ellos, porque manifiestan limpidez en su corazón y saben practicar la caridad. VII.197:7

Sólo tendrá derecho a juzgar aquél que sepa hacerlo y que además, sepa corregir y enseñar con verdadero amor. En las actuales pruebas en que se encuentra la humanidad, puedo deciros que Yo soy el único que tiene derecho a juzgar, porque entre todos los hombres no veo a un justo que tenga derecho de hacerlo. VII.197:8

Quiero que aprendáis a no ser ligeros en vuestros juicios ni a dejaros llevar fácilmente de la primera impresión. Os hago esta advertencia, para que cuando analicéis mi palabra, como cuando tengáis que juzgar sobre doctrinas, religiones, filosofías, cultos, revelaciones espirituales o científicas, reconozcáis que lo que sabéis, no es lo único que existe y que la verdad que conocéis, es una mínima parte de la Verdad absoluta, que se manifiesta aquí en una forma, pero que puede manifestarse en muchas otras desconocidas para vosotros. IX.266:33

¿No creéis que si Yo quisiera, podría señalar a cada uno de vosotros sus defectos? Mas también os digo, que dejaría de ser vuestro Maestro si os delatase de esa manera. Mas si El que todo lo ve, El que os conoce en verdad, El que sabe vuestro pensamiento, no os juzga ante los demás, ni os delata públicamente, ¿por qué hay quienes se empeñan en herir corazones, destrozar felicidades y juzgar vidas ajenas? X.286:47

¡Humanidad, humanidad que vais tropezando los unos con los otros! Os he encontrado negando vuestra iniquidad y haciendo alarde de lo que creéis que es grandeza, mientras escondéis vuestras lacras. Y os digo, que el hombre que halagado cree en su aparente grandeza, es un pobre de espíritu. Y a los que a falta de virtudes murmuran de los defectos de los demás y juzgan las faltas ajenas, debo decirles que son hipócritas y están muy lejos de la justicia y de la verdad. VIII.235:36

Dejad que llegue a vosotros aquél que se ha hundido en el cieno del vicio; si sabéis conmoverlo, él se arrepentirá. Dejad que el harapiento se sienta digno de vuestra casa y de vuestra mesa, pero no sintáis repugnancia por su pobreza, ¿acaso espiritualmente esté más limpio y engalanado que vosotros? II.53:14

A nadie hablaréis con severidad, porque no es así como se redime. Aprenderéis que al pecador no se le injuria para castigar su falta. VI.149:48

Si aquel a quien habláis, tuviese algunos méritos, decídselo; si en él encontraseis alguna virtud entre muchos defectos, no le habléis de los defectos sino de la virtud para estimularlo e impulsarlo hacia el bien. VI.149:50

Que sea el amor el que os guíe, a fin de que lleguéis a convertiros en verdaderos mensajeros del Divino Consolador. Porque vosotros, los que no habéis rodado a un abismo, siempre estáis culpando, estáis juzgando con ligereza, condenáis sin la menor piedad a vuestros Semejantes y esa no es mi Doctrina. VI.149:51

Si antes de juzgar, hicieseis un estudio de vosotros mismos y de vuestros defectos, os aseguro que vuestro juicio sería más piadoso. Consideráis malos a los que están en las cárceles y tenéis por desdichados a quienes se encuentran en los hospitales. Os apartáis de ellos, sin daros cuenta de que son dignos de entrar en el Reino de mi amor; no queréis pensar que también ellos tienen derecho a recibir los rayos del Sol, que fue hecho para dar vida y calor a todas las criaturas, sin excepción alguna. VI.149:52

Estos seres recluidos en lugares de expiación, muchos son espejos en los que la humanidad no se quiere mirar, porque sabe que la imagen que aquel espejo les devuelve, será en muchas ocasiones el de la acusación. VI.149:53

Sed justos en todos vuestros actos y cuando corrijáis a vuestros hermanos, no seáis jueces ni verdugos. No toméis el látigo para castigar a un Semejante. V.41:54

La usura

Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás con él un usurero; no le exigiréis interés. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, porque con él se abriga; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dormir, si no? Clamará a mí, y Yo le oiré, porque soy compasivo.

Éxodo 22:24:26

Amad y dad con desinterés y veréis pronto la recompensa. Llamad a mis puertas y mi voz os responderá. V.134:56

Dad con desinterés absoluto, de lo que Yo os he dado y abriréis muchos ojos a la verdad y conmoveréis con vuestros actos a muchos de vuestros hermanos. Enseñad que quien sirve a la humanidad, me sirve a Mí. V.120:21

Dad, siempre tenéis algo que dar. No imitéis a los ricos avaros; no arrojéis a los enfermos, a los menesterosos, juzgándolos imprudentes. No despreciéis a los hambrientos. VII.182:76

Dad sin condición, no juzguéis la Casa de vuestro hermano, antes conoced bien vuestra morada, para que si la encontráis sucia, la limpiéis y sea digna de recibirme. No miréis si su alfolí está lleno o vacío o si su cuerpo lo cubren las galas o los harapos. Dejad que mi amor dé muerte a todas esas lacras que podrían empañar la luz que debéis reflejar. V.134:66

Quienes no ven en los demás a su prójimo, quienes acumulan riquezas y se apoderan de lo que es de otros, esos no son cristianos, porque no conocen la caridad. VIII.222:45

Si tu hermano se empobrece y vacila su mano en asuntos contigo, lo mantendrás como forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti. No tomarás de él interés ni usura, antes bien teme a tu Dios y deja vivir a tu hermano junto a ti. No le darás por interés tu dinero ni le darás tus víveres a usura.

Levítico 25:35:37

El primer paso hacia la regeneración de los hombres, para que alcancen un estado de elevación espiritual, es la caridad. Caridad para con el espíritu, caridad para con el cuerpo, caridad hacia los Semejantes. Mas, debo deciros que ese sentimiento no ha sido debidamente interpretado. La caridad es un nombre que vosotros le dais a determinadas acciones que lleváis a cabo, las cuales en la mayoría de los casos, no llevan en su fondo piedad o una verdadera intención de aliviar una necesidad. X.287:31

Cuidaos de no entregar una caridad aparente, llevando en vuestro corazón el egoísmo. Haced cuanto bien podáis, sin interés personal. Hacedlo por amor, que es la Ley que os he enseñado y habréis acumulado méritos para la elevación de vuestro espíritu. Mostrad mi enseñanza como Yo os la he entregado; es la misma que mostré a mis profetas y a mis apóstoles de otros tiempos. VII.189:68

En aquel tiempo os dije: “Antes pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico avaro en el Reino de los Cielos”. Hoy os digo, que es menester que esos corazones se despojen de su egoísmo y practiquen la caridad con sus hermanos, para que su espíritu pueda pasar por la estrecha senda de la salvación. No es necesario despojarse de posesiones y riquezas, tan sólo del egoísmo. III.62:65

Cuántos de vosotros fuisteis ayer dueños de algún caudal en la Tierra y os olvidasteis de las miserias y necesidades de vuestros Semejantes; cuando llegó para vuestro espíritu la hora de su juicio, sentisteis que era tan grande vuestro volumen de pecados y la puerta espiritual tan estrecha, que comprendisteis que no podíais pasar. III.62:66

No prestarás a interés a tu hermano, ya se trate de réditos de dinero, o de víveres, o de cualquier otra cosa que produzca interés.

Deuteronomio 23:20

Que no os guíe jamás el interés, ni deis algo pensando de antemano en la recompensa, porque eso ni es amor ni es caridad. No espere vuestro espíritu recoger en el mundo amor, como recompensa a sus buenas obras, porque no habéis venido a la Tierra a recoger amor, sino a sembrarlo. La cosecha no es de este mundo. II.50:41

Hay quienes saben poseer al mismo tiempo los bienes del mundo y los del espíritu, otros a quienes no se les da lo del mundo porque se olvidan de lo espiritual, y otros a quienes sólo les interesa lo del mundo creyendo que las leyes divinas son un enemigo para las riquezas terrenales. VII.197:25

¿Cuándo logrará el rico acaudalado, saber repartir su riqueza entre los pobres? VIII.209:28

¿Cuándo sabrá el hombre regiamente ataviado despojarse de sus vestiduras para cubrir al desnudo? La humanidad está hambrienta de ejemplos y necesidades de justicia y caridad. VIII.209:29

No hacer distinción entre pobres y ricos

Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado. Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: “Tú, siéntate aquí, en un buen lugar”; y en cambio al pobre le decís: “Tú, quédate ahí de pie”, o “Siéntate a mis pies”. ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos? Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman? ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre!

Santiago 2:1:6

No haréis nunca diferencia entre el rico y el menesteroso para entregarles en distinta forma, y sólo veréis en el fondo de sus sufrimientos a un hermano vuestro que ha caído y que gime; entonces, conmovido vuestro corazón ante aquel dolor, buscaréis la forma de aliviarlo. Cubrirá vuestra caridad al desnudo, llevaréis la tranquilidad al que no tiene paz, seréis como estrella en el camino del que entre tinieblas vaya perdido. Si así cumplís, seréis dignos de que os llame maestros. VII.204:62

No reservéis vuestras mejores atenciones y sonrisas, para aquellos que llevan en sus manos la riqueza material o que se presenten cubiertos con costosos atavíos; haced que vuestro corazón no contemple esas diferencias y repartid el beneficio de vuestros dones en todos por igual. El sufrimiento abunda, ¡cuánto bien podéis hacer en cada día y a cada instante! II.53:14

No distinguiréis pobres ni ricos para calmar el dolor. VII.206:6

No os enseñoreéis delante de los pobres, que nadie vaya a sentirse dios, rey o señor, si es que no quiere verse humillado el día de mi justicia, delante de los mismos a quienes hubiese humillado. V.111:63

No distingáis a nadie, en todos los caminos hay hombres de buena voluntad, espíritus que me aman y que saben recibir mis dones. Llevad presente mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”. VIII.221:75

Respeto y amor a nuestros hermanos mayores

Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano; teme a tu Dios. Yo, Yahvéh.

Levítico 19:32

Hacia los hombres maduros y los ancianos experimentad respeto y amor. En ellos podréis descubrir al espíritu que ya traspuso la cumbre de la montaña de la vida. Lo que había de darles la Tierra, poco o mucho, ya lo recibieron. Ya de ella nada esperan. Todo lo cifran en el futuro que espera a su espíritu, pero de todos los hombres, son ellos los que más tienen que dar, porque ya recogieron la cosecha de cuanto sembraron a lo largo de la existencia. A ellos oíd, de ellos tomad. Si necesitan báculo, cuidados o ayuda, no es su espíritu el que ha menester de vuestra solicitud, es su carne cansada, gastada por la lucha. Tened para con ellos atenciones, ternura y respeto, porque ellos los necesitan y los merecen. Después de tantas amarguras y fatigas, una gota de miel es muy grata a esos corazones. XI.337:34

No blasfemar ni maldecir

Y hablarás así a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su Dios, cargará con su pecado.

Levítico 24:15

Que vuestros labios no pronuncien blasfemias, tan sólo que glorifiquen mi Nombre. II.55:38

Cuánta debilidad veo todavía en vuestra materia, debilidad que muchas veces os hace blasfemar. Si los elementos se muestran inclementes, blasfemáis; si algún dolor aqueja a vuestro cuerpo, os desesperáis; si el trabajo os agobia, perdéis la paciencia; hasta el calor y el frío os causa enojo y las tinieblas de la noche os infunden miedo. ¿Cómo no habéis de desmayar, si os dejáis guiar por los dictados de la carne, que engendra bajas pasiones? ¿Cuándo seréis mis buenos discípulos que testifiquéis con vuestras obras de amor, la verdad de mi Doctrina? IV.106:14

No debéis blasfemar en la dura caminata, cada nuevo dolor es una nueva luz en vuestro corazón, cada prueba hará brotar en vuestro ser las flores de la experiencia. Comprended que si el dolor llega hasta vosotros, es porque lo necesitabais; también debéis comprender que si la alegría llega a posesionarse de vosotros, era porque también la estabais necesitando. V.144:21

Más vale el hombre paciente que el héroe, el dueño de sí que el conquistador de ciudades.

Proverbios 16:32

No maldigáis el dolor, ni lo abominéis, antes bien bendecidlo. El cáliz de amargura, cuando tenga que ser bebido por vosotros, bebedlo; si las heces no pueden ser bebidas por vosotros, Yo las beberé, pero tened conformidad y paciencia. Contemplad el dolor más con el espíritu que con la carne, o sentidlo antes con el espíritu que con la materia y veréis entonces, cuánta fortaleza encontraréis en las meditaciones de vuestro espíritu; veréis cuánta luz imparte la Conciencia al espíritu y éste a su envoltura. En vuestro espíritu encontraréis el bálsamo divino, el verdadero bálsamo que calma y sana todos los males y con él sanaréis en verdad.  II.328:52

Cuando los tiempos sean adversos, no desesperéis, no blasfeméis; resistid las tempestades, aceptad las pruebas y vuestro espíritu se acrisolará y alcanzará a perfeccionarse. VII.192:24

Las pruebas

 El corazón alegre mejora la salud; el espíritu abatido seca los huesos.

Proverbios 17:22

Crisol para la plata, horno para el oro; los corazones, Yahvéh mismo los prueba.

Proverbios 17:3

No rehuyáis a las pruebas de la vida ni desoigáis mis enseñanzas, porque ellas están forjando a vuestro espíritu. III.75:14

No huyáis de las pruebas de la vida, porque ellas son lecciones que debéis aprender. Sabed que habéis sido enviados en este tiempo para acrisolar vuestro espíritu en el desempeño de una misión elevada, noble y digna. IX.271:13

No huyáis de las pruebas, aprended a hacerles frente. No os bastará cerrar vuestra puerta para estar a salvo; con la puerta cerrada el peligro penetrará. No os dejéis tentar por las bajas pasiones. V.142:54

No viváis inútilmente; aun las más pequeñas y extrañas pruebas encierran una finalidad que Yo he determinado. VII.183:23

No os apartéis de aquellos que, en su desesperación, lleguen a blasfemar en contra vuestra, os doy para ellos una gota de mi bálsamo. V.111:64

Aprended a sobreponeros a las adversidades, no dejéis que la tristeza se apodere de vuestro corazón y cuidad de vuestra salud. Levantad el ánimo de vuestros hermanos hablándoles de Mí, enseñándoles mi Doctrina que enciende la fe y la esperanza. X.292:46

Mirad cómo caminan cabizbajos muchos hombres, son espíritus que se han dejado vencer en la lucha, vedles envejecidos y encanecidos prematuramente, el rostro ajado y la expresión melancólica; mas si los que deben ser fuertes flaquean, la juventud tendrá que marchitarse y la niñez sólo mirará tristeza a su alrededor. X.292:47

Vos, pueblo, no privéis a vuestro corazón de todas aquellas alegrías sanas que aunque fugaces, las podéis disfrutar, comed en paz vuestro humilde pan y de cierto os digo, que lo encontraréis más dulce y substancioso. X.292:48

Deducid de mis palabras que lo que quiero de vosotros es confianza, fe, optimismo, calma y fortaleza, que a pesar de vuestros trabajos y penalidades no haya amargura en vuestro corazón. ¿Qué dulzura o buen sabor podríais ofrecer a los necesitados, si el corazón lo tuvieseis ocupado por las penas, las preocupaciones o la inconformidad? X.292:49

Es precisamente en vuestras pruebas donde debéis dar vuestros mejores ejemplos de elevación, de fe y de humildad. X.292:50

El que logra dar a su vida esa espiritualidad, nunca deja de sentir la paz y hasta cuando duerme su sueño es tranquilo y reparador, de lo cual se aprovecha el espíritu para desprenderse hacia el Más Allá, donde recibe aquellas emanaciones divinas de que él se nutre y participa al cuerpo. X.292:51

Nadie diga que mis profecías sólo vienen a ensombrecer vuestra vida, por el contrario, mi palabra viene a salvaros de las tinieblas. Comprended que he venido a prepararos para que no os sintáis pequeños en los momentos de la lucha. Que no se acobarde vuestro ánimo al saber que la batalla se aproxima, ni dudéis de que la paz vuelva a vuestro mundo. X.292:52

¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.

Santiago 5:13:15

No os aflijáis inútilmente; todo lo que creéis que os hace falta, lo tenéis con vosotros. Os he dado mi luz en el espíritu y por añadidura os he confiado lo necesario para conservar vuestro cuerpo. Todos los elementos os sirven, todo lo he creado para vuestro recreo y todo es provechoso si lo tomáis con medida. Otra es la causa de vuestros sufrimientos y desvelos. Vuestro espíritu no encuentra la paz en esa existencia vana que habéis forjado en la Tierra y os comunica su intranquilidad. ¡Si formaseis propósitos de verdadera enmienda, cuánto bien os haríais y cómo recobraríais la paz perdida! I.9:14

La justicia humana

El que peque es quien morirá; el hijo no cargará con la culpa de su padre, ni el padre con la culpa de su hijo: al justo se le imputará su justicia y al malvado su maldad.

Ezequiel 18:20

No morirán los padres por culpa de los hijos ni los hijos por culpa de los padres. Cada cual morirá por su propio pecado.

Deuteronomio 24:16

Ante todo tened conocimiento de lo que es mi Obra, de lo que significa mi Ley, de cuál es vuestra misión y cómo debéis desempeñarla, para que si en vuestra senda no tenéis un guía digno de conducir vuestros pasos, os guiéis por la Conciencia y por el conocimiento que en mi Doctrina hayáis adquirido. Así no podréis hacer responsable a nadie de algún tropiezo o de algún error. IX.271:30

También os digo, que si aquél que va con sus consejos guiando vuestros pasos espirituales, camina de acuerdo con mi Ley, lo sigáis fielmente, porque se ha hecho digno de vuestra confianza. IX.271:31

¿Creéis que ante el mal ejemplo de un padre en la Tierra, vicioso o malvado, el hijo comete un error en no seguirlo en su manera de ser?, o ¿creéis que el hijo está obligado a seguir los pasos de sus padres? IX.271:33

Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por respeto al grande: Con justicia juzgarás a tu prójimo.

Levítico 19:15

No sigas a la mayoría para hacer el mal; ni te inclines en un proceso por la mayoría en contra de la justicia.

Éxodo 23:2

El reino de la injusticia se ha enseñoreado entre la humanidad, porque han despreciado mis revelaciones, pero ahora vengo en el Tercer Tiempo a recordar a los hombres, mis lecciones de los tiempos pasados. XI.316:6

¿Por qué impera en este tiempo el reino de la injusticia? Porque contemplo como reyes a quienes debían ser siervos, y a los que debían ser señores en el amor y la humildad, les contemplo como esclavos. XI.316:7

Al que hurta y sorprende la buena fe de los demás, le encuentro enriquecido, y el tirano es ensalzado y rodeado de adulaciones. El que se mancha con la sangre hermana, es elevado a un alto sitial, y los que son víctimas de la crueldad humana, son humillados. XI.316:8

Así contemplo vuestra vida, humanidad, veo muchas instituciones con nombres hermosos, pero de ellas no brota verdad, amor ni caridad. Contemplo que en el seno de sectas y religiones, se levantan los ministros diciendo a sus pueblos: “Haced el bien”. Y de cierto os digo: El único que puede decir: “Haced el bien” soy Yo, porque sólo Yo os hago el bien, los hombres siempre deben decir: “Hagamos el bien”. XI.316:9

No contemplo verdad ni sinceridad, porque los hombres se han contaminado con el mal que reina; mas a pesar de ello hay quienes han permanecido fieles a mi Ley y han sufrido, sin salirse del sendero que les marca mi amor. XI.316:10

A través de aquellos que han permanecido fieles a mi Ley, a pesar del ambiente que les rodea, les digo a los que sufren: Perseverad en el bien, recordad y vivid mis ejemplos de los tiempos pasados y venceréis las flaquezas humanas. XI.316:11

Aún la justicia establecida en la Tierra, no presenta actos justos. Yo puedo contemplar la falta de caridad, la incomprensión, la dureza de los corazones. Mas cada uno tendrá el juicio perfecto. Yo he permitido estas pruebas y mientras la humanidad no cumpla mis leyes, mientras se aleje del cumplimiento de sus preceptos, tendrá en la Tierra quien subyugue su corazón, quien lo lastime. Si vosotros cumplieseis, no habría menester de jueces en el mundo, no habría castigo, no necesitaríais gobiernos. Cada uno sabría gobernar sus propios actos y todos serían gobernados por Mí; todos estaríais inspirados en mis leyes y vuestros actos serían siempre benéficos, tenderían a la espiritualidad y al amor. Pero he ahí que la humanidad ha caído en grandes abismos: La inmoralidad, el vicio; el pecado se ha enseñoreado del corazón de los hombres y he allí las consecuencias. Tenéis que apurar cálices amargos, que soportar la humillación de los hombres, que, siendo vuestros hermanos, tienen potestad en la Tierra; mas sed humildes, soportad con paciencia los juicios, pensad que soy el Juez perfecto. XII.341:53

Duros e inflexibles son los hombres con sus hermanos, como lo fueron en tiempos de Moisés cuando era costumbre establecida el devolver golpe por golpe. Hoy os digo, que si esta es la forma en que entendéis la justicia, seréis medidos con la misma vara con que medisteis a vuestros Semejantes. VI.145:30

A su pueblo

Queridos, no os extrañéis del fuego que ha prendido en medio de vosotros para probaros, como si os sucediera algo extraño, sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria. Dichosos de vosotros, si sois injuriados por el nombre de Cristo, pues el Espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

1 Pedro 4:12:14

No temáis al juicio de los hombres, pueblo amado, temed al juicio divino si os hicieseis acreedores a él por vuestras faltas. XI.312:16

No os quiero hipócritas, sino sinceros y amantes de la verdad; por eso os hablo con suma claridad, para que depuréis vuestra vida y mostréis al mundo la verdad de esta Obra. ¿Os decís Espiritualistas? Pues sedlo verdaderamente. No habléis de mi Doctrina mientras hagáis todo lo contrario, porque sólo confundiréis con vuestras obras a la humanidad. IX.271:29

No temáis al murmullo de la humanidad ni a sus juicios, temed a mi justicia, recordad que os he dicho, que como Juez soy Inexorable. Por ello buscadme siempre como Padre, como Dios, para que nada os haga falta en vuestro camino. XII.344:31

Cuando llegue la hora de pedir cuentas a este pueblo, mi voz llegará con la misma justicia a cada espíritu, puesto que mi palabra fue escuchada por todos en la misma forma. Allí nadie dirá: “Señor, reclámales a quienes sepan más y perdona a los que sólo hicimos lo que nos mandaron”. IX.271:32

Sed obedientes a mis leyes, y en verdad os digo, que de los más graves conflictos que por causa de las leyes humanas se os presente, Yo os libraré, pero combatid la injusticia, luchad contra la perversidad, no con las armas fratricidas, ni con el odio, sino con mi simiente de amor. No estaréis solos en la lucha, ya os he dicho, que entre la humanidad hay hombres en los cuales ya se levantan libertándose de su materialismo, fortaleciéndose en sus vicisitudes, con el ideal de comunicarse Conmigo. XI.309:32

Los bienes terrenales

La tierra no puede venderse para siempre, porque la tierra es mía, ya que vosotros sois para Mí como forasteros y huéspedes.

Levítico 25:23

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

Mateo 5:5

Ahora bien, vosotros los que decís: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos”; vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana… ¡sois vapor que aparece un momento y después desaparece! En lugar de decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.

Santiago 4:13:15

Pensad que ni los cabellos de vuestra cabeza son vuestros, ni el polvo que pisáis; que vosotros mismos no os pertenecéis, que no necesitáis tener propiedades de poca duración, puesto que, vuestro Reino no es de este mundo. I.5:95

Espiritualizaos y todo lo poseeréis con justicia y con medida mientras lo necesitéis, y llegado el momento de la renunciación a esta vida, os elevaréis plenos de luz a tomar posesión de lo que os corresponde en el Más Allá. I.5:96

La tierra que pisáis es pasajera, vuestro viaje aquí es corto, después penetraréis en la Vida Eterna. Sin embargo, Yo quiero que desde este Valle de lágrimas conozcáis el camino trazado en los preceptos de mi Ley. IV.95:3

No debilitéis en la fe ni en la esperanza; tened siempre presente que el fin de esta jornada llegará; no olvidéis que en Mí habéis tenido vuestro principio y que el fin lo tendréis también en Mí, y ese fin es la eternidad porque no existe la muerte del espíritu. IV.95:4

En aquel tiempo se acercó un rico mancebo a Jesús y le dijo: “Maestro, creo merecer el Reino que prometes, porque practico la enseñanza”; Jesús le preguntó: “¿Cumples con la ley?”, y el mancebo contestó: “Sí Señor, yo ayuno, trato bien a mis hermanos, no hago mal a nadie y doy una parte de mi hacienda para ayuda del templo”. Entonces Jesús le dijo: “Si queréis seguirme, deja todo lo que posees y ven en pos del Maestro”. Mas era tanto lo que en el mundo poseía el mancebo, que no queriendo abandonar sus riquezas, prefirió apartarse del Señor. Creía estar cumpliendo con mi Ley y se engañaba a sí mismo. VII.180:8:9

¡Cuántas veces os he dicho: Practicad la caridad, manifestad esta virtud, mas no hagáis ostentación de ello porque dejará de ser caridad y os engañaréis! VII.180:10

No es que quiera pobres y mucho menos menesterosos de lo necesario para vivir y subsistir, pero es que el hombre evolucionado debe saber que antes que lo humano, está el espíritu. X.294:37

Yo quiero que todo sea vuestro, pero que sepáis tomar conscientemente de lo que necesitáis, que sepáis ser ricos de lo espiritual y podáis poseer mucho en lo material, si sabéis hacer buen uso de ello y dar a lo uno y a lo otro su verdadero valor y su lugar. ¿En qué puede perjudicarse el espíritu de un hombre inmensamente acaudalado, si lo que él posee es en beneficio de sus Semejantes? ¿Y en qué puede perjudicarse un hombre poderoso, si su espíritu sabe apartarse oportunamente a orar, y con su oración está en comunión Conmigo? X.294:38

Preferid ser pobres en la Tierra, sabiendo que estáis logrando algo en beneficio de vuestro espíritu; preferid ser menesterosos, necesitados, enfermos, pequeños, pero no en la morada donde se encuentra la Vida Verdadera, porque el dolor en el Mundo espiritual es incomparablemente mayor que el de la vida material. VIII.211:50

Mi paz sea con vosotros.

3. La Ley y el bien

Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies. Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahvéh, vuestro Dios. No hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros. No juraréis en falso por mi nombre: Profanarías el nombre de tu Dios. Yo, Yahvéh. No oprimirás a tu prójimo, ni lo despojarás. No retendrás el salario del jornalero hasta el día siguiente. No maldecirás a un mudo, ni pondrás tropiezo ante un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo, Yahvéh.

Levítico 19:9:14

No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que resida en tus ciudades. Le darás cada día su salario, sin dejar que el sol se ponga sobre esta deuda; porque es pobre, y para vivir necesita de su salario. Así no apelará por ello a Yahvéh contra ti, y no te cargarás con un pecado.

Deuteronomio 24:14:15

No niegues un favor a quien es debido, si en tu mano está el hacérselo. No digas a tu prójimo: “Vete y vuelve, mañana te daré”, si tienes algo en tu poder.

Proverbios 3:27:28

Quien busca el bien, se procura favor, quien va tras el mal, le saldrá al encuentro.

Proverbios 11:27

Hijo, no prives al pobre del sustento, ni dejes en suspenso los ojos suplicantes. No entristezcas al que tiene hambre, no exasperes al hombre en su indigencia. No te ensañes con el corazón exasperado, no hagas esperar la dádiva al mendigo. No rechaces al suplicante atribulado, ni apartes tu rostro del pobre.

Eclesiástico 4:1:4

Muchos, sin malicia, vuelven las espaldas, pues temen ser despojados sin necesidad. Pero con el humilde muéstrate paciente, y a tu limosna no des largas. En atención al mandamiento, acoge al indigente, según su necesidad no le despidas vacío. Gasta dinero por el hermano y el amigo, que no se te enroñe bajo la piedra y lo pierdas. Coloca tu tesoro según los mandamientos del Altísimo, y te dará provecho más que el oro.

Eclesiástico 29:7:11

La gente le preguntaba: “Pues, ¿qué debemos hacer?” Y Él les respondía: “El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo”.

Lucas 3:10:11

El cumplimiento que debéis dar a mi Ley no tiene limitaciones; ahora en una forma, mañana en otra, tenéis que buscar siempre el bien para vuestro hermano. Mi Ley no es mandato que se imponga por la fuerza, es una eterna invitación al bien. Yo no os impondré el bien, os lo inspiraré y aguardaré a que lo sintáis, para que cuando lo practiquéis, sintáis que habéis cumplido con la Ley de Dios. VII.192:10

El bien no se confunde con nada. El bien es verdad, es amor, es caridad, es comprensión. XI.329:46

El bien es preciso, exacto, determinado. Conocedlo para que no os equivoquéis. Cada uno de los hombres podrá ir por diversos caminos, pero si todos ellos coinciden en un punto, que es el bien, llegarán a identificarse y a unirse. No así cuando se empeñen en engañarse a sí mismos, dándole cariz de malo a lo bueno y disfrazando de bueno a lo malo, como acontece entre los hombres de este tiempo. XI.349:47

Existen muchas formas de hacer el bien, muchas formas de consolar y servir, todas son expresiones del amor, que es uno solo, que es sabiduría del espíritu. X.282:25

Unos podrán ir por el camino de la ciencia, otros por el del espíritu, otros por el sentimiento y el conjunto de todos será la armonía espiritual. X.282:26

Aprended a distinguir los diversos caminos que existen, así como a respetar las diferentes misiones que vuestros hermanos desempeñan; para ello necesitáis ser de entendimiento amplio, de juicio recto, de ánimo sereno y mirada profunda. Si no tenéis estas virtudes, os escandalizaréis sin causa justificada, cuando descubráis que existen más religiones de las que creíais y mayor número de cultos y ritos de los que conocíais. X.282:27

No basta no hacer daño a nadie. Lo justo es no hacer el mal, pero si hacéis el bien, con esto me estaréis agradando. XI.318:47

Dios sólo quiere el bien para sus criaturas; bienaventurados todos los que ayuden en la realización de ese bien. IX.265:18

Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres: En lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres; no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la cólera, pues dice la Escritura: Mía es la venganza; yo daré el pago merecido, dice el Señor. Antes al contrario: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien.

Romanos 12:17:21

Amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

Lucas 6:35:37

Debo entregaros en mis mandatos hasta la última de mis palabras para que no titubeéis en el momento de las pruebas; es mi voluntad que tengáis para cada pregunta una contestación, para cada duda un rayo de luz, para cada flaqueza la fortaleza de mi Ley, y así logréis triunfar en vuestro cumplimiento, recreando a vuestro espíritu en la más hermosa y sublime misión que os he entregado desde el principio de los tiempos, que es la de redimir y perdonar por el amor, de practicar el bien, no por el bien a vosotros mismos, sino por agradar a vuestro Padre y perfeccionar a vuestro espíritu. XI.314:14

Entre mi pueblo siempre se han encontrado los que sienten la espiritualidad, así como los que únicamente persiguen los bienes materiales. En el Primer Tiempo hubo veces en que mientras unos adoraban al becerro de oro, otros lloraban de temor ante Jehová; y en el Segundo, en el seno de mis apóstoles, estaba uno que ambicionaba recibir de Mí la potestad de convertir las piedras en oro, pretextando que estaba bien el socorrer con dinero a los pobres que padecían de hambre, al cual Yo le dije: “El dar dinero a las multitudes, haría que no lo apreciaran por ser fácil de obtener”. Y añadí: “Aquel que me siga, debe ser humilde, como su Maestro”. Por eso humildemente me incliné a lavar los pies de mis discípulos, y les dije: “Nunca os creáis los primeros, sino los últimos ante el Padre”. V.130:11

A vosotros, que sois mis nuevos discípulos, os digo: “Lo que veáis que hago con vosotros, hacedlo con vuestros hermanos”. V.130:12

No pretexten los padres de familia, que tienen muchos hijos, que su tiempo está dedicado únicamente a ganar el pan de cada día, y por esa causa no pueden pensar en hacer el bien a los demás. V.129:57

No me digan los varones que se sienten incapaces para enseñar mi Ley. A todos os digo: Que en vuestro camino sobran las ocasiones en que podáis sembrar mi Semilla sin perder vuestro tiempo y sin desatender vuestros deberes. V.129:58

Servidme y Yo os serviré. V.129:59

Si haces algún préstamo a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomar la prenda, sea cual fuere. Te quedarás fuera, y el hombre a quien has hecho el préstamo te sacará la prenda afuera. Y si es un hombre de condición humilde, no te acostarás guardando su prenda; se la devolverás a la puesta del sol, para que pueda acostarse en su manto. Así te bendecirá y habrás hecho una buena acción a los ojos de Yahvéh tu Dios.

Deuteronomio 24:10:13

No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de tu prójimo. Yo, Yahvéh. No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa. No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahvéh.

Levítico 19:16:18

En el Primer Tiempo, en mi primera venida, sorprendí a la humanidad en su inocencia e ignorancia, vivía en un bajo nivel moral y Yo le hablé desde la cumbre de la montaña para darle mi primera lección. En el Segundo Tiempo descendí, después de una larga Era en que os concedí pruebas para que vuestro espíritu afirmara su fe y viviera en la observancia de mi Ley, y os encontré más despiertos, más desarrollados, pero distantes del verdadero cumplimiento que os había pedido, porque no supisteis poner vuestros dones al servicio del espíritu. VIII.215:22

Vine en ese tiempo a deciros cómo se toma la Ley para darle cumplimiento, cómo se honra al Padre y cómo se testifica la verdad. VIII.215:23

Nuevamente la humanidad se apartó de mis mandatos y tuve que llegar a los hombres para doctrinarlos. No fue suficiente que os hubiese dado mi Ley en aquella forma material, ni tampoco encerraba ella todo lo que Yo tenía que deciros; y así, os envié a Jesús por quien escucharíais al Verbo de Dios. Él habló a vuestro corazón. Aquel Maestro conocía los caminos que conducen hasta lo más íntimo del ser humano y con sus palabras, con sus obras y su sacrificio en la cruz, conmovió las fibras dormidas, despertó vuestros sentimientos aletargados, sabiendo que sin esa preparación, no llegaría el tiempo en el que el hombre escuchara en su propio espíritu la voz de su Dios, al que ahora tenéis entre vosotros como os fue anunciado. I.15:7

En el Primer Tiempo conocisteis el nombre de Jehová y mirasteis mis manifestaciones en el seno del pueblo de Israel al cual habéis pertenecido siempre, y os dije: “He aquí el camino”, y el camino de que os hablé era la LEY.Más tarde, mi Verbo encarnado en Jesús os habló y os iluminasteis con mis parábolas y preceptos, y en ellos os dije: “Todo el que cumpla amando y perdonando a sus Semejantes está dentro del camino de mi LEY”. Y en este tiempo volvéis a encontraros en el mismo sendero de vuestra evolución y tenéis delante de vosotros al mismo Espíritu Divino enseñando y guiando vuestros pasos; he venido como luz radiante y todo el que se prepare, podrá contemplarme. III.58:39

Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana. La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

Santiago 1:26:27

Si en la Tierra decís que Yo con mi Doctrina, con mi Ley, os he traído religiones, os digo: Que ante Mí sólo existe un culto que es el del amor, el amor al Padre, a los Semejantes o hermanos, y a todo cuanto ha brotado del Creador. VIII.241:33

Aquella divina máxima de Amarse los unos a los otros, será la Ley que una a todos los hombres, que les ilumine para que se sientan hermanos, se amparen, se ayuden, se defiendan de las tentaciones y se reconozcan sin detenerse en diferencias de razas o credos. VIII.241:34

Imaginad un mundo así y lo imaginaréis en paz, como una sola familia regida por las leyes del amor, el respeto y la justicia. VIII.241:35

Estas profecías se realizarán porque vuestro mundo no está condenado a ser eternamente un Valle de tinieblas y pecados. VIII.241:36

Brillará la virtud en el corazón de los hombres como las flores en los huertos, porque os digo: Las flores son en su belleza, semejantes a las ideas e inspiraciones que brotan de Dios para salvar a los pecadores. VIII.241:37

La Doctrina que vengo a enseñaros no es nueva, no digáis que con mi venida ha surgido una nueva religión en la Tierra; mi comunicación en esta Era, viene a señalaros el mismo camino que os trazó desde el principio de los tiempos, y mi palabra os explica y revela los misterios de la Ley y la Doctrina que antes no habíais recibido. VIII.234:33

Amados discípulos: Aunque existen muchas religiones, una sola es la Ley y una sola es mi Doctrina. X.281:1

Mi enseñanza es la Doctrina del espíritu, la que enseña a los hombres a cultivar el amor, y ¿qué ha hecho de mi Doctrina esta humanidad que se llama a sí misma cristiana? Ha hecho formulismos, ritos, rezos, tras de ellos oculta su hipocresía. X.281:2

Yo os digo, que la única verdad es el AMOR y que aunque estéis ensalzando y glorificando mi Nombre con palabras y cantos, si no hacéis obras de amor, no estaréis en el camino de la verdad. X.281:3

A través de los tiempos os he dado una Doctrina que he ido ampliando para que ella como Ley rija vuestra vida humana, y afirme a vuestro espíritu en la senda que conduce a la luz eterna. IX.246:6

De mi Ley, que es semejante a un árbol, los hombres han cortado ramas que son las sectas y las religiones, las cuales por haber quedado desprendidas del árbol han perdido la savia, su sombra ha sido escasa y entre su follaje no existen nidos de amor ni frutos de buen sabor. IX.246:7

No os he revelado mi Doctrina sólo para que viváis bien en la Tierra; ella es el camino que conduce al espíritu a la parte más alta, a las regiones más elevadas del amor, de la sabiduría y de la armonía con todos los seres. IX.246:8

Las religiones no han cumplido con la misión de conducir a los espíritus hacia los umbrales de la eternidad; éstos, al desprenderse de este mundo, se pierden en la encrucijada de la muerte, ignoran el camino, tropiezan por falta de luz y caen en materialismo, buscando la vida que dejaron. IX.246:9

Ese no es el camino que he trazado; mi camino es de luz, de revelación, de profunda sabiduría para todos, de caridad y amor. Para no desviarse de él se requiere sacrificio, renunciación y perseverancia en el cumplimiento de mi Ley. IX.246:10

Y mi Espíritu, que os ama, se ha presentado en el camino de cada uno de mis hijos, para despertarlos a la luz de la verdad y ponerlos en camino de encontrar el Árbol de la Vida, que brinda agradable sombra y ofrece buenos frutos porque su savia es perfecta. IX.246:11

Esto os da a comprender que llegarán tiempos en que no tengáis más pastor, ni más guía que vuestra propia Conciencia, en la que brilla mi luz. IX.246:12

Yo traje a los discípulos de este tiempo una Doctrina cuyo contenido es la esencia de lo que enseñó Moisés, de lo que Jesús derramó en la humanidad y lo que mi Espíritu viene a revelaros, mas he contemplado cómo ha habido entre vosotros quienes han ocultado mi verdad para poderse levantar como señores y reyes delante de sus pueblos. Si ellos pudiesen, llevarían corona en su cabeza, manto sobre sus hombros y cetro en su diestra; pero a falta de ello, humillan a sus hermanos y gustan de recibir tributos, adulaciones y alabanzas. VIII.233:51

Mi paz sea con vosotros.

4. El divorcio

Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará un libelo de repudio, se lo pondrá en su mano y la despedirá de su casa. Si después de salir y marcharse de casa de éste, se casa con otro hombre, y luego este otro hombre le cobra aversión, le redacta un libelo de repudio, lo pone en su mano y la despide de su casa (o bien, si llega a morir este otro hombre que se ha casado con ella), el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa después de haberse hecho ella impura. Pues sería una abominación a los ojos de Yahvéh, y tú no debes hacer pecar a la tierra que Yahvéh tu Dios te da en herencia.

Deuteronomio 24:1:4

Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: “¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?” Él respondió: “¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre”. Dícenle: “Pues, ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?” Díceles: “Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer – salvo el caso de fornicación – y se case con otra, comete adulterio”. Dícenle sus discípulos: “Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse”. Pero Él les dijo: “No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda”.

Mateo 19:3:12

Y esta otra cosa hacéis también vosotros: Cubrir de lágrimas el altar de Yahvéh, de llantos y suspiros, porque Él ya no se vuelve hacia la oblación, ni la acepta con gusto de vuestras manos. Y vosotros decís: ¿Por qué? Porque Yahvéh es testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que tú traicionaste, siendo así que ella era tu compañera y la mujer de tu alianza. ¿No ha hecho Él un solo ser, que tiene carne y espíritu? Y este uno, ¿qué busca? ¡Una posteridad dada por Dios! Guardad, pues, vuestro espíritu; no traiciones a la esposa de tu juventud. Pues Yo odio el repudio, dice Yahvéh Dios de Israel, y al que encubre con su vestido la violencia, dice Yahvéh Sebaot. Guardad, pues, vuestro espíritu y no cometáis tal traición.

Malaquías 2:13:16

Yo sé que en este tiempo, como nunca, existen problemas en el seno de los matrimonios, problemas a los que sólo les encuentran una solución: El distanciamiento, la separación. XI.312:40

Si esta humanidad tuviese del conocimiento espiritual la noción necesaria, no incurriría en tan graves errores, porque encontraría en la oración y en la espiritualidad, la inspiración para solucionar los trances más difíciles y vencer las pruebas más duras. XI.312:41

Mujeres: Sois vosotras las que con vuestra oración conserváis la poca paz que en la Tierra existe, las que como fieles guardianes del hogar, cuidáis de que no le falte el calor del amor. Así os unís a María, para quebrantar la soberbia humana. V.130:53

Varones: Os he hecho señores en esta Tierra, para que en ella me representéis; es vuestro espíritu semejante al del Padre, y vuestro cuerpo semejante al Universo. No juzguéis la perfección de vuestro cuerpo por sus dimensiones, sino por la vida maravillosa que en él existe, su orden y su armonía. Aun en toda su perfección, el cuerpo es limitado, y llega el instante en que deja de crecer; sigue entonces desarrollándose la inteligencia y los sentimientos, hasta que la muerte le detiene, pero toda la sabiduría y experiencia que adquirió en la Tierra, queda impresa en el espíritu, el que sigue creciendo y desarrollándose hasta la eternidad. V.130:54

Haced de vuestro hogar un segundo templo, de vuestros afectos un segundo culto. Si queréis amarme, amad a vuestra esposa y amad a vuestros hijos, porque también de ese templo brotarán grandes obras, pensamientos y ejemplos. V.130:55

He instituido desde el principio de los tiempos el hogar, formado por el varón y la mujer, y en él he derramado sabiduría y amor. He puesto sobre ambos una cruz, un destino perfecto. Las bases de ese hogar son el amor, la comprensión mutua. El gobierno corresponde al varón, la sumisión y acatamiento a la mujer; en ambos he derramado dones preciosos para que puedan perfeccionarse. Y en esa institución bendita, no es mi voluntad que se desconozca o se profane. A pesar de las tempestades que azotan y amenazan por doquier, velad y defended esos principios. Edificad sobre bases firmes el futuro de la humanidad. Yo que presido vuestros actos, os bendeciré y multiplicaré vuestra simiente. V.132:47

No desconozcáis vuestros deberes, pensad que vuestra cruz no es pesada si sabéis llevarla con sumisión y amor. Quiero veros sonreír y vivir en paz, quiero ver en vuestros hogares las más sanas alegrías. IV.108:50

Vivid en armonía y en paz en el seno de vuestro hogar y de vuestra sociedad, para que puedan seguir vuestro ejemplo muchos de vuestros hermanos que serán conducidos hacia vosotros por seres de luz. IX.245:12

También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues Yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.

Mateo 5:31:32

En el Segundo Tiempo penetré en el hogar de muchos matrimonios unidos por la ley de Moisés, y ¿sabéis cómo encontré a muchos de ellos? Riñendo, destruyendo la simiente de paz, de amor y de confianza; miré guerras y discordia en los corazones, en su mesa y en su lecho. Penetré también en el hogar de muchos que, sin haber sido su matrimonio sancionado por la ley, se amaban y vivían como lo hacen las alondras en el nido, acariciando y protegiendo al ser querido. XII.357:25

¡Cuántos hay que viviendo bajo un mismo techo no se aman y al no amarse, no están unidos, sino están distantes espiritualmente! Mas no hacen pública su separación, por temor a un castigo divino o a las leyes humanas, o al juicio de la sociedad y eso no es un matrimonio; en esos seres no hay unión ni verdad. Sin embargo, presentan su falsa unión, visitan los hogares y los templos, van por los caminos y el mundo no los juzga porque saben ocultar su falta de amor. En cambio, cuántos que se aman, tienen que esconderse, ocultando su verdadera unión, y sufriendo incomprensiones e injusticias. XII.357:26

Con tres cosas me adorno y me presento bella ante el Señor y ante los hombres: Concordia entre hermanos, amistad entre prójimos, y marido y mujer bien avenidos.

Eclesiástico 25:1

Mirad las aves que cuelgan sus nidos en las ramas de los árboles y tomad ejemplo de ellas cuando lo necesitéis; no me preguntéis a Mí, ¿cómo deben amarse los que en matrimonio se unen y cómo deben amar a sus hijos? Asomaos a esos nidos y allí encontraréis una lección de fidelidad y de ternura. ¡Si así se amasen todos los humanos! VII.177:32

Mujeres: Contemplo herido vuestro corazón, las penas han abatido a vuestra envoltura, más aún hay fuerza en el espíritu para seguir en pie. A pesar del sufrimiento, habéis sabido confiar y esperar en Mí, porque sabéis que siempre me acerco a enjugar vuestras lágrimas y a endulzar vuestros labios. Recordad que os he dicho, que la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad. ¿No habéis pensado que ese dolor que habéis apurado es el crisol en donde se purifica vuestro espíritu? ¿No sabéis que estáis en una época de lucha espiritual en la que debéis dar pruebas de vuestra fortaleza? Benditas seáis, porque en muchas pruebas habéis sido fuertes y por eso vuestros méritos os hacen acreedoras a mi paz. Yo no os he ofrecido goces perpetuos en la Tierra; el espíritu sabe, que al venir a este Valle, le esperan trabajos y luchas para forjarse y perfeccionarse, mas siempre en medio de vuestra batalla, mi caridad ha sido como un manto que os ha protegido. IV.109:26

Formad un pueblo donde deis buen cumplimiento a la Ley divina y a las humanas, donde exista moral y elevación de espíritu. III.66:67

En verdad os digo: Yo contemplo que en este tiempo el hombre y la mujer se han apartado de su sendero. III.66:68

De la dicha de ser Padre, quise participaros y os hice padres de los hombres para que forjaseis seres semejantes a vosotros en los que encarnarían los espíritus que Yo os enviara. Si en lo divino y eterno existe el Amor Maternal, quise que en la vida humana existiese un ser que lo representara y ese ser es la mujer. II.38:27

En un principio el ser humano fue dividido en dos partes, creando así los dos sexos: El uno, el hombre, el otro, la mujer; en él fuerza, inteligencia, majestad; en la otra ternura, gracia, belleza. El uno, la simiente, la otra, la tierra fecunda. He ahí dos seres que sólo unidos podrán sentirse completos, perfectos y felices, porque con su armonía formarán una sola carne, una sola voluntad y un solo ideal. II.38:28

A esa unión, cuando es inspirada por la Conciencia y por el amor, se le llama: Matrimonio. II.38:29

La Ley del Matrimonio descendió como una luz que habló a través de la Conciencia de los primeros, para que reconociesen que la unión del uno con la otra, significaba un pacto con el Creador. El fruto de esa unión fue el hijo, en el que se fundieron la sangre de sus padres, como una prueba de lo que atareis ante Dios, en la Tierra no podrá ser desatado. II.38:30

Esa dicha que el padre y la madre sienten cuando han dado un hijo al mundo, es semejante a la que sentí cuando me hice Padre dando vida a mis hijos muy amados. Si después, por conducto de Moisés os entregué leyes para que supieseis elegir la compañera y no codiciaseis la mujer de vuestro prójimo, fue porque la humanidad, en virtud de su libre albedrío, se había perdido en las veredas del adulterio y de las pasiones. II.38:31

Pasados los tiempos, vine en Cristo al mundo y con mi dulce enseñanza que es siempre Ley de Amor, elevé al matrimonio y con ello la moral y la virtud humana. Hablé en parábolas para hacer inolvidable mi palabra, e hice del matrimonio una institución sagrada. II.38:32

Ahora que me encuentro nuevamente entre vosotros, os pregunto, hombres y mujeres: ¿Qué habéis hecho del matrimonio? ¡Cuán pocos podrán contestar satisfactoriamente! Mi institución sagrada ha sido profanada; de aquella fuente de vida, brota muerte y dolor. Sobre la blancura de la hoja de esa Ley, están las manchas y las huellas del hombre y la mujer. El fruto que debiera ser dulce, es amargo, y el cáliz que beben los hombres es de hiel. II.38:33

Os apartáis de mis leyes y cuando tropezáis, os preguntáis angustiados: “¿Por qué será tanto el dolor?” Porque siempre los instintos de la carne han desoído la voz de la Conciencia. Ahora os pregunto: ¿Por qué no tenéis paz, si os he entregado todo lo necesario para que fueseis felices? II.38:34

Yo he puesto en el firmamento un manto azul para que bajo él construyeseis vuestros nidos de amor, para que ahí, alejados de las tentaciones y complicaciones del mundo vivieseis con la sencillez de las aves, porque en la sencillez y en la limpia oración, puede sentirse la paz de mi Reino y la revelación de muchos misterios. II.38:35

Todo el que se une en matrimonio ante mi Divinidad, aun cuando su unión no esté sancionada por ningún ministro, hace un pacto Conmigo, pacto que queda anotado en el Libro de Dios, en donde están anotados todos los destinos. II.38:37

¿Quién podrá borrar de ahí esos dos nombres entrelazados? ¿Quién podrá en el mundo desatar lo que en mi Ley ha sido unido? II.38:38

Si Yo os desuniere, estaría destruyendo mi propia obra. Cuando me habéis pedido ser unidos en la Tierra y os lo he concedido, ¿por qué faltáis después a vuestras promesas y desmentís vuestros juramentos?; ¿por ventura no es una burla a mi Ley y a mi Nombre? II.38:39

Si sois esposos, llevad presente que el hombre y la mujer que se han unido en matrimonio, deben hacer de su hogar un templo, para que en él podáis cobijar y conducir a vuestros hijos. No les dejéis herencia de dolor. Cada uno de vosotros en vuestro paso por la vida encontraréis justa compensación a vuestras obras. V.126:65

Haced de vuestro hogar un segundo templo, de vuestros afectos un segundo culto. Si queréis amarme, amad a vuestra esposa y amad a vuestros hijos, porque también de ese templo brotarán grandes obras, pensamientos y ejemplos. V.130:55

El dolor que hoy padece la humanidad es por haber hecho mal uso de su libre albedrío y por su desobediencia a mi Ley; sus últimos frutos serán tan amargos que los arrojará lejos de sí y eso le abrirá los ojos a la luz y el corazón al arrepentimiento. III.81:20

Si no habéis conseguido la paz entre los vuestros, o si los lazos de unión y de amor se han roto, velad y orad, comunicaos con mi Espíritu y la paz será con vosotros. IV.109:60

Mi paz sea con vosotros.

5. Las leyes transitorias

No se concretó Moisés a transmitir a los hombres el Decálogo, también instituyó leyes secundarias para la vida humana, e implantó tradiciones, ritos y símbolos dentro del culto espiritual, todo de acuerdo con los pasos que daba entonces el espíritu humano. Pero vino el Mesías prometido y borró tradiciones, ritos, símbolos y sacrificios, dejando intacta solamente la Ley, por eso cuando los fariseos dijeron al pueblo que Jesús venía en contra de las leyes de Moisés, les respondí que Yo no venía contra la Ley, antes bien venía a darle cumplimiento, y que si mis enseñanzas venían borrando las tradiciones, era porque el pueblo por cumplir con ellas se había olvidado de observar la Ley. IX.254:18

La comunicación con el mundo espiritual

No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahvéh tu Dios.

Deuteronomio 18:10:12

En el Primer Tiempo me entregabais un culto de temor y no de amor hacia Mí, que brotaba tan solo de vuestra parte material, porque no habíais descubierto aún en el Corazón del Padre su amor infinito y perfecto para sus criaturas, y solamente mirabais en Mí a un Padre inexorable, severo y justiciero. Poseíais mis leyes y las cumplíais por temor a mi justicia, y Yo esperaba el tiempo en que me reconocierais como a un Padre amado y no temido. Pero a pesar de que os di grandes pruebas de mi amor, mi calor y mi ternura, vosotros seguíais temiendo la justicia de Jehová; seguíais temiendo la voz de vuestra Conciencia, a través de la cual os hablaba incansablemente. En aquel tiempo de preparación y despertar para el espíritu, en el cual comenzabais a dar los primeros pasos con firmeza, en el camino que conduciría a vuestro espíritu hacia el Mío, os di a comprender que no era mi voluntad que penetrarais en comunicación con los espíritus del Más Allá, porque todavía no estabais preparados para ello y no sabríais hacer buen uso de aquella gracia; no estaba preparado el Mundo Espiritual ni vosotros para tener comunicación entre sí, pero la intuición de esto ya existía, como también la facultad y la gracia, y es por eso que desde aquel entonces ya surgían en el mundo los hombres que buscaban la comunicación con los espíritus. IX.244:8

La prohibición no había de ser eterna; ¿cómo había de prohibir el Padre, que ama tanto a sus hijos, la comunicación entre ellos mismos?; ¿cómo había de poner barreras y distancias mi Espíritu Divino, a los hermanos que se buscaban con afán y amor? No era el tiempo propicio, y por eso os lo evité; mas en mi amor infinito hacia el hombre, hacia vuestro propio espíritu encarnado, me hice hombre, profetizándoos, previéndoos antes estas enseñanzas, para que mi venida no fuera una sorpresa y os pudiera encontrar velando y orando, en vigilia y en espera de mi presencia. IX.244:9

Ya no es el tiempo de la prohibición de la comunicación con el Más Allá. Ya no es el tiempo en que os venga solamente a preparar y a prometer; es el tiempo del cumplimiento de mis promesas, tiempo de deciros que no solamente habéis esclavizado vuestra materia en esta Tierra, sino también a vuestro espíritu le habéis encadenado a las necesidades materiales, siendo que vuestra verdadera morada es el Infinito, es el Universo, es el Espacio espiritual sin fin que Yo os brindo; porque no importa que vuestro espíritu se encuentre encarnado, desde aquí podéis conquistar los espacios, podéis en verdad, habitar en el Mundo espiritual y estrecharos como hermanos los unos a los otros. IX.244:19

Desde el principio de la evolución de la humanidad, el Padre prometió la manifestación de la existencia de aquel Mundo, de aquella vida. En verdad os digo, que aquel Mundo siempre ha estado en contacto con el hombre por mi voluntad. En vuestro principio prohibí que la humanidad invocase a los espíritus, porque el tiempo no era llegado; ni encarnados ni desencarnados se hallaban preparados para esa comunicación. VIII.188:40

Es Elías en este Tercer Tiempo el precursor de mi llegada, a quien le di la llave para que abriera las puertas del Mundo Espiritual de Luz, para que sus moradores tuvieran acceso en el Mundo material, así como a los hombres les permití que penetrasen en el Más Allá y hubiera aproximación, armonía y caridad entre unos y otros. VIII.188:41

Antes de que mi voz marcara el instante para esa comunicación, hubo en la Tierra desobedientes, curiosos e impacientes que, profanando lo prohibido, se convirtieron en los precursores de otra clase de comunicación, donde las tinieblas y la turbación se han manifestado, porque no estaban ordenados por mi Divinidad. VIII.188:42

Mi Obra es otra; hasta que os consideré capacitados y conscientes para alcanzar estas enseñanzas, vine a traeros esta gran lección, una de las mayores que a este mundo he dado, para que por medio del espíritu aprendáis a mirar, a interrogar, a comprender y a descubrir. Mas al abriros este horizonte, os he enseñado una Ley que os prohíbe engrandeceros por medio de estos dones y hacer lucro o mal uso de ellos. En este tiempo y cuando habéis penetrado en mi Doctrina, algunos han sentido temor, otros desconfianza, algunos hasta confusión, y no ha faltado quien sienta horror por la palabra espíritu, sin recordar que dentro de sí lleva uno que le ha dado su Creador, quien también es Espíritu. ¿Quién os inculcó ese temor? ¿Quién os hizo sentir aversión por el espíritu? ¿No habéis meditado en que ese cuerpo o materia que tanto os apegáis, sólo es polvo que a la tierra tornará y sólo quedaréis en espíritu para una eternidad? ¿Qué haréis cuando os encontréis en ese estado? ¿Huiréis de vosotros mismos? VIII.188:43

Para ayudaros en vuestra misión, os concedo el tiempo necesario para vuestro estudio, y para aliviar vuestras necesidades y sufrimientos os envío a mis siervos espirituales, verdaderos ángeles de caridad, luz y paz. Confiad en que esta comunicación no ha sido por voluntad del hombre sino por Inspiración divina. VIII.188:44

No confundáis esta comunicación con aquella que libremente hacen los hombres bajo su propia voluntad, inspirados unos en la ciencia, otros en la curiosidad y otros más en las supersticiones. VIII.188:45

¿A qué vino el Mundo Espiritual en este tiempo? A explicar con su palabra y sus obras mi Doctrina, a enseñaros a interpretar mis revelaciones y a ayudaros a comprender su esencia. IX.265:66

Jamás os dieron enseñanzas superfluas, jamás os descubrieron lo que aún no es tiempo de que conozcáis, nunca vinieron a despertar vuestra curiosidad ni a sugeriros ciencias ni poderes misteriosos. Su misión fue otra, su elevación y su luz no podía permitirles caer en vulgares materializaciones, porque habían hecho de la Ley de Amor el ideal de su espíritu. IX.265:67

Ese Mundo Espiritual vino por mandato divino a comunicarse en forma humana por breve tiempo, para dejar la impresión de su elevada fraternidad, el testimonio de su existencia y la prueba de su presencia entre los hombres. IX.265:68

Mi paz sea con vosotros.

6. Los veintidós preceptos

Moisés, Jesús y Elías

Elías, como Jesús y como Moisés, vino a iluminar los ojos de vuestro espíritu para que contemplaseis al Padre; Moisés os dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús os enseño: “Amaos los unos a los otros”. Elías os mandó tener: “Caridad y más caridad con vuestros hermanos -y luego añadió- y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. III.81:37

En mi Doctrina vengo a daros las normas para que triunféis como discípulos de esta Obra, para que no tengáis tropiezos ni cometáis errores que después os hagan llorar dolorosamente. IX.252:23

Los preceptos de mi Ley, que no siempre ha sabido retener vuestra memoria, pasarán también por vuestro espíritu llenos de claridad y de luz. Haced méritos que os permitan penetrar en lo desconocido, con los ojos abiertos a la verdad. IV.85:64

Mi camino es conocido de todos, vuestro espíritu sabe que para llegar a Mí, es menester cumplir con todos los preceptos de la Ley. VI.151:20

Ley, normas y consejos os he confiado para que sepáis guiar vuestros pasos una vez que ya no tengáis mi palabra con vosotros. Esa Ley y esas normas, dadas a conocer a la humanidad, a través del entendimiento humano, servirán para que los hombres, a quienes he concedido dones espirituales, sepan encauzarlos por el verdadero camino, evitando así su propia confusión y la de sus hermanos. XI.315:15

Precepto 1

Amarás a Dios antes que todo lo creado:

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Aquel que da el ser ama también al que ha nacido de Él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: Si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: En que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados.

1 Juan 5:1:3

¿No os dije: “Amaréis a Dios antes que a todo lo creado”?Ese es el sentido del primer precepto. ¿No os dije: “Amaréis a vuestros Semejantes como a hermanos”? Eso es lo segundo que debéis hacer. Ved entonces como vuestro amor propio, debe ser el último y nunca el primero. VI.152:58

En este tiempo os he revelado que améis a Dios antes que a todo lo creado, que Améis a Dios en todo lo existente y a lo existente en Dios; que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor. VI.167:19

Nunca como ahora ha estado el hombre en condiciones de amarse a través de un culto espiritual, libre de impurezas. Los tiempos paganos y del gentilismo han quedado distantes; la idolatría, que ha estado presente en todos los cultos y en todos los tiempos, ha fatigado con su materialismo y su falso esplendor a los espíritus. VI.167:20

Están próximas las generaciones que hagan surgir el culto espiritual a mi Divinidad por todos los puntos de la Tierra, y cuando ese culto llegue a establecer un reino de paz y de luz entre la humanidad, el fanatismo religioso desaparecerá de los hombres, porque en la espiritualidad no tienen cabida las pasiones ni la ignorancia. VI.167:21

No vengo a humillaros con mi grandeza, ni a hacer alarde de ella; pero sí vengo a mostrárosla en mi voluntad para que sintáis el supremo goce de tener por Padre a un Dios todo Poder, Sabiduría y Perfección. III.73:41

Recreaos pensando que nunca llegaréis a ver el fin de mi poder y que mientras más grande sea la elevación de vuestro espíritu mejor me contemplaréis. ¿Quién podrá mostrarse inconforme al saber que nunca alcanzará la grandeza de su Señor? ¿Acaso en la Tierra no os habéis conformado con ser menores en edad en comparación a vuestro padre terrestre? ¿Acaso no les habéis concedido gustosos, de experiencia y autoridad? ¿No os habéis regocijado contemplando que tenéis por padre a un hombre más fuerte que vosotros, valeroso y lleno de virtudes? III.73:42

Los que crean que el verdadero pueblo de Israel fue aquel del Primer Tiempo estarán en error; aquel fue solamente la imagen de lo que con el transcurso del tiempo habría de ser el verdadero pueblo de Dios, en el que tendrán que fundirse todos los hombres amando a su Padre en sus propios hermanos. Así lo dijo la Ley en el Primer Tiempo: “Amarás a Dios de todo corazón y de todo tu espíritu. Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Así lo dijo Cristo en el Segundo Tiempo enseñando a la humanidad un nuevo mandamiento: “Amaos los unos a los otros”. A quienes cumplan con los máximos preceptos, Elías les ha anunciado en este tiempo que verán al Padre en todo su esplendor. III.78:64

Cumplid mis mandatos, amadme antes que a todo lo creado y servid a vuestros hermanos, para que podáis habitar en una escala superior y estéis más cerca de Mí en cada día. XI.337:51

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 2

No hablarás mal de tus hermanos, aunque tengas razón para ello, a Dios toca defender tu causa si fuere justa.

No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez. Uno solo Es el legislador y juez, que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?

Santiago 4:11:12

Aparta de ti la falsía de la boca y el enredo de los labios arrójalo de ti.

Proverbios 4:24

Aprended a callar y dejadme a Mí la causa. Sed los intercesores de los mismos que os ofendan y vuestro mérito será grande. Hoy ignoráis muchas faltas de vuestros Semejantes, mas cuando sepáis juzgar con verdadera justicia sus faltas os serán reveladas, porque entonces estaréis capacitados para enseñar y salvar a vuestros hermanos. III.64:37

Nunca penséis mal de los que no os quieran, ni os exasperéis con aquellos que no os comprendan, ya que hasta el sentimiento más íntimo que tengáis hacia vuestros Semejantes, se lo transmitiréis con el pensamiento. IV.105:37

Vivid siempre alerta, para que podáis perdonar de corazón a quienes os ofendieren; meditad de antemano, que quien causa ofensa a su hermano, es porque carece de luz, y Yo os digo, que el perdón es lo único que puede hacer luz en esos corazones. El rencor o la venganza, aumentan la tiniebla y atraen el dolor. IV.99:53

No temáis a los insultos ni a la blasfemia; recordad que ellas también fueron lanzadas sobre vuestro Maestro. No temáis que los hombres digan de vosotros lo que no sois, recordad que a Mí me llamaron brujo y hechicero; si el mundo os aborrece, recordad que a Mí me aborreció antes que a vosotros. III.64:36

También os advierto que no podrá decirse discípulo mío, aquel que tomare mi palabra como una espada para herir a su hermano o como un cetro para humillarle, así como aquel que se exaltare al hablar de esta Doctrina y perdiese la calma, porque no levantará ninguna simiente de fe. IV.92:9

Discípulo preparado será aquel que al verse atacado en su fe sepa permanecer sereno, porque será como un faro enmedio de una tempestad. IV.92:10

Las mentes elevadas, cuando se ocupan de los demás, son para alabar las virtudes ajenas o para disculpar sus errores, jamás para juzgar o sentenciar; las mentes bajas juzgan, calumnian, publican las faltas ajenas y encuentran placer en ello. VII.204:47

A éstos que juzgan y toman la causa de sus hermanos les pregunto: ¿Os parece liviano vuestro fardo de pecados, que aun queréis agregar el de los demás? ¿Si no os podéis libraros de vuestra carga, por qué la aumentáis con la de los demás? ¿Por qué en vez de buscar valores espirituales en vuestros hermanos para enriqueceros, preferís llevaros el cieno para cargarlo vosotros? VI.204:48

No salgáis a buscar defectos en vuestros hermanos, con los que vosotros tenéis es bastante. X.286:42

No os ofendáis si os hablo así, comprended que mis Cátedras no son para justos ni para santos, a ellos les hablaría en forma muy distinta. Yo vengo a daros mi Doctrina redentora para salvar pecadores y la doy a través de labios pecadores. X.286:43

Escudriñad vuestras propias obras antes de juzgar las ajenas y veréis surgir infinidad de imperfecciones que habían pasado inadvertidas ante vuestros ojos por falta de estudio y de amor. IX.271:25

Comprended: No deis rienda suelta a la imaginación, no juzguéis las obras de vuestros hermanos. Os quiero buenos y además, deseo que lleguéis a ser perfectos, porque vosotros aparentemente tan pequeños, sois más grandes que los objetos materiales y los mundos, porque tenéis vida eterna, sois una chispa de mi Luz. Sois espíritus. Es menester que reconozcáis lo que es espíritu, para que podáis comprender por qué os llamo al camino de perfección. VI.174:60

Dejad en Mí todas vuestras causas y Yo sabré juzgaros con benevolencia. Si contemplo que vuestro propósito fue hacer el bien, que luchasteis defendiendo los principios que os he dado para vuestra salvación, que supisteis oírme y obedecerme, tomaré vuestras obras y por ellas no sólo os salvaréis vosotros, sino la porción espiritual a la que estáis atados por los lazos fraternales y los que forman vuestra familia. Y vuestro ejemplo repercutirá no sólo en el mundo en que habitáis, sino en otros Valles, y será como una semilla que se multiplicará infinitamente a través de los tiempos. VIII.234:60

Os he inspirado las virtudes de la caridad, de la benevolencia, del perdón, ¡cuán necesarias son en este tiempo estas virtudes, pues contemplo a la humanidad despojada de ellas! Solamente florece el egoísmo, la división, la falta de amor; por doquiera escucho las murmuraciones de los unos a los otros. Recordad que os he dicho: “No hablaréis mal de vuestro hermano aunque tengáis justicia para ello”. Sabed dejarme la causa; no os he nombrado jueces, os he enviado a todos con los mismos dones para que os miréis como hermanos. XII.341:52

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 3

No seguirás religión que no tenga por base el amor a Dios, la caridad perfecta con Sus hijos sean los que fueren y la pureza de María.

Porque Yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos.

Oseas 6:6

La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

Santiago 1:26

A través de religiones, filosofías y sectas, me buscan los hombres, son caminos por los que algún día, me hallarán. VIII.215:78

Os he permitidlo conocer religiones, sectas y doctrinas, para que probando el fruto de los diferentes árboles supieseis apreciar el sabor de éste que os estoy ofreciendo. Y os pregunto: ¿Seréis capaces de preguntar a los ministros y sacerdotes, si es verdad que me estoy comunicando por medio del entendimiento humano? ¿Por qué preguntáis a quienes se olvidaron de mi promesa de volver y ni siquiera se prepararon para recibirme? En verdad os digo, que hasta el más inculto de vosotros comprenderá por sí mismo si soy Yo el que os habla. Si mi palabra estremece a vuestro espíritu, si lo despierta y conmueve, eso os demostrará que estoy con vosotros, porque Soy el único que tiene potestad sobre los espíritus. III.70:23

Ved que son muchos los caminos que se abren ante el espíritu de la humanidad; sin embargo, os digo, que no contemplo una sola religión perfecta en este mundo, aun cuando algunas están basadas en mi Doctrina.

Yo no vengo en contra de la palabra que os diera en el Segundo Tiempo, no puedo desconocerme a Mí mismo; mas os pregunto: ¿En dónde está aquella palabra, aquella enseñanza? La busco en el corazón de la humanidad y no la encuentro. Se ha quedado guardada en los libros envejecidos y polvorientos y aun hay entre la humanidad algunos que han osado adulterarla; por eso os digo, que no encuentro entre vosotros la religión perfecta, porque en vez de amor y caridad, de humildad y justicia, sólo encuentro ritos, tradiciones y vanidades, muchos sufrimientos e ignorancia; pero estos son errores que no llegan a mi Espíritu. A Mí sólo llega el amor, la mansedumbre, la justicia y la paciencia.

Quien ama, practica mi Doctrina; quien siente el dolor de sus Semejantes, sufre por ellos y les procura consuelo, ése es mi discípulo. El que enseña la virtud con obras, con su propia vida, ese es el maestro. El que ama en verdad a su propio hermano, ese es mi digno hijo. III.73:27

El que conociendo mi Ley la oculta, no puede llamarse mi discípulo; el que entrega mi verdad sólo con los labios y no con el corazón, no me está imitando. Aquél que habla de amor y con sus obras demuestra lo contrario, ese es traidor a mis lecciones. III.73:28

El que se levanta desconociendo la pureza y perfección de María es torpe, porque en su ignorancia desafía a Dios negando su poder. Quien desconoce mi verdad en el Tercer Tiempo y niega la inmortalidad del espíritu, está durmiendo y no recuerda las profecías de los tiempos pasados, que anunciaron las revelaciones que en este tiempo está viviendo la humanidad. III.73:29

Sabed prepararos para recibir a la Mensajera del Amor que es María. La Madre que desciende a consolar el corazón del hijo. VI.171:68

El amor tiernísimo de Dios para sus criaturas, no tiene forma; sin embargo, en el Segundo Tiempo tomó forma de mujer en María, la Madre de Jesús. VI.171:69

Comprended que María, siempre ha existido, ya que su esencia, su amor, su ternura, siempre han estado en la Divinidad. VI.171:70

Sobre María, ¡cuántas teorías y confusiones han forjado los hombres! Sobre Su maternidad, Su concepción y Su pureza, ¡cuánto han blasfemado! VI.171:71

El día que ellos comprendan en verdad esa pureza, se dirán: “Más nos valiera no haber nacido”. Lágrimas de fuego quemarán su espíritu; entonces María les envolverá en su gracia, la Divina Madre los protegerá con su manto y el Padre los perdonará diciéndoles con amor infinito: “Velad y orad que os perdono y en vosotros perdono y bendigo al mundo”. VI.171:72

Cada pueblo, religión, secta, ciencia u hombre, lleva en sí su parte de falsedades y errores, así como su parte de verdad, mas llegará el instante en que la necesidad de unirse, como una fuerza poderosa e irresistible les aproxime, para aportar cada quien su simiente, en un anhelo de armonizar todos. Para ello tendrá que haber luchas, disputas y confusiones, mas serán necesarias para que lleguen todos a la única conclusión, que es la verdad inmutable de mi existencia y de mi Ley. XI.313:66

Al final de la lucha, los hombres ya en paz consigo mismos y con sus Semejantes, comprenderán que para alcanzar la meta del saber y experimentar la verdadera paz, es indispensable vivir en comunión con la Ley divina, que precisamente procede del amor del Creador. Al mismo tiempo comprenderán que no es necesario profesar tantas y tan diversas religiones para poderse conservar en el bien y en la moral, sino que, para lograr entre todos la verdadera armonía y tener una moral que esté más allá de lo simplemente humano, basta con llevar en el corazón la palabra que llamáis Doctrina de Cristo, y que para abrazarla tendréis que vivirla y amarla con sencillez y humildad. XI.313:67

¿De qué les sirven las religiones a los hombres? Veo que todas tienen como principio la creencia en Dios y como ley el bien; ¿acaso obedecéis lo que vuestras religiones os enseñan y mandan? No podréis decirme que sí cumplís, porque lo negaríais con las obras imperfectas que a diario lleváis a cabo en el mundo. V.140:7

No soy creído, ni amado, ni obedecido. Otra sería la vida de los hombres en la Tierra, si me creyesen y obedeciesen. V.140:8

Los que reconocen la Divinidad de Cristo y nieguen a María, no saben que se están privando de poseer la esencia más tierna y dulce que existe en mi Divinidad. V.115:17

¡Cuántos hay que creyendo conocer las Escrituras, nada conocen, porque nada han entendido; y cuántos hay que creyendo haber encontrado el lenguaje de la Creación, viven confundidos! V.115:18

¿Podrán los hombres llegar a Mí, a través de distintas religiones? Sólo os diré, que existe un solo camino para la elevación de la humanidad y ese es el que os señalé en mi Ley en el Primer Tiempo, camino que fue sellado en el Segundo Tiempo con mi sangre e iluminado por mi Espíritu Santo en este Tiempo. IX.243:3

Creced y practicad sin fanatismo, elevaos y colocaos en un plano desde el cual podáis enseñar a todos vuestros hermanos sin distinción de credos ni doctrinas. No os detengáis para hacer la caridad a un necesitado porque practique un culto retrasado o imperfecto; antes bien, vuestra obra desinteresada conquistará su corazón. No os encerréis en grupos, ni reduzcáis con esto vuestro campo de actividades, sed una luz para todo espíritu y un bálsamo en toda aflicción. III.60:27

Respetaréis siempre la fe o las creencias de vuestros hermanos, considerando que el corazón del hombre es mi Templo. Cuando queráis penetrar en su interior lo haréis con amor, orando antes de descorrer el velo de ese Santuario. IV.92:43

No imitéis a quienes sin temor y sin respeto traspasan los umbrales de ese Recinto sagrado que es el espíritu, apagan su lámpara, destrozan las ofrendas y destruyen el altar, porque os convertiréis en violadores y profanadores de mi Templo. IV.92:44

En muchos corazones encontraréis altares de fanatismo sobre los cuales se levanta un ídolo; eso no os importe, sabréis que la ofrenda es buena, que es sincera y que viene de un corazón inocente que se dirige a Mí. Así os enseño el respeto y la caridad, única llave con que podréis abrir los corazones. IV.92:45

Recordad que ahora y en todos los tiempos, os he revelado la forma en que debéis rendir culto a vuestro Padre; de esto, muchos de vosotros tenéis conocimiento. Mas cuando observáis como han complicado el culto las diversas religiones y sectas, pensáis en la lucha que tendrá que venir entre la humanidad cuando el ideal por la espiritualidad surja en el mundo, pugnando por la sencillez y la pureza. IV.92:46

Las religiones son pequeñas verdades que conducen a los espíritus al camino verdadero por el cual podrán ascender paso a paso hasta llegar a Mí. Mientras los hombres profesan distintas religiones en la Tierra, están divididos, mas cuando estén en el camino de amor y verdad, se habrán unido, se habrán identificado con esa luz única, porque una sola es la Verdad. IX.243:5

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 4

Amarás a tus padres después que a Dios y a tus hijos lo mismo; para los primeros, la veneración y el respeto; para los segundos, la caridad y el buen ejemplo en todo.

Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la lección de tu madre: Corona graciosa son para tu cabeza y un collar para tu cuello.

Proverbios 1:8:9

Escucha a tu padre, que él te engendró, y no desprecies a tu madre por ser vieja.

Proverbio 23:22

Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza. Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en la plenitud de tu vigor. Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido, será para ti restauración en lugar de tus pecados.

Eclesiástico 3:12:14

Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa: Para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor.

Efesios 6:1:4

Todos conocéis el sentido del primer mandamiento de la Ley: “Amarás a Dios más que a tus padres y a tus hijos; más que a ti mismo y también de todo lo que poseéis en la Tierra”. Si así lo hiciereis, sentiréis la paz, vuestras penas serán suaves y los elementos serán clementes con vosotros; pasaréis sobre las pruebas destinadas a perfeccionar vuestro espíritu, sin que sintáis quebranto. XII.363:58

Si llegáis a comprender este precepto y a practicarlo, seréis conformes con vuestro destino, amaréis a la humanidad y respetaréis su vida. Habrá rectitud en vuestras obras y aplicaréis vuestros dones para el bien vuestro y de vuestros Semejantes. XII.363:59

Padres de familia: Evitad errores y malos ejemplos; no os exijo perfección, solamente amor y caridad para con vuestros hijos. Preparaos de espíritu y materia, porque en el Más Allá, las grandes legiones de espíritus esperan el instante para encarnar entre vosotros. II.38:42

Hoy habéis dejado de ser niños y podéis comprender el sentido de mis enseñanzas; también sabéis que vuestro espíritu no nació junto con el cuerpo que poseéis, y que el principio del uno no es el del otro. Esos niños que mecéis en vuestros brazos, llevan inocencia en su corazón, mas en su espíritu encierran un pasado a veces más largo y azaroso que el de sus mismos padres. ¡Cuán grande es la responsabilidad de quienes tienen que cultivar esos corazones, para que su espíritu alcance progreso en el camino! II.56:31

No por esto miréis con menos amor a vuestros hijos, pensad que no sabéis quiénes son ni lo que han hecho; antes bien, aumentad para ellos vuestra caridad y amor y agradeced a vuestro Padre que haya puesto en vosotros mi misericordia, para convertiros en guías y consejeros de vuestros hermanos espirituales, de cuyos cuerpos pasáis a ser padres por la sangre. II.56:32

Mi Obra requiere que sus discípulos sepan dar testimonio con la limpidez y la verdad de los actos de su vida. XI.312:38

A unos y a otros pregunto: ¿Tenéis hijos? Pues tened caridad de ellos; si pudieseis contemplar por un momento a esos espíritus, os sentiréis indignos de llamaros sus padres. No les deis malos ejemplos, cuidaos de hacer escándalo delante de los niños. XI.312:39

Si vosotros que habéis oído esta palabra, la abrazáis con amor y la dais a conocer como os la he enseñado, de cierto os digo, que vuestra simiente alcanzará hasta la séptima generación; mas si no tuvieseis sumisión y caridad, el dolor se hará sentir en vuestros hijos y en sus descendientes. III.60:69

Quien escatima la vara, odia a su hijo, quien le tiene amor, le castiga.

Proverbios 13:24

Haced que vuestros hijos reconozcan las consecuencias del bien y del mal, hacedles presentes los ejemplos que os he dado, preparadles porque son los que han de servirme el mañana. Quiero encontraros serenos y tranquilos meditando solamente en el bien, para que seáis guiados por mi Luz de Espíritu Santo. XII.350:47

Guiad con celo a vuestros hijos, enseñadles a cumplir con las leyes del espíritu y de la materia, y si ellos las infringen, corregidles, porque vosotros como padres me representáis en la Tierra. Recordad entonces a Jesús que lleno de santo enojo, dio una lección para todos los tiempos a los mercaderes de Jerusalén, defendiendo la Causa divina, las leyes inmutables. II.41:57

Quien honra a su padre expía sus pecados; como el que atesora es quien da gloria a su madre. Quien honra a su padre recibirá contento de sus hijos, y en el día de su oración será escuchado. Quien da gloria al padre vivirá largos días, obedece al Señor quien da sosiego a su madre: Como a su Señor sirve a los que le engendraron. En obra y palabra honra a tu padre, para que te alcance su bendición. Pues la bendición del padre afianza la casa de los hijos, y la maldición de la madre destruye los cimientos. No te gloríes en la deshonra de tu padre, que la deshonra de tu padre no es gloria para ti. Pues la gloria del hombre procede de la honra de su padre, y baldón de los hijos es la madre en desdoro. Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza. Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en la plenitud de tu vigor. Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido, será para ti restauración en lugar de tus pecados.

Eclesiástico 3:3:14

El padre de familia me ha buscado para comunicarme sus cuitas y preocupaciones; sus hijos desconocen su autoridad, le vuelven la espalda y se tornan enemigos del consejo paternal. VII.189:54

Debo advertiros, que es muy delicado el cargo que lleváis; es pesada vuestra cruz, mas si sabéis apurar con fe y paciencia vuestro cáliz y sabéis amar y perdonar a vuestros hermanos y a vuestros hijos, me iréis imitando en el camino y vuestros hijos no se perderán. VII.189:55

Si sois hijos, entended y estimad la bondad de vuestros padres. Si sois padres, sabed comprender a vuestros hijos. Si sois esposos, conoceos y amaos el uno al otro, mas si aún no lo sois y esperáis a quien se una a vuestro destino, preparaos para recibirle, para comprenderle. I.11:31

En verdad os digo, debe ser la Conciencia y la razón las que os guíen por el sendero recto. IX.271:34

Si no dejáis preparados debidamente a vuestros hijos, sé que vuestro espíritu desde el Más Allá llorará la suerte de los que dejaron abandonados en la Tierra, porque les verán sucumbir sin saber defenderse ante la invasión de calamidades y de plagas que vendrán a azotar los pueblos de la Tierra. X.297:71

¿Imagináis la restitución y el dolor del espíritu que en vez de recoger dulces frutos a su llegada a la Morada espiritual, sólo zarzas y ortigas encuentre? X.297:72

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 5

No jurarás sobre cosa o criatura alguna con falsedad, ni tomarás a Dios como testigo de mentira.

Si haces voto a Dios, no tardes en cumplirlo; pues no le agradan los necios. El voto que has hecho cúmplelo. Es mejor no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos.

Eclesiastés 5:3:4

Los labios sinceros permanecen por siempre, la lengua mentirosa dura un instante.

Proverbios 12:19

En el Primer Tiempo el pueblo pactó con su Señor y juró cumplir con la Ley. Ahora no quiero que juréis, quiero que vuestro impulso por seguirme sea espontáneo, que vuestro cumplimiento sea por amor. IX.270:65

He visto en este tiempo reunirse a todas las congregaciones, formando una sola multitud, para conmemorar la fecha en que este pueblo me juró obediencia y unión, mas os pregunto: ¿Habéis cumplido con vuestro juramento? ¿Habéis sido obedientes a mis mandatos y os habéis unido? No, pueblo, no habéis cumplido, vuestro juramento fue en vano. ¿Para qué conmemoráis entonces aquella fecha? Más grato sería para Mí, veros distanciados en lo material, aunque nunca os reunieseis para conmemorar esas tradiciones, pero, en cambio sí veros unidos espiritualmente, practicando en una misma forma mi Doctrina y dando cumplimiento a mi palabra. Entonces estaréis unidos en mi Obra y sería vuestra unión fuerte por el amor y la verdad, sin necesidad de tener que cumplir únicamente porque en vuestro espíritu lleváis el peso de un juramento. IX.270:66

Si alguna vez sembraseis la falsedad y la mentira, Yo os digo, que con el dolor y lágrimas lavaréis vuestra mancha y que mientras más se extendiese vuestra mentira y mayores daños causare, más grande será vuestra purificación. ¿Podrán llamarse en justicia hijos de la luz quienes vayan propalando la maldad entre la humanidad? No, discípulos amados. XII.350:39

Ante todo, hermanos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni por ningún otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio.

Santiago 5:12

Así como vosotros vais a creer en Mí, quiero que también tengáis fe los unos en los otros; que no surja entre vosotros ningún testimonio falso; que no brote de vuestros labios la mentira para haceros grandes o notorios entre el pueblo o entre la humanidad. ¡Ay, de aquél que mintiere! ¡Ay, de aquél que dijera: “Vi al Maestro”, sin haberlo visto! ¡Ay, de aquél que dijere: “He recibido este mensaje del Señor, sin haberlo recibido!” Porque entonces mi inspiración le será negada y solamente la recuperará mediante la purificación de sus manchas. No toméis mi Nombre en vano. No toméis mi Obra para mentir ni toméis mi Espíritu o mi Obra para escudar con ello vuestro engaño. XI.319:28

Quiero que vosotros solamente digáis la verdad, que si nunca recibisteis del Maestro una inspiración o una manifestación, seáis conformes y no mintáis, porque así nadie os señalará; mas os pregunto: ¿Quién puede ser aquél que no reciba de Mí? ¿Quién puede ser aquél que no goce de mi inspiración, que no reciba mis mandatos y sienta mis manifestaciones? He aquí, que no me detendré ante vuestras faltas. Yo estaré siempre delante de vosotros, os dejaré convertidos en profetas, pero en profetas de verdad, no en los falsos que se levanten en los caminos haciendo alarde de profecía. XI.319:29

Cuando estéis próximos a una prueba, cuando mi justicia vaya a hacerse sentir en los pueblos de la Tierra y aún en vosotros; cuando sea mi voluntad revelaros algún acontecimiento, escogeré a uno de vosotros para preveniros y anunciaros lo que esté por acontecer. Yo escogeré dos o tres en mi voluntad, para que aquel mensaje sea confirmado, mas no dudéis, porque con ello, exigiríais del Padre una manifestación más grande, ¿y no sabéis que en este Tercer Tiempo os he dicho, que el tiempo de las complacencias ha terminado? XI.319:31

No quiero contemplar en vosotros la mentira, Israel, porque algún día ésta tendrá que ser descubierta y entonces el mundo dirá: “¿Estos son los discípulos del Maestro? Si ellos son falsos discípulos, entonces también fue falso el Maestro que se apacentó entre ellos para entregarles mentira”. XII.344:10

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 6

No harás trabajo lucrativo el día de reposo, y si lo hacéis, que sea únicamente por tu pobreza o compromiso verdadero.

Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yahvéh tu Dios. Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de descanso para Yahvéh tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades; de modo que puedan descansar, como tú, tu siervo, y tu sierva.

Deuteronomio 5:12:14

Respete cada uno de vosotros a su madre y a su padre. Guardad mis sábados. Yo, Yahvéh, vuestro Dios.

Levítico 19:3

Él les dijo: “¿Quién de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en sábado, no la agarra y la saca? Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado”.

Mateo 12:11:12

Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas. Decíanle los fariseos: “Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?” Él les dice: “¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?” Y les dijo: “El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado”.

Marcos 2:23:28

En el séptimo día, vuestra materia descansa de sus faenas terrenales y vuestro espíritu libre como una alondra, viene en pos de la fuente inagotable de mi sabiduría. Viene ante mi manifestación y se fortalece con el efluvio de mi amor que le ofrezco en la enseñanza de mi palabra. XI.314:8

Os confío todos los instantes y días de vuestra vida para que dediquéis de ellos un momento para vuestra elevación; pero una vez más santifico el séptimo día para que en él penetréis en comunión Conmigo y el resto sea para Amaros los unos a los otros y llevar a la práctica todo aquello que hayáis comprendido bien de mi enseñanza; no será preciso de recintos especiales para vuestras reuniones, lo mismo será para Mí vuestro hogar, la humilde alcoba vuestra, el valle o la montaña, la ribera de un río o el desierto. XI.335:36

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 7

No tomarás la mujer de tu hermano como si fuera tu esposa, ni harás mal a las que no son de tus hermanos.

Junto a mujer casada no te sientes jamás, a la mesa con ella no te huelgues con vino, para que tu corazón no se desvíe hacia ella y en tu ímpetu te deslices a la ruina.

Eclesiástico 9:9

Pueblo que me escucháis en este día, hombres que buscáis la felicidad en la vida pasajera de los placeres, de cierto os digo, que al final sólo quedará en vuestros labios la amargura y el reclamo de la Conciencia, cuando veáis cuán distinto y contrario a vuestras ilusiones, es el resultado de vuestros afanes. X.293:47

En este tiempo es mayor la influencia del mal que la del bien; por lo tanto, la fuerza que domina en la humanidad es la del mal, del que se derivan el egoísmo, la mentira, la lujuria, el orgullo, el placer de hacer daño, la destrucción y todas las bajas pasiones. De ese desequilibrio moral provienen las enfermedades que atormentan al hombre. XI.40:65

La inocencia bendita se contamina con la maldad del mundo, la juventud transita en vertiginosa carrera y las doncellas también se han despojado de su pudor, de la castidad, de la honestidad; todas estas virtudes han partido de sus corazones, han alimentado las pasiones mundanas y sólo anhelan los placeres que les conducen al abismo. Vengo a hablaros con toda claridad para que os levantéis y deis un paso firme en la evolución de vuestro espíritu. XII.344:48

Hay gran responsabilidad en todos aquellos que no hacen ningún esfuerzo por penetrar más profundamente en los misterios de mi Arcano. VII.186:1

¿Cuándo llegarán al completo hastío de los placeres que la carne les ha venido proporcionando? ¿Hasta cuándo llegarán a darse cuenta de que esos placeres les han estado impidiendo deleitarse con la gracia del espíritu? Son vasallos del reino del pecado, son esclavos de sus pasiones y van por el mundo, semejantes a los sordos, a los ciegos, a los paralíticos y leprosos sin darse cuenta de sus errores. Cuando alguno llega a comprender que está enfermo su espíritu, no sabe buscar el bálsamo en la luz que irradia de mi Espíritu. VII.186:2

Habéis sido afectos a cerrar los ojos a vuestras malas obras, a vuestros pecados, y llevar la carga indeseable para dejarla en el hogar ajeno; pero llegaréis a comprender que las manchas nadie deberá lavarlas más que aquel que las ha impreso en su corazón. X.293:45

Cuando la lujuria y el materialismo han llegado a su grado máximo en los hombres, haciendo que olviden su procedencia; cuando el torrente desbordado de las pasiones, de los placeres y los vicios han hecho de muchos hombres seres inconscientes, sin noción de sus deberes para con Dios, para con su familia y para con los demás, es cuando ha venido a la humanidad esta palabra, como un manantial de aguas cristalinas para los corazones sedientos. IX.275:48

Cuidad que vuestro cuerpo no sea el instrumento que os lleve a la degeneración y a la impureza, sino que os ayude a la elevación de vuestro espíritu y aún cuando tengáis tentaciones podáis salir triunfantes de ellas. XII.359:86

Estáis tan familiarizados con el pecado, que vuestra vida llega a pareceros lo más natural, normal y lícito, y sin embargo, tal parece que Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta humanidad, toda su perversidad y su pecado. IX.275:49

Descubro entre estas multitudes a la mujer adúltera y también a la pecadora arrepentida, ambas acusadas y señaladas por quienes muchas veces pecan más que ellas; mas Yo les perdono y les digo que no vuelvan a pecar. V.112:67

Cuántos están necesitados de un poco de amor; cuántas mujeres abandonadas han menester de palabras de aliento y vosotros mis escogidos, debéis de levantaros para entregar el amor, el aliento y la fortaleza a todo necesitado. XII.344:34

A cada momento os voy salvando de todos los tropiezos; en la misma forma también vosotros debéis orar por los demás. Contemplad el dolor por doquier, la niñez abandonada, la juventud penetrando en el fango, la infidelidad en la esposa; mas cuando encontréis a la mujer pecadora y criticada por la humanidad, enseñadle el verdadero camino y apartadle la amargura y la confusión que le rodea para que principie a regenerarse. XII.350:48

Hogares y familias de Israel: Cuando sintáis que la tentación se presenta en el seno de los vuestros, buscad la soledad, invocándome a Mí, diciéndome: “Maestro, dadnos vuestra fortaleza, dadnos vuestra espada y no dejéis que como padre desconozca a mis hijos; no permitáis que como esposo desconozca a mi compañera o como compañera desconozca a mi esposo”. ¡Yo oiré vuestra oración, os defenderé y os haré salir avante, porque esta es mi voluntad! XI.312:4

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 8

No tomarás lo ajeno sin permiso del dueño, ni prestarás con rédito, causando graves males con la usura; sólo se te concederá la restitución de lo prestado.

El que aumenta su riqueza por usura e interés, la amontona para el que se compadece de los pobres.

Proverbios 28:8

Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. Yahvéh no permite que el justo pase hambre, pero rechaza la codicia de los malos.

Proverbios 10:2:3

No toméis lo ajeno, el que toma lo ajeno, tiene que restituir con dolor y con vergüenza. A nadie señalo, mas quiero que cada quien tome de mi palabra, la parte que le corresponde. IX.256:17

Yo no os culparé ni os reclamaré de lo que hicisteis cuando vuestros pasos los dabais entre las tinieblas de ignorancia, de pequeñez y de materialidad; mas ahora que tenéis conocimiento completo de lo que es mi Ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, me responderéis de vuestros hechos y me manifestaré inexorable en vuestra misma Conciencia. IX.256:18

Tiempo de justicia es éste, en el que estáis viendo cómo al rico avaro y a la nación poderosa y egoísta les es quitado su poder; así como al que ha tomado lo ajeno sin el permiso de su dueño para aumentar su caudal, también le ha llegado el día de ver como otras manos le quitan lo que sin derecho poseía. IX.250:5

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 9

No tomarás bebida que te embriague, ni usarás elemento de la Creación alguno que nuble tus sentidos o te someta a baja pasión.

Con el vino no te hagas el valiente, porque a muchos ha perdido el vino. El horno prueba el temple del acero, así el vino a los corazones en disputa de orgullosos. Como la vida es el vino para el hombre, si lo bebes con medida. ¿Qué es la vida a quien le falta el vino, que ha sido creado para contento de los hombres? Regocijo del corazón y contento del alma es el vino bebido a tiempo y con medida. Amargura del alma, el vino bebido con exceso por provocación o desafío. La embriaguez acrecienta el furor del insensato hasta su caída, disminuye la fuerza y provoca las heridas.

Eclesiástico 31:25:30

Arrogante es el vino, tumultuosa la bebida; quien en ellas se pierde, no llegará a sabio.

Proverbios 20:1

Vivid con pureza, con humildad, sencillamente. Cumplid con todo lo que sea justo dentro de lo humano, así como con todo lo que se refiere a vuestro espíritu. Apartad de vuestra vida lo superfluo, lo artificioso, lo nocivo, y recreaos en cambio con todo lo que de bueno se encuentra en vuestra existencia. V.131:51

Velad por la salud de vuestro cuerpo, buscad su conservación y fortaleza. Mi Doctrina os aconseja que tengáis caridad de vuestro espíritu y de vuestro cuerpo, porque ambos se complementan y se necesitan para el delicado cumplimiento espiritual que les está encomendado. IV.92:75

Mirad que a veces, en mis lecciones desciendo de la enseñanza espiritual al consejo, para que os conduzcáis con rectitud dentro de la vida humana. Estoy hablando al corazón del hombre, exhortándole a la regeneración, haciéndole comprender el daño que causan al cuerpo los vicios y el mal que ocasionan al espíritu. Os he dicho que el hombre que se deja dominar por un vicio, se ha olvidado de que el espíritu no debe ser vencido, se ha olvidado de que la verdadera fortaleza consiste en destruir al mal con la virtud. XI.312:33

Ese hombre vencido por la carne, se ha denigrado a sí mismo, se ha faltado al respeto a sí mismo, ha descendido de su condición elevada de hombre a la de un pobre ser cobarde para luchar. XI.312:34

Ese hombre en vez de llevar la luz, pan y vino a su hogar, lleva sombras, dolor y muerte, hace pesada su cruz, la de su esposa y la de sus hijos, y entorpece la jornada espiritual de cuantos lo rodean. XI.312:35

La práctica de la moral, de la virtud y de la espiritualidad os librarán de las enfermedades de la materia y del reclamo de la Conciencia. VIII.225:12

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 10

No tendrás ocupación ruinosa que quite la moralidad y proteja los vicios.

No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena. Si te consientes en todos los deseos, te harás la irrisión de tus enemigos.

Eclesiástico 18:30:31

Vivid en gracia, amad la justicia, sed clementes, no fomentéis la maldad, por el contrario, detenedla exhortando al bien a vuestros hermanos y así habréis preparado el camino al espíritu para que no tropiece. Haced todo esto sin que os parezca que ha sido para vosotros un sacrificio. IV.103:19

Combatid lo superfluo, luchad contra lo impuro, sabed que los vicios del mundo entorpecen los sentidos del espíritu, impidiéndole penetrar en las mansiones elevadas. Si aprendéis a vivir la Vida Verdadera, Yo os digo, que a donde os encontréis y a donde vayáis, con vuestra presencia todo lo convertiréis en un paraíso de paz. IX.272:66

Rechazad el pecado. No os dejéis seducir por falsas promesas, aunque veáis que son gratos a vuestro corazón los placeres terrestres. Mientras mi camino está sembrado de espinas, tomad este sendero, porque éste es el que conduce a la paz. Yo tengo para cada herida un bálsamo, mientras que el mundo no tiene para vosotros amor ni caridad. IX.264:53

¿Veis cuánta discordia entre hermanos, cuántas tragedias entre esposos, cuánta inmoralidad y vicios, cuántas guerras entre pueblos? Todo es a causa de vuestro abandono y alejamiento de las leyes divinas. IX.265:28

El hombre se ha hecho doblemente culpable, no solamente porque no hace ningún esfuerzo para que caiga esa venda que le impide el conocimiento de mis enseñanzas, sino porque se extenúa en los lazos de la carne que le llevan a los placeres materiales en perjuicio de los placeres espirituales, y es así que se ha convertido en esclavo de sus pasiones y ha destruido su fuerza de voluntad para regenerarse. XI.329:3

El Maestro os dice: No os baste el no hacer el mal, debéis hacer el bien para que seáis dignos de mi gloria. Os he perdonado todos vuestros errores, todas vuestras caídas, os he lavado de todas vuestras manchas con mi palabra, con mi sangre y mis lágrimas. Por eso os pido que luchéis, que trabajéis, para que podáis llegar al final de la jornada, en donde estoy Yo. XII.358:50

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 11

No protegerás la guerra civil, dividiendo a tus hermanos, ni tomarás parte en guerras extranjeras; no tendrás enemigos, porque todos sois hijos del mismo Padre.

Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra.

Isaías 2:4

Jamás veáis enemigos en nadie, ved en todos los hombres sólo hermanos, esa es vuestra misión; si perseveráis en ella hasta el fin, triunfarán la justicia y el amor en la Tierra, y ello os dará la paz y la seguridad que tanto anheláis. V.123:65

¿Creéis que me falta piedad o que haya dejado de sentir vuestras aflicciones? ¿Cómo concebís que sea Yo quien levante a unos para hundir a otros? V.123:66

La vida es una batalla, mas nunca llaméis enemigos a vuestros hermanos, ni mucho menos me pidáis que descargue mi justicia sobre vuestros opresores. Orad por todos y vuestra oración será luz y paz, que se irá extendiendo minuto a minuto sobre el haz de la Tierra. V.123:67

Sé que no todos tienen igual parte de culpa en el caos que vivís. Es verdad, mas os digo, que los que no son causantes de la guerra, son responsables de la paz. V.115:38

A vos, pueblo, os digo: Tened caridad de vosotros y de vuestros Semejantes; mas, para que esa caridad sea efectiva, reconoced vuestros dones estudiando mi palabra. El que ama a su hermano, me ama a Mí, porque su hermano es mi hijo muy amado. V.115:39

Amaos de una nación a otra, uníos en una sola hermandad para que mañana cuando habitéis en distintas moradas podáis amaros de un mundo a otro. III.64:6

Esta Tierra no es vuestra patria. Sois pasajeros moradores de ella y sólo estáis labrando una vida mejor, superior a ésta según sean vuestros méritos. 8 .241:51

Mirad la guerra, el hambre, la peste y la muerte como un tétrico cortejo que va de pueblo en pueblo sembrando el luto, la desolación y el exterminio. Luchad contra la guerra, tenéis las armas del amor y de la caridad. Vosotros, desde este mundo, podéis ser súbditos de mi Reino de paz, al Amaros los unos a los otros. III.71:67

¿Cómo es posible que los pueblos que se nombran cristianos se destruyan con la guerra y hasta oren antes de ir a matar a sus hermanos pidiéndome que les de la victoria sobre sus enemigos? ¿Es que puede existir mi simiente donde en vez de amor existe el odio y en vez de perdón la venganza? III.67:28

La humanidad está dividida, porque no se rigen por una sola ley. Cada nación tiene sus propias leyes. Cada pueblo sigue diferente doctrina y si penetráis en los hogares, también cada padre rige a sus hijos de distinta manera. III.59:51

La esencia que brota de esta palabra que os entrego, la derramaré sobre todos los pueblos de la Tierra porque es simiente de unificación. Esta Doctrina hará meditar y comprender muchas enseñanzas a la humanidad. III.60:7

Los lazos rotos se unirán y las diferencias de razas desaparecerán ante la espiritualidad, porque el culto al único y verdadero Dios será uno solo. III.60:8

Así empezaréis a formar en la Tierra una sola familia y os dejaré una antorcha grande, infinita, que alumbre el sendero espiritual de todos mis hijos. III.60:9

La guerra ha extendido su manto sobre muchos pueblos de la Tierra y esto ocasionará que se desaten también el hambre, la peste y la muerte. III.59:70

No dejéis vosotros la puerta abierta a la guerra, porque como ladrón, penetrará y os sorprenderá. Velad y orad. III.59:71

La mala hierba será cortada de raíz del corazón de los hombres y la buena simiente será conservada, para formar con ella una nueva humanidad. III.59:72

Muchos hombres y mujeres, por causa de tanto dolor y destrucción, empiezan a suspirar por mi Ley, por mi palabra y por mi paz, mas no saben hacia donde conducir sus pasos para encontrarme, ¿no os agradaría llegar en esos momentos ante ellos y poderles decir: “Este es el camino, ahí está el Divino Maestro”? III.59:73

Pueblo: Las naciones están en guerra, orad y no las juzguéis; no estéis deseando la victoria de unas y la destrucción de otras porque todas se hallan bajo una dura prueba. III.66:50

El bien, como el mal, puede ser transmitido a distancia;por eso os he enseñado a socorrer con el espíritu preparado a los que necesitan vuestra ayuda, ya estén cercas o distantes. Mas cuidaos de enviar pensamientos que provoquen la guerra. No deseéis la caída de una nación y el triunfo de otra, porque esa influencia llegará y causará trastornos. Ante todo amad y sed indulgentes con todos vuestros hermanos. XII.357:46

Sed fuertes para dominar vuestras pasiones, y así no os inclinéis hacia un bando u otro. Es menester que vuestro corazón se inflame de caridad y fraternidad por todos, participando interiormente de las penas y miserias que afligen a esta humanidad. Así vuestro corazón latirá al compás del Mío. Todo el bien que hagáis tendrá su recompensa o, ¿no consideráis que será una compensación para vuestras oraciones la llegada de la paz entre los hombres? VII.180:77

Evitad que por causa de mi Doctrina se dividan los pueblos. No hagáis guerra, ni sintáis superioridad unos sobre otros. Yo estoy inspirando a todos por igual, la espiritualidad que es paz, amor y respeto al Semejante; haced caer el fanatismo religioso, perfeccionad las prácticas, elevad el culto de vuestros hermanos, esa es mi voluntad y cuando os encontréis unos y otros, reconoceos, amaos y testificadme. VIII.215:28

Orad por la paz de las naciones; he hablado a los hombres a través de la Conciencia, a los que gobiernan estos pueblos y he visto que su corazón es reacio, que de él no retiran su odio y su ambición. III.59:87

Velad también por la paz de esta nación a la que he señalado para que en ella sea escuchada y estudiada mi palabra. La guerra, la codicia, las ambiciones y las falsas doctrinas acechan a vuestro pueblo. Mas Yo os libraré de las garras del faraón que quisiera convertiros en sus vasallos, porque ahora estáis sirviendo a mi causa. III.71:25

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 12

No harás infanticidio en los niños que están por nacer.

No habrá en tu tierra mujer que aborte.

Éxodo 23:26

Madres, orad por la humanidad. Doncellas, perseverad en la oración y en la virtud; sois vosotras la fuente de donde brotarán las generaciones del mañana que deberán dar testimonio de mi verdad. III.71:27

Yo, vuestra Madre vengo a inspirar a las mujeres para que no descuiden su misión, su gran destino, y sepan ser faro y guía para la humanidad. El Mensaje de María 3:12

Daos cuenta de que el Padre os concedió el don de la maternidad para que enseñaseis a amar. El Mensaje de María 12:11

El amor maternal es de los dones más grandes que el Cielo ha otorgado a los humanos. El Mensaje de María 12:15

Vos, mujer, que tratáis de ocultar a vuestro hijo, pensando que no es legítimo por ser fruto del engaño de que fuisteis víctima: No os avergoncéis de ser madre, ni pongáis ese cáliz de amargura en los labios de vuestro hijo. Acercaos a Mí, sanad vuestra herida y consolaos con la sana alegría de ser madre. El Mensaje de María 12:17

No queráis confundir las leyes divinas con las humanas,porque el amor puro, el sentimiento elevado, no se mancha jamás con las miserias del mundo. Aún no sabéis juzgar, ni conocéis en dónde está el verdadero pecado. Ser madre, redime. ¿Por qué hay quienes se avergüenzan de ello? El Mensaje de María 12:18

¿Quién es en esto el culpable? ¿El que traiciona los sentimientos nobles o la que confiadamente ama? Culpable es el que viola las leyes de Dios, quien profana el Templo espiritual y delinque ante el altar del amor.  El Mensaje de María 12:19

No temáis mujer, el dolor os ha purificado, vuestra flor que creíais marchita, engalana de nuevo mi Santuario. La Madre os dice: El pecado está en las bajas pasiones, en los vicios. ¿De qué debilidad me habláis? He aquí que vuestro amor os ha redimido; quién os traicionó está muy abajo y distante de vos. El Mensaje de María 12:20

Seguid brillando cual estrella, para que alumbréis el camino de ese ser que se os ha confiado y podáis desbordar en él vuestra ternura maternal. Ese hijo será la fuerza en vuestra vida, mas tendréis que encauzarlo. No sufráis más, que nada será capaz de manchar las vestiduras de vuestro espíritu. El Mensaje de María 12:21

¿Creéis que esas criaturas a quienes llamáis hijos ilegítimos, no son hijos legítimos de Dios y por tal razón no les ame como a los demás? ¿Quiénes establecen esas diferencias en el mundo? Hombres pecadores, que sentencian a otros que son como ellos. Esto os dice María, vuestra Madre. El Mensaje de María 12:22

Como música celeste son vuestras oraciones en favor de la humanidad. Sea vuestro corazón el lugar donde se escuche el eco de mi voz de Madre. El Mensaje de María 12:23

¡Oh, mujeres madres! Santo es el instante del alumbramiento, porque en él se descorre el velo del misterio y se manifiesta la sabiduría de Dios en el poder de la Naturaleza. Vuestros ojos se nublan en ese instante, el mundo gira en torno de vosotras y el cuerpo se abandona; mientras el espíritu, elevándose, presiente la gloria, a la que no penetra porque el objeto de vuestro amor, el hijo amado, os atrae al mundo; entonces bendecís vuestro dolor. El Mensaje de María 12:24

María, la Sierva del Señor, bendice el instante del alumbramiento, que es fuego que purifica y dignifica, agua que lava y dolor que redime. El prodigio se realiza y eleva a la mujer ante los ojos de Dios. ¿Qué madre no siente en ese trance llenarse su corazón de luz y de belleza? El Mensaje de María 12:25

Mas sé deciros que no todas saben ser madres. Hay mujeres a quienes la maternidad no ha dignificado ni el dolor ha redimido. Son flores marchitas, sin perfume, extraviadas en sendas inciertas. Ellas no presintieron el amor maternal, pero un día llegarán mis palabras a su corazón y se conmoverán ante la voz de María, desbordando lágrimas de arrepentimiento. Ellas sentirán la paz interior, cuando lleguen al reconocimiento de lo que es su misión. El Mensaje de María 12:26

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 13

No tratarás mal ni con rigor a los pobres, sean los que fueren.

Quien oprime al débil, ultraja a su Hacedor; mas el que se apiada del pobre, le da gloria.

Proverbio 14:31

No os engrandezcáis ante vuestros hermanos, sed humildes y mostradles buenos ejemplos. XII.343:3

¡Qué emoción tan grata sentís cuando miráis que un hombre notable entre los hombres, os hace una manifestación de afecto, de comprensión, de humildad! Esa misma sensación, la podéis llevar a los que sean o se sientan inferiores a vosotros. Sabed descender, sabed tender la mano sin sentir superioridad, sabed ser comprensivos. Os digo, que en estos casos, no sólo goza el que recibe la prueba de afecto, la ayuda o el consuelo, sino también el que la da, porque sabe que sobre él, hay Uno que le ha dado pruebas de amor y de humildad: Su Dios y Señor. IV.101:62

Sed humildes entre los más humildes, sed siervos de todos como Yo soy vuestro Siervo; he recibido muchas veces vuestras órdenes y os he obedecido para enseñaros. No desciende el que sirve sino que se dignifica. Y a cambio de vuestro servicio no pidáis pago alguno. No hay en la Tierra quien pueda apreciar vuestro trabajo. Yo os daré con justicia según vuestros merecimientos. VIII.234:59

Levantad al caído. Yo a todos entrego mi caridad; mas los unos son azotados por las tentaciones del mundo y no han oído aún el llamado de su Conciencia. A vosotros toca tenderles la mano y ser un báculo para ellos en el sendero, hasta que logréis que caminen tras de mi huella de amor. VII.199:23

Si os sentís fuertes y veis que a vuestro lado caminan con dificultad vuestros hermanos no os sintáis superiores, porque caeríais en la grave falta de la vanidad y seríais semejantes al gusano que se hincha con la humedad de la tierra. En mi nuevo pueblo no se levantarán reyes ni señores. Toda mala simiente será apartada de vuestro corazón para que podáis ser mis profetas. III.67:14

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 14

Nada de lo creado maldecirás.

No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición.

1 Pedro 3:9

Todo es bendito por Mí a toda hora, en todo instante. De Mí no ha brotado ni brotará maldición o abominación alguna para mis hijos; por eso sin contemplar justos ni pecadores, hago descender sobre todos mi bendición, mi ósculo de amor y mi paz. XI.319:50

Aprended a bendecir vuestro dolor lo mismo que si se tratase de vuestras alegrías. Bendecidlo todo. X.286:40

¿No bendigo Yo a la humanidad entera, sin distinguir a nadie? Ahí, bajo aquel manto de bendición quedan envueltos lo mismo los buenos y mansos, que los soberbios y los criminales. ¿Por qué no me imitáis? ¿Acaso sentís repugnancia por los actos de los demás? No olvidéis que vosotros formáis parte de la humanidad, que debéis amarla y perdonarla, mas no rechazarla, porque sería tanto como si sintieseis asco por vosotros mismos. Todo lo que veis en vuestros Semejantes lo tenéis vosotros en mayor o menor grado. X.286:41

Quiero que todo lo bendigáis sin que haya nada que no podáis bendecir, para que poco a poco os acerquéis por vuestra espiritualidad y perfección a la comprensión de lo sublime. VIII.228:67

No reneguéis del mundo, ni de sus vicisitudes y sufrimientos, recordad que ellos fueron los que os acercaron a Mí; tampoco os alejéis de vuestros hermanos, por el contrario, ahora que habéis visto como os recibo y como os entrego, aproximaos más a ellos, haciendo en los necesitados lo que habéis visto que he hecho entre vosotros. V.117:38

Si derramo mis complacencias sobre los hombres, éstos se vuelven egoístas; si les concedo que saboreen el gozo, llegan al exceso; si pongo a prueba su fortaleza, con el fin de templarles el espíritu, protestan; y si permito que el cáliz de amargura llegue a sus labios para purificarles, reniegan de la vida y sienten perder la fe; si pongo en sus hombros la carga de una familia numerosa, se desesperan y cuando levanto de la Tierra a alguno de sus seres queridos, me acusan de injusto. V.117:56

Nunca os veo conformes, nunca escucho que bendigáis mi Nombre en vuestras pruebas, ni contemplo que tratéis, a través de vuestra vida, de trabajar en mi Obra creadora. V.117:57

¿No recordáis los ejemplos que en Jesús vine a daros, al consagrar aquella vida a glorificar a su Padre? V.117:58

Jesús nada poseyó en la Tierra, y sin embargo jamás protestó por su pobreza, tuvo que dejar a su Madre y supo renunciar a todo, por amor Al que le envió; su obra fue ardua y su camino penoso hasta el fin, mas nunca se rebeló; fue perseguido y burlado, juzgado y finalmente muerto, mas de su Corazón, de sus labios y aun de sus ojos, sólo brotaron bendiciones, perdones y consuelo para quienes lo amaron, igual que para quienes lo denigraron. V.117:59

Mas no sólo en Mí podéis hallar ejemplos dignos de imitar; recordad la mansedumbre de Abraham, cuando su Señor le pidió la vida de su hijo; la paciencia de Job, que me bendecía en cada una de sus tribulaciones, y así como esos ejemplos, muchos más que hasta vosotros han llegado a través de la historia. V.117:60

Es esta Doctrina la que proporcionará al hombre la espiritualidad que necesita para elevarse paso a paso, escalón por escalón, hacia la sabiduría espiritual donde encontrará su origen, su esencia, su razón de ser y entonces será muy grande su amor hacia Mí y bendecirá a toda la vida y a cuanto existe y le rodea, porque en todo verá, escuchará y sentirá la presencia de su Padre Celestial. XI.325:92

Voy a dejaros en representación mía y así como Yo amo, bendigo y estrecho a la humanidad, vosotros haréis lo mismo; ella está hambrienta de amor, de ejemplos y de luz. Yo he de decir a la humanidad: “¡Buscad al pueblo de Israel y en él encontraréis mi representación y mis prodigios; en él derramaré mi enseñanza y mis complacencias!” XI.324:25

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 15

No tratarás con desprecio a los que sufren enfermedades que tú llamas asquerosas.

Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.

Mateo 10:8

Si os presentase en vuestro paso al enfermo de lepra, ¿os apartaríais de él llenos de horror?; ¿seréis incapaces de tocarlo con vuestra mano?; ¿acaso teméis contagiaros? No, mis discípulos, porque en vez de contemplar la miseria de aquel cuerpo, debéis contemplar su espíritu, que es vuestro propio hermano, que es mi hijo quien espera vuestra caridad. ¡Cuánto tenéis que aprender aún! VIII.215:71

Para que no sintáis desprecio por los pobres ni asco ante las enfermedades que vosotros llamáis repulsivas, ¡por cuántas pruebas tendréis que pasar! ¿Quién puede saber si ese leproso que os ha tendido su mano y del cual os habéis apartado horrorizados fue en otra encarnación vuestro padre o vuestro hijo? III.67:25

Mirad que en vuestro camino vais a encontrar cuadros de miseria, de dolor. Vais a cruzaros con los muertos vivientes y los poseídos. Vais a contemplar a los que tienen el corazón empedernido y a los que han caído víctimas de sus pasiones . VI.147:32

Yo os digo desde ahora: No temáis llegar hasta ellos. Si es su cuerpo el que adolece de enfermedades para vosotros repugnantes o contagiosas, no temáis al contagio ni a las enfermedades del espíritu. No olvidéis ni dudéis que estáis protegidos por mi gracia, para que también ello sea un testimonio más ante los incrédulos. Id al encuentro de los enfermos y necesitados y por medio de vuestra elevación, consejos y oraciones, acercadlos al Doctor de los doctores. Si así lo hacéis, habréis puesto en práctica los dones que os he entregado. VI.147:33

Sobre los seres y elementos de la Naturaleza, podéis obrar en múltiples formas para llevar a todos el consuelo. Mas también os digo: No temáis a las enfermedades y sed con todos pacientes y misericordiosos. En cuanto a los poseídos y a los confundidos en su mente humana, también podéis curarlos, porque tenéis esa facultad y debéis ponerla al servicio de esos seres que han caído en la desesperación y en el olvido. Libertadlos y manifestad esa potestad ante los incrédulos. Es una de las grandes misiones de este pueblo: Llevar la luz donde haya tinieblas, romper toda esclavitud y toda injusticia y preparar a este mundo para contemplar a su Señor y mirarse a sí mismo, a su interior, con pleno conocimiento de la verdad. XII.339:41

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 16

No hablarás mal de los seres en público causando su deshonra.

El que cubre un delito, se gana una amistad; el que propala cosas, divide a los amigos.

Proverbios 17:9

Ninguno tiene derecho de hablar de las imperfecciones de sus Semejantes, porque ¿quién de vosotros es perfecto? A nadie juzguéis y sed el buen ejemplo entre los hombres: Así debéis de vivir, como un reflejo de la paz y de la felicidad eternas, y los hombres, hastiados de tantos sufrimientos, llegarán hasta vosotros para deciros: “Dadnos de vuestro pan, dadnos de esa agua inagotable”. XI.310:17

Como Yo os enseño, así enseñad; como recibís de Mí, así entregad mi palabra a vuestros hermanos, con infinito amor; no señaléis las faltas de vuestros Semejantes, porque Yo no he venido a delatar vuestras faltas. Id por el camino sembrando rosas aunque tengáis que recoger espinas. Si las espinas hieren vuestro corazón, Yo sanaré vuestras heridas. Yo os entregaré el bálsamo, el consuelo y la fortaleza espiritual. XII.340:22

Si en vuestro camino veis que se levanta el traidor, el falso, el ingrato, el débil o incrédulo, el blasfemo, el profano, perdonadle, sí, pero habladle con amor, con esta palabra de juicio con que Yo os he hablado; pero que sea mi juicio, no el vuestro pueblo, porque el vuestro no es perfecto. XII.366:77

Os considerabais indignos de hallaros ante mi presencia y os hice dignos, purificando a vuestro espíritu de todas sus faltas pasadas, revistiéndolo de pureza. Con este perdón os he entregado una lección de amor: Ponedla en práctica en vuestros hermanos. III.65:5

¿Con qué derecho vais a juzgar y a sentenciar a vuestros Semejantes por causa de sus imperfecciones? Recordad que os dije en el Segundo Tiempo: “El que se encuentre libre de pecado que arroje la primera piedra”. III.65:6

No deberá haber jueces entre vosotros, ni fanáticos, ni hipócritas, porque donde existan estos defectos, no podrá haber espiritualidad. VI.148:70

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 17

No abandonarás a tus hijos en manos extrañas, y sólo lo harás por tu extrema necesidad, siempre y cuando te sea conocida la conducta apropiada de la persona bienhechora.

Caballo no domado, sale indócil, hijo consentido, sale libertino. Halaga a tu hijo, y te dará sorpresas juega con él, y te traerá pesares. No rías con él, para no llorar y acabar rechinando de dientes. No le des libertad en su juventud, y no pases por alto sus errores. Doblega su cerviz mientras es joven, tunde sus costillas cuando es niño, no sea que, volviéndose indócil, te desobedezca, y sufras por él amargura de alma. Enseña a tu hijo y trabaja en él, para que no tropieces por su desvergüenza.

Eclesiástico 30:8:13

Sobre la hija desenvuelta refuerza la vigilancia, no sea que te haga la irrisión de tus enemigos, comidilla en la ciudad, corrillos en el pueblo, y ante el vulgo espeso te avergüence.

Eclesiástico 42:11

Todos los cargos que os doy son de gran trascendencia y responsabilidad; mientras a unos les concedo la tutela de los hijos, a otros los convierto en guías espirituales de una gran porción o en gobernantes de un numeroso pueblo. Bendito aquel que se eleve más allá de la materia para buscar en Mí la fortaleza y la luz, pues estará en comunicación Conmigo, y Yo le sostendré en todas sus pruebas a través del cumplimiento de su misión. V.132:49

Pensad seriamente en las generaciones que tras de vosotros vienen, pensad en vuestros hijos, a los que, así como les habéis dado el ser material, también tenéis el deber de darles vida espiritual, aquella que es fe, virtud y espiritualidad. V.138:61

El pacto que Conmigo hacéis, no es un compromiso material, es un cargo espiritual que habéis aceptado contraer con vuestro Padre, con Aquél que ha hecho todo lo creado. Yo os enseño a cumplir vuestra misión espiritual, mas también os encargo que cumpláis todo compromiso y toda promesa que en lo humano hagáis, para que os reconozcan por la verdad de vuestro espíritu y por la sinceridad de vuestro corazón. Haced que vuestro sí, sea siempre sí, y vuestro no, sea siempre no; entonces habrá confianza en que vuestras determinaciones sean siempre firmes. Nunca rompáis un pacto sagrado, como son el del matrimonio, el de la paternidad y el de la amistad. V.126:31

Cuantos mayores sean vuestras virtudes, mayor será la luz de aquéllos que han de seguir vuestros pasos. XII.347:14

Luchad por los vuestros. Luchad por la fe de las criaturas que he dejado a vuestros cuidados; ellos traen gracia y potestad y darán un paso adelante en el camino de la espiritualidad. Ellos afirmarán vuestras palabras y cuando les faltéis, recordarán la Ley que sus padres practicaron en la Tierra y serán fieles a ella. XII.347:15

Contemplo a los niños, sin alegría, sin paz, llenos del saber material en su entendimiento, y de las leyes y virtudes espirituales nada han aprendido y su espíritu entristecido ruega, implora caridad y su plegaria no es escuchada. Sus padres no han estado preparados para darles enseñanza. Las mujeres me han pedido el don de la maternidad, que no ha todas he concedido, sin medir su responsabilidad, y he ahí las consecuencias; no han sabido conducir a la niñez, no han modelado su corazón, ni han iluminado su espíritu y éste, no ha podido desenvolverse. VI.148:5

Padres y madres que habéis tenido el privilegio de guiar sobre la Tierra a estas generaciones y a las que están próximas a llegar: ¡Velad y orad por ellas! ¡Preparadles el sendero! Quiero encontrarlas dispuestas a recibir mis nuevas revelaciones. De entre ellas surgirán los profetas que conmuevan al mundo con sus profecías, como lo hicieron los grandes profetas de los tiempos antiguos, los cuales fueron como heraldos en las horas de prueba y como antorchas en medio de las tinieblas. X.307:63

El Mundo Espiritual, como un inmenso ángel custodio, velará por los pasos de estas criaturas, ayudando con ello a quienes reciban en su seno como a hijos, a estos seres que os anuncio y os prometo. X.307:64

Cuando os digo que os preparéis, es también para que podáis dejar a vuestros hijos, como testamento, vuestro ejemplo de obediencia, de espiritualidad y fraternidad, vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. IX.243:16

Entonces vuestro nombre será bendecido y recordado por las generaciones del mañana, que os amarán a través de la huella de vuestra lucha, de los actos buenos y ejemplos dignos de seguir: ¿Cómo no habéis de ser reconocidos por vuestros hijos, si vosotros sois los que vais limpiando de espinas y cardos el camino, para que ellos no se hieran? Por eso no paséis con indiferencia sobre las asperezas del sendero sin apartar los tropiezos, porque los que vengan tras de vosotros cada vez que encontraran el obstáculo o la espina, os reclamarán y habría quienes os maldijeran. IX.243:17

Tendréis que rendirme cuentas de todo cuanto hayáis hecho en la vida; mas, ¿cómo vais a acallar la voz de la Conciencia en esa hora suprema?, ¿qué responderéis cuando vuestro espíritu escuche la voz del Señor, advirtiéndole que nunca podréis justificar el mal? V.139:62

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 18

No forzarás a los niños a que hagan trabajos que les enseñen vicios.

Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños.

Lucas 17:2

Alimentaos de sanas y santas alegrías, gozad con la presencia de los niños, en quienes habitan ya los espíritus que anuncié a la humanidad para este tiempo, y cuya misión de paz y de luz, se manifiesta en sus hechos, desde sus primeros pasos. Velad porque en ellos se cumpla mi promesa. Ellos son esperanza y cimiento de futuras generaciones, y su destino será un testimonio para los que esperan ansiosamente las señales de que el Reino prometido ya está cerca. X.301:42

Padres de familia: Sed sensibles a las manifestaciones de adelanto espiritual de vuestros hijos; observad con amor y caridad a la niñez que se os confía, para que encaucéis a las nuevas generaciones por la senda trazada por mi luz. No las conduzcáis hacia el abismo ni cavéis precipicios para ellas. Estos espíritus no deberán penetrar a la Sodoma y Gomorra de este tiempo. III.69:4

Detened a la juventud en su carrera hacia la destrucción de su moral; ilustrad su espíritu para que ponga las bases a una vida recta y elevada. V.116:40

Si supieseis comprender todo lo que encierra mi palabra, os levantaríais con paso firme y presuroso a extender el bien que ella contiene; miraríais con piedad a la niñez, huérfana de ternura y de guías, porque sus padres han muerto. X.301:33

Miraríais con caridad a la juventud que camina sin ideales, porque los hombres han matado la fe de los corazones que apenas se abrían ante la vida. X.301:34

Los niños se pierden en este tiempo de perversidad, de confusión y materialismo; el mundo transita como un ciego, son los muertos a la vida de la gracia, es la humanidad que perece y me da a beber una vez más el cáliz del dolor. Mostradles la luz del nuevo día, hacedles sentir mi presencia y decidles que el Padre les espera con sus brazos abiertos. XI.336:63

Os encomiendo a los niños y os encargo que les conduzcáis por el camino certero. Congregadlos, habladles de Mí con amor y con ternura, buscad a los desheredados, aquellos que viven perdidos entre miserias y vicios. Doy esencia a vuestras palabras para que ellas sean camino de salvación cuando broten de vuestros labios. Abrid delante de los inocentes el Libro de la Vida Verdadera, para que su espíritu despierte y sea grande al penetrar en las revelaciones del Espíritu Santo; asemejaos a vuestro Maestro y seréis escuchados. III.64:70

¡Ay, de los que en este tiempo con sus profanaciones y desobediencias den mal ejemplo delante de los niños a quienes he enviado con una misión espiritual! ¿Queréis imitar a las turbas que entre gritos y burlas condujeron a Jesús al Gólgota, sembrando el terror en el corazón de los niños que no acertaban a explicarse por qué se martirizaba y se daba muerte a un hombre que sólo repartía bendiciones? III.69:50

Vuestro deber es llegar hasta vuestros pequeños hermanos y orientarlos en el camino de la vida, cuya ruta han perdido, hablarles del Padre, diciéndoles que basta un poco de espiritualidad para sentir mi presencia, la cual les dará valor y fuerza para no dejarse arrastrar hacia el abismo. X.301:38

¿Por ventura, os pido imposibles? Sólo vengo a enseñaros a sembrar amor para que recojáis al final el fruto de la vida. Cultivad hoy el corazón de los niños para que mañana les escuchéis hablar de las grandezas del Espíritu Santo. III.64:72

Velad por las rosas y los lirios que son el corazón de la juventud y mañana os deleitaréis con el florecimiento de la virtud. Enseñad a orar con el espíritu y reconoceréis todos que esa es la comunicación perfecta, cuando sintáis que vuestro espíritu ha llegado a mi presencia y ahí se ha sustentado con mi amor. III.64:73

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 19

No enseñarás a persona alguna, historias o cuentos por consejas de la manera siguiente: De diablos, condenados, brujas, duendes, espíritus malignos, milagros que no sean ciertos, apariciones de imágenes que no hayan sido verdad, castigos falsos, transformaciones de gentes, todo lo superfluo y lo malo.

Adivinaciones, augurios y sueños cosas vanas son, como fantasías de corazón de mujer en parto. A menos que te sean enviadas por el Altísimo en visita, no abras tu corazón a estas cosas.

Eclesiástico 34:5:6

Ya no es el tiempo en que alimentéis de misterios a vuestro espíritu, aunque esos misterios tengan para vosotros la atracción de lo desconocido. X.285:38

¿Por qué queréis impresionar con manifestaciones exteriores que no comprenden vuestros hermanos? ¿Por qué vais enseñando actos en apariencia sobrenaturales, pero en realidad exentos de luz y verdad? ¿No es suficiente la esencia que desborda mi palabra, o no es maravilloso que Yo hable a través de vuestras bocas? X.285:39

¡Cuán materialistas sois muchos de vosotros! Mas debéis convenceros de que todo lo que añadieseis a mi manifestación, tan simple y sencilla por ser mía, sólo será como un tosco y rudo velo que impida contemplar la verdad a vuestros hermanos. X.285:40

Antes de iniciaros en el cumplimiento de alguno de los cargos que esta Obra os ofrece, meditad profundamente en lo que os he enseñado y en lo que vais a hacer, para que no hagáis nada que sea contrario a mi Ley. X.285:41

Arrojaréis de vuestro seno todo lo que sea fanatismo, idolatría, superstición, materialidad y prácticas superfluas e inútiles. Será como si limpiaseis de mala hierba la tierra para luego sembrarla de hermoso trigo. IX.271:26

Vosotros, que escuchándome a través de esta Doctrina habéis logrado despojar de prejuicios y de fanatismo vuestro corazón y de una manera natural y sencilla me rendís culto y me sentís en vuestro interior, podéis consideraros como seres privilegiados entre toda la humanidad, y os tomaré como precursores de la Era de la Espiritualidad. XI.321:86

¿Es preciso que obre milagros y realice prodigios para que mi Obra, apareciendo ante vuestros ojos como sobrenatural, la llaméis maravillosa y verdadera? O, ¿basta que os hable con sencillez, que haga llegar mi esencia a vuestro espíritu y os haga sentir mi presencia en lo más tierno de vuestro corazón? XI.333:5

Os vuelvo a decir, que Yo no vine en este Tercer Tiempo a realizar el milagro inexplicable o el prodigio exterior para impresionaros o sorprenderos, sino a traeros una palabra sencilla en su forma, pero profunda en su contenido, para que sea estudiada ante la luz de la Conciencia. En ello os doy una prueba más de mi verdad, porque debéis tener presente que en aquel Segundo Tiempo previne a la humanidad, anunciándole que en el mundo surgirían falsos profetas haciendo prodigios para enseñar a los hombres, haciéndoles creer que soy Yo. XI.333:14

Yo no he traído esa clase de milagros, ni he venido a obligar a nadie a creer en esta palabra, ni he tratado de sembrar temor si no me seguís. Sólo he venido a cumplir una promesa hecha a los hombres, de enviar el Espíritu de Verdad a explicarles todo aquello que no hubiesen comprendido bien o hubiesen interpretado mal. XI.333:15

Aquí tenéis mi palabra prometida. Bienaventurados quienes sepan penetrar en su interior, porque de cierto os digo, que ahí encontrarán mi divina presencia. XI.333:16

Cuando prescindáis de las palabras vanas, de las formas, de las prácticas simbólicas y las ceremonias, habréis rasgado el velo que os impide contemplar la verdad. Cuando renunciéis a lo externo y a lo superfluo, será señal de que la espiritualidad comienza a ser sentida y vivida por vosotros; entonces vuestro espíritu, vuestro corazón y entendimiento y hasta vuestros sentidos, dejarán de impresionarse fácilmente por manifestaciones superficiales o de escaso significado. El espíritu buscará en todo la esencia, la verdad, la vida, el principio. XI.329:18

¿Podría uno de estos discípulos llevar a sus hermanos un mensaje en el que se mezclasen lo puro con lo impuro, lo divino con lo carnal y lo elevado con lo vulgar? No, pueblo, es natural y justo que penséis que esos buenos discípulos sólo irán a extender un Mensaje celestial, que tanto en su esencia como en su forma sea un testimonio vivo de luz y verdad. XI.329:19

Elías es con vosotros y su luz os inspira para que terminéis de construir en vuestro corazón el Santuario, como también os dio valor para que derrumbaseis de su pedestal a vuestros ídolos. El rayo de Elías ha venido siempre a exterminar la idolatría, la superstición, la ignorancia y ha hecho que los hombres reconozcan el poder del Dios de Verdad. III.60:71

Nunca os he enseñado lo superfluo y malo, mi Ley y mi Obra son limpias y están lejos del materialismo, por eso he venido a destruir el fanatismo y la idolatría, y aun os he apartado los símbolos materiales que representan lo espiritual. Yo os he enseñado la forma limpia, perfecta, de orar y de buscarme. XII.353:74

No asimiléis influencias maléficas que puedan desvirtuar el conocimiento y la luz que os he dado, porque os verías envueltos en la misma causa que aquellos que van a traicionarme. IV.110:66

Borrad de los hombres la impresión errónea que de las doctrinas espirituales se han formado basadas en la ignorancia, superchería y engaño. Presentad mi Doctrina en toda su pureza y majestad para que ella borre la ignorancia, el fanatismo y la dureza que no permiten a la humanidad pensar en su yo espiritual, al que han privado de toda libertad de acción. X.287:42

Andáis huyendo de lo espiritual y no pensáis que pronto seréis espíritu; mas no siempre tenéis la culpa de vuestra ignorancia, sino quienes os guían. X.287:43

Os han invertido el sentido de los valores esenciales, hasta el grado de creer que la verdad está en lo opuesto a la verdad. X.287:44

¿No tomáis a veces objetos materiales como si fuesen divinos? ¿No concedéis eternidad a bienes pasajeros? Creéis haber comprendido a Cristo y ni siquiera lo conocéis. X.287:45

Velad, cuidando de no manchar vuestra mente con pensamientos impuros; ella es creadora y cuando dais cabida a una idea mala, se rebaja a planos inferiores y vuestro espíritu se rodea de tinieblas. VI.146:60

Apartaos del mundo y recordad mis palabras que os dicen: “Lo que fuisteis el ayer, no lo seáis hoy y lo que sois ahora, no lo seáis el mañana”. Regeneraos. Renunciad a lo superfluo y malo; no quiero místicos ni fanáticos. VII.198:44

Cuando esta semilla haya germinado en el corazón de los pueblos que forman la humanidad, habrá un cambio absoluto en la vida de los hombres. Cuán grande será la diferencia que demuestren tanto en su vida humana, como en su culto espiritual, cuando se establezca la comparación entre la forma de vivir, de creer, de adorar, de luchar y pensar, de los hombres de los tiempos pasados y de los que practiquen la espiritualidad. XI.329:22

De aquel tiempo de fanatismo, de idolatría, de materialidad y absurdas creencias, no quedará ni piedra sobre piedra. Todos los errores que vuestros antepasados y vosotros mismos leguéis a esas generaciones venideras, serán destruidos; todo lo que no tenga esencia de bien y de verdad no perdurará, pero todo lo bueno que hayáis heredado, eso tendrán que conservarlo. XI.329:23

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 20

No retendrás lo ajeno en tu poder.

Unos reparten sus propios bienes, y se hacen más ricos, otros roban lo ajeno y están siempre en miseria.

Proverbios 11:24

En verdad os digo, que la época en que el hombre vivió en cuevas y se cubría con piel, también se arrebataban de la boca el alimento los unos a los otros; también los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo de los débiles fue en provecho de los que se imponían por la fuerza, también se mataban hombres con hombres, tribus con tribus y pueblos con pueblos. XI.325:16

¿En dónde está la diferencia entre la humanidad de ahora y la humanidad de aquellos días? XI.325:17

Sí, ya sé que me diréis que habéis alcanzado muchos adelantos, ya sé que me hablaréis de vuestra civilización y de vuestra ciencia, mas entonces os diré: Que todo ello es precisamente la máscara de hipocresía, tras de la cual escondéis la verdad de vuestros sentimientos y de vuestros impulsos todavía primitivos, porque no os habéis preocupado un poco por el desarrollo del espíritu, por cumplir con mi Ley. XI.325:18

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 21

Visitarás y consolarás a los enfermos siempre que puedas.

No descuides visitar al enfermo, que por obras de éstas ganarás amor.

Eclesiástico 7:35

No miréis cuadros de dolor tan sólo por curiosidad; id siempre animados de los más nobles sentimientos para que vuestras obras encierren verdadera caridad y para que llevéis el consuelo a vuestros hermanos. No huyáis de un hospital, ni os horroricéis de un leproso, de un mutilado o del que esté atacado de cualquier enfermedad contagiosa. No miréis con desprecio o repulsión un presidio, ni paséis junto a él sin elevar una oración por los que en él se encuentran. Tended vuestra mano con amor a los que han caído, a los que se encuentran olvidados de los hombres. ¡Cuánto bien les haréis en su espíritu! III.61:6

Sanad enfermos, por fe y por amor; desarrollad vuestras potencias para que sepáis con cuanta gracia os he preparado y no digáis que lo que hoy os pido está fuera de vuestro alcance. VI.143:34

En este tiempo de la gran lucha espiritual, acompañad a los hombres con vuestra oración. Si los veis llorar, no unáis vuestro llanto a la causa que a ellos hace llorar, pero llorad por ellos, porque son vuestros hermanos y que vuestras lágrimas de amor sean bálsamo y consuelo. Si los miráis intranquilos, no participéis de su intranquilidad, porque vosotros sois los hijos de la paz; pero velad por ellos y convertíos todos en ángeles de paz. XII.360:9

Si llegan vuestros hermanos sufriendo y quieren que enjuguéis su llanto, hacedlo, dad todo el bien que haya en vosotros y más tarde, en el Más Allá, recibiréis caridad mayor que la que hayáis hecho en este mundo. VII.184:26

Cuando los hombres se sientan un poco hermanos de sus Semejantes y un poco padres de los niños de toda la Tierra, entonces habrán dado un paso firme en mi Doctrina. X.293:34

Ahora os digo, discípulos, que no os estacionéis ni pretendáis creer que para practicar la verdadera caridad, ya es suficiente con sentir compasión, como hasta hoy lo habéis hecho; no pueblo, porque aún queda mucho por purificar, por sensibilizar, queda aún mucho egoísmo que es necesario combatir como si fuese mala hierba; queda mucha frialdad que es menester tornar en calor espiritual, para que al fin, surja de vuestro espíritu el sentimiento de amor, que es la fuente de donde brotan la piedad, la caridad y todos los sentimientos nobles y elevados. XI.312:68

Entonces estaréis en aptitud de emprender labores y misiones de las que ahora no os sentiríais capaces, porque os faltaba aún la fuerza que emana del amor verdadero. XI.312:69

Ahora bien, pueblo: ¿Creéis que debéis esperar pasivamente la hora en que vuestro espíritu se ilumine con esa inspiración y vuestro corazón se llene de ese ideal? ¿Creéis que con sólo escuchar mi palabra, podréis llegar a sensibilizar lo necesario vuestras fibras? No, pueblo, al mismo tiempo que estáis escuchando mis lecciones, tenéis que ir en busca de los que sufren, para estar en contacto con el dolor, para probar el cáliz de amargura de vuestros hermanos y palpar con vuestros sentidos la miseria, la orfandad, los vicios repugnantes, las enfermedades que os llenan de horror, las tinieblas que ensombrecen los entendimientos turbados, el hambre, la sed y la restitución de los espíritus. XI.312:70

Sólo así podréis llegar a ser maestros de quienes sufren mucho en la vida, porque si sólo os preparaseis por medio del estudio de mi palabra y de oraciones, cuando queráis enfrentaros a la realidad e intentéis consolar, convertir y sanar, con tristeza comprobaréis que resultáis pequeños delante de quienes han sufrido lo que no imagináis y que ellos más bien podrían ser maestros de vosotros por lo que han sufrido, por lo que han vivido y experimentado. Entonces vuestros labios tendrían que enmudecer y podríais pensar que mi Doctrina no es lo suficientemente consoladora y fuerte, como para aliviar de sus penas a los hombres y despertar en ellos la fe y la esperanza en mi justicia, en mi perdón y en mi amor. XI.312:71

Haced obras buenas en vuestra vida, que tengan una esencia o una finalidad espiritual. Haced muchas obras de esas que no se publican ni se ven, porque se hacen con el corazón. IV.84:22

Mi paz sea con vosotros.

Precepto 22

No tomarás armas en contra de tus hermanos, ni les darás muerte, sea con arma o sea civil.

Si sabes alguna cosa, a tu prójimo responde, si no, pon tu mano en la boca. Gloria y deshonra caben en el hablar, y en la lengua del hombre está su ruina. Que no se te llame maldiciente, no pongas lazos con tu lengua, que sobre el ladrón cae la vergüenza, y dura condenación sobre la lengua doble. Ni en lo grande ni en lo pequeño yerres, ni de amigo te vuelvas enemigo.

Eclesiástico 5:12:15

¿Cuándo llegaréis a alcanzar la paz del espíritu, si ni siquiera habéis conseguido obtener la paz del corazón? Yo os digo, que mientras la última arma homicida no haya sido destruida, no habrá paz entre los hombres. Armas homicidas son todas aquellas con las cuales los hombres se quitan la vida, matan la moral, se privan de la libertad, se quitan la salud, se arrebatan la tranquilidad o se destruyen la fe. V.119:53

¡Cuánto daño se hacen los hombres con sus guerras fratricidas! Los días, los meses y los años pasan sin tener un poco de paz en el corazón, viviendo en constante zozobra, bajo amenaza de sus propios hermanos convertidos en enemigos. ¿Es vivir esto o por lo menos, luchar por un ideal elevado? No, pueblo: Los hombres se matan por sus humanas ambiciones que valen mucho menos que su vida; pero no quieren conocer el precio de una vida. No quieren saber que la existencia de un hombre es sagrada y que sólo puede disponer de ella Aquél que la creó. IX.271:64

Cuando veo a los hombres ocupados en guerras, matándose por la posesión de las riquezas del mundo, no puedo menos que seguir comparando a la humanidad con esos niños que riñen por lo que no tiene valor. Niños son aún los hombres que pelean por un poco de poder o por un poco de oro. ¿Qué significan esas posesiones al lado de las virtudes que otros hombres atesoran? V.111:3

Mientras los hombres, inspirados en sus mezquinas ambiciones y en sus odios, preparan la destrucción de sus hermanos a quienes llaman enemigos, Yo preparo la hora en que habré de juzgarles, haciéndoles medir y contemplar su obra. X.305:13

Pueblo de Israel: En esta gran lucha, solamente llevaréis las armas de amor, de paz y de justicia, ¿qué sería de vosotros si esgrimieseis la espada de dos filos, la que hiere y da muerte? Ante todo haréis brillar mi luz y llevaréis mi palabra a los corazones; os revestiréis de paciencia, de prudencia y de amor y recordaréis estas lecciones que os daba en medio de esta paz. XI.324:10

Esta Doctrina no será defendida con armas homicidas, las únicas armas que os he confiado para que luchéis por ella, son las palabras de luz y las obras de amor; quien bien las esgrima, verá como ante ellas caen destruidas las malas intenciones y los ataques que sufriere. IX.243:35

Mi paz sea con vosotros.

El Consejo de Elías

Cumplid con estos veintidós Preceptos y veréis al Padre en todo Su esplendor; caridad y más caridad con vuestros hermanos y daréis testimonio de Él.

Roque Rojas, el precursor, escribió inspirado por el espíritu de Elías, esta frase: “Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. Verdad y luz hay en esas palabras, discípulos, porque quien no practicare en su vida la caridad, no entrará jamás en mi Reino. Por el contrario, os aseguro que por la caridad alcanzará a salvarse el pecador más duro y empedernido. X.308:52

No dejaréis para el último momento la práctica de la caridad, no sea que lleguéis con muy escasos méritos ante la puerta del Reino espiritual y no podáis penetrar. X.308:53

Os aconsejo que en todo el trayecto que os falta por recorrer, vayáis sembrando y cultivando esa simiente para que podáis tener una abundante cosecha. X.308:54

Haced que la caridad sea entre vuestras aspiraciones, la primera, y no os arrepentiréis nunca de haber sido caritativos, porque a través de esa virtud tendréis las mayores satisfacciones y dichas de vuestra existencia y obtendréis al mismo tiempo toda la sabiduría, la fuerza y la elevación que anhela todo espíritu noble. X.308:55

Por medio de la caridad hacia vuestros hermanos, purificaréis vuestro espíritu, saldando en esa forma antiguas deudas, ennobleceréis vuestra vida humana y elevaréis vuestra vida espiritual, y cuando lleguéis delante de la puerta a la que todos vendréis a llamar, será muy grande vuestra dicha, porque escucharéis la voz de bienvenida que el Mundo Espiritual os dará, bendiciéndoos y llamándoos en la Obra de regeneración y espiritualidad. X.308:56

Venid a Mí, multitudes y aprended en mi palabra a practicar la caridad, venid y oídme y recibid cuánto vengo a derramar sobre vosotros, para que comprendáis que el más pobre de vosotros, espiritualmente posee un caudal de bienes que a través de vuestra caridad podrán traducirse en vida, en salud, en consuelo, en paz, en sabiduría. X.308:57

Nadie diga que no está en condiciones de hacer obras de caridad, tomando en cuenta su pobreza material, porque será su ignorancia, su falta de fe y su pequeñez espiritual, las que hablen así. X.308:58

Aquí, en mi pueblo, no puede haber pobres, porque mi Reino se ha acercado a los hombres para desbordar sus tesoros en ellos. X.308:59

El primer paso hacia la regeneración de los hombres, para que alcancen un estado de elevación espiritual, es la caridad. Caridad para con el espíritu, caridad para con el cuerpo, caridad hacia los Semejantes. Mas, debo deciros que ese sentimiento no ha sido debidamente interpretado. La caridad es un nombre que vosotros le dais a determinadas acciones que lleváis a cabo, las cuales en la mayoría de los casos, no llevan en su fondo piedad o una verdadera intención de aliviar una necesidad. X.287:31

Vuestros sentimientos humanos distan aún de ser una realidad, por eso debéis tener siempre presente las palabras y las obras de Jesús en el mundo, como el ejemplo vivo y verdadero de la caridad. X.287:32

¿Qué será de un espíritu cuando ha cubierto la verdadera caridad con formas que sólo encierran hipocresía? Su despertar será muy doloroso el día que logre penetrar en comunión con su Conciencia y escuche aquella voz justiciera e inexorable. X.287:33

No temáis hacer la caridad porque os consideréis pobres. En el Segundo Tiempo estando Jesús con sus discípulos, les mostró este ejemplo: “Un publicano penetró en el templo y dejó una moneda como limosna, después un fariseo bien ataviado, depositó siete monedas, dejándolas caer una por una para que fuese contemplada su obra y todos viesen que su dádiva era grande; más tarde, una mujer enferma y pobre se postró a orar y luego depositó dos monedas de poco valor que era todo lo que poseía. Jesús les dijo a sus discípulos: “Mirad, quien creyó dar más dio menos y ésta que dio menos ha dado más, porque dio todo lo que tenía y con ello el pan que había de comer ese día”. II.38:10

No existe caridad entre los hombres, mi Ley no es practicada. No existen verdaderos hermanos, ni padres, ni hijos, y por eso el caos amenaza a la humanidad. VII.183:49

Mi palabra siempre os aconseja el bien y la virtud: Que no habléis mal de vuestros hermanos causando su deshonra, que no veáis con desprecio a los que sufren enfermedades que vosotros llamáis contagiosas, que no protejáis las guerras, ni tengáis ocupación vergonzosa que destruya la moralidad y proteja los vicios, que no maldigáis nada de lo creado, ni toméis lo ajeno sin permiso del dueño, ni propaguéis supersticiones. Que visitéis a los enfermos, perdonéis a los que os ofenden, que protejáis la virtud, que deis buenos ejemplos y así me estaréis amando y amando a vuestros hermanos, que en esos dos preceptos se resume toda la Ley. I.6:25

Practicad la caridad es la misión más alta de vuestro destino; derramadla en obras, en palabras y aun en pensamientos, porque un pensamiento dirigido con amor, lleva consuelo a vuestros hermanos. VII.181:22

Cuidaos de entregar una caridad aparente, llevando en vuestro corazón el egoísmo. Haced cuanto bien podáis sin interés personal alguno. Hacedlo por amor, que es la ley que os he enseñado y habréis acumulado méritos para vuestro espíritu. Mostrad mi enseñanza como os la he entregado; es la misma que enseñé a mis profetas y a mis apóstoles de otros tiempos. VIII.230:37

Os vi un día dando caridad al que no la necesitaba y os vi negarla al verdaderamente pobre. Mas no vengo a culparos ni a juzgaros, vengo con la luz de mi enseñanza a iluminaros, para que no volváis a pecar; mas también debo deciros, que a veces os he visto serviciales, nobles, caritativos y comprensivos, y esos méritos han sido siempre tomados en cuenta y anotados por Mí, pero ya debería haber en vuestro corazón más trigo que cizaña. VIII.204:50

Yo os he enseñado la caridad discreta, las obras piadosas que dignifican al que las hace y al que las recibe, esas que se ocultan entre dos corazones y que buscan aliviar y confortar, teniendo como único testigo a mi Divinidad. VI.147:46

Para que verdaderamente os encontréis a salvo, tenéis que olvidaros de vosotros mismos, para pensar solamente en los demás. Sentid caridad por vuestros hermanos sin distinguirlos por su color, por su sangre, lengua o ideología. Debéis de contemplar en cada uno de vuestros Semejantes la imagen de vuestro Padre, que es universal y que está derramado en todos sus hijos. X.302:30

Aquí tenéis la presencia de los tres enviados: La de Moisés, la de Jesús y la de Elías; presencia espiritual, invisible a los ojos humanos y sólo perceptible a los sentidos del espíritu. Por eso os digo: Preparaos, para que gocéis de la luz que se derrama sobre vuestro espíritu en estos instantes. VI.143:65

Mi paz sea con vosotros.

7. El sermón de la montaña

Muchas lecciones nuevas os revelaré ahora y os iré dando aquello que seáis capaces de poseer, sin engrandeceros, ni levantaros ante la humanidad con alarde de superioridad; ya sabéis que quien se envanece de sus obras, con su misma vanidad las destruye, por eso os he enseñado a trabajar en silencio para que vuestras obras den fruto de amor. IV.106:48

Hoy mi Cátedra está formada de consejos paternales y de estímulos, es sencilla, pero si penetráis espiritualmente a ella, encontraréis la solemnidad de aquel sermón que en la montaña di a las grandes multitudes en el Segundo Tiempo. X.280:43

Las bienaventuranzas

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa”.

Mateo 5:1:11

“Bienaventurados los que sufren, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. Ahora añado: “Bienaventurados los que comprenden lo oculto y lo sencillo de las grandes frases, porque de ellos será la sabiduría”. VIII.228:70

Ojo por ojo y diente por diente

Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pues Yo os digo: No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra. Al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Mateo 5:38:42

Si os dije que mostraseis el carrillo derecho a aquél que os golpease en el izquierdo, en señal de perdón, no concreté mi Doctrina solamente a palabras. Cuántas veces en los últimos días que en el mundo pasé, recibí sobre mi rostro y en todo mi cuerpo, cuando no los azotes, el bofetón, sin que mi Corazón se airase, ni mi mirada manifestase rencor. Mi mansedumbre, la dulzura con que contemplaba a aquellos hombres, realizaron muchos milagros, muchas conversiones que sólo Yo contemplé. A eso vino Cristo el Salvador, a enseñaros el camino de la elevación espiritual por medio de la humildad. VII.197:58

Perdonad tantas veces como fuereis ofendidos. No toméis cuenta siquiera del número de veces que tenéis que perdonar. Es tan alto vuestro destino, que no debéis deteneros en esos tropiezos del camino, porque más adelante os esperan misiones muy grandes. Llevad siempre el espíritu dispuesto al amor, a la comprensión y al bien para que os coloquéis en planos superiores. Y así como en los tiempos pasados, muchos hermanos vuestros escribieron con sus obras, hermosas páginas en el libro eterno del espíritu, imitándolos continuaréis esa historia, para ejemplo y deleite de las nuevas generaciones que vendrán a la Tierra. XI.322:52

El perdón que proviene del amor, sólo mi Doctrina lo enseña y él posee una fuerza poderosa para convertir, regenerar y transformar al malo en bueno, al pecador en virtuoso. VIII.238:13

Aprender a perdonar y tendréis en vuestro mundo el principio de la paz. Si mil veces fuese necesario perdonar, mil veces debéis hacerlo. ¿No os dais cuenta de que una reconciliación oportuna, evita que apuréis un cáliz de amargura? VIII.238:14

Amad y perdonad mucho si queréis llamaros mis apóstoles. Pensad en Mí, y vuestra pena se disipará. No sintáis dolor si os ofenden, bendecid y dejadme vuestra causa; entonces os sentiréis más dichosos que aquéllos que se creen ricos por sus caudales, porque habéis perdonado; no sabéis si ese perdón sea el precio de vuestra salvación y con esa obra podréis iluminar el espíritu de aquél que os hizo sufrir y con ello lo hayáis rescatado también. VIII.214:19

En todos vuestros actos encontraréis la oportunidad de amar y perdonar a vuestro prójimo, de perdonar a vuestros hermanos, no bajo un aspecto místico, sino como un acto natural, de acuerdo con el momento de evolución que vivís. De esta manera el mundo poco a poco irá comprendiendo mi Obra. XII.363:18

Perdonaos unos a otros y en esto encontraréis alivio para vosotros y para el que os ha ofendido. No llevéis sobre vuestro espíritu el peso del odio o del rencor, sed limpios y habréis encontrado el secreto de la paz y viviréis como apóstoles de mi verdad. IX.243:63

Amar a nuestro prójimo

Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”. Pues Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre Celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?, ¿no hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular?, ¿no hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre Celestial.

Mateo 5:43:48

No preguntéis, qué es lo que debéis hacer para que sepáis que habéis cumplido con vuestra misión, porque mi Ley se reduce a que os Améis los unos a los otros. Comprended que cada día de vuestra vida os brinda una oportunidad para que practiquéis ese divino mandamiento. II.39:16

¿Quiénes llegarán a ser maestros en mi enseñanza? Comprended que no sólo tendréis que enseñar con la palabra sino con las obras, porque ellas serán lo primero que mostréis al mundo. La humanidad está cansada de palabras. ¿Es por ventura un sacrificio cumplir con la Ley que os he enseñado? En aquel tiempo os dije: “Amaos los unos a los otros, así como Yo os he amado”. Y Elías ahora os ha dicho: “Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. III.75:5

Dejad que en vuestro corazón se acrisole el amor y la fe, porque de ellos brotará el perdón para quien os ofendiere. En verdad os digo, que ante esa muralla siempre se ha detenido la maldad. Tendréis que beber cálices amargos, oh, discípulos muy amados. VIII.220:24

Dadle libertad a vuestro corazón para que empiece a sentir el dolor de los demás, no lo tengáis sujeto ni dedicado a sentir exclusivamente lo que atañe a vuestra persona.Dejad de ser indiferentes a las pruebas por las que atraviesa la humanidad. X.290:39

¿Cuándo será tan grande vuestro amor que pueda abarcar a muchos Semejantes, para amarlos como amáis a los que llevan vuestra sangre y son carne de vuestra carne? Si supieseis que los sois más por el espíritu que por la materia, muchos no lo creerían, mas os digo que: Ciertamente sois más hermanos por el espíritu que por la envoltura que lleváis, porque el espíritu pertenece a la eternidad y en cambio la materia es pasajera. X.290:40

Pensad entonces, que es una verdad que las familias aquí en la Tierra, hoy se forman y mañana se desintegran, mientras que la familia espiritual existe por siempre. X.290:41

Daos la mano en prueba de amistad, mas hacedlo con sinceridad. ¿Cómo queréis ser hermanos, si no habéis sabido ser amigos? V.133:20

Si deseáis que el Padre more en vosotros, es menester que aprendáis a vivir como hermanos. Cuando deis ese paso en el camino de la fraternidad, vuestro triunfo tendrá por galardón la comunicación de espíritu a Espíritu. Muchos dones os he entregado y os anuncio, que cuando estéis unidos en voluntad y en pensamiento, Yo os concederé que os comuniquéis por inspiración con vuestros hermanos que habitan más allá de vuestro mundo. V.133:21

¿Creéis que estáis dando cumplimiento a mi precepto de Amaros los unos a los otros, encerrando con egoísmo vuestro amor en vuestra familia? ¿Creen las religiones estar cumpliendo con aquella máxima, reconociendo sólo a sus fieles y desconociendo a los que pertenecen a otra secta? Los grandes pueblos del mundo que pregonan civilización y adelanto, ¿podrán decir que espiritualmente han alcanzado progreso y han cumplido con aquella enseñanza de Cristo, cuando todo su afán es el de prepararse para la guerra fratricida? IV.98:50

La limosna

Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre Celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo, que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Mateo 6:1:4

“Que lo que haga vuestra mano derecha, no lo sepa la izquierda”, dije a mis discípulos en aquel Segundo Tiempo; por lo que, ahora os digo: Sed humildes sin hipocresía, llorad de verdad por el dolor ajeno y gozad verdaderamente por el bien que vuestros hermanos disfruten. X.297:29

La mayor parte de los hombres se dicen cristianos, y sin embargo, con su vida y con sus hechos, la mayoría de las veces prueban lo contrario. VII.177:46

Si llegan a hacer un bien, lo publican y se envanecen de ello; y si cuando han cometido un error, se arrepienten de él y me piden perdón, lo hacen en tal forma que demuestran con ello que ignoran hasta en lo que consiste mi perdón. VII.177:47

El que vaya buscando honores y alabanzas del mundo, aquí las tendrá; pero ellas serán de poca duración y de nada le servirán el día de su entrada en el Mundo espiritual; el que vaya en pos del dinero, aquí tendrá su retribución, porque fue a lo que aspiró; mas, cuando sea llegada la hora de dejarlo todo aquí, para presentarse en el Más Allá, no tendrá el menor derecho a reclamar compensación alguna para su espíritu, aunque crea haber hecho mucho en pro de la caridad. Por el contrario el que siempre haya renunciado a los halagos y favores, el que haya amado limpia y desinteresadamente a su hermano y renunciado a todo galardón material, ocupado en sembrar el bien, gozando al realizar la caridad, ese no estará pensando en galardones porque no vivirá para la satisfacción propia, sino para la de sus Semejantes. ¡Cuán grande será su paz y su felicidad cuando sea en el seno de su Señor! IX.253:14

Que nunca sepa vuestra mano izquierda lo que haga la derecha y la semilla de vuestro amor será abundante y fructífera. III.59:79

La oración

Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo, que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. Vosotros, pues, orad así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal”.

Mateo 6:7:13

Cuando mis discípulos me pidieron que les enseñara a orar, Yo les di como norma la oración que llamáis: “El Padre Nuestro”, haciéndoles comprender que la oración, la verdadera, la perfecta, será aquella que a semejanza de la de Jesús, nazca espontánea del corazón y se eleve hasta llegar al Padre. Debe encerrar obediencia, humildad, confesión, gratitud, fe, esperanza y adoración. VI.162:24

Yo os escucho en el silencio, no necesito que tengáis que mover vuestros labios. No soy el pecador que está escuchando a otro pecador. Estoy en Espíritu, y es a vuestro espíritu al que estoy escuchando, y es él quien trata de elevarse y comunicarse Conmigo. VII.185:42

Mientras los hombres han querido ver en Mí un Dios distante, remoto, Yo me he propuesto demostrarles que estoy más cerca de ellos que las pestañas de sus ojos. VI.162:17

Rezan maquinalmente y si no ven realizado todo lo que pidieron en forma inmediata, exclaman desalentados: “Dios no nos ha oído”. VI.162:18

Si ellos supiesen orar, si unieran la mente con el corazón a su espíritu, escucharían en su Conciencia mi voz divina y sentirían que mi presencia está muy cerca de ellos, pero ¿cómo quieren sentir mi presencia si me piden a través de cultos materializados?, ¿cómo es posible que logren sensibilizar su espíritu, si hasta me llegan a adorar en imágenes hechas con sus manos? VI.162:19

Orad hacia Mí con el pensamiento. No necesitáis lugar determinado para hacerlo y la posición de vuestro cuerpo es indiferente. Elevad en paz vuestro pensamiento a las alturas y esperad entonces mi inspiración. V.142:38

Orad con humildad y dejad que en vosotros se haga mi voluntad, porque no siempre lo que pedís es lo justo, lo noble o lo bueno. Ahí Yo seré quien os dé lo que os convenga para que tengáis una vida apacible y feliz. V.142:74

¿Cómo podrá equivocarse el hombre, cuando antes de hacer su voluntad interrogue a su Padre a través de la oración? El hombre que sabe orar, vive en contacto con Dios, sabe el valor de los beneficios que de Mí recibe y a la vez comprende el sentido o la finalidad de las pruebas por las que atraviesa. V.138:3

El hombre que ora ante Dios, es un hombre espiritualizado que no lleva venda de oscuridad ante sus ojos, apto para descubrir dentro y fuera de él, mundos desconocidos, aspectos ignorados de la vida, luces y verdades que rodean la vida de los hombres sin que éstos las perciban. V.138:4

No desazonarse por lo terreno

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: No siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero Yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: “¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?” Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre Celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero Su reino y Su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: El mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio afán.

Mateo 6:25:34

Dejad de pensar demasiado en las necesidades del cuerpo y pensad en el futuro espiritual de toda la humanidad. VIII.222:18

Yo alimento a todos los seres y si os he dicho: “Las aves no siembran ni cosechan, ni hilan, y son alimentadas y vestidas con tanto amor”, ¿por qué vos, que sois el hijo predilecto, dudáis de mi poder? En medio de la lucha por el sustento diario, no os olvidéis de que hay un Padre que vela por vosotros y que no os dejará perecer jamás. También os digo, que si observaseis mis preceptos, vuestra lucha sería menos dolorosa, porque no sería necesario tanto afán de vuestra parte para subsistir, y en la hora de vuestras pruebas veríais prodigios. V.125:32

Sed sencillos como las flores y puros como las aves; sed transparentes como el aire y diáfanos como el agua pura, entonces habréis logrado aquella limpidez y elevación que os hará conocer la verdad de la vida. VI.173:43

A veces pensáis que os hablo demasiado del espíritu y que me olvido de vuestras necesidades y preocupaciones humanas, a lo cual os digo: “Buscad el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura”. Entonces vendrá a vosotros la paz, la serenidad, la comprensión, el perdón, el amor, y en la parte material todo lo tendréis en abundancia. I.9:49

Yo conozco y sé de todas vuestras necesidades y me encargo de aliviar todas vuestras preocupaciones según mi voluntad, y si en ocasiones os habéis sentido defraudados porque no os he concedido inmediatamente aquello que pedíais, no por eso sois menos amados por Mí, es porque así os conviene. I.9:50

Hay muchos de mis párvulos que atribuyen a injusticias del destino su sufrimiento y se creen olvidados de su Padre; entonces os pregunto: ¿De qué os ha servido mi palabra? ¿Por ventura creéis que el Autor de la Vida, no es capaz para remediar vuestros males o que no puede complaceros en algo material, que en nada os ayudará en vuestra elevación espiritual? I.9:51

Yo sólo os concedo aquello que sea para vuestro bien.¡Cuántas peticiones hacéis que si os fuesen concedidas, sólo os ocasionarían perjuicios o desgracias! I.9:52

No temáis el mañana. No temáis tampoco ir demasiado adelante y perder el camino. Es tan larga la jornada que no llegaréis al fin en corto tiempo. Yo estoy en cada uno de vuestros pasos. Lo mismo delante que tras de vosotros, a vuestra diestra y siniestra. La fuerza de mi Espíritu os reviste; esa fuerza interior que os anima a luchar sin cansancio, no os abandonará. Los unos habéis luchado año tras año, y habéis contemplado la alborada de cada día como la primera en que vais a trabajar por mi Obra. VIII.241:55

No juzgar

No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: “Deja que te saque la brizna del ojo”, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Mateo 7:1:5

Ved siempre primero la viga que carguéis, discípulos, para tener derecho a fijaros en la paja que en su ojo lleva vuestro hermano. X.297:23

Con esto quiero deciros que no tomaréis mi Doctrina para juzgar los actos de vuestros hermanos dentro de sus diversas religiones. De cierto os digo, que en todos esos senderos existen corazones que de verdad me buscan, a través de una vida noble y sembrada de sacrificios. Sin embargo, el discípulo suele preguntarme con frecuencia: “¿Por qué permito esa diversidad de ideas, que a veces se contradicen y que establecen diferencias y originan odios entre los hombres?” Y os digo: Ha sido permitido, en virtud de que no hay dos espíritus que tengan exactamente la misma comprensión, la misma luz, o la misma fe, y como además se os dio libre albedrío para elegir el camino, nunca habéis sido forzados a penetrar al sendero de la Ley sino que se os ha invitado, dejándoos en libertad de hacer verdaderos méritos en busca de la verdad. X.297:24

Examinaos a vosotros mismos y corregid cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya que limpiar. Yo os dije, limpiad el vaso tanto de dentro como de fuera, o sea que vuestro espíritu armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte material o humana. Yo modelo vuestra imagen interior, aquella que escondéis a los hombres, pero que a Mí no me la podéis ocultar. Modelad vosotros vuestro exterior, de tal manera que vuestra faz sea un reflejo fiel del espíritu, entonces existirán en vuestros actos sinceridad y verdad. Esa es la razón por la que los hombres no confían en los hombres, porque presentan al mundo una faz, mientras esconden otra. IX.256:7

Mi Doctrina en éste como en el Segundo Tiempo conmoverá a la humanidad. Los hipócritas tendrán que enfrentarse a la sinceridad. La falsedad dejará caer su máscara y la verdad brillará. La verdad se impondrá sobre la mentira que envuelve a este mundo. VIII.237:28

El árbol por su fruto es conocido

Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del corazón malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.

Lucas 6:43:45 

En aquel tiempo os dije: “El árbol por su fruto será reconocido”. Ved los frutos que mi Doctrina está dando:Los enfermos desahuciados por la ciencia, sanan; los perversos se arrepienten, los viciosos se regeneran, los escépticos se hacen fervientes, los materialistas se espiritualizan. Quien no ve estos prodigios, es que se obstina en ser ciego. V.113:51

Unid mi palabra de aquel tiempo a la de ahora; comparad su esencia y encontraréis que es la misma. Recordad que os dije: “El árbol por su fruto será reconocido”. Dejad que mi palabra pase por vuestro corazón hasta llegar al espíritu, el que os dirá de Quién viene esta palabra. III.59:37

Mientras no dejéis que sea el espíritu quien pruebe el sabor de este fruto, ¿cómo os atrevéis a negar que sea el Padre quien os habla? III.59:38

Mi presencia espiritual entre vosotros, es como la sombra de un árbol acogedor y saludable. Quien llega a él con fe, experimenta una sensación de vida, de fuerza y bienestar, que lo hace exclamar: “¡Es el Maestro!” Mas también el que se acercó con duda, al ausentarse del recinto donde escuchó mi palabra, se pregunta interiormente: “¿Por qué siento en mi espíritu tanta paz?” Es que el Árbol ha extendido sus ramas para todos, es que mi Espíritu ha descendido a toda criatura. IV.108:41

Final del Sermón de la Montaña

¿Por qué me llamáis: “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo? Todo el que venga a Mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante: Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.

Lucas 6:46:49

No basta analizar mi enseñanza y comprender su sentido para que os pongáis a salvo, es preciso que practiquéis sus preceptos, para que os identifiquéis Conmigo y vuestro espíritu vaya penetrando en la madurez, en la solidez de sus convicciones. XI.324:46

Quiero, discípulos, que todos prediquéis con el ejemplo, que no prevariquéis, que no pregonéis verdad y practiquéis lo contrario, que el fruto que recojáis en vez de ser amargo, sea agradable. XI.312:44

Pueblo: No olvidéis por lo tanto, que debéis primero cumplir con vuestra vida en la Tierra, para que después sepáis ser cumplidos en mi Obra. XI.312:45

Si en vuestra vida no practicaseis la virtud y a pesar de ello hicieseis alarde de cumplimiento, Yo os digo, que iréis prevaricando y además falseando la verdad. V.118:16

Mi paz sea con vosotros.

8. Otros preceptos de Jesús

Parábola del banquete de bodas

Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

Lucas 14:7:11

No seáis vanidosos ni frívolos, no améis los primeros lugares como lo hacían los fariseos, para lograr enseñorearse ante el pueblo y que este les hiciera honores. VI.152:55

Detrás de la insolencia viene el insulto; mas con los modosos está la sabiduría.

Proverbios 11:2

¿De qué nos sirvió nuestro orgullo? ¿De qué la riqueza y la jactancia?

Sabiduría 5:8

Quebrantaré vuestra orgullosa fuerza y haré vuestro cielo como hierro y vuestra tierra como bronce.

Levítico 26:19

Velad y orad. Amaos en verdad para que la soberbia no se apodere de vuestro corazón, porque esta es simiente que destruye la humildad y la caridad. Cuidaos de que no os acontezca lo que a los constructores de Babel, a quienes los perdió su soberbia. Recordad que la mala simiente fue la causa de la división entre aquellos hombres. La torre quedó sin concluir, y fue tan grande la confusión de las gentes, que se dividieron en pueblos y hasta hoy viven distanciados. IV.96:42

Vosotros, hombres, ¿hasta cuándo seréis torpes de corazón, amando vanidad, rebuscando mentira?

Salmos 4:3

Así dice Yahvéh: ¿Qué encontraban vuestros padres en Mí de torcido, que se alejaron de mi vera, y yendo en pos de la vanidad se hicieron vanos?

Jeremías 2:5

La vanidad, que ha sido flaqueza manifestada desde el primer hombre, será combatida por medio de la espiritualidad. Es la lucha que siempre ha existido entre el espíritu y la materia; pues mientras el espíritu tiende a lo eterno y elevado en busca de la esencia del Padre, la materia busca tan sólo lo que le satisface y halaga, aun cuando sea en perjuicio del espíritu. Esta lucha que en cada humano se presenta, es una fuerza originada en el mismo hombre por la influencia que del mundo recibe, porque lo que es material busca todo lo que se relaciona con su naturaleza. Si el espíritu logra dominar y encauzar esa fuerza, habrá armonizado en su propio ser sus dos naturalezas y alcanzará su progreso y elevación. Si por el contrario, se deja dominar por la fuerza de la materia, entonces se verá inducido hacia el mal, será una barca sin timón en medio de una tempestad. VIII.230:64

El vanidoso, el materialista, el indolente, no puede conocer la verdad mientras no destruya las murallas dentro de las cuales vive, es necesario que se sobreponga a sus pasiones y flaquezas para mirar de frente mi luz. IX.258:47

Un materialista sólo ama la vida humana, mas reconociendo que todo en ella es fugaz, procura vivirla intensamente. Cuando sus planes o sus ambiciones no se realizan, o el dolor en alguna forma lo sorprende, entonces se desespera, blasfema y reta al destino, culpándole de no recibir las dádivas a que cree tener derecho. IX.258:48

Son espíritus débiles en materias reacias, son seres moralmente pequeños, que son probados en muchas formas, para hacerles comprender el valor que ellos en su materialidad atribuyen a obras de escaso mérito. IX.258:49

¡Cómo desearían modificar su destino los materializados! ¡Quisieran que todo se hiciera según su idea y su voluntad! IX.258:50

El espíritu verdaderamente elevado no se mancha con esas miserias porque le repugna la ostentación, el halago y la adulación. El que cumple con la Ley de Dios aplicándola a la vida espiritual y a la humana, le basta y aun le sobra con la paz que de Mí recibe después de cada una de sus obras. VI.152:56

Buscar los mejores lugares, las miradas y los halagos, es amarse a sí mismo antes que a todos lo demás, y eso es estar muy lejos del cumplimiento de mi Ley. VI.152:57

Oídme: Sed humildes en el mundo y sembrad bien en él, para que recojáis sus frutos en el Cielo. Si cuando hacéis mal no os agrada tener testigos, ¿por qué os agrada tenerlos cuando hacéis buenas obras?; ¿de qué podéis envaneceros, si sólo habéis cumplido con vuestro deber? V.139:56

El envanecido cree ser grande sin serlo, y es pequeño el que se conforma con las riquezas superfluas de esta vida, sin descubrir los verdaderos valores del corazón y del espíritu. Cuán pequeños son sus deseos, sus amores, sus ideales. ¡Con qué poco se conforman! VIII.217:19

Mas el que sabe vivir, es aquél que ha aprendido a dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo.Aquél que sabe recrearse en el seno de la Naturaleza, sin convertirse en esclavo de la materia, ése sabe vivir, y aunque aparentemente nada posea, es dueño de los bienes de esta vida y está en camino de poseer las riquezas de mi Reino. VIII.217:20

La santidad

En esto se le acercó uno y le dijo: “Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?” Él le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”.

Mateo 19:16:17

No tendréis autoridad o potestad alguna para dar títulos de santidad a ningún ser humano. VIII.223:59

Los que alcancen gran comunicación espiritual con mi Divinidad, serán los más humildes. VIII.223:60

El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

Mateo 23:11:12

Sed humildes, recordad que Yo vuestro Dios, nací en la humildad y más tarde cubrí mi cuerpo con humilde túnica. ¿Por qué vosotros soñáis siempre con buenos atavíos y hasta llegáis a desear las regias vestiduras? XI.39:25

La limpidez espiritual

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!

Mateo 23:25:26

Ejercitad una vida más pura, y al acercaros a la armonía con todos los hijos de Dios, empezaréis a sentir esa paz que tanto anheláis. VII.204:15

La limpieza del cuerpo no está en contra de la espiritualidad, mas no olvidéis que el espíritu está antes que el cuerpo. Recordad que ha tiempo os dije: “Limpiad el vaso por fuera y por dentro”. IV.88:3

Limpiad el vaso de vuestro corazón por dentro y por fuera, para que brote de vuestros labios sólo mi esencia de vida y verdad, y derramad su contenido en vuestros hermanos sin limitaciones. No seáis avaros e imitad a vuestro Padre, que siendo el Dueño de todo, todo os lo doy. Sed intermediarios míos para con vuestros hermanos y trabajad incansablemente en la Obra de Restauración Universal. IV.96:67

No habéis sabido doblegar vuestra materia para hacerla dócil y obediente a mi Ley, porque os habéis sentido débiles y habéis caído en tentación, porque no os habéis fortalecido con la esencia de mi Palabra divina. XII.362:46

Siendo el Juez y el Todopoderoso, no os he abandonado ni os he juzgado, no obstante que me habéis ofendido e infringido mi Ley. XII.362:47

¡Ay, de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

Mateo 23:27:28

Os quiero limpios, por eso os estáis purificando en el dolor para devolver al espíritu su original pureza y su virtud. Estas pruebas que ahora sufrís, no os harán morir, sólo os despertarán de vuestro profundo sueño, para buscar la perfección de vuestro espíritu. XII.361:12

Que la sinceridad y la verdad sean siempre en vuestros actos. VI.152:61

Que la humildad sea siempre en vuestra vida, os lo pido. VI.152:62

Veréis entonces cómo la verdadera virtud habitará en vuestro corazón, lo notaréis cuando vuestra diestra haya hecho una buena obra y de ello ni siquiera se haya percatado la siniestra. VI.152:63

Amad la justicia, los que juzgáis la tierra, pensad rectamente del Señor y con sencillez de corazón buscadle.

Sabiduría 1:1

Sencillez y humildad, tanto en lo exterior como en lo interior, es lo que os pido, y con ello tendréis mi presencia llena de esplendor en vuestro espíritu. VIII.238:3

Sed sencillos en todos vuestros actos, para que puedan comprenderos vuestros hermanos, no compliquéis vuestra vida, llevad la mansedumbre de Jesús, la sencillez de los niños y de los ancianos, porque estas virtudes son signo de la espiritualidad. X.291:72

Les añadió una parábola: ¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

Lucas 6:39

Los ciegos quieren guiar a los ciegos y los que no han practicado mi Doctrina, quieren dar conducción a los pecadores. El hombre es débil porque no ha querido hacer un impulso para regenerarse y purificarse con mi palabra;no ha querido hacer uso de esa potencia de que ha sido dotado, que es la voluntad, para luchar en contra de sus vicios y vencerse a sí mismo. Cuando vuestro espíritu gane esa batalla, entonces podréis decir que estáis liberados. Y al tener dominio vuestro espíritu sobre la carne, contemplaréis que hasta las fieras se doblegan mansamente ante vuestro llamado de amor. XI.329:4

Cuando el hombre se espiritualice, comprenderá con la Luz de mi Espíritu Santo todo lo que en Dios y en la Naturaleza ha visto como un misterio. XI.329:5

Dejad que los muertos entierren a sus muertos

Otro de los discípulos le dijo: “Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre”. Dícele, Jesús: “Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos”.

Mateo 8:21:22

Dije en aquel tiempo: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”, y si analizáis con cuidado y con amor mis palabras, veréis cuánta razón tuve al decíroslo. VI.173:65

Yo vine al mundo en el Segundo Tiempo para probaros la fuerza del amor con mi Doctrina y mis ejemplos, que quedaron impresos indeleblemente en vuestra Conciencia; sin embargo, Yo, que con amor vencí el dolor del mundo y de la muerte, os pregunto a vosotros, hombres que vais evolucionando: ¿Ya habéis aprendido a vencer el dolor del mundo y de la muerte? X.295:33

He visto que aún celebráis el día de los muertos, y ¿por qué? ¿Es acaso la forma en que celebráis la victoria sobre la muerte? No, humanidad, no os equivoquéis, mirad que con ello estáis celebrando el culto a la materia y el amor al mundo. En ese culto a los que han bajado a la entraña de la Tierra, os alejáis y olvidáis de los espíritus, que son los que representan la vida verdadera y eterna. Cuando os miro bañar con lágrimas un sepulcro o cubrirlo de flores, no puedo menos que aplicaros aquellas palabras mías que os dicen: “Sois muertos velando a vuestros muertos”. X.295:34

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Mateo 16:24

Hoy estáis lejos de contemplar el reino de la paz en vuestro mundo; despojaos de todo egoísmo y aun cuando no disfrutéis de la paz en la presente vida humana, no dejéis de luchar. Os he enseñado a olvidaros de vosotros mismos para pensar en los demás. ¿Por qué habéis de buscar tan sólo vuestro bienestar y dejar que sea Yo el único que se preocupe por toda la humanidad? Hay muchos hermanos vuestros a quienes les hacen falta vuestras palabras, oraciones y amor. XI.328:28

El pan terrenal y el pan espiritual

¡Oh, todos los sedientos, id por agua, y los que no tenéis plata, venid, comprad y comed, sin plata y sin pagar, vino y leche! ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan, y vuestro jornal en lo que no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena y disfrutaréis con algo sustancioso. Aplicad el oído y acudid a Mí, oíd y vivirá vuestra alma.

Isaías 55:1:3

Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el desierto, durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Jesús le respondió: “Esta escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que Dios dice”.

Lucas 4:1:4

Para que la vida del hombre sea completa, necesita ineludiblemente del pan espiritual, al igual que trabaja y lucha por el sustento material. XI.326:60

“No sólo de pan vive el hombre”, os dije en aquel Segundo Tiempo y mi palabra está en pie, porque nunca podrá la humanidad prescindir del alimento espiritual, sin que le sorprendan en la Tierra las enfermedades, el dolor, las tinieblas, las calamidades, la miseria y la muerte. XI.326:61

Podrán decir los materialistas que ya la humanidad está viviendo sólo de lo que la Tierra y lo que la Naturaleza le ofrece, sin necesidad de ir en busca de algo espiritual que le sustente, que le fortalezca a través de su jornada; pero debo deciros que esa no es una vida perfecta ni completa, sino una existencia a la que le falta lo esencial, como es la espiritualidad. XI.326:62

Me preguntáis en lo más íntimo de vuestro corazón: “¿Cómo puede ser posible que espíritus grandes lleguen a ser rebeldes y quieran obrar en contra de Dios?” Y Yo os digo que, quienes se levantan en mi contra, no han llegado aún a ser grandes; son espíritus imperfectos que han logrado desarrollar una parte de sus potencias y descuidado el adelanto de otras; su inteligencia ha sido desarrollada, pero no los sentimientos nobles de su espíritu. VII.184:53

Por eso es que en aquel tiempo os advertí, que no sólo de pan vive el hombre; porque además de las enseñanzas materiales que la Tierra le brinda, necesita para su completo perfeccionamiento la luz del espíritu, que sólo puede obtener en mi enseñanza. VII.184:54

Mi paz sea con vosotros.

Cuarto libro

1. Las ofrendas

No sigáis trayendo oblación vana: El humo del incienso me resulta detestable. Novilunio, sábado, convocatoria: No tolero falsedad y solemnidad. Vuestros novilunios y solemnidades aborrece mi alma: Me han resultado un gravamen que me cuesta llevar. Y al extender vosotros vuestras palmas, me tapo los ojos por no veros. Aunque menudeéis la plegaria, Yo no oigo. Vuestras manos están de sangre llenas: Lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. Venid, pues, y disputemos, dice Yahvéh: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán.

Isaías 1:13:18

De las ofrendas materiales que la humanidad me ofrece, sólo recibo la buena intención, cuando ésta en verdad es buena, porque no siempre una ofrenda representa una intención elevada y noble. Cuántas veces los hombres me presentan su ofrenda para cubrir sus maldades o para exigirme algo en cambio. Por ello os digo, que la paz del espíritu no se compra, que sus manchas no se lavan con la riqueza material, así pudieseis ofrecerme el mayor de los tesoros. II.36:27

Arrepentimiento, regeneración, enmienda, reparación de las faltas cometidas, todo ello con la humildad que os he enseñado, y entonces sí estarán los hombres presentándome las verdaderas ofrendas del corazón, del espíritu y del pensamiento, que son infinitamente más agradables a vuestro Padre, que el incienso, las flores y las lámparas. II.36:28

¿Por qué ofrecerme lo que Yo he hecho para vosotros? ¿Por qué me dais flores, si vosotros no las hacéis? En cambio si me presentáis obras de amor, de caridad, de perdón, de justicia, de ayuda hacia vuestros Semejantes, ese tributo sí será espiritual y se elevará como una caricia, como un ósculo que desde la Tierra, los hijos enviarán a su Señor. II.36:29

En los tiempos pasados recibí de vuestro espíritu todas las ofrendas que me presentó, aun cuando en ellas hubiese mucho de ignorancia y de imperfección. Ahora sólo lo que sea puro, sincero, verdadero, podrá llegar a mi Espíritu. VII.185:6

¿Miráis cuan bellas son esas flores de vuestros huertos, que a veces me ofrecéis? De cierto os digo, que ni esa ofrenda debo recibir en este tiempo, porque esas flores no son obra vuestra, sino mía, y lo que a mi Espíritu debéis ofrecer, son las flores espirituales de vuestro corazón, es decir, vuestras buenas obras, oraciones limpias y virtudes. VII.185:7

No os engañéis más, ya no tratéis de suplir con lo exterior lo que debe ser profundamente espiritual. No temáis derribar el cerco, no temáis enfrentaros a la verdad. La gloria es sólo de los valerosos y fervientes. VII.185:8

Cuando destruyáis todo fanatismo y toda idolatría en vuestro corazón y aprendáis a orar de espíritu a Espíritu, habréis llegado ante el verdadero altar del Señor, aquel que no es de este mundo. En ese altar podréis depositar vuestra ofrenda, que será la de vuestras buenas obras, y que ante Mí será más hermosa que las flores de vuestros jardines, porque las buenas obras de vuestro espíritu nunca se marchitarán. VII.185:9

Multitudes: Abrid vuestro corazón, para derramar en él el rocío de mi gracia; quiero que este pueblo se asemeje a un inmenso huerto, donde luzcan las flores más bellas del pensamiento, del corazón y del espíritu, que son las que vengo a cultivar. VII.185:10

Pueblo: Cuando os hablo de cultos y de ofrendas, con la caridad con que manifiesto mi palabra, ¿sentís dolor porque os aparto de vuestras pasadas creencias? “No, Maestro”, me decís. VII.185:11

Las víctimas que ofrecisteis ante el altar de Jehová, fueron recibidas por Mí; mas no era la forma más adecuada para elevar vuestro espíritu al Señor; fue entonces cuando llegué a vosotros como Jesús para enseñaros el divino mandamiento que os dice: “Amaos los unos a los otros”. Os digo ahora, que las lecciones que os enseñé en el Segundo Tiempo a través de las obras de Jesús, han sido alteradas unas veces y otras mal interpretadas; por ello he venido como os lo anuncié, para esclareceros mi verdad. Mi sacrificio de aquel tiempo impidió el sacrificio de muchas víctimas y os enseñé un culto más perfecto. Mi nueva manifestación de ese tiempo hará que la humanidad comprenda que las formas simbólicas no deben tomarlos sin analizar antes su significado, ya que ellas tan sólo son una representación de mis lecciones. III.74:28

Lejos estáis ya de aquellos tiempos en que los hombres buscaban su purificación mediante el sacrificio de víctimas inocentes; también habéis comprendido la inutilidad de los ayunos y las penitencias mal entendidas que por mucho tiempo practicasteis, ahora sabéis que sólo la regeneración y la espiritualidad podrán dar a vuestro espíritu la paz y la luz. IX.276:14

A Mí, ¿qué podéis darme que no tenga? Tengo poder, tengo paz, tengo luz, soy poseedor del Universo, soy amado y servido, no hay la menor sombra de egoísmo en mi Espíritu, porque soy la Perfección. En cambio, entre vuestros hermanos, que son hijos de mi Espíritu, ¡cuánta miseria existe!, ¡cuánto dolor y tiniebla!, ¡cuánta necesidad!; ¿por qué no me amáis en ellos?, ¿por qué no me dais cuanto haya de amor en vosotros, Amándoos los unos a los otros? IX.255:36

Ofrendadme las flores de vuestro corazón, elevad a mi Espíritu el perfume de vuestras buenas obras, sed el buen ejemplo de vuestros hermanos y el mañana, cuando ya no me escuchéis a través de estos portavoces, levantaos como mis buenos discípulos a mostrar este camino a la humanidad. IX.259:88

¿De qué os servirían cánticos, oraciones y ritos, si en vuestro interior sólo ocultaseis bajas pasiones? Tengo sed de vuestro amor, no del incienso. Menos lágrimas y más luz, es lo que deseo que haya en vuestra existencia. II.32:63

Muchos hombres y pueblos aún creen agradarme presentándome ofrendas materiales, piensan que mientras mayor sea el esplendor y el lujo de su liturgias, más grande será el gozo en el Señor y mayores los beneficios que de Él obtengan; y es que se han olvidado de que, si en cuanto hombre huí de todo lo que era vano y superficial, ahora que me he manifestado a vosotros en Espíritu, menos recibiré de los hombres objetos y ceremonias materiales. I.24:61

¿Hasta cuándo llegaréis a interpretar con verdad mi Ley? ¿Hasta cuándo dejará esta humanidad de infringir y adulterar mis mandatos? I.24:62

No haréis festines, no haréis ceremonias ni ritos creyendo con ello agradarme, olvidándoos de la Ley. No seréis tradicionalistas. Los discípulos Espiritualistas llevarán siempre presente la pasión de su Señor, sentirán su divina presencia doctrinando a sus hermanos, escuchando la voz de su Conciencia. XI.318:60

Mi paz sea con vosotros.

2. Las penitencias y los ayunos

¿Por qué ayunamos, si Tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si Tú no lo sabes? “Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores. Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz. ¿Acaso es éste el ayuno que Yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahvéh? ¿No será más bien este otro el ayuno que Yo quiero: Desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo? ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes? Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahvéh te seguirá. Entonces clamarás, y Yahvéh te responderá, pedirás socorro, y dirá: “Aquí estoy”. Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad, repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía.

Isaías 58:3:10

No seáis como los fariseos que se presentan al templo, a las sinagogas con el rostro demudado para que los hombres digan que han ayunado y luego dan rienda suelta a su maldad y materialismo; no, amados míos, vosotros debéis ser dentro del recinto, fuera de él y en vuestros hogares los mismos, siempre limpios como el agua pura, para que los que quieran atacar la Doctrina de Cristo, vean y digan, que en verdad mi Doctrina es buena, porque vosotros sois en vuestra vida pública y privada el espejo viviente de virtud, porque vais dejando en todas partes amor, verdad y bondad. VII.203:13

Cuidaos de hacer penitencias mal entendidas ni privéis a vuestro cuerpo de lo que le es necesario, en cambio evitadle lo que le sea perjudicial, aun cuando ello signifique para él un sacrificio. Esta será la penitencia que beneficie a vuestro espíritu y por lo tanto, la que agrade al Padre. XI.55:40

Yo os exhorto a una penitencia bien entendida, aquella que no os prive de nada, que sea benéfica al espíritu y al cuerpo, pero en la que os eximáis de todo lo que sea perjudicial por saludable y placentero que os parezca, aunque esta abstención signifique un sacrificio. III.61:13

Haced comprender a vuestros hermanos que no necesitan mortificar o lacerar su cuerpo para conmover a mi Espíritu, para despertar mi piedad o mi caridad. Quienes se procuran sufrimientos y penitencias corporales, es porque no tienen la menor noción de cuáles son las ofrendas más agradables para mi Espíritu, ni tienen idea de mi amor ni de mi misericordia de Padre. X.278:18

¿Creéis que sea necesario para Mí, ver en vuestros ojos las lágrimas y en vuestro corazón el dolor, para apiadarme de vosotros? Eso sería atribuirme dureza, insensibilidad, indiferencia, egoísmo, y, ¿concebís estos defectos en el Dios que amáis? X.278:19

No os he enseñado a lacerar o mortificar vuestro cuerpo para alcanzar mi perdón. La única penitencia que de vosotros acepto, es aquella en la cual os priváis de lo superfluo o malo, aun muchas veces con dolor de vuestro corazón. Cuando así habéis obrado, vuestro corazón ha sentido la paz de mi Espíritu. VII.206:52

Mi paz sea con vosotros.

3. El templo verdadero

Así dice Yahvéh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies. Pues, ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo, si todo lo hizo mi mano, y es mío todo ello? Y, ¿en quién voy a fijarme? En el humilde y contrito que tiembla a mi palabra. Se inmola un buey, se abate un hombre, se sacrifica una oveja, se desnuca un perro, se ofrece en oblación sangre de cerdo, se hace un memorial de incienso, se bendice a los ídolos. Ellos mismos eligieron sus propios caminos y en sus monstruos abominables halló su alma complacencia.

Isaías 66:1:3

No tendréis templos ni lugares de adoración, no limitaréis mi Doctrina ni vuestro campo de trabajo, vuestro hogar será el Universo, vuestra familia la humanidad y vuestro Templo mi Espíritu Divino. XI.333:84

En vuestro espíritu existe el Templo del Espíritu Santo. Ese Templo es indestructible, no existen vendavales ni huracanes capaces de derribarlo. Es invisible e intangible a la mirada humana; sus columnas serán el anhelo de superarse en el bien; su cúpula, la gracia que el Padre derrama sobre sus hijos; la puerta, el amor de la Madre Divina, porque todo aquel que llama a mi puerta, estará tocando el Corazón de la Madre Celestial. VI.148:46

He aquí, discípulos, la verdad que existe en la Iglesia del Espíritu Santo, para que no seáis de los que se confunden con falsas interpretaciones. Los templos de cantera fueron sólo un símbolo y de ellos no quedará ni piedra sobre piedra. VI.148:47

Quiero que en vuestro altar interior, arda siempre la llama de la fe y que comprendáis que con vuestras obras estáis poniendo los cimientos donde descansará algún día el gran Santuario. Tengo a prueba y en preparación a toda la humanidad dentro de sus diversas ideas, porque a todos les daré parte en la construcción de mi Templo. VI.148:48

Nadie debe profanar este Templo, ni permitir que en él penetren la idolatría, la codicia, el egoísmo ni la hipocresía, porque las tinieblas y los remordimientos serán el único galardón que por ello alcancen. Mas si sois celosos de este Santuario interior que lleváis en vuestro espíritu y que es la Casa donde quiero habitar; veréis entonces llegar de lejanas y de cercanas comarcas, caravanas de hombres, mujeres y niños que vendrán a llamar a las puertas de esa morada en demanda de caridad espiritual. I.11:79

Jesús les respondió: “Destruid este santuario y en tres días lo levantaré”. Los judíos le contestaron: “Cuarenta y seis años se han tardado en construir este santuario, ¿y Tú lo vas a levantar en tres días?”

Juan 2:19:20

Le dice la mujer: “Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”. Jesús le dice: “Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es Espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad”.

Juan 4:19:24

En el Primer Tiempo os inspiré los cimientos de ese gran Santuario del espíritu; en el tiempo en que estuve como Maestro entre los hombres, os enseñé la forma de elevar los altos muros, y ahora os estoy revelando de qué manera debéis concluir esa obra que, una vez terminada, sea digna de la presencia de vuestro Padre. X.285:63

¿Podríais decirme, cuál es la esencia de cada una de estas tres lecciones, sobre las cuales os he inspirado para la construcción del Templo del Espíritu Santo? Sí, pueblo, bendito seáis, porque todos interiormente contestáis a mi pregunta y os acercáis a la verdad. Los cimientos del Santuario fueron lo que vuestro Padre enseñó en la Ley del Primer Tiempo, los altos muros fueron el amor y la caridad que en su Doctrina trajo el Mesías a los hombres. Las cúpulas, las columnas y el altar con el que había de quedar construida esta obra, son la sabiduría, la espiritualidad y la elevación que en este tiempo mi Espíritu, en su mensaje de luz, os ha inspirado. X.285:64

Ese Templo levantado por Mí en Tres Eras, es aquel del que hablé ante los incrédulos, cuando señalando el templo de Jerusalén, les dije: “Destruid ese Templo y en tres días lo levantaré”. X.285:65

Mi Templo, pronto habrá de quedar concluido, mientras que de aquel de Jerusalén, ni sus cimientos quedan, como no quedará tampoco ni piedra sobre piedra de todo templo que no haya sido levantado sobre los cimientos de mi Ley, del amor y de la espiritualidad. X.285:66

Estoy construyendo el Templo del Espíritu Santo; mas cuando éste haya sido construido, no existirán o habrán perdido su razón de ser los recintos, los templos y santuarios, junto con sus símbolos, sus ritos y sus tradiciones. Entonces sentiréis mi grandeza y mi presencia, reconoceréis por templo el Universo y por culto el amor a vuestros Semejantes. Del seno de la madre Naturaleza brotarán nuevas luces, que harán de vuestra ciencia un camino de bonanza, porque estará encausada por la Conciencia que es la voz de Dios. V.126:35

Cada quien lleva en su interior un Templo y también vuestro hogar es santuario, porque en él mora la familia humana que es semejante a la familia espiritual. Ahí en el seno del hogar está mi mejor templo. VIII.209:59

Dadme morada en vuestro espíritu, comprended que vengo buscando el Templo imperecedero que ahí debéis levantarme. Quiero vivir en vuestro corazón y hacer sentir mi presencia en cada una de vuestras buenas obras y deseo que en el interior de ese Santuario, arda la lámpara inextinguible de vuestra fe. IV.88:46

¿Dónde existe la mentira? Dónde han convertido mi Obra en mercadería, dónde han interpretado mal mi palabra dada en todos los tiempos. Yo siempre os he pedido mi Templo en vuestro espíritu; pero ha sido grande vuestra confusión cuando en lugar de eso, habéis erigido templos de granito y les habéis adornado con ricas pedrerías e imágenes hechas por la mano del hombre. XII.362:14

Humanidad: Os he encontrado convertidos en idólatras, buscando mi Espíritu en figuras limitadas. ¿No recordáis que en el Segundo Tiempo Yo os conduje a la rivera de los ríos para daros mi enseñanza? ¿Acaso os enseñé la idolatría en aquellos tiempos? No. En este tiempo, vengo buscando el Templo de vuestro corazón, el Templo que no será destruido por los elementos. Mi Obra que daréis a conocer, será blanca y pura como es mi lección; en esa forma será destruido el fanatismo y la idolatría. XII.362:15

Yo quiero contemplar el Templo de vuestro corazón siempre preparado para que Yo more en él; al cual no adornaréis con flores de los campos, sino con las buenas obras de vuestro corazón, con la oración. En ese Templo quiero contemplar una antorcha cuya luz nunca se extinga, la fe. XII.362:16

Venid a Mí, oh, pueblo amado, para que sea en vosotros el maná de mi palabra; dejad que su esencia sea vida en vuestro espíritu. He venido en este tiempo a entregaros nuevamente mi Ley, mi verdad y mi amor. XII.362:17

Mi paz sea con vosotros.

4. La Ley de restitución

Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahvéh engañando a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o de algo robado, o bien oprimiendo a su prójimo violentamente, o si halla un objeto perdido y lo niega, o jura en falso acerca de cualquiera de las cosas en que el hombre suele pecar; cuando así peca, haciéndose culpable, devolverá lo robado, o lo exigido con violencia, o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que halló, o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a quien lo poseía en el día en que se hizo culpable. Entregará para Yahvéh su sacrificio de reparación: Un carnero del rebaño, sin defecto, según su valoración, como sacrificio de reparación ante el sacerdote. El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahvéh, y será perdonado en cualquiera de los casos en que fuera culpable.

Levítico 5:20:26

Yahvéh habló a Moisés y le dijo: Habla a los israelitas: Si un hombre o una mujer comete cualquier pecado en perjuicio de otro, ofendiendo a Yahvéh, el tal será reo de delito. Confesará el pecado cometido y restituirá la suma de que es deudor, más un quinto. Se la devolverá a aquel de quien es deudor.

Números 5:7

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Yo os aseguro: Entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino.

Mateo 16:27:28

¡Cuán importante es que esta humanidad llegue al conocimiento de lo que significa la restitución espiritual,para que así, pensando que el espíritu tiene un pasado que sólo Dios conoce, acepte con amor, paciencia, respeto y hasta alegría su cáliz de amargura, sabiendo que con ello está lavando manchas pasadas o presentes, está saldando deudas y está haciendo méritos ante la Ley! XII.352:42

Si ya tenéis la experiencia de las Eras pasadas y sabéis que existe la Ley de restitución, ¿por qué volvéis a caer en los errores de ayer en vez de dar un gran paso adelante de vuestro camino? VIII.218:18

El camino que transitáis es escabroso, mas cada paso, cada obra que hagáis dentro de mi Ley, os acerca a la finalidad que todo Espiritualista tiene. IX.243:60

Vuestra restitución es grande y por lo mismo, vuestro dolor también lo es, mas cuando hayáis pagado vuestras deudas y hayáis labrado vuestra salvación, comprenderéis que no fue vano el dolor y que vuestro destino es justo. IX.243:61

Van los hombres tropezando en los escollos del camino, lamentando y sufriendo, y todo esto obedece a la restitución y a la justicia que ha llegado para transformarlos, según es mi voluntad. Quiero que mis hijos me amen como Padre y se espiritualicen para que vivan en paz. IX.272:7

Cuando una gran prueba llega a vuestro corazón, me preguntáis con inconformidad: “¿Acaso está escrito en mi destino que he de apurar este dolor? ¿Es mi restitución? ¿Es tu voluntad, Padre?” Y os digo: Nada se mueve sin mi voluntad. Hay en vuestro destino muchas pruebas que habéis de apurar, unas serán la consecuencia de vuestras faltas a mi Ley; otras irán de mi Espíritu al vuestro, sin embargo todas son justas, aunque vosotros las juzguéis innecesarias. Si veláis y estudiáis, ellas hablarán de mi perfección y de mi amor. Abrigad esperanza y fe aun en los días de mayor amargura y confiad en que el día siguiente será mejor, que el sol de mi amor iluminará vuestro espíritu y materia, y que vuestra razón e intuición serán claras y seréis conducidos a buen fin. Cuando lleguéis al término de vuestra jornada, habrá paz en vosotros y alegría en el Padre. Después de cada prueba conoceréis vuestra fortaleza, y Yo recibiré el fruto de ella, según el amor que me demostréis. IX.272:8

Mis enseñanzas no son doctrinas extrañas, es la Doctrina del Amor, el sendero por donde puede evolucionar el espíritu, por el cual podrá encauzar sus pensamientos, sus palabras y sus obras, las cuales le seguirán hasta el fin de su restitución. V.140:29

Es menester que el que ha pecado, entre en el Templo y ahí arrepentido, asista a la fiesta del Amor Divino. V.140:30

Sentís que la justicia del Padre se manifiesta en todo el Universo, mas Yo os digo, que no confundáis mi justicia con el vulgar castigo. Esta Era os ha sorprendido impreparados porque habéis desaprovechado los tiempos y vuestros dones, y por esta causa os sentís castigados. III.60:81

En otros mundos, también gozan los espíritus de libre albedrío y pecan y se desvían, o perseveran en el bien y así logran elevarse, igual que como lo hacéis vosotros en la Tierra. Mas llegado el instante marcado, los que están destinados a venir a este mundo, descienden a él unos para cumplir una noble misión, otros para expiar su restitución; mas según ellos quieran ver esta Tierra, así se les presentará como un paraíso para algunos o como un infierno para otros. Por eso es que, cuando ellos comprenden la misericordia de su Padre, sólo ven una vida maravillosa sembrada de bendiciones y enseñanzas para el espíritu, un camino que los acerca a la Tierra Prometida. VI.156:33

Yo os he escuchado en aquellos Valles espirituales, arrepentidos de no haber cumplido con mi Ley. Me habéis dicho: “Padre, Padre, concededme una materia para cumplir vuestros mandatos a través de ella”. Y Yo os he concedido esa oportunidad, os he enviado a este mundo para que en un nuevo cuerpo podáis cumplir. XII.343:24

Ya deberían huir los hombres de la destrucción, de las guerras y evitarse una dolorosa restitución; sabed que si no alcanzan a purificarse en el bien antes de llegar a Mí, tendré que enviarles nuevamente a este Valle de lágrimas y sangre, porque quien camina en sentido inverso a la perfección, no podrá llegar a mi Seno. VII.188:7

Hoy digo a quienes he llamado párvulos y discípulos en este tiempo, que ninguno llegará a Mí sin antes haber recorrido el camino señalado a su espíritu para su completa evolución. Este tiempo es de restitución y de justicia. Sólo Yo conozco el juicio de cada quien. Toda falta pasada hoy se repara; basta deciros que el que ayer dio muerte a sus Semejantes ahora ha tenido que venir a resucitar muertos. III.67:48

Mi paz sea con vosotros.

5. La Ley de evolución

Sea mi corazón perfecto en tus preceptos, para que no sea confundido.

Salmos 119:80

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Mateo 5:48

Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: Cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca. No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros.

Colosenses 3:8:13

El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará.

1 Pedro 5:10

El hombre en su parte espiritual está hecho a imagen y semejanza de su Dios, pues está dotado de las mismas facultades del Espíritu Divino. Vuestro cuerpo pertenece a la Tierra, mas vuestro espíritu ha brotado de mi Espíritu y a Mí tiene que volver puro y perfecto. Por ello el camino del espíritu es de larga evolución. XII.359:68

Todo lo creado ha sido formado a través de una evolución continua, ya os lo he dicho, desde el comienzo de la vida, es decir, desde el instante en que manifesté la vida en un átomo y este se fue desarrollando en moléculas y las moléculas en elementos y de éstos brotaron los mundos, los que se fueron poblando de acuerdo con esa misma Ley de evolución lógica y natural. XII.359:78

Esa Ley soy Yo, es vuestro Dios, es la Ley de continua evolución que está maravillando al hombre, dándole amplios campos de investigación que le permiten ir penetrando en los secretos de la Naturaleza. XII.359:75

Evolución: Palabra que estará en los labios de la humanidad cuando se ocupe de su espíritu, porque significa progreso, elevación, transformación y perfeccionamiento. Os esclarezco todas las lecciones, para que vuestro espíritu deje de ser prisionero de vuestros sentidos, para que cuando vayáis a sembrar mi enseñanza, deis a conocer que el espíritu, como todo lo creado, está sujeto a la Ley de evolución. VII.180:29

Comprended que aunque aparentemente la Creación ha sido terminada, sin embargo todo evoluciona, todo se transforma y se perfecciona. ¿Podría vuestro espíritu escapar a esa Ley divina? No mis hijos. Nadie podrá decir la última palabra sobre lo espiritual, sobre la ciencia ni sobre la vida, porque son obras mías que no tienen fin. III.79:34

Todo espíritu debe demostrar en cada existencia terrestre el adelanto y los frutos de su evolución, dando en cada vez un paso firme hacia adelante. VI.159:31

Muchas veces me preguntáis: “¿Para qué es esta vida, y por qué tenemos que sufrir tanto?” Y os digo: El espíritu debe elevarse por sus propios méritos, desde el plano más bajo, hasta alcanzar la cima de la perfección. Todos los seres han sido sometidos a la Ley de la evolución, también os digo, que vuestro espíritu restituye en este tiempo en que mi juicio ha sido desatado en el Universo, todas las faltas que ha cometido, no sólo en vuestro mundo sino en todas las moradas donde habitan mis hijos. Mas no lloréis, antes bien dadme gracias, porque después de este tiempo en que el espíritu se purificará, estaréis más cerca de Mí y habrá mejor disposición para cumplir, porque habréis retornado al camino. Yo estoy con vosotros como Cirineo, para que no desmayéis en la prueba. IX.268:28

Las revelaciones divinas, la Ley de Dios, mi Doctrina y mis manifestaciones os han dado a entender desde el principio que el hombre es un ser sujeto a evolución, ¿por qué entonces ninguna de vuestras religiones justifica o prueba esta verdad? Yo os digo, que aquella Doctrina que despierte al espíritu, que haga luz en él, que lo desarrolle y le revele lo que él encierra, que lo levante cada vez que tropiece y lo haga caminar hacia adelante, sin detenerse, esa Doctrina está inspirada en la verdad. Y, ¿no es eso lo que mi enseñanza os ha revelado en todos los tiempos? Sin embargo, espiritualmente os habéis detenido ha mucho tiempo, porque os ha preocupado más lo que toca a vuestra vida en la Tierra, que lo que corresponde a vuestro espíritu; mas para no abandonar completamente lo espiritual, habéis hecho de tal manera vuestras religiones, que ellas no os estorben en lo más mínimo para el desempeño de vuestras faenas, deberes y trabajos en la Tierra. Ya cumpliendo con aquella tradición religiosa, os imagináis estar cumpliendo para con Dios, tratáis de tranquilizaros ante la Conciencia y creéis estar asegurando vuestra entrada en la Gloria. IX.265:24

¡Cuánta ignorancia, humanidad! ¿Hasta cuándo vais a despertar a la realidad? ¿No os dais cuenta que al cumplir con vuestras religiones nada me dais a Mí y tampoco nada le proporcionáis a vuestro espíritu? IX.265:25

Cuando salís de vuestros templos y decís: “Ya cumplí para con Dios”, habéis incurrido en un gran error, porque creéis haber venido a darme algo, cuando debierais saber que nada tenéis que darme y sí mucho que recibir de Mí y mucho que proporcionaros a vosotros mismos. IX.265:26

Creéis que el cumplimiento de la Ley se reduce a asistir a aquellos lugares, y ese es otro grave error, porque esos lugares deberían ser la escuela donde el discípulo fuera aprendiendo para después, ya en la senda de la vida, poner en práctica la lección aprendida, que es el verdadero cumplimiento de la Ley. IX.265:27

¿Veis cuánta discordia entre hermanos, cuántas tragedias entre esposos, cuánta inmoralidad y vicios, cuántas guerras entre pueblos? Todo es a causa de vuestro abandono y alejamiento de las leyes divinas. IX.265:28

Le falta educación espiritual a la humanidad, le falta el conocimiento de su evolución. IX.265:29

Así os enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionéis, y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros los acontecimientos que están por suceder. Lo que contemplen vuestros ojos sólo os llenará de regocijo al comprobar que todo lo rige una Ley perfectísima, y que lo que hoy acontece no pudo haber acontecido antes, porque todo marcha hacia su perfección. VIII.230:43

Tomad con serenidad y calma el camino para que no os parezca ni más corto de lo que en realidad es, ni tampoco demasiado largo. Vosotros debéis pensar tan sólo en que para alcanzar la paz en la eternidad de la que formáis parte por el espíritu, las pruebas en la vida son el camino; id por él en paz, con verdadero ideal de perfeccionamiento y nunca llegaréis a sentirlo pesado ni escabroso. Será para vosotros como uno de esos viajes en los que se contempla un bello camino, un paisaje grato y el que quisierais que nunca terminara. V.116:16

Si os lo hubiese dado todo en esta vida, ya no estaríais deseando ascender un peldaño más, pero lo que no habéis alcanzado en una existencia, lo buscáis en la otra, y lo que no alcanzáis en aquella, os lo está prometiendo otra más elevada, y así sucesivamente hasta el infinito, en el camino sin fin de los espíritus. V.116:17

Cuando escucháis mi palabra, os parece imposible que vuestro espíritu vaya a ser capaz de alcanzar tanta perfección, y Yo os digo, que hoy ponéis en duda el alto destino del espíritu, porque sólo miráis lo que alcanzáis a ver con vuestros ojos materiales: Pequeñez, ignorancia, maldad, pero eso se debe a que el espíritu en unos está enfermo, en otros se encuentra paralítico, hay quienes son ciegos y quienes van muertos espiritualmente. Y ante tanta miseria espiritual tenéis que dudar del destino que la eternidad os tiene reservado. Y así vivís en este tiempo de apego al mundo y de materialismo; mas ya la luz de mi verdad ha llegado hasta vosotros, disipando las tinieblas de la noche de un tiempo que ya pasó y anunciando con su aurora la llegada de una Era en la que el espíritu recibirá la iluminación de mi enseñanza. V.116:18

¡Cuántos hacen insufrible su vida por falta de fe espiritual, porque piensan que el mundo físico es el único que existe y dudan de que haya espíritu, porque para ellos nada puede comprobarlo! Estas y otras tristes reflexiones los llevan a la desesperación y aun a la muerte. VII.186:42

Sobre esta enseñanza descansará la primera lección que deis a vuestros futuros discípulos. Les daréis oportunidad de escalar desde el primer peldaño de su camino de evolución. Les revelaréis que el Padre, en su amor infinito y en su justicia perfecta, concede a cada espíritu tantas existencias materiales, como le sean necesarias para su perfeccionamiento; que algunas materias sufrirán más que otras, que habrá vidas plenas de bienestar y otras de amargura y expiación. VII.186:43

Esas materias que viven sin dolores ni grandes pruebas, son las que han dado lugar a que muchos ignorantes e inconformes me llamen injusto. VII.186:44

Estos casos abundarán en vuestro camino y vosotros seréis los encargados de dar la aclaración. Os preguntarán: “¿Si es cierto que existe el premio o castigo después de esta vida?” A lo cual contestaréis: “Mientras el espíritu no haya alcanzado la elevación suficiente para morar en el Valle espiritual, tendrá que reencarnar en esta Tierra, recorriendo cada existencia de acuerdo con el adelanto de la anterior; a veces será para recoger una buena cosecha, otras para saldar alguna deuda o concluir una obra empezada. VII.186:45

Y cuando el espíritu haya recorrido todo el camino señalado a él como su destino en la Tierra, podrá elevarse a la Mansión espiritual, donde encontrará la continuación del camino que le conducirá a la gracia eterna, al seno del Señor”. VII.186:46

No dejaréis puntos oscuros ni confusos. No convenceréis a todos, pero hasta por la duda de los incrédulos os guiaréis, conociendo sus pensamientos, para combatir a otros que más tarde encontraréis. VII.186:47

Y en verdad os digo, que mi enseñanza será para la humanidad como el despertar en una mañana de primavera, como el rocío que fertiliza los campos, hoy que el mundo es un campo de muerte, árido y seco. VII.186:48

A medida que comprendáis el sentido de vuestra vida, el destino del espíritu y el por qué de la evolución, insensiblemente vais penetrando en la vida espiritual. Así vais olvidando las formas que me atribuisteis, bajo las cuales me buscasteis, y de vosotros se van borrando las falsas creencias y conceptos erróneos en los que por tantos siglos ha caminado la humanidad. VII.185:29

El espíritu, por sus dones, podrá elevarse hasta alcanzar su perfeccionamiento. Pero Yo soy el Maestro que siempre he venido a ayudaros en vuestra jornada para que vuestra vida no sea estéril. VII.185:30

Si llegáis a ser hombres de buena voluntad, vuestra vida llegará a armonizar con la perfección de toda la Creación, alcanzaréis la luz del verdadero conocimiento y el fruto de vuestras obras os servirá de eterna paz. Vuestra parte física es substancia que vendrá a diluirse en átomos en la Creación. Esto lo habéis palpado, pero es incomprensible para muchos la vida inmortal del espíritu; comprenden tan sólo aquello que sus ojos ven o su ciencia comprueba. ¿Dónde están los que moraron con vosotros en esta vida? No lo sabéis. Si acaso, podéis imaginaros que están morando en una mansión de luz, a lo que el Maestro os dice: Muchos de ellos están cerca de vosotros. El espíritu tiene potencia, tanto para ocupar el lugar que el Padre le ha asignado en el Más Allá, como para desempeñar al mismo tiempo una misión junto a vosotros. He ahí la fuerza del espíritu. VII.185:31

Estas lecciones no las habéis comprendido aún, mas para alcanzar el desarrollo de esa facultad, será necesario que en vosotros se cumpla aquello que os dije en el Segundo Tiempo: “Es menester que el hombre, para que alcance mi gracia, se asemeje al niño en su pureza”. VII.185:32

Es menester esclarecer a la humanidad estos misterios, para que comprenda que la vida en la materia es una ocasión para que el hombre haga méritos para su espíritu, méritos que lo elevarán hasta merecer habitar en una morada de espiritualidad superior, en donde nuevamente deberá hacer méritos para no estacionarse y seguir escalando de peldaño en peldaño, porque en la casa del Padre hay muchas moradas. VII.184:44

En verdad os digo, que la vida en la Tierra es un grado más en la escala de la vida, ¿por qué no lo entendéis así, para que aprovechéis todas sus lecciones? Es la razón por la que muchos tienen que volver a ella, una y otra vez: Porque no comprendieron ni sacaron utilidad de su vida anterior. VI.167:26

En los hombres del mañana habrá tanta espiritualidad y comprensión de la evolución que debe alcanzar su espíritu, que cuando penetren en la agonía y se hallen a un paso de la muerte, consideran ellos y quienes les acompañen en aquella hora, aquel momento como el más hermoso de toda su existencia, aquel que debe ser como la culminación de una vida fecunda y provechosa, y puedan decir como su Maestro en la cruz: “Todo está consumado”. VI.167:27

No todos los hombres pensarán de igual manera al recibir esta luz, porque el tiempo de evolución no es el mismo en toda la humanidad. Unos llevan más tiempo que otros en el camino de la vida, también debéis saber que todos los hombres están retrasados en conocimiento y elevación, porque se han apartado de la senda de evolución. VI.144:27

Estos méritos los haréis a través del amor como os lo ha enseñado mi Ley eterna. Y así de peldaño en peldaño, por la Escala de Perfección, irá vuestro espíritu conociendo el sendero que conduce a la Gloria, a la verdadera Gloria, que es la perfección del espíritu. VII.184:45

Mi paz sea con vosotros.

6. La Ley de la reencarnación

Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella.

Génesis 28:12

Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahvéh: Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras. Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, transformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos: ¿No puedo hacer Yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.

Jeremías 18:1:6

Sus discípulos le preguntaron: “¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?” Respondió Él: “Ciertamente, Elías ha de venir a restaurarlo todo. Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos”. Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista.

Mateo 17:10:13

Jesús le respondió: “En verdad, en verdad te digo: El que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios”. Dícele Nicodemo: “¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?” Respondió Jesús: “En verdad, en verdad te digo: El que no nazca de agua y de espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del espíritu”. Respondió Nicodemo: “¿Cómo puede ser eso?” Jesús le respondió: “Tú eres maestro en Israel y, ¿no sabes estas cosas?”

Juan: 3:3:10

No seríais Espiritualistas si dudaseis de la Ley de la Reencarnación, porque es un conocimiento fundamental que viene a revelar a muchos y a confirmar a quienes de ello tenían un presentimiento o intuición. En esa Ley existe una razón y una justicia tan clara como la luz. VII.195:47

Nunca han marchado todos los seres aquí en el mundo en el mismo nivel espiritual; junto a hombres de una gran elevación, han convivido otros en gran retraso. Debo advertiros que este tiempo tampoco será el único en el que puedan surgir hombres de un espíritu muy elevado. VI.156:30

En todos los tiempos, aun en los más remotos de la historia de la humanidad, habéis tenido ejemplos de hombres de espíritu elevado. ¿Cómo podríais explicaros que desde los primeros tiempos ya hubiese hombres de espíritu evolucionado, si antes no hubiesen pasado por reencarnaciones sucesivas que les ayudaron a elevarse? VI.156:31

Es que el espíritu no nace al mismo tiempo que la envoltura, ni el principio de la humanidad coincide con el del espíritu. En verdad os digo, que no existe un sólo espíritu que haya venido al mundo sin antes haber existido en el Más Allá. Y, ¿quién de vosotros puede medir o conocer el tiempo que haya vivido en otras moradas antes de haber venido a morar la Tierra? VI.156:32

La carne es de este mundo y en él queda, mientras el espíritu se levanta libre y vuelve a la vida de donde brotó. Lo que es nacido de la carne, carne es, lo que es nacido de mi Espíritu, espíritu es. La resurrección de la carne es la reencarnación del espíritu y si unos creen que esa es una teoría humana y otros creéis que es una nueva revelación, de cierto os digo, que esta revelación comencé a darla a conocer al mundo desde el principio de la humanidad; prueba de ello podéis encontrarla, en el texto de las Escrituras que son un testimonio de mis obras. III.76:42

Mas en este tiempo ha llegado esta revelación a vuestro espíritu en un grado mayor de evolución y en breve será tenida en justicia como una de las leyes más justas y amorosas del Creador. Desechad la creencia que teníais acerca del “Día del Juicio”, que no es un día de los vuestros, porque es un tiempo, y el fin del mundo no es el del planeta en que vivís, sino el de la vida egoísta que sobre él habéis creado. III.76:43

La reencarnación es la oportunidad que Dios, en su amorosa justicia, ofrece al espíritu, para que recobre su pureza y retorne al camino. Esa es la forma en que puede aprovechar la experiencia recogida en su peregrinaje. V.118:3

Cuando miréis a los niños, hacedlo con respeto, porque no sabéis qué espíritu se oculta en ellos; mas de lo que podéis estar seguros, es que en cada uno de esos pequeños seres existe un pasado que es toda una historia, toda una vida de evolución. V.118:4

El espíritu, cuando vive la niñez de su envoltura, necesita del apoyo de los mayores, porque su materia es frágil para sostenerle; requiere de la ternura, para que su corazón no se endurezca, y también necesita de ejemplos y enseñanzas que le cultiven y le fortalezcan, mientras llega la hora de poder manifestarse. V.118:5

Cada espíritu trae su mensaje y para que pueda expresarlo, es preciso que todo sea favorable a su derredor. Cuando el espíritu, después de su largo tránsito de luchas y de pruebas para alcanzar su perfeccionamiento, llega a verse libre de manchas, miserias e ignorancias y es en él sólo la luz, llega a tener semejanza con la pureza de los niños. V.118:6

Si esta existencia fuera la única, en verdad os digo, que ha mucho tiempo que habría apartado de ella el dolor, pues sería injusto que sólo hubieseis venido a este mundo a beber el cáliz de amargura. Mas los que hoy están sufriendo y llorando, es porque ayer se deleitaron con exceso, pero ese dolor les purificará y les hará dignos de elevarse a gozar en forma más pura en las moradas del Señor. VII.194:35

El hombre tiene un desarrollo como lo tiene todo lo que forma la Creación. Él era pequeño en un principio. Su inteligencia estaba de acuerdo con la vida primitiva que llevaba; pero Dios hizo que él se desarrollara por sí mismo, que conociera lo que es el bien y el mal para que descubriese en sí su parte espiritual y su parte material, porque él en un principio desconocía su espíritu. Así el hombre se fue desarrollando, sabiendo de dónde viene y a dónde va, reconociendo sus facultades que le habrán de conducir a la perfección. Así ha llegado hasta este tiempo en que le he revelado que para el perfeccionamiento del espíritu no es bastante una existencia. IX.248:60

De esto podéis tener una prueba clara, al comprobar que la experiencia del hombre de ahora es mayor que la de los hombres de hace tiempo; porque es el espíritu el que trae consigo la luz recogida en los caminos de anteriores vidas. Y habéis llamado a este tiempo “El Siglo de la Luz”, por los adelantos de la ciencia humana y es que la Luz divina ha brillado en todo entendimiento. IX.248:61

Cumplid vuestro destino; no queráis retornar a Mí sin antes haber recorrido el camino que os señalé, porque tendríais el dolor de contemplar manchas en vuestro espíritu que él no alcanzó a lavar, porque no llegó hasta el fin de su restitución. Las reencarnaciones han pasado sobre vosotros y muchos no habéis estimado la gracia infinita y el amor que con ellas os he concedido. Mirad que mientras mayor sea el número de oportunidades, mayor será vuestra responsabilidad y si estas oportunidades no son aprovechadas, en cada una irá en aumento la restitución y la justicia; ese es el fardo cuyo peso insoportable muchos seres no se explican y sólo mi Doctrina os puede revelar. IX.248:46

Mi enseñanza viene a haceros dueños de este reino pasajero para que no sea éste el que se adueñe de vosotros; no es mi deseo que al llegar en espíritu a mi presencia me digáis: “¿Padre por qué me habéis llamado cuando todavía deseaba vivir en la Tierra?” ¡Cuán pocas veces os mostráis conformes con mi voluntad! IX.248:47

¿Teméis hablar con vuestros hermanos acerca de la reencarnación del espíritu? ¿No estáis acaso persuadidos de la amorosa justicia que ella encierra? V.120:15

Comparad esta forma de restitución con la del eterno castigo en el fuego perenne del infierno, forma de la que se valen los hombres para amedrentar al espíritu de la humanidad. Decidme, ¿cuál de estas dos formas os da la idea de una justicia divina, perfecta y misericordiosa? Una revela crueldad, rencor sin límite, venganza; la otra encierra tan sólo perdón, caridad, esperanza de alcanzar la Vida Eterna. Cuán grande es la deformación que han sufrido mis enseñanzas por causa de las malas interpretaciones. V.120:16

Os preparo para la lucha porque sé que seréis combatidos por lo que vais a enseñar, pero si a vuestros hermanos que en estos instantes os combaten, la muerte les sorprendiera, y Yo les preguntara al morir en pecado: “¿Qué prefieren, si el fuego eterno en el que ellos creen o la oportunidad de purificarse en una vida?” De cierto os digo, que manifestarían su preferencia por la segunda solución, aun cuando la hubieran combatido en su vida, cegados por el fanatismo. V.120:17

Nadie se rebele ante la idea de tener que volver a este planeta en otro cuerpo, ni penséis en que la reencarnación es un castigo para el espíritu. Todos los espíritus destinados a tener que morar en la Tierra, han tenido que pasar por la Ley de la Reencarnación, para poder alcanzar su evolución y llevar a cabo la misión que les he confiado. V.122:25

No sólo los espíritus de poca elevación tienen necesidad de volver a reencarnar; también los espíritus elevados vuelven una vez tras otra, hasta dejar concluida su obra. V.122:26

Elías es el más grande de los profetas que ha venido a la Tierra, y a pesar de las grandes obras que hizo y de las grandes pruebas que dio, hubo de volver a este mundo en otro tiempo, en otra materia y con otro nombre. V.122:27

Esta Ley de amor y de justicia fue ignorada mucho tiempo por la humanidad, porque de haberla conocido antes, hubiera caído en confusiones; sin embargo, os hice algunas revelaciones y os dí algunas señales que fueron la luz precursora de este tiempo, del esclarecimiento de todos los misterios. V.122:28

El pasado de vuestro espíritu con sus diversas existencias en la Tierra, está vedado para vosotros. Sólo os he revelado la verdad de la reencarnación, porque ella tendrá que daros una idea más real de la misericordia y de la justicia divinas y hará renacer en los impuros, en los pecadores, en los que derrochan inútilmente la vida, la esperanza de una nueva oportunidad en la cual puedan llegar a corregir los yerros cometidos. V.122:29

La idea de la muerte o de la condenación eterna, quedarán destruidas ante esta revelación y tanto el espíritu como el corazón humano, cuando comprendan esta verdad, se elevarán para glorificar la bondad divina. V.122:30

Mi paz sea con vosotros.

7. Ley y conciencia

Bendigo a Yahvéh que me aconseja; aun de noche mi Conciencia me instruye.

Salmos 16:7

Digo la verdad en Cristo, no miento, mi Conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo.

Romanos 9:1

Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo! Cierto que mi Conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor.

1 Corintios 4:3:4

No me refiero a tu Conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a ser juzgada la libertad de mi Conciencia por una Conciencia ajena? Si yo tomo algo dando gracias, ¿por qué voy a ser reprendido por aquello mismo que tomo dando gracias?

1 Corintios 10:29:30

Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: “Maestro, ¿cómo puedo saber lo que es bueno y lo que es malo?” A lo cual os respondo: Yo soy la Justicia divina y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la Conciencia que es Luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía y juez? La intuición, la razón, los sentimientos. VIII.233:8

Por eso es que quien obra mal, no es que carezca de oídos para escuchar esa voz, es que los ha cerrado para no escuchar su propio juicio. No es que no tenga ojos para contemplar el buen camino, es que voluntariamente se hace ciego para caminar por el sendero que ha creado bajo su propia voluntad. VIII.233:9

Os digo a vosotros: ¿Por qué callar la voz dulce y armoniosa de Dios que os habla a través de vuestra Conciencia, si ella siempre os guía con certeza por la senda del bien? VIII.233:10

Es la carne muchas veces la que como un denso velo no os deja mirar la luz de la verdad, por eso os digo, que escucharéis aquella voz con toda claridad cuando os encontréis libres ya de la materia. Y aquel instante puede ser el de la suprema felicidad para el espíritu, que llegó al cumplimiento de su misión en la Tierra o también el de infinito dolor, al comprobar sus faltas y ver sus manchas, que le harán desear una nueva materia, como una oportunidad para empezar el camino. Ahí la justicia del Padre, que tiene como principio el amor, se manifiesta en poder, concediendo al espíritu un cuerpo humano más, donde cumplir su destino. VIII.233:11

Siempre que queráis saber si el camino que seguís es el de la evolución, consultaréis a la Conciencia y si en ella hay paz y en vuestro corazón se alberga la caridad y la buena voluntad para vuestros hermanos, estaréis seguros de que vuestra luz aún ilumina y vuestra palabra consuela y sana. Mas si descubriereis que en vuestro corazón ha germinado la codicia, la mala voluntad, la materialidad y la lujuria, podréis estar ciertos de que vuestra luz se ha tornado en tiniebla, en impostura. ¿Queréis que cuando os haga el llamado, presentéis en vez de trigo dorado una cosecha inmunda? III.73:45

¿Cuál fue la causa de vuestro pecado y de vuestra desobediencia a mi Ley? II.35:47

Escuchad discípulos: Antes de que surgieseis a la vida, Yo ya existía y en mi Espíritu estaba latente el vuestro. Mas no quise que heredaseis mi Reino sin haber hecho méritos, no quise que poseyeseis lo existente sin saber Quién os había creado, ni quise que os marchaseis sin rumbo, sin destino y sin ideal. II.35:48

Por eso os di la Conciencia, para que os sirviese de guía; os concedí el libre albedrío para que vuestras obras tuvieran verdadero valor ante Mí. Os di espíritu, para que él anhelara siempre elevarse hacia lo luminoso y puro, os di el cuerpo para que por medio del corazón tuvieseis sensibilidad para lo bueno y para lo bello, y para que os sirviese de crisol, de prueba constante y también de instrumento para habitar en el Mundo material. La Tierra ha sido escuela para vuestro espíritu, en ella nunca ha faltado la presencia del Divino Maestro. La Vida humana ha sido libro de profunda sabiduría para el espíritu encarnado. II.35:49

Me decís que por causa del libre albedrío habéis caído en faltas y errores. También os digo, que por ese don podéis elevaros infinitamente más allá del punto de donde partisteis al principio de vuestra evolución. I.20:40

Además del libre albedrío, di a cada espíritu mi luz en su Conciencia para que nadie se perdiese; pero los que no quisieron escuchar mi voz o no quisieron penetrar en su interior en busca de la luz espiritual, pronto se dejaron seducir por las innumerables bellezas de la vida material, perdieron el apoyo de mi Ley para su espíritu y tuvieron que tropezar y caer. I.20:41

Os he otorgado el don del libre albedrío y os he dotado de Conciencia. El primero para que os desarrolléis libremente dentro de mis leyes y la segunda, para que sepáis distinguir el bien del mal, para que ella como juez perfecto os diga, cuándo cumplís o faltáis a mi Ley. I.22:8

Vosotros poseéis la voluntad y el libre albedrío para que os conduzcáis inteligentemente, obedeciendo la voz de la Conciencia que es mi propia voz y por ella conozcáis lo que es lícito, lo que debéis tomar y desechéis lo impropio, lo que no os pertenece. Pero he mirado que desde los primeros días de vuestra vida en la Tierra, os inclináis hacia el materialismo y empezáis a desconocer vuestra misión espiritual que es la principal razón de vuestra existencia. X.285.70

Vengo a deciros que os guiéis por vuestra Conciencia, que os libertéis y no volváis a ser esclavos de aquellos que quieren someteros a cultos imperfectos, a prejuicios y dogmas. VII.190.13

Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra Conciencia ante Él, en caso de que nos condene nuestra Conciencia, pues Dios es mayor que nuestra Conciencia y conoce todo. Queridos, si la Conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios, y cuanto pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

1 Juan 3:18.22

¿Cómo podréis en cada paso practicar mi Ley? Escuchando la voz de la Conciencia que es el juez de vuestros actos. No vengo a ordenaros lo que no podríais cumplir; vengo a persuadiros de que el camino de la felicidad no es una fantasía, sino que existe y la forma de transitar por él, es la que os estoy revelando. VI.148.54

Quien vive dentro de la Ley, está cumpliendo con lo que le dicta su Conciencia. El que huye de las satisfacciones lícitas para sumergirse en los placeres prohibidos, aun en los instantes de mayor placer se pregunta, por qué no es feliz ni encuentra paz. Porque de goce en goce va descendiendo hasta perderse en el abismo, sin encontrar la verdadera satisfacción para su espíritu y corazón. II.33.45

¿Creéis acaso que os haya traído una Doctrina retrasada? Estudiad mi palabra y os convenceréis de que ella se ha venido a manifestar en una forma que va de acuerdo con la evolución tanto espiritual como mental de esta humanidad. IX.275.61

Ni antes ni ahora he condenado vuestra ciencia, porque es un camino por el cual el hombre también encuentra mi verdad; quien me busca en todo conocimiento, me encuentra y siente mi presencia y descubre mis leyes. Lo que repruebo es el mal empleo que se haga de lo que sólo fue creado para buenos fines. IX.275.62

La Ley ha estado presente siempre en las Conciencias; generaciones parten y generaciones llegan; espíritus emigran y espíritus vienen y mi palabra permanece firme e inconmovible; sin embargo, la humanidad ha sido dura de entendimiento y de corazón y muy pocos han sido los que han comprendido el amor que entrego en mi Doctrina. X.295.59

Los hombres se multiplican y crecen, y en cuanto su inteligencia se despierta la alejan de lo espiritual para ir tras de la gloria del mundo, la riqueza o la ciencia, y entonces sus frutos no han podido ser todo lo dulce que vuestro corazón quisiera; siempre al final os ha quedado en los labios un sabor amargo. X.295.60

No penséis que mi palabra tenga por finalidad el juzgar mal vuestras obras o condenar lo que haya logrado vuestra ciencia, no, pueblo, no soy Yo quien os diga con palabras que estáis a un paso del abismo, son los hechos, son los resultados de vuestra falta de espiritualidad. X.295.61

Mas en los precisos momentos en que os aproximáis al precipicio, suena la campana sonora en el reloj de la eternidad, marcando el principio de un nuevo tiempo: La Tercer Era, tiempo en el cual el Espíritu Santo viene a brillar en las Conciencias, derramándose en sabiduría, en luz que esclarece misterios, en fuerza que levanta, resucita, consuela y salva. X.295.62

Por vuestra Conciencia podéis saber si el camino en el que transitáis es lícito o lo habéis equivocado. I.10.83

Para que dejéis una huella benéfica de vuestro paso por el mundo a los que vienen detrás de vosotros, es necesario que cumpláis con mi Ley, por medio de ella dejaréis grandes obras y vuestro recuerdo y ejemplo serán imborrables. I.10.84

No vayáis a cerrar vuestros oídos a la voz de la Conciencia, porque podría abrirse un precipicio ante vuestros pies y ya puestos en la pendiente es difícil retroceder. VIII.237.35

No dejéis que vuestra mente se ofusque, no acalléis la voz de la Conciencia, no dejéis que las tentaciones de la materia hagan flaquear a vuestro espíritu, porque sería muy doloroso. IX.254.44

Yo os digo, que lo que en verdad el hombre va a alcanzar con su paso presuroso, es la fatiga total. Hacia el hastío y el cansancio avanza el espíritu y el corazón de la humanidad, y ese abismo ha sido preparado por el mismo hombre. XII.360.7

En ese abismo caerá y en esa fatiga total, en ese caos de odios, de placeres, de ambiciones no satisfechas, de pecado y adulterio, de profanación a las leyes espirituales y humanas, encontrará una muerte aparente para el espíritu, una muerte pasajera para el corazón; pero de esa muerte, Yo haré que el hombre se levante a la vida. Yo haré que tenga su resurrección y en esa nueva vida luche por el renacimiento de todos los ideales, por el resurgimiento de todos los principios y de todas las virtudes, que son atributos y patrimonio del espíritu, que son su principio, su alfa; porque de Mí el espíritu brotó, de Mí tomó vida, de mi perfección bebió, de mi gracia quedó saturado. XII.360.8

Es a vuestro espíritu al que le hablo para que busque su perfección por medio de mi luz, de mi Ley, la cual se halla en la Conciencia. Convertid esa Ley en escala, en camino, para que lleguéis a Mí. XI.311.15

¿No habéis escuchado en vuestro interior, cuando hacéis un bien, cuando acariciáis a un niño desvalido, socorréis a un necesitado o protegéis a un ser indefenso, resonar una voz que os bendice y que os anima a continuar por esa senda? ¿De quién es esa voz? De la Conciencia. Es la voz del Padre que premia al hijo, porque sabe imitarlo. VII.200.18

Si vuestra Conciencia os dice que no habéis amado, ya que ésa es la Ley, ¿creéis estar dispuestos a pasar del estado humano al espiritual? Cuántos espíritus que vagan en el espacio, quisieran hacerse oír de los hombres, para decirles: “No perdáis vuestro tiempo como yo lo perdí”. IX.274.30

En verdad os digo que si estudiáis cada frase mía, iluminaríais el camino de vuestra vida, porque cada una de ellas encierra esencia, sabiduría, eternidad. IX.274.31

De cierto os digo, que quien no cumpliese con mi Ley que existe en su Conciencia, no llegará a Mí. I.7.17

Mi paz sea con vosotros.

Quinto libro

1. La desobediencia

Temamos, pues; no sea que, permaneciendo aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros parezca llegar rezagado. También nosotros hemos recibido una buena nueva, lo mismo que ellos. Pero la palabra que oyeron no aprovechó nada a aquellos que no estaban unidos por la fe a los que escucharon. De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: “Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso!” Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo, pues en algún lugar dice acerca del día séptimo: Y descansó Dios el día séptimo de todas sus obras. Y también en el pasaje citado: “¡No entrarán en mi descanso!” Por tanto, quedando en claro que algunos han de entrar en él, y que los primeros en recibir la buena nueva no entraron a causa de su desobediencia, vuelve a señalar un día, hoy, diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones…” Porque si Josué les hubiera proporcionado el descanso, no habría hablado Dios más tarde, de otro día. Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios. Pues quien entra en su descanso, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de los suyos. Esforcémonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga imitando aquella desobediencia.

Hebreos 4:1.11

Cuando veáis el resultado de vuestras desobediencias, de vuestras profanaciones, de vuestra vanidad y falta de caridad y estéis bebiendo un cáliz de amargura, opuesto por completo al que Yo vine a ofreceros, será cuando exclaméis convencidos: “¡En el reclamo del Maestro había verdad y justicia!” X.284.55

Yo os di el don del libre albedrío y he respetado esa bendita libertad concedida a mis hijos; pero también puse en vuestro ser la luz divina de la Conciencia para que guiados por ella, encauzaseis vuestros dones y Yo os digo, que en la lucha del espíritu y la materia ha sufrido el espíritu una derrota, una caída dolorosa, que poco a poco le ha ido alejando más y más de la fuente de la verdad que soy Yo. IX.257.65

Su derrota no es definitiva, es pasajera, porque del fondo de su abismo se levantará cuando su hambre, su sed, su desnudez y sus tinieblas no las pueda soportar más. El dolor será su salvación y oyendo la voz de su Conciencia, se levantará fuerte y luminoso, ferviente e inspirado, tomando nuevamente sus dones; pero ya no con aquella libertad de aplicarlos al bien o al mal, sino consagrándolos tan sólo al cumplimiento de las leyes divinas, que es el mejor culto que podéis ofrecer a mi Espíritu. IX.257.66

En el que acate mis mandatos habrá paz verdadera, porque será hombre de buena voluntad para obedecer a su Padre; en el que desconociera mis órdenes, no habrá un instante de paz, escuchará incesantemente el reclamo de su Conciencia y vivirá en continuo sobresalto. IX.254.41

No estoy sentenciado a nadie, me concreto a revelaros a tiempo lo que podréis encontrar como resultado natural de vuestras obras. Os lo digo a tiempo, porque os amo y para que lo evitéis; para que miréis de frente hacia la verdad y no os desviéis del camino. IX.254.42

Os estoy demostrando la vida verdadera del espíritu, para que no viváis bajo injustas amenazas, que no cumpláis con mi Ley sólo por el temor al castigo del que os han hablado, los que no han sabido interpretar mi palabra. Tomad mi Ley, no es complicada ni difícil de entender. Todo el que la conoce y se rige por ella, no se confunde ni da cabida a palabras falsas, a ideas erróneas ni a malas interpretaciones. Mi Ley es sencilla, señala siempre el camino que debéis de seguir, confiad en vuestro Señor. Yo soy el Camino que os conducirá a la Ciudad Blanca, la Tierra Prometida, la cual tiene abiertas sus puertas, esperando vuestra llegada. II.32.9

Pronto os daréis cuanta de que la vida no es cruel con vosotros los hombres, sino vosotros los crueles con vosotros mismos. Sufrís y hacéis sufrir a quienes os rodean, por falta de comprensión. Os sentís solos, miráis que nadie os ama y os volvéis egoístas y duros de corazón. IX.272.34

El dolor intenso que se abate en múltiples formas sobre este mundo es el efecto de las faltas cometidas por los hombres, mas ya no se dan cuenta de mi justicia, cegados unos por la ambición y otros por el odio. IX.265.30

¿Quién podrá abolir el mal entre los hombres? ¿Acaso un dolor sobrehumano o una prueba infinitamente dolorosa? No, pueblo; el dolor, sólo le detendrá momentáneamente, pero ese instante les servirá para meditar, para despejarse y serenarse, y entonces sentirán la única fuerza, la única luz que puede salvarle que es mi Ley. IX.265.31

Yo no os culparé ni os reclamaré de lo que hicisteis cuando vuestros pasos los dabais entre las tinieblas de ignorancia, de pequeñez y de materialidad; mas ahora que tenéis conocimiento completo de lo que es mi Ley, si persistís en lo ilícito, en lo impuro, me responderéis de vuestros hechos y me manifestaré inexorable en vuestra misma Conciencia. IX.256.18

El tiempo de la cosecha ha llegado para todo espíritu y por eso es que contempláis la confusión entre los hombres; pero de cierto os digo: En ese caos cada quien cosechará su propia siembra, mas, ¿qué será de aquellos mis hijos que siempre han faltado a mi Ley? En verdad que a todos los que duermen sin querer analizar, sin estudiar mis lecciones, las pruebas les llegarán como un torbellino que les harán caer; y para aquellos que sí han obedecido mis enseñanzas, será como un estímulo para su cumplimiento, como un hermoso galardón que Dios les conceda. XI.310.7

¿Por qué bebisteis el cáliz de amargura? ¿Por qué olvidasteis mi mandato, así como la misión que os confié? Porque sustituisteis mi Ley por las vuestras y ahí tenéis los resultados de vuestra vana sabiduría: Amargura, guerra, fanatismo, desengaños y mentiras que os asfixian y os llenan de desesperación. Y lo más doloroso para el hombre materializado, para el que todo lo somete a sus cálculos y lo sujeta a las leyes materiales de este mundo, es que después de esta vida se encontrará cargando aún el fardo de sus errores y de sus tendencias; entonces será muy grande el sufrimiento de su espíritu. I.17.42

Sacudid aquí vuestro fardo de pecados, cumplid con mi Ley y venid pronto. Pedid perdón a todos los que hubiereis ofendido y dejadme lo demás a Mí, pues corto será vuestro tiempo para amar si en verdad os decidís a hacerlo. I.17.43

Si mi Ley os enseña la moral, la rectitud y el orden en todos los actos de vuestra vida, ¿por qué buscáis caminos adversos labrándoos con ello el dolor? Y cuando partís al Más Allá dejando vuestro cuerpo en la Tierra, lloráis. Os pregunto: ¿Por qué habéis amado mucho esa envoltura?

Al sentir que ya no os pertenece la materia y que tenéis que seguir el camino hasta llegar al Padre, os he preguntado: “Hijo mío, ¿qué me hacéis presente?; ¿habéis vivido en la Tierra cumpliendo mis mandatos?” Vuestro espíritu, ante mi presencia se muestra cabizbajo y avergonzado, porque no lleva un presente de amor para Quién tanto le ha amado y concedido, porque además ha formado cadenas que abruman a su espíritu, y éste, habiendo perdido la gracia, aparece sin luz, llora y se lamenta, sólo oye mi voz de Padre que le llama, mas como no ha evolucionado ni se siente digno de llegar a Mí, se detiene y espera. Pasan los tiempos y el espíritu vuelve a escuchar mi voz, y en medio de su pena pregunta: “¿Quién me habla?”, y mi voz le dice: “Despertad, ¿acaso no sabéis de dónde habéis venido ni a dónde vais?” Entonces eleva sus ojos, ve una inmensa luz, ante cuyo esplendor se contempla mezquino, reconoce que antes de haber sido enviado a la Tierra ya existía, ya era amado por el Padre, y que ahora al verle en doloroso trance, sufre por él; reconoce que ha sido enviado a distintas moradas para recorrer el camino de la lucha y alcanzar por sus méritos su galardón. Y el hijo pregunta: “Si antes de ser enviado a la Tierra he sido vuestra criatura muy amada, ¿por qué no he permanecido en la virtud y he tenido que descender, que sufrir y trabajar para volver a Vos?” MI voz le contesta: “Todos los espíritus han sido sujetos a la Ley de Evolución y en ese camino mi Espíritu de Padre os protege siempre y se complace en las buenas obras del hijo; ciertamente os he enviado a la Tierra para que hagáis de ella una mansión de lucha, de perfeccionamiento espiritual, no un Valle de guerra y de dolor. Os he dicho que os multipliquéis, que no seáis estériles, y ahora que volvéis al Valle espiritual no traéis cosecha alguna, sólo lloráis y venís sin la gracia con que os revestí. Por eso os envío una vez más a la Tierra, y os digo: Limpiaos, buscad lo que habéis perdido y labrad vuestra elevación”. El espíritu vuelve a la Tierra, busca un pequeño y tierno cuerpo humano para descansar en él y dar principio a la nueva jornada; encuentra la pequeña envoltura que le es señalado y la toma para comenzar a restituir sus faltas a mi Ley. Con conocimiento de causa viene el espíritu a la Tierra, sabe que es aliento del Padre y conoce el encargo que de Él trae. II.33.15

A medida que os perfeccionéis, veréis más cerca la meta, no sabéis si estáis a un paso de vuestra salvación o si aún tenéis que recorrer un largo trecho del camino. Yo sólo os digo, que os dejéis guiar sumisa y obedientemente por esta palabra, que es la voz de mi Espíritu Divino. Eximios de faltar a la Ley, de caer repetidas veces en el mismo error. Atended este llamado que es una invitación a la enmienda, una súplica que os hace vuestro Padre, porque no quiero veros vivir inútilmente en la Tierra y llorar después vuestra desobediencia. XI.322.60

¿De qué le sirve a muchos creer en una vida después de ésta, si no emplean su existencia en hacer méritos para la eternidad? Toda su fe se concreta en saber que después de la muerte, su espíritu irá a un Más Allá y espera el último instante para reponer todo el tiempo perdido y borrar todas sus manchas con un acto de contrición. X.287.38

Triste equivocación, porque los errores sólo pueden repararse con obras que requieren haber obedecido los reclamos de la Conciencia, y tiempo para reparar todos los pecados cometidos; y en cuanto al arrepentimiento en los que están por partir hacia lo espiritual, Yo os digo, que son pocos los que en esa hora lloran por los males que han causado y que su preocupación es más bien el temor al castigo, a la sentencia o a la condena según ellos la imaginan. X.287.39

Hay algunos que se sienten movidos a ejecutar buenas obras temerosos de que la muerte les sorprenda, porque no tienen méritos que hacer presentes ante su Señor. Otros se apartan de lo malo, tan sólo por el temor de morir en pecado y tener que soportar después de esta vida el tormento del infierno. VI.164.33

Los que en su fanatismo religioso sólo esperan en el Más Allá el castigo del infierno, mientras abriguen esa creencia ellos mismos forjarán su infierno, porque la turbación del espíritu es semejante a la de la mente humana, aunque más poderosa. Vosotros preguntáis: “Maestro, ¿para aquéllos hay salvación?” Y os digo: Hay salvación para todos, pero la paz y la luz llegarán a aquel espíritu hasta que las tinieblas de la turbación se aparten. ¿Habéis sentido vosotros alguna vez piedad ante un hombre cuya razón extraviada le hace contemplar lo que no existe? ¡Cuánto mayor sería vuestro dolor si contemplaseis en el Más Allá a aquellos seres turbados que están mirando su infierno imaginario! VIII.227.71

¡Cuán deforme e imperfecto es ese Dios en la forma en que tantos lo imaginan; qué injusto, monstruoso y cruel! Reuniendo todos los pecados y crímenes que hayan cometido los hombres, no pueden compararse con la perversidad que significa el castigo del infierno para toda la eternidad al cual, según ellos, condena Dios a los hijos que pecan. ¿No os he explicado que el atributo más grande de Dios es el amor? ¿No creéis, entonces, que un tormento eterno sería la negación absoluta del atributo divino del amor eterno? IV.164.34

Decís que nada pasa sin la voluntad de Dios para disculparos de vuestros errores, mas en verdad os digo, que os equivocáis porque sí pasan vuestros errores, vuestras pequeñeces sin la voluntad de Dios; ved cómo el Todopoderoso jamás se impone por la fuerza sobre vosotros por su poder, eso lo hacéis vosotros con vuestros hermanos más débiles. De cierto os digo: El mal, la impureza, la falta de armonía son vuestras; el amor, la paciencia, la serenidad, son de Dios; cuando vosotros amáis, es el Creador de vuestro espíritu quien os está inspirando, en cambio cuando odiáis, sois vosotros, es vuestra debilidad la que os impulsa y os pierde. IX.248.30

Siempre que pasa algo mal en vuestra vida, estad seguros de que es obra vuestra, mas entonces os preguntáis: “¿Por qué lo permite Dios? ¿Qué Él no sufrirá por nuestros pecados; no llorará al vernos llorar? ¿Qué le costaría evitarnos estas caídas?” Y os digo: Que mientras no améis, Dios será para vosotros algo que no podréis entender, porque la magnanimidad de vuestro Creador está por sobre vuestra comprensión. IX.248.31

Yo no puedo daros sentencia mayor al peso de vuestras faltas, por lo cual os digo, que de Mí nada debéis temer, sino de vosotros mismos. VI.159.42

Sólo Yo sé la gravedad, la magnitud y la importancia de vuestras faltas; los hombres constantemente se dejan llevar de las apariencias, y es que ellos no logran penetrar en el corazón de sus Semejantes. Yo sí penetro en los corazones y puedo deciros que han llegado hombres delante de Mí, acusándose de graves faltas y llenos de pesar por sentir el haberme ofendido y Yo les he encontrado limpios. Por el contrario, otros han venido a decirme que nunca han hecho mal a nadie y Yo sé que mienten, porque, aunque sus manos no se hayan manchado con sangre de su hermano, sobre su espíritu ha caído la sangre de sus víctimas, a quienes han mandado quitar la vida; ellos son los que lanzan la piedra y esconden la mano. Cuando en mi palabra he llegado a pronunciar las palabras de cobarde, falso o traidor, todo su ser se ha estremecido y muchas veces se han ausentado de la Cátedra porque han sentido sobre ellos una mirada que los ha estado juzgando. VI.159.43

Yo, el Creador, no os exijo ni os impongo mi Ley; desciendo a pediros cumplimiento y humildad. VII.204.37

Sobre las grandes faltas y sobre los errores que se han cometido en mi Ley, estará mi justicia; no quedará una sola falta que no vaya a ser corregida por el Maestro perfecto. No debéis confundiros; corregíos y no juzguéis. Comprended que Yo nunca os castigo, vosotros mismos os castigáis. VI.162.27

Las pruebas justicieras y los reclamos son para los reacios, para los necios y obstinados en el mal, mas Yo sé cuándo es suficiente una palabra de amor para que se rediman. VI.145.61

Este pueblo es tocado continuamente en las dos formas. El amor es suficiente para que se dejen guiar por él los dóciles de espíritu y materia, mientras que para aquellos que no son susceptibles al amor, es necesario que sea el dolor el que los reduzca a la moderación y al orden. VI.145.62

Cuán dura es la humanidad para convertirse al bien. No estáis conformes con mis leyes y no queréis modificar vuestra vida, os lastima mi palabra cuando os hablo de regeneración. ¿Cómo queréis que calle si no estáis a salvo? VIII.213.43

Os pregunto a vos, pueblo, y a vos, humanidad: ¿En dónde está la Ley que os di en el Sinaí? ¿En dónde está el pan de Vida Eterna que Cristo os dio después? Cabizbajos escucháis mis preguntas, porque reconocéis que andáis fuera del camino. VIII.212.17

Mi palabra os enseña, mas no os obliga; os he dado el libre albedrío para que os sintáis dueños de vuestros actos y cumpláis la Ley por convicción, para que vuestros méritos sean legítimos. VIII.227.61

Comprended cuánto os amo. ¿Por qué teméis? Quién esté dentro de mi Ley nada tiene que temer de Mí. VIII.223.42

Estáis escuchándome con respeto y preparación y sin embargo me teméis: Es porque vuestra Conciencia os dice que no hacéis aún obras perfectas. VIII.223.43

Cumplid para con vuestro Dios y para con vuestros Semejantes, pagad vuestra deuda de gratitud y todos seréis recibidos por Mí. VIII.223.44

No me cumpláis por temor a mi justicia ni por obligación. ¿Qué mérito tendrá vuestra obra, si no la realizáis por voluntad propia? Vosotros sabéis que tenéis que llegar a Mí por méritos propios. Ya conocisteis el mundo y sus placeres y tan sólo os debilitaron y ensombrecieron vuestro espíritu. Mas no os confundáis creyendo que os vengo a prohibir las obras buenas y justas, a las que estáis ligados en la Tierra y de las que necesitáis a cada paso. VII.187.66

En cuanto os encontréis en espíritu ante vosotros mismos, vuestra Conciencia os iluminará, se despejará vuestra memoria y recordaréis lo olvidado. ¿Por qué entonces teméis a mi justicia, si no vais a recibir más de lo que merecéis? ¿Por qué no temer desde ahora a vuestros actos? Ved con cuánta bondad dejo que vuestro entendimiento comprenda el misterio de lo que es vuestro juicio. VIII.240.47

No sea el temor el que guíe vuestros pasos ni el que os obligue a cumplir la Ley, sean la fe y el amor, la fuerza que os impulse a realizar buenas obras en vuestra vida, porque entonces vuestros méritos serán verdaderos. X.305.51

Siempre que el hombre se ha apartado de mi Ley, desoyendo la voz de su Conciencia ha penetrado en la noche de la tentación, de las tinieblas y del pecado, entonces he tenido que juzgar sus actos y ante mi justicia ha experimentado dolor. Pero siempre le he concedido ocasión para el arrepentimiento y le he dado tiempo para su restitución. Ante mi justicia se ha doblegado el pecador, pero más tarde al recibir mi perdón y mis complacencias, ha reincidido en su pecado. VIII.220.13

Comprended que todo cuanto hagáis a vuestros hermanos me lo hacéis a Mí, porque todos sois parte de Mí mismo.No lo olvidéis, para que podáis mirar en cada uno de vuestros Semejantes a vuestro Padre. VIII.222.6

Llegan los hombres a sentir placer en causar dolor, pero tarde o temprano llega también el remordimiento como juez inexorable, a juzgaros y a lavaros. VIII.222.7

No quiso el hombre elevarse por el amor, ni hacerse sabio cumpliendo con mi Ley y olvidó que mi justicia, de la que siempre ha tratado de huir, es la que lo ampara, porque mi justicia procede del amor perfecto. VI.169.13

Cumplid con cada una de mis órdenes, ved que mi justicia está muy cerca de vosotros; esto no es una amenaza ni una sentencia, es sólo una advertencia; recordad que mi justicia es perfecta y amorosa. VII.195.89

Mi Espíritu de Padre sufre al contemplar el dolor de la humanidad. Yo no la he castigado. Mis leyes de amor y de justicia, llevadas a la práctica, traen tan sólo bienandanza y paz. IX.262.25

Este mundo podría ser paraíso en vez de Valle de lágrimas, si los hombres llevaran buena voluntad. Yo sembré de bendiciones esta morada, no regué abrojos en los caminos. El dolor de los hombres proviene de sus faltas, mas, así como ellos crearon el dolor, deberán encargarse de destruirlo. IX.255.53

El desobediente siempre es soberbio. Mas, ¿quién es el que cree tener derecho de hacer su voluntad o hacer variar mi voluntad de Padre?; ¿quién cree haber recibido por verdaderos merecimientos, los dones que en sí lleva?; ¿quién cree que este pueblo me sea indispensable para el cumplimiento de mis planes divinos? IX.254.43

Yo he permitido que dentro de mi Creación se levanten los siete grandes pecados de donde se derivan todos los demás; pero de cierto os digo: El pecado no ha nacido en Mí, el pecado no tiene su origen en Mí; Yo sólo he permitido que exista para que adquiera experiencia vuestro espíritu, para que podáis apreciar la grandeza de vuestro Dios, su perfección, su justicia, su amor, su verdad, para que podáis apreciar lo perfecto y conocer también lo imperfecto. XII.358.45

Cuando Cristo vino al mundo, ya la humanidad había pecado mucho, ya el diluvio había lavado la faz de la tierra. Sodoma y Gomorra habían sido consumidas por el fuego y Babilonia había sido destruida. Él venía a reclamar la desobediencia a su Ley y la sangre de sus profetas, y también tuvo que ser juzgado y muerto por sus propios hijos. IX.250.43

Ciertamente habéis luchado mucho para procuraros comodidades, placeres y adelantos, mas vuestros ideales muchas veces encierran egoísmo, maldad, ambición desmedida; entonces en vez de lograr felicidad o paz, recogéis dolor, guerra y destrucción, que es lo que estáis recogiendo en estos momentos que vivís. VIII.210.42

¿Hasta cuándo vais a convenceros de que sólo en el cumplimiento de mi Ley podéis encontrar la salud, la felicidad y la vida? Reconocéis que en la vida material existen principios a los que tenéis que apegaros para poder sobrevivir; pero os habéis olvidado de que también en lo espiritual hay principios que es necesario respetar, para que el hombre logre disfrutar de la fuente de vida eterna que existe en lo divino. VII.188.62

Yo quiero que dejéis de llorar en vuestros caminos, a pesar de que las pruebas se ciernan sobre vosotros, para eso vengo a haceros comprender que es indispensable no infringir la Ley. VI.148.64

Si queréis saber si estáis cumpliendo con la Ley divina, preguntaos, si vais recogiendo por el mundo una cosecha de amor. VII.186.12

Las oportunidades para cumplir y hacer méritos están en cada día, en cada hora, no dejéis que pasen, no dejéis que partan, porque después no las podréis alcanzar. Preparaos para un buen día y os digo, que al anochecer vuestro sueño será tranquilo y apacible. Vivid una vida virtuosa y vuestro desarrollo espiritual será eterno. IX.263.37

Practicad mi Ley en vuestra vida y ella, cual estrella refulgente, os llevará hasta las puertas de la Tierra Prometida. VIII.224.60

Mi paz sea con vosotros.

2. La obediencia

Samuel respondió: “¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros.

I Samuel 15:22

Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera, amaos entrañablemente unos a otros.

I Pedro 1:22

De obediencia os he hablado para que todos vuestros actos estén sujetos a una voluntad perfecta como es la mía y cumpliendo con ella nunca erréis el camino. IX.275.24

Quien se aparta de la Ley espiritual, que es Ley superior, cae bajo el dominio de las leyes inferiores o materiales, de las que también poco saben los humanos. Mas quien obedece y permanece en armonía con la Ley suprema, está por encima de todas las reglas que vosotros llamáis naturales, y siente y comprende más que el que sólo posee conocimientos que ha encontrado en la ciencia o en las religiones. I.24.42

En verdad os digo, que no debe ser sólo el dolor el que os acerque a Mí, sino la obediencia a mi Ley, vuestras buenas obras. XI.336.72

Estudiad la esencia de este Mensaje que encierra la Ley de Dios y veréis cómo es aplicable a todos los hombres, a todos los pueblos y a todas las condiciones en que podáis encontraros. X.297.42

Todo el que lleva buenos principios, que medita sus actos, que aparta de su palabra la mentira, que obra con amor, piedad y caridad para sus Semejantes, sentirá en sí mismo la manifestación de mi Divinidad y será semejante a su Dios en la grandeza de sus actos y en sus propósitos para hacer el bien. IX.276.57

¡Cuán pocos son esos corazones; corto es el número de aquellos que así dan cumplimiento a mi Ley! IX.276.58

Obedeced mi Ley, pero que vuestra obediencia nazca de la comprensión hacia el amor infinito del Padre por vosotros. I.9.56

Al hombre reacio podrá parecerle duro y pesado el cumplimiento de mi Ley, porque es perfecta y no protege la iniquidad ni la mentira; mas para el obediente, la Ley es su baluarte, su sostén, su salvación. I.6.17

Vuelvo a deciros: “Paz a los hombres de buena voluntad, que aman la verdad”, porque ellos algo hacen por plegarse a la voluntad divina y quienes se amparan bajo mi protección, necesariamente tienen que sentir mi presencia tanto en su espíritu, como en su vida humana, en sus luchas, en sus necesidades, en sus pruebas. IX.258.52

Los hombres de buena voluntad son hijos obedientes a la Ley de su Padre, caminan por el sendero recto y cuando sufren intensamente, elevan su espíritu hasta mi Espíritu, en demanda de perdón y de paz. Ellos saben que muchas veces es necesario el dolor y por eso lo apuran con paciencia, sólo cuando éste se hace irresistible, suplican les sea aliviado el peso de su cruz. “Señor, .me dicen,. yo sé que mi espíritu necesita purificarse, sufrir, para elevarse, Vos sabéis mejor que yo cuánto necesito, Vos no podéis darme nada que no me haga falta, hágase pues vuestra voluntad en mí”. Benditos los que piensan y oran de esta manera, porque van buscando el ejemplo de su Maestro para aplicarlo a las pruebas de su vida. IX.258.53

Si me preguntáis: “¿Cuál es el secreto para alcanzar y conservar la paz?” Yo os digo, que el secreto consiste en hacer la voluntad de vuestro Padre; y si me preguntáis cómo se cumple con mi voluntad divina, os contestaría que aplicando mi Ley y mi Doctrina a vuestra vida. X.307.2

Quien obedezca mi Ley sabrá cumplir las leyes de los hombres y no tendrá tropiezos ni barreras que le impidan trabajar dentro de mi Obra. XII.364.7

Si la humanidad viviese dentro de mi Ley no sería esclava de sus pasiones ni apuraría el cáliz de amargura. XII.364.8

Por su desobediencia ha convertido esta Tierra en un Valle de lágrimas; por doquiera se escucha el ¡ay! de dolor; no hay unidad de pensamientos en las sectas y religiones, ni hay fraternidad entre ellas. XII.364.9

El soberbio siempre al final caerá abatido por sus obras, porque creyendo luchar para él, en realidad luchó contra sí mismo. I.3.25

La soberbia es el origen de muchos males y sufrimientos entre las criaturas de Dios. I.3.26

Desde que se levantó el primer desobediente delante de mi Ley, ¡cuánta miseria y cuántas tinieblas dejó a su paso! Desde entonces existe el mal como una fuerza invisible. Yo permití que existiera esa fuerza sólo para someteros a prueba y por vosotros mismos quiero exterminarla. I.3.27

Mas no por ello culpéis de vuestras faltas y caídas a determinado ser que personifique esa fuerza; pensad que para cada tentación existe una virtud en vuestro espíritu para combatir el mal. I.3.28

Yo inspiraré a todos la forma verdadera de adoración a Dios y también la forma de vivir, de acuerdo con la Ley divina, cuyo cumplimiento es el único que Yo reconoceré en cada uno de vosotros. X.281.13

No faltéis a la Ley, ni os apartéis de mi amor, no os contaminéis con la maldad del mundo. Llevad sólo el temor de apartaros de vuestro Padre, porque ese temor es el principio de la sabiduría, por la cual alcanzaréis la suprema felicidad. XII.351.40

La obediencia a mi Ley es humildad en vuestro espíritu. Quien es obediente, va investido con mi gracia, mientras que el que camina bajo su voluntad creyendo llevar su heredad consigo, en verdad se ha despojado de sus dones. I.7.43

Mayores gracias alcanzaréis cuando os améis en espíritu y en verdad los unos a los otros, y os hayáis unificado en el cumplimiento de mis leyes de paz y buena voluntad. XI.337.42

Yo os invito a tornar a los felices días de los patriarcas. Imaginaos por un momento a vosotros haciendo una vida virtuosa y sencilla como aquélla en que reinó la paz, la bienandanza y la dulzura. Evocad los tiempos venturosos en que el hombre por su fe y su virtud, sabía conservarse sano y fuerte de espíritu y materia, y sabía representarme en la justicia, en la energía y en la fortaleza; aquellos tiempos en que la mujer también llena de virtudes, de ternura, de fortaleza moral, de belleza en su espíritu y en su cuerpo, era regazo y cuna, manantial de bondad y ejemplo de piedad para sus hijos, esposo y padres. XI.339.33

Recordad esos tiempos en que el techo de unos se extendía para abrigar a los demás, en que existía la hospitalidad y la caridad, el amor y el respeto. Cuando volváis a vivir esos días y hagáis vuestro el anhelo de amar y servir al Semejante, de hacer propicia la paz de vuestro pueblo, la paz de vuestro corazón y de vuestro hogar, haré invitación a otros pueblos para participar de esa alegría y allí en vuestra compañía encontrarán hermandad y amistad; en vuestro corazón, sinceridad. Bajo vuestro techo hallarán honradez y moralidad, en vuestra mesa bendiciones y en vuestra palabra luz y verdad, y después de que esos pueblos anhelosos de paz, hayan penetrado en vuestro seno y participado de vuestro ideal espiritual, volverán a sus tierras, por sus largos o cortos caminos, llevando una huella, un ejemplo de espiritualidad y de verdad. Surgirá en ellos el afán de imitaros porque entre vosotros hallaron el secreto de la paz, de la salud, de la alegría que vosotros habéis encontrado en el cumplimiento de mis leyes y en la espiritualidad, que es sencillez, elevación y verdad en todos los actos.

Cumplid como espíritus y como hombres en la Tierra; las leyes y la senda ya las conocéis. X.290.38

El que anhele tener potestad para convertir a sus hermanos, poder para sanar enfermos como no lo habéis visto hasta ahora y virtud para obrar prodigios, sea fiel a mi Ley, sumiso a mis mandatos y nunca se verá huérfano de inspiraciones ni de fuerza para llevar a cabo obras grandes llenas de amor y de sabiduría. IX.253.65

El hombre que llegue a tener una grande fe en mi Ley y que, con verdadero amor enseñe mi Doctrina, nada tiene que temer, porque será un instrumento mío y al mismo tiempo una parte de Dios. XI.310.21

Dios quiere hijos obedientes, no esclavos, y sólo sois esclavos de vuestras pasiones y de las ajenas. IX.272.42

Quiero hacer de vosotros, una sola familia, para ello es indispensable que todos tengáis un solo culto y practiquéis una misma Ley. X.283.21

Convertíos en apóstoles del bien, y vuestra faz espiritual se hará de tal manera hermosa, que ésta se reflejará en vuestras obras. VIII.224.40

Mi paz sea con vosotros.

3. Israel, el fuerte en la Ley

Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba. Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél. Este le dijo: “Suéltame, que ha rayado el alba”. Jacob respondió: “No te suelto hasta que no me hayas bendecido”. Dijo el otro: “¿Cuál es tu nombre?” “Jacob”. “En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido”. Jacob le preguntó: “Dime por favor tu nombre”. “¿Para qué preguntas por mi nombre?” Y le bendijo allí mismo. Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): “He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva”.

Génesis 32:25.30

Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que os hagáis fuertes y lleguéis a poseer la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión, y para que prolonguéis vuestros días en el suelo que Yahvéh juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel. Porque la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión no es como el país de Egipto del que habéis salido, donde después de sembrar había que regar con el pie, como se riega un huerto de hortalizas. Sino que la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo. De esta tierra se cuida Yahvéh tu Dios; los ojos de Yahvéh tu Dios están constantemente puestos en ella, desde que comienza el año hasta que termina.

Deuteronomio 11:8.12

Mi paz sea con vos, pueblo de Israel. Pueblo que lleváis en el espíritu la Ley que Jehová os dio por conducto de Moisés; que tenéis escrita en vuestro espíritu la palabra de Jesús y que ya estáis recibiendo la revelación del Espíritu Santo. En verdad os digo, que sois los hijos de la luz y que por ningún motivo podréis perderos del camino. IX.268.51

Este Espíritu que sentís descender como luz a vuestra mente, es el del Padre, de Aquél que os reveló la Ley y que os dijo: “Yo soy Jehová, el que ha hecho los Cielos y la Tierra y todo lo creado”. Este Espíritu que llena de inspiración vuestro entendimiento y pone palabras de sabiduría en vuestros labios, es el de aquél Maestro que en la Tierra hizo obras poderosas y os legó la Doctrina del Amor. IX.268.52

Ahora vengo hacia los hombres para manifestarme a través de su Conciencia; vengo en la luz que ilumina las mentes, en el efluvio que sólo el corazón sabe sentir, en la esencia que es pan del espíritu. IX.268.53

En el Primer Tiempo di a un hombre el nombre de Israel, fue a Jacob, para que fuese el tronco de un pueblo que sería también llamado de la misma manera. Ese nombre fue espiritual, para que aquel pueblo quedase en la historia de la humanidad como un libro abierto ante el espíritu. IX.274.57

Aquel pueblo escuchó mi voz, manifestó dones inherentes al espíritu; recibió mi Ley por conducto de Moisés, fue sometido a pruebas muy grandes. No tuvo otra misión en la Tierra que la de manifestar delante de los pueblos gentiles, la existencia y la Ley del Dios viviente y verdadero. IX.274.58

Al formar este pueblo, tuve que doblegar los corazones de roca, tras los que ocultabais vuestro espíritu y fue mi palabra de amor la que os convenció. Luego os di armas, que son mis enseñanzas, para que en vuestra lucha vencieseis los obstáculos y os hice comprender que para llamaros hijos de Israel, es necesario practicar con pureza mi Doctrina y enseñar mi Ley sin alterarla. I.5.51

He querido formar con vosotros un pueblo, una familia unida en mi Ley, que se ame entre sí, donde no exista la mala voluntad, para que sirváis de ejemplo a vuestros hermanos y seáis el cimiento de mi Santuario. IX.249.55

El ángel de Yahvéh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: “Por mí mismo juro, oráculo de Yahvéh, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, Yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la Tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz”.

Génesis 22:15.18

Reside en esta tierra, y Yo te asistiré y bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras, y mantendré el juramento que hice a tu padre Abraham. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias, mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones”.

Génesis 26:3.5

Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y vio que Yahvéh estaba sobre ella, y que le dijo: “Yo soy Yahvéh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia. Tu descendencia será como el polvo de la tierra y te extenderás al poniente y al oriente, al norte y al mediodía; y por ti se bendecirán todos los linajes de la Tierra; y por tu descendencia.

Génesis 28:12.14

Y a vosotros os digo, pueblo: ¿En quién he dejado mi Ley? ¿Acaso en manos de los pecadores empedernidos? La Ley está en vuestras manos. ¿Quién es entonces responsable de que mis mandatos no estén cumpliéndose todavía? ¡Israel! Y además os pregunto: ¿Por qué habéis convertido vuestra planta en parásito sobre la Tierra? ¿Por qué no os habéis levantado a cumplir los mandatos que os he entregado? ¿Por qué dejáis que el pecador siga su camino en desenfrenada carrera? ¿Por qué no lo acercáis a Mí con ese don de palabra que os he confiado y le habláis en mi Nombre? ¿Queréis que las tinieblas sigan cegando la pupila del hombre? ¿No sabéis que por vuestro conducto han de ser disipadas las tinieblas? VII.206.39

Pueblo amado, dejadme hacer mi voluntad. Someteos a mi Ley y os llevaré a la paz y gloria espiritual. Este es el destino de todas mis criaturas. Tomad vuestra cruz y seguidme. VIII.237.55

En el tiempo en que Israel cruzaba el desierto en busca de la tierra prometida, fue la tribu de Leví la que enseñó al pueblo el culto y le recordó y ayudó a comprender la Ley divina. Ya establecidas las tribus en la tierra que habían conquistado con su fe y perseverancia, siguió siendo la tribu de Leví la que veló por la Ley. Mas han pasado los tiempos, el espíritu del hombre ha evolucionado y la Semilla divina que a Israel se le confió, llegó a muchos pueblos y ahora se encuentra diseminada en toda la humanidad. IV.93.42

Ese pueblo ha resurgido pleno de luz sobre la Tierra, para recibir en su espíritu las nuevas revelaciones que habrá de llevar a las naciones. Ved como ahora ya no es tan sólo la tribu de Leví la encargada de velar por la Ley divina, sino una multitud de espíritus a los que se unirán todos los que despierten con el anhelo de formar parte del pueblo de Dios. IV.93.43

Aquí están, conmovidos ante mi palabra, muchos de los que en aquel tiempo cayeron llenos de temor al escuchar la voz omnipotente de Jehová en el Sinaí; de los que habían dejado el cautiverio, las lágrimas y la humillación para levantarse en busca de la tierra de bendición y paz. Sus ojos se han abierto a una nueva luz que los hace mirar con claridad el camino recorrido por su espíritu hasta este tiempo. IV.93.44

Este pueblo también luchará por liberarse del nuevo faraón representado por el mundo que alimenta su idolatría, sus miserias y tentaciones. También cruzará el desierto en el que se sentirá solo y aislado de los demás, combatido por muchos de sus hermanos que tratarán de impedirle el paso, pero una vez que alcance la espiritualidad necesaria, oirá en lo más profundo de su ser la voz divina hablándole de la Ley de justicia y de amor; mas no será al corazón donde descienda esa luz sino directamente al espíritu. IV.93.45

Necesitáis ser un pueblo fuerte para que triunféis y nada os dará mayor fuerza, que el cumplimiento a mi Ley. VIII.237.39

Muchas tentaciones, persecuciones y asechanzas vendrán sobre vosotros; habrá quienes se complazcan en sembrar de abrojos vuestro camino, pero de todo ello saldréis triunfantes si confiáis en Mí, si permanecéis unidos y si perseveráis en el cumplimiento de mi enseñanza. VIII.237.40

Este pueblo irá aumentando día a día, mas si ahora os parecen grandes las multitudes que acuden a escuchar mi palabra, en verdad os digo, que resultarán pequeñas cuando las comparéis con las que habrán de congregarse después de mi partida, en el tiempo de vuestro testimonio. VIII.237.41

Mas debo deciros que el rumor del nuevo pueblo del Señor, cundirá hasta que por vuestra unión y fraternidad os hagáis merecedores de los grandes prodigios y pruebas de poder que tengo reservadas a mi pueblo. VIII.237.42

No exijo de vosotros ningún sacrificio, no exijo de vosotros la suma perfección, sólo espero el propósito inquebrantable de obedecer mis mandatos y un poco de caridad hacia vosotros y hacia vuestros hermanos, lo demás lo hago Yo; mas cuando hayáis dado con firmeza ese paso, entonces os pediré que deis uno mayor para que no os detengáis en el desierto, porque allí no es vuestra morada. Ya sabéis que en su evolución encontrará vuestro espíritu la Tierra bendita de Promisión, que es hacia donde dirijo vuestros pasos. VIII.237.43

Hogares y familias de Israel: Cuando sintáis que la tentación se presenta en el seno de los vuestros, buscad la soledad, invocándome a Mí, diciéndome: “Maestro, dadnos vuestra fortaleza, dadnos vuestra espada y no dejéis que como padre desconozca a mis hijos; no permitáis que como esposo desconozca a mi compañera o como compañera desconozca a mi esposo”. ¡Yo oiré vuestra oración, os defenderé y os haré salir avante, porque esta es mi voluntad! XI.312.4

¡Oh, Israel amado! Id en ayuda de la humanidad. Preparad su sendero, fortificad su fe, llenad de esperanza su corazón. ¿Cómo podréis volver al camino a ese mundo lleno de confusiones, si él mirase en vosotros sus mismos errores e imperfecciones? Vos, párvulos, hablad íntimamente con vos mismos, examinaos, gobernad con amor la envoltura que os he dado, guiad sus pasos y formad de espíritu y materia, un solo cuerpo y una sola voluntad. Someteos a la Ley. Usad el libre albedrío para amar sin límite y haced una existencia útil y armoniosa. Cumplid con las leyes del espíritu y las del mundo, que ambas Yo las he dictado y son perfectas. IX.264.51

Venid a Mí, hombres y mujeres, ancianos y niños que os habéis convertido en mis testigos, en mis labriegos, venid y ante mi presencia divina desahogad todo el dolor de vuestro corazón, para que cuando hayáis arrojado en verdad hasta la última gota de dolor, cuando hayáis depositado en vuestro Padre el último aliento de tristeza y el último suspiro, quede solamente habitando en el fondo de vuestro corazón, la alegría, la paz, la serenidad, porque quiero que seáis el pueblo dueño de la serenidad que da la Conciencia por el deber cumplido y la esperanza en el nuevo tiempo preparado. XII.366.102

Vais a tener que enfrentaros a los débiles, a las múltiples víctimas de la desobediencia, de la profanación de muchos; porque vais a ser soldados de mi Obra entre vosotros y fuera de vosotros. XII.365.6

Encontraréis hombres que piensan diferente de vosotros, que sienten y viven en forma distinta y que además, sus costumbres, sus condiciones, sus leyes, sus doctrinas y sus ritos, tienen raíces muy profundas en su corazón. IX.260.49

Seréis testigos de las luchas de ideas y doctrinas, unas apegándose en parte a mi Ley, otras apartándose por completo de estos principios, Yo permitiré que se enfrenten unas a otras y luchen. IX.260.50

En esta contienda veréis a las grandes religiones usar más de la fuerza y la injusticia que del amor y la caridad. Veréis sus ambiciones por absorber a los débiles. IX.260.51

La derrota será en todos porque la verdad tiene sus propias armas para defenderse que están dentro de la misma verdad. Y cuando de los hombres surja esta pregunta: “¿En dónde está la verdad?” Responderéis vosotros: En el AMOR. IX.260.52

Israel, las grandes pruebas prestas están para ser entre la humanidad, porque los hombres así lo han querido, porque en su corazón aún está el propósito de destrucción y también han formado su propio dios en este mundo; mas antes de que el hombre haga su propia voluntad, el Padre se hará sentir nuevamente entre la humanidad. Vosotros, mi pueblo, os levantaréis para mostrar nuevamente el arca de salvación que es mi Ley, así como Noé habló a la humanidad de aquel tiempo. IX.259.48

Para que este pueblo se multiplique como se multiplicó Israel en el Egipto y para que otros pueblos se le adhieran, necesitáis dar pruebas de verdadera obediencia a mi Ley. Yo vengo a estimularos para que prosigáis en la jornada espiritual que os he confiado como misión; por lo que os digo, que es difícil que desmaye quien haya dejado penetrar mi palabra en su corazón, la haya analizado y comprendido. IX.264.2

Mas, ¿en dónde está aquel pueblo que venció al faraón y resistió las pruebas del desierto?; ¿en dónde están también aquellos que, después con su sacrificio vencieron imperios y reinados llevando como arma, la palabra de Jesús? En verdad os digo, que están en la Tierra, pero nuevamente he sido olvidado y mi Ley y mi Doctrina adulteradas. Entonces, a los espíritus que han sido fieles, humildes y abnegados, les he enviado nuevamente a la Tierra para que den testimonio de mi venida y de mi palabra; mas a este pueblo, en este tiempo, no lo he formado con una sola raza, ni en una sola nación, porque os he dicho que Israel, el pueblo de Dios, no está en la carne sino en el espíritu. VIII.238.84

Ahora mi pueblo no sabe quién es, ni en dónde se encuentra, ni qué es lo que va hacer, pero cuando surjan por todo el mundo los Espiritualistas, predicando con palabras y dando testimonio con sus obras de luz que les inspira mi Doctrina, todos se identificarán, se reconocerán y finalmente se unirán formando así el nuevo pueblo de Israel, que será baluarte de la espiritualidad y el verdadero interprete de la Ley del Padre. VIII.239.61

Vosotros daréis lo vuestro; lo que Yo os traje, o sea mis nuevas revelaciones. Porque la Ley no es nueva, es la misma que os di en los tiempos pasados, la herencia de la gran Verdad, la cual os he recordado, para que no equivoquéis el sendero. La Ley, pueblo amado, es la simiente del mundo del mañana. X.283.53

Es esta palabra la Ley de Dios, la Ley perfecta del amor, de la justicia y de la paz, es asimismo el nuevo maná que os sustenta y que os permitirá llegar hasta la Nueva Jerusalén. IX.274.64

Mi paz sea con vosotros.

4. A los varones

¡Oh sí, feliz el hombre a quien corrige Dios! ¡No desprecies, pues, la lección de Sadday!

Job 5:17

Dichoso el hombre a quien corriges tú, Yahvéh, a quien instruyes por tu ley.

Salmos 94:12

La ancianidad venerable no es la de los muchos días ni se mide por el número de años; la verdadera canicie para el hombre es la prudencia, y la edad provecta, una vida inmaculada.

Sabiduría 4:8.9

No quiero que infrinjáis la Ley; a los unos os han sorprendido las tinieblas y esto os ha acontecido, porque no habéis querido escuchar mi voz de Pastor que con tanto amor os llama. XII.348.36

Pensad, varones, que muchas veces habéis sido vosotros los que habéis hecho caer en vuestras redes a mujeres virtuosas, buscando en ellas las fibras sensibles y débiles. Y esos espejos que fueron limpios y que hoy se encuentran empañados, debéis hacer que reflejen nuevamente la claridad y la belleza de su espíritu. VIII.235.18

¿Por qué hoy despreciáis a las mismas que ayer indujisteis a la perdición? ¿Por qué os quejáis de la degeneración de la mujer? Comprended que si vosotros os hubieseis conducido por el camino de mi Ley, que es Ley del corazón y de la Conciencia, del respeto y la caridad, amándola con el amor que eleva y no con la pasión que envilece, no tendríais por qué llorar y quejaros, y ellas no hubieran caído. VIII.235.19

El hombre busca y exige en la mujer virtudes y hermosura. Mas, ¿por qué exigís lo que no merecéis? Veo que os creéis aún con grandes méritos, a pesar de estar escasos de ellos. Reconstruid con vuestras obras, palabras y pensamientos lo que habéis destruido, dando a la honestidad, a la moral y a la virtud el valor que tienen. VIII.235.20

Si así lucháis varones, habréis ayudado a Cristo en su Obra de Salvación y vuestro corazón gozará cuando contempléis los hogares honrados por buenas esposas y dignas madres. Vuestra alegría será grande cuando miréis que la virtud retorna a aquéllas que la habían perdido. VIII.235.21

La redención es para todos. ¿Por qué no ha de redimirse hasta el más pecador? Por eso os digo, varones: Trabajad Conmigo para salvar a las que habéis llevado a la perdición, alentándolas con la luz de mi Doctrina; haced llegar a su mente y corazón mis pensamientos amorosos; llevadles mis mensajes hasta las mismas prisiones y hospitales, aún a los lugares del fango, porque ahí, ellas llorarán de arrepentimiento y de dolor por no haber sido fuertes cuando el mundo con sus tentaciones las arrastró hacia la perversión. VIII.235.22

Toda mujer fue niña, toda mujer fue virgen, por lo tanto podríais llegar a su corazón por el camino de la sensibilidad. VIII.235.23

De los hombres que no han mancillado esas virtudes, me serviré para confiarles esta tarea, recordad que os he dicho, que por vuestras obras seréis reconocidos. VIII.235.24

Dejad que el espíritu hable a través de la materia. VIII.235.25

Mas a quienes no han sabido respetar las gracias depositadas por Mí en ese ser, les digo: ¿Por qué decís que amáis, cuando no es amor lo que sentís? ¿Por qué procuráis que caigan otras y nada os detiene? Pensad, ¿qué sentiría vuestro corazón si lo que hacéis con esas flores deshojadas lo hiciesen con vuestra madre, con vuestra hermana o con la mujer amada y, por lo tanto, respetada? ¿Habéis pensado alguna vez en las heridas que causasteis a los padres de aquéllas a quienes cultivaban con tanto amor? VIII.235.26

Preguntad a vuestro corazón en un recto examen a la luz de la Conciencia, si se puede recoger lo que no se ha sembrado. VIII.235.27

¿Cómo preparáis vuestra vida futura si estáis hiriendo a vuestros Semejantes? ¿Cuántas serán vuestras víctimas? ¿Cuál será vuestro final? En verdad os digo, que tenéis muchas víctimas sacrificadas en el torbellino de vuestras pasiones, algunas que pertenecen a vuestro presente y las otras a vuestro pasado. VIII.235.28

Quiero que el corazón y los labios que han sido un nido de perfidias y mentira, se conviertan en nido de verdad y de casto amor. VIII.235.29

Iluminad el camino de los demás con la palabra y el ejemplo, para que podáis ser los salvadores de la mujer caída. ¡Ah, si cada uno de vosotros redimiese siquiera una! No os expreséis mal de esa mujer, porque la palabra ofensiva que hiere a una, herirá a todas las que la escuchan, porque desde ese instante también aquéllas tendrán que convertirse en malos jueces. Los actos y secretos de los demás, respetadlos, porque no os corresponde juzgarlos. Yo prefiero hombres caídos en el pecado para levantarlos, que hipócritas que aparentan pureza y sin embargo pecan. Prefiero un gran pecador pero sincero, a la pretensión de una falsa virtud. Si queréis engalanaros, que sea con las galas de la sinceridad. VIII.235.30

De igual manera vosotros, maridos, en la vida común sed comprensivos con la mujer que es un ser más frágil, tributándoles honor como coherederas que son también de la gracia de Vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo.

1 Pedro 3:7

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Colosenses 3:19

No tratéis mal a vuestra esposa, tened caridad, ella es parte de vosotros mismos, os he dicho Amaos los unos a los otros, empezad por vuestra propia familia porque así amaréis y comprenderéis a los demás. VIII.235.33

Si encuentro apagado el fuego del hogar, llamaré al esposo y le diré: “¿Por qué no sois dulce y comprensivo? ¿Por qué no encendéis el fuego del amor que es la llama que da vida a vuestra unión?” Si le encuentro alejado de sus deberes, le sorprenderé diciéndole: “¿Por qué os habéis apartado del camino y habéis arrojado la cruz? ¿No tuvisteis valor para apurar las últimas gotas de acíbar que quedaban en el cáliz? Retornad al camino en que Yo os puse, sólo allí me encontraréis para premiar vuestra fe, vuestra obediencia y fortaleza”. X.305.28

Varones: Os he concedido una heredad, una hacienda de la cual sois administradores, una mujer para que la améis, y sin embargo, ha llegado hasta Mí vuestra compañera, presentándome sus quejas y su llanto por vuestra incomprensión. Os he dicho que sois fuertes, que habéis sido formados a mi imagen y semejanza, mas no os he ordenado humillar a la mujer y hacer de ella vuestra esclava. Os he hecho fuertes para que me representéis en vuestro hogar, fuertes en la virtud, en el talento. Yo os he entregado como complemento de vuestra vida terrestre, como compañera a la mujer, para que en el amor de ambos, encontréis fortaleza para afrontar las pruebas y las vicisitudes. I.6.61

Haced de vuestro hogar un segundo templo, de vuestros afectos un segundo culto. Si queréis amarme, amad a vuestra esposa y amad a vuestros hijos, porque también de ese templo brotarán grandes obras, pensamientos y ejemplos. V.130.55

Mi paz sea con vosotros.

5. A las mujeres

Es grande la misión espiritual de la mujer, es delicado su corazón, su mente, su seno, todas sus fibras son delicadas. Sólo así puede ser capaz de desempeñar su misión tan alta y beber su cáliz tan amargo. VIII.240.3

Corporalmente son distintos el hombre y la mujer, pero espiritualmente son iguales. Todos son espíritus que luchan por su perfección. VIII.240.4

Yo he colocado a la mujer a la diestra del hombre para endulzar su existencia, para llenarla de encanto. VIII.240.5

Es el hombre en la vida de la mujer, escudo, guardián; su señor, porque en él he puesto mi luz, mi Ley, mi fuerza. VIII.240.6

Igualmente, vosotras, mujeres, sed sumisas a vuestros maridos para que, si incluso algunos no creen en la Palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa. Que vuestro adorno no esté en el exterior, en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: Esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin tener ningún temor.

1 Pedro 3:1.6

Hijas amadas, que habéis venido a cumplir una delicada misión, Yo os invito a la oración, a la práctica de las virtudes, a la paciencia y a la humildad. Cada una de vosotras lleva una cruz de sufrimientos, por la cual os perfeccionaréis. Sed pacientes en las penas y perseverantes en la lucha por vuestra elevación espiritual. Cumplid con vuestros deberes como hijas, como discípulas y después como compañeras del hombre. Desempeñad vuestra misión de esposas, cultivad el corazón que se os confiare, velad por él y conducidlo por el mejor camino y después, cuando hayáis alcanzado el don de la maternidad, velad por vuestros hijos. Ellos, como parte vuestra, tomarán las virtudes que queráis que posean; esos espíritus estarán llenos de dones para cumplir la misión que el Padre les confíe. Unos trabajarán en silencio y otros se manifestarán delante de multitudes; unos serán profetas y otros consejeros e instructores; todos traerán como misión la Paz universal y las llaves de la regeneración para este mundo. Cuidad de sus actos, de sus pasos y pensamientos. El Mensaje de María 11:11

Soy la Madre que vela por el género humano y por todos los mundos. Mujeres: Sed fuertes ante la tentación y el pecado; rechazad todo lo impuro, haced de vuestro hogar un Templo donde deis culto a la paz, el amor y la fraternidad. Sólo aconsejad el bien, nunca deis lugar a la división. Vosotras sois colaboradoras en la Obra divina. Levantaos con la virtud como estandarte. Hablad siempre con prudencia e inspiración y vuestra voz será escuchada. El Mensaje de María 11:12

Haced que vuestra obra crezca y los dones que hay en vosotras no se agotarán: Cuanto más practiquéis, más abundantes serán. Cada semilla que sembréis, germinará; si no lo contempláis en este mundo, después en vuestro camino espiritual, el Maestro os mostrará los frutos de vuestro trabajo y cumplimiento en la Tierra. El Mensaje de María 11:13

Especialmente le hablo en este día a las doncellas, las que mañana habrán de iluminar con su presencia la vida de un nuevo hogar, que sepan que el corazón de la esposa y el de la madre, son lámparas que iluminan ese santuario, así como el espíritu es quien ilumina el Templo interior. X.307.31

Desde ahora disponeos para que vuestra vida nueva no os sorprenda, desde ahora id preparando la senda por la que habrán de caminar vuestros hijos, aquellos espíritus que aguardan la hora de acercarse a vuestro seno a tomar forma y vida humana para cumplir una misión. X.307.32

Sed mis colaboradoras en mis planes de restauración, en mi Obra de regeneración y de justicia. X.307.33

Apartaos de tantas tentaciones que acechan vuestro paso en este tiempo. Orad por las ciudades pecadoras, donde las mujeres se pierden, los santuarios se profanan y las lámparas se apagan. X.307.34

Extended con vuestros ejemplos la semilla de vida, de verdad y de luz que contrarresten los efectos de la falta de espiritualidad en la humanidad. X.307.35

Desarrollad vuestros dones de intuición, de inspiración, vuestra delicadeza y ternura, fortaleceos en la verdad y tendréis preparadas vuestras mejores armas para hacer frente a la lucha de esta vida. Para que vosotras transmitáis el amor a los de vuestra sangre, para que sustentéis a vuestros hijos con la esencia de la vida que es el amor de que tanto os hablo, necesitáis antes vivirlo, saturaros de él y sentirlo profundamente. Esto es lo que viene a hacer mi enseñanza en vuestro corazón. X.307.36

Una mujer completa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. En ella confía el corazón de su marido, y no será sin provecho. Le produce el bien, no el mal, todos los días de su vida. Se busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes. Es como nave de mercader que de lejos trae su provisión. Se levanta cuando aún es de noche da de comer a sus domésticos y órdenes a su servidumbre. Hace cálculos sobre un campo y lo compra; con el fruto de sus manos planta una viña. Se ciñe con fuerza sus lomos y vigoriza sus brazos. Siente que va bien su trabajo, no se apaga por la noche su lámpara. Echa mano a la rueca, sus palmas toman el huso. Alarga su palma al desvalido, y tiende sus manos al pobre. No teme por su casa a la nieve, pues todos los suyos tienen vestido doble. Para sí se hace mantos, y su vestido es de lino y púrpura. Su marido es considerado en las puertas, cuando se sienta con los ancianos del país. Hace túnicas de lino y las vende, entrega al comerciante ceñidores. Se viste de fuerza y dignidad, y se ríe del día de mañana. Abre su boca con sabiduría, lección de amor hay en su lengua. Está atenta a la marcha de su casa, y no come pan de ociosidad. Se levantan sus hijos y la llaman dichosa; su marido, y hace su elogio. Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer que teme a Yahvéh, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos y que en las puertas la alaben sus obras.

Proverbios 31:10.31

Bienaventurado el corazón de la esposa, porque es refugio del hombre. Bendito el corazón de la madre, porque es manantial de ternura para sus hijos. Mas también os digo, que son benditas las vírgenes que saben amparar bajo su manto a los necesitados, porque su ternura será como un desposorio y como una maternidad que estén más allá de lo humano. ¡Cuán pocas han sabido renunciar a los deberes del mundo por cumplir con los deberes del espíritu! X.307.37

Volved a la vida sencilla, saludable y pura; volved a orar y a practicar la virtud; cuando viváis así, encontraréis la paz perdida y nunca lamentaréis haberos apartado del falso brillo de la vida que ahora conocéis. El Mensaje de María 5:11

¡Oh, Nazaret, flor de Galilea, tú fuiste mi pequeña patria terrenal! Allí, humilde como todas tus mujeres, supe de las labores humanas, a las que me entregaba con amor y alegría, sumisa y obediente, reconociendo que el hogar es Templo donde habita el Espíritu del Señor. El Mensaje de María 1:9

Pero otro templo me esperaba al convertirme en doncella, y era aquél al que había de llegar para entregarme al servicio de Dios, donde mi Espíritu y mi carne se prepararían y fortalecerían en la oración y en la práctica de la Ley. De aquel templo saldría un día para unirme en matrimonio con José, el noble anciano que sería por breve tiempo mi compañero en la Tierra. El Mensaje de María 1:10

Feliz el marido de mujer buena, el número de sus días se duplicará. Mujer varonil da contento a su marido, que acaba en paz la suma de sus años. Mujer buena es buena herencia, asignada a los que temen al Señor: Sea rico o pobre, su corazón es feliz, en todo tiempo alegre su semblante. Tres cosas hay que teme mi corazón, y una cuarta me espanta: Desunión de ciudad, motín de plebe, y falsa acusación: Todo ello más penoso que la muerte; pero dolor de corazón y duelo es una mujer celosa de otra, látigo de lengua que con todos se enzarza. Yugo mal sujeto es la mujer mala, tratar de dominarla es como agarrar un escorpión. Blanco de gran ira es la mujer bebedora, no podrá ocultar su ignominia. La lujuria de la mujer se ve en la procacidad de sus ojos, en sus párpados se reconoce. Sobre hija desenvuelta refuerza la guardia, no sea que, si ve descuido, se aproveche. Guárdate de ir tras ojos descarados, no te extrañes si te llevan al mal. Cual caminante sediento abre ella la boca, y de toda agua que se topa bebe; ante toda clavija de tienda, impúdica, se sienta, y a toda flecha abre su aljaba. La gracia de la mujer recrea a su marido, y su ciencia reconforta sus huesos. Un don del Señor la mujer silenciosa, no tiene precio la bien educada. Gracia de gracias la mujer pudorosa, no hay medida para pesar a la dueña de sí misma. Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la mujer buena en una casa en orden.

Eclesiástico 26: I.16

En verdad os digo, que la regeneración humana deberá empezar por la mujer, para que sus frutos, que serán los hombres del mañana, se encuentren limpios de las manchas que los han llevado a la degeneración. VIII.235.16

Y luego al hombre corresponderá hacer su parte en esta obra de reconstrucción, porque todo aquél que haya pervertido a una mujer, deberá regenerarla. VIII.235.17

¡Ah, hombres de la Tierra, hasta cuándo escucharéis el mensaje de esa voz interior de la Conciencia que a cada paso se levanta para reprochar vuestros actos indignos! VIII.235.41

Me escucháis estremecidos y es que cuando la verdad de Cristo habla, el hombre enmudece reconociendo sus culpas. VIII.235.42

Hoy os he inspirado para que salvéis a la mujer que en su camino ha tropezado, y cuando me presentéis a la que habéis salvado, Yo le daré una flor, una bendición y una paz muy grande para que no vuelva a caer. VIII.235.43

Si así cumplieseis esta misión, esos seres heridos por el mundo sentirían penetrar en su corazón el amor de Cristo. VIII.235.44

Yo escucharé cuando en su oración me digan: “Padre mío, no veáis mi pecado, ved tan sólo mi dolor; no juzguéis mi ingratitud, ved sólo mi sufrimiento”. En ese instante descenderá a aquel corazón atribulado mi consuelo y se purificará con el llanto. ¡Si supierais que la oración del pecador es más sentida que la del vanidoso que se cree justo y limpio! VIII.235.45

Entre las multitudes que escuchan mi palabra están esas mujeres de quien os he hablado. Mi mano las ha protegido de vuestras miradas y vuestros juicios, porque también las he sentado en el gran banquete del espíritu. VIII.235.46

Vosotros llamadlas a esta fiesta de amor y de perdón, para que en mi presencia sientan el amor que buscaban y que nunca sintieron ni encontraron entre los hombres. VIII.235.47

En esos corazones tristes descenderá mi ternura al hablarles y sabrán sentirme y creerme. VIII.235.48

Entonces veréis cuál es la obra que mancha y cuál la que redime. Veréis las maravillas que hace el verdadero amor y así habréis ayudado a vuestro Señor a reconstruir lo que vosotros mismos destruisteis; lo que ensuciasteis, Yo lo purificaré. Y aquellas florecitas caídas volverán a adornar con su virtud y su fragancia el altar del Universo. VIII.235.49

Mirad cómo vengo a dar redención a pecadores por labios también de pecadores. VIII.235.50

Y vosotras mujeres que os consideráis de clases superiores y os avergonzáis de acercaros a aquéllas que han pecado, ¡ay, de vosotras si os sentís ofendidas por ello, porque no habéis comprendido que espiritualmente todos sois iguales! ¡Cuántas de vosotras no habéis pecado materialmente, mas sí con el pensamiento y cuántas otras habéis sabido ocultar vuestras caídas! Entonces, si habéis pecado, ¿por qué os escandalizáis? Yo os digo que tanto las doncellas, como esposas y madres, deberán también luchar por la noble idea que en este día os he inspirado. VIII.235.51

Mujeres que vais llorando por el camino de la vida: Vuestras oraciones son flores que regáis con lágrimas para ofrecérmelas. ¿No sentís mi mano acariciándoos, secando vuestro llanto y apartando abrojos de vuestro camino? El Mensaje de María 5:2

Esposas: Cuando vuestro cáliz de miel se torna en copa de amargura, también buscáis mi compañía y ahí, en el rincón de vuestra alcoba, testigo de vuestras confidencias, me decís: “Madre, ¿quién mejor que Tú para comprender mi dolor y extender tu mano sobre mi hogar?” Sí, pequeña, nadie como Yo para comprenderos. Habladme con el espíritu, no es menester que abráis vuestros labios. El Mensaje de María 5:4

Mujeres benditas: También vosotras formáis parte de mi apostolado. Entre el espíritu del varón y el vuestro no existe diferencia, aunque físicamente seáis distintos y también diferente la misión del uno y de la otra. VIII.225.46

Tomad como ejemplo de vuestro espíritu a Jesús y seguidle por la senda trazada por su amor; haced vuestra su palabra y abrazaos a su cruz. VIII.225.47

Estoy hablando a vuestro espíritu con la misma palabra con que hablo a los hombres, porque espiritualmente sois iguales. Sin embargo, cuando vuestro corazón de mujer busque un modelo a quien imitar; cuando necesitéis de ejemplos perfectos en qué apoyaros para perfeccionaros en la vida, recordad a María, observadla a lo largo de su jornada en la Tierra. VIII.225.48

El Espíritu de María era la misma ternura emanada del Padre para dar a la humanidad el ejemplo perfecto de humildad, de obediencia y mansedumbre. Su paso por el mundo fue estela de luz. Su vida fue sencilla, elevada y pura, en Ella se cumplían las profecías que anunciaban que el Mesías nacería de una Virgen. VIII.225.51

Sólo Ella podía haber llevado en Su seno la Semilla de Dios; sólo Ella era digna de quedar después de cumplida su misión ante Jesús, como Madre Espiritual de la humanidad. VIII.225.52

Por ello es María vuestro modelo perfecto, mujeres, pero buscadla e imitadla en su silencio, en sus obras de humildad, de infinita renunciación por amor a los necesitados; en su dolor callado, en su ternura que todo lo perdona y en su amor que es intercesión, consuelo y dulce compañía. VIII.225.53

Doncellas, esposas, madres, huérfanas o viudas, mujeres solas que tenéis el corazón traspasado por el dolor, nombrad a María vuestra dulce y solícita Madre, llamadla con el pensamiento, recibidla con el espíritu y sentidla con el corazón. VIII.225.54

¡Oh, mujeres de este pueblo que estáis oyendo mi palabra y que os conmueve hasta lo más hondo y noble de vuestro corazón, velad por los vuestros, mantened encendida en ellos la llama de la fe, cultivad la virtud, la paz y la fraternidad! Me dirijo a vosotras, porque vuestro corazón es más sensible a mi palabra, aunque vuestro espíritu sea igual al de toda la humanidad. V.131.38

Mi paz sea con vosotros.

6. Ley y Doctrina

Come miel, hijo mío, porque es buena. Panal de miel es dulce a tu paladar. Pues sábete que así será la sabiduría para tu alma, y si la hallas, hay un mañana, y tu esperanza no será aniquilada.

Proverbios 24:13.14

La misericordia del hombre sólo alcanza a su prójimo, la misericordia del Señor abarca a todo el mundo. El reprende, adoctrina y enseña, y hace volver, como un pastor, a su rebaño.

Eclesiástico 18:13

Los judíos, asombrados, decían: “¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?” Jesús les respondió: “Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él”.

Juan 7:15.18

Todo el que se excede y no permanece en la doctrina de Cristo, no posee a Dios. El que permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo.

2 Juan 1:9

Mi Ley es la Doctrina que a través de los tiempos habéis recibido, Ley que no habéis cumplido y por vuestra desobediencia caísteis en confusión. Ahora vengo nuevamente a iluminaros con la Luz de mi Espíritu Santo. IX.259.4

Cuando esta humanidad haya encontrado el sentido verdadero de la Ley, de la Doctrina, de las profecías y de las revelaciones, habrá descubierto lo más bello y lo más profundo en cuanto se relaciona con su existencia. XI.322.41

Entonces sí conocerá la verdadera justicia y será cuando su corazón presienta el verdadero Cielo, también será cuando sepáis lo que es expiación, purificación y restitución. XI.322.42

Esta Doctrina que por revelar lo espiritual se llama Espiritualista, es el camino trazado al hombre, por el cual llegará a conocer, servir y amar a su Creador. Es el libro que enseña a los hombres a amar al Padre en sus propios Semejantes. El Espiritualismo es una Ley que dicta lo bueno, lo puro, lo perfecto. IX.236.20

El deber de acatar esta Ley, es de todos, sin embargo, no obliga a nadie a cumplirla, porque cada espíritu goza de libertad en su voluntad, para que su lucha y todos sus actos, al juzgarse, puedan ser tomados en cuenta como méritos propios. IX.236.21

Ved entonces que esta Doctrina es la llama del Amor Divino que ha iluminado y dado calor desde el primero hasta el último de mis hijos. IX.236.22

Para que lleguéis a comprender, a sentir y a vivir estas enseñanzas, he esperado a que vuestro espíritu y aun vuestro entendimiento, tuvieran toda la lucidez necesaria para interpretar mis revelaciones de este tiempo. IX.236.23

Mi palabra en este tiempo ayudará a los hombres a comprender todo el sentido de mi Ley y mi Doctrina, y el cumplimiento que a ellas dé la humanidad, le proporcionará la felicidad. Felicidad del corazón y paz del espíritu, porque la dicha perfecta sólo la encontrará el espíritu en la morada a que él pertenece. IX.251.52

Cuántas oportunidades tenéis a cada paso de ser buenos y útiles a vuestros Semejantes. Cada hogar es un campo propicio para sembrar mi semilla; cada ciudad y cada pueblo, son como tierra sedienta de caridad y amor, y Yo os vengo convirtiendo en sembradores para que reguéis vuestro consuelo entre la humanidad y sembréis la paz. IX.251.53

Oíd mi Doctrina que viene a enseñaros la forma más práctica, sencilla y simple de dar cumplimiento a la Ley.Comprended que vuestro Dios, sus obras y la vida, son simples y sencillas, que son vuestra ignorancia y vuestra pequeñez las que os hacen mirar complicado lo que es simple, y misterioso lo que es diáfano. IX.262.55

Dios no es complicado, misterioso, ni confuso en su Creación, porque lo perfecto es simple; en cambio, las criaturas en sus diferentes escalas, mientras más imperfectas, más complicadas. IX.262.56

Tratad de conocerme, de penetrar en el sentido de lo espiritual hasta que podáis tener una idea verdadera de vuestro Padre; aunque sea pequeño vuestro conocimiento de Mí, pero que sea acertado. IX.262.57

Teniendo una idea real de mi existencia, de mi esencia, de mi poder y mi justicia, podréis, llegado el instante, llevar a vuestros hermanos una idea verdadera de lo que Soy. IX.262.58

Sólo el que sienta y viva mi Doctrina y mi Ley, podrá llamarse maestro en mi Obra. Ahí os conduce esta palabra para que conozcáis lo elevado y lo profundo, porque al espíritu que quiere ser grande sólo las obras grandes le interesan, el espíritu pequeño anda sólo en torno de lo pequeño, y para creer, tiene que despojarse de lo superfluo con dolor y fortalecerse con el amor de su Padre.  VIII.241.13

El espíritu grande sacrifica hasta lo que podéis considerar más querido, en aras de su ideal elevado, o en aras de su misión de amor. VIII.241.14

¿Os extrañáis de que mis discípulos del Segundo Tiempo todo lo hayan dejado por seguirme, todo os lo hayan dado por amaros? VIII.241.15

A todos invita mi palabra a volver al camino del amor, ahí se avergonzarán muchos de haber sentido odios o rencores por sus hermanos, de haberles dejado de amar; y entonces, con el dolor y a la vez con el gozo del arrepentimiento, les volverán a estrechar con el corazón. Entonces aparece la espiritualidad y desaparece la materialidad. VIII.241.16

Aún más os diré sobre los espíritus grandes; ellos no son sensibles a las ofensas, ni débiles ante los golpes, ven con indiferencia esas miserias y ven con piedad a los que las llevan, ellos están por sobre esas pequeñeces y van solamente a lo que es grande. VIII.241.17

Mi Doctrina pierde todo su sentido si no la lleváis a la práctica. Bien sabéis, discípulos amados, que la finalidad de mi Ley y mi Doctrina, es la práctica del bien, y que por lo tanto, quien la lleve tan sólo en la memoria o en los labios, sin aplicarla a sus obras, está prevaricando. IX.269.45

Mi luz ha iluminado siempre el sendero de Israel, para que en él haga obras agradables a los ojos de su Señor. VIII.224.48

La luz de mi Divinidad siempre ha descendido sobre el pueblo, pero cuando se ha creído solo, ha perdido su espiritualidad y su fe, y ha caído en idolatría. VIII.224.49

Por eso ha sido lento su avance espiritual. Si este pueblo desde los primeros tiempos se hubiese despojado del egoísmo y hubiese entregado en los pueblos de la Tierra todo cuanto Yo le di y le revelé, mi Ley y mi Doctrina serían respetadas por toda la humanidad. Pero mirad al mundo caminando sin mi Ley, apurando un cáliz muy amargo, y sufriendo de hambre y dolor. VIII.224.50

Analizad serenamente como buenos discípulos y veréis que las formas exteriores, la parte humanizada o material de cada una de mis manifestaciones no pueden ser eternas entre vosotros, porque si así sucediera, jamás saldríais de vuestro estancamiento, nunca evolucionaríais y debéis comprender que vuestro destino espiritual, es subir, alcanzar, conquistar, saber. VIII.224.68

La parte exterior de aquella revelación del Padre en el Sinaí, fue la piedra que sirvió como medio para que en ella se grabara la divina Ley. VIII.224.69

En el Primer Tiempo, Israel guardó el arca para sí solo, pero cuando Jesús predicó en la Tierra, borró las fronteras de la Judea y envió sus apóstoles a otras naciones para extender la semilla del amor. VIII.225.20

Si en vez de soñar en encontrar el arca que contenía las Tablas de la Ley y querer perpetuar la forma del Divino Maestro en imágenes diversas, se concretasen los hombres a penetrar en el sentido de la Ley divina y de la Doctrina, verdaderamente se unirían y se haría la paz. VIII.224.76

Cuando hayáis logrado por medio de la espiritualidad la elevación de vuestra vida, cuando la justicia, el amor y la luz que existen en mi Doctrina sean la norma de vuestras obras y el culto que me ofrezcáis sea absolutamente espiritual, entonces estaréis en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu, de la comunicación perfecta. Entonces, no tendréis necesidad de que grabe mi Ley en una piedra para hacerme comprender y obedecer; ya no será necesario que encarne mi Divino Verbo para hablar a los hombres a través de labios humanos y no tendré que emplear el entendimiento rudo de los portavoces, en quienes he concedido mi inspiración en este Tercer Tiempo. VIII.224.65

Mi Ley grabada en piedra, en esencia sí es eterna, pero su forma exterior fue pasajera, hice desaparecer las Tablas donde fueron grabados los Mandamientos. Lo que vuestro Padre quería era que la Ley quedase escrita en los corazones. También os digo, que ni Jesús el Prometido, el Ungido, el Hijo de Dios, fue eterno en la Tierra. Su palabra, su Doctrina, sus obras, y su vida ejemplar, sí fueron perdurables, tuvieron esencia de eternidad, pero su vida humana fue breve en el mundo, porque habiéndose desbordado en sabiduría, en amor y en piedad, no tenía porque permanecer un instante más, una vez consumada su obra ejemplar. La voz de Cristo que es el Verbo del Padre, vibró y vibrará eternamente en todos los espíritus. VIII.224.66

El hombre será iluminado, por una palabra que devorará como el fuego, pero ese fuego será de amor y la estela que dejará a su paso será de vida, de salud, de consuelo y de paz. Esta Doctrina es mi Ley, mi Palabra y mi Obra eterna, que una vez más ofrezco a mis hijos y surgirá con fuerza del corazón de todos, porque está escrita en cada espíritu y su sello es imborrable. XII.339.37

¿Cómo podéis imaginar que la lucha en la vida, sus sacrificios, vicisitudes, y pruebas, terminen con la muerte sin hallar una justa compensación en la eternidad? Por eso mi Ley y mi Doctrina con sus revelaciones y promesas son en vuestro corazón el aliciente, la caricia y el bálsamo en la jornada. Sólo cuando os apartáis de mis enseñanzas os sentís hambrientos y débiles. VIII.229.4

Esta vida os ha sido confiada como una oportunidad para que vuestro espíritu haga méritos, por lo tanto, todos los pensamientos y actos humanos debieran ser dentro de mi Ley de Amor y Justicia; pero los hombres se han apartado del camino que les señala mi Ley, y ha sido necesario volver a ellos para recordárselos. Con ese fin he venido a comunicarme con vosotros en este tiempo. El objeto de que vengáis a escuchar mi palabra, es el de que os profundicéis en mi Doctrina y os preparéis para la vida espiritual. No vengáis por curiosidad, por obligación o porque así creáis cumplir. Venid con el anhelo de encontrar en cada nueva lección una revelación más, una enseñanza más. Aprovechad mi presencia, así estaréis más preparados para cumplir vuestra misión. VIII.232.37

Si hasta ahora no existe perfección en vuestros actos es porque no habéis querido transformaros dentro de mi Doctrina; os ha faltado voluntad, abnegación y esfuerzo, pero vuestro espíritu quiere elevarse ansioso de acercarse a Mí y de cumplir su misión. VIII.226.14

Mi deseo, expresado en mi Ley y en mi Doctrina, es que los hombres fraternicen, que se Amen unos a otros, que exista paz en el mundo, que cada hombre me represente en la Tierra por su virtud y ejemplos. IX.246.55

Mi paz sea con vosotros.

Epílogo

He aquí que días vienen en que Yo pactaré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva alianza; no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y Yo hice estrago en ellos. Sino que esta será la alianza que Yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días, pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: “Conoced a Yahvéh”, pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande, cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme. Así dice Yahvéh, el que da el sol para alumbrar el día, y gobierna la luna y las estrellas para alumbrar la noche, el que agita el mar y hace bramar sus olas, cuyo nombre es Yahvéh Sebaot.

Jeremías 31:31.35

Todas estas lecciones viven en lo más profundo de vuestro espíritu. Ahora os enseño para que mañana seáis guías y maestros de las nuevas generaciones y veléis por su espíritu, para que en él no arraiguen tradiciones inútiles o falso conocimiento. Llevad en vuestro espíritu la Ley y mi palabra, con ella instruid y llevad por el camino certero a esta humanidad que empieza a vivir. VIII.226.63

No he enviado a Moisés ni a los profetas a traeros este Mensaje, he venido Yo mismo a prepararos para haceros dar un paso decisivo en la senda espiritual. VIII.226.64

Velad y orad, meditad siempre y practicad mi enseñanza para que podáis conocer la magnitud de esta revelación del Tercer Tiempo. VIII.226.65

El fin de todo espíritu es el de fundirse en la Divinidad, después de su purificación y de su perfeccionamiento. Por ello inundo de luz vuestro camino y doy fuerza a vuestro espíritu, para que escaléis peldaño tras peldaño. De acuerdo con la elevación que poseáis cuando dejéis esta Tierra, será la morada espiritual que habitéis en el Más Allá, porque el Universo fue creado como una escuela de perfección para el espíritu. VIII.195.38

Os confío mi Ley para que la estudiéis y no la infrinjáis. Haced méritos delante de Mí, porque es el tiempo en que con verdadera sumisión en vuestro espíritu, me digáis: “Señor, hágase en nosotros vuestra voluntad”. XII.344.24

Tres virtudes debéis perseguir: Arrepentimiento, perdón y amor. Si en vuestro ser no brillan estos sentimientos, estas virtudes, ¿cómo pretendéis alcanzar la luz de mi Reino para vuestro espíritu?, ¿cómo queréis gozar de las delicias que están reservadas a quienes saben elevarse para alcanzarlas? V.140.33

Tres cualidades son necesarias en mis discípulos para llegar a transformar su vida: La primera es escucharme, la segunda entenderme y la tercera practicar mi enseñanza. V.140.36

Bendigo a los que viven en mi Ley y a los que la rechazan, porque a través de estos últimos, cuando hayan penetrado al sentido de mis enseñanzas, daré grandes pruebas a la humanidad, porque serán el fiel conducto para que mi Divino Espíritu se desborde entre sus hermanos en virtud, verdad y amor. XI.317.57

Cuando los hombres unan sus pueblos y se rijan espiritual y humanamente por las leyes de amor y de justicia que el Padre les ha revelado desde el principio de los tiempos, entonces habrán construido los cimientos firmes para un reinado de paz, en el que habrá por primera vez en el mundo: Armonía, fraternidad, progreso real, prosperidad en el espíritu y en el hombre, sabiduría, ciencia y bienestar. IX.271.69

Velad para que la virtud torne a vuestros hermanos, que los niños sean dulce lazo entre el padre y la madre, y los jóvenes, cimiento fuerte de nuevas generaciones; el esposo y la esposa, imagen de Dios y su Creación, y que todos unidos a los ángeles guardianes que os acompañan, alcancen la armonía perfecta con vuestro Padre. VI.172.40

Movido el mundo a curiosidad, vendrá a escudriñar los lugares dónde se escuchó la divina Palabra, a los mensajeros que la transmitieron y los libros que quedaron. Y cuando se acerquen, ¿cómo vais a recibirlos? No vais a presentaros desunidos ni a mostrar que en vuestro seno está la discordia. No vais a mostrar un hogar desavenido, un matrimonio sin amor o unos hijos irrespetuosos y desobedientes. No vais a causar decepción por vuestra falta de cumplimiento en los deberes espirituales y materiales. ¿Qué pasaría por la mente de aquéllos, si os encontrasen faltos de elevación espiritual, llamándoos Espiritualistas? ¿Qué pensarían si os encontrasen hundidos en fanatismo o idolatría? VII.195.87

Os he dado la Ley, las normas, el camino y el conocimiento de lo que es justo y de lo que es lícito, para que nunca tropecéis, para que no dudéis en los momentos de la lucha y para que no manchéis lo que es sagrado. Sé que vais a ver surgir por todos los puntos de la Tierra hombres y mujeres que profetizan, que anuncian doctrinas extrañas para todos aquellos que viven alejados de lo espiritual; seres que curan enfermedades de las que llaman incurables y que predican la espiritualidad como la única doctrina que es capaz de dar al mundo la paz. V.134.10

De cierto os digo, que cuando hagáis de mis frases vuestra ley, cuando sigáis mis pasos e imitéis mi ejemplo, comenzará a florecer en vuestro corazón el Amor divino, que al hacerse hombre hace muchos siglos, os trajo la semilla de la inmortalidad. VII.202.12

Mi Ley, inmutable y eterna, se levanta delante de los hombres, señalándoles el camino de la verdadera felicidad, camino que conduce a los campos donde sembrando el bien, se recoge la cosecha de paz. VII.178.10

Dios, en el Primer Tiempo por conducto de Moisés, escribió en piedra la Ley; la palabra de Jesús se escribió con sangre en el corazón del hombre; y en esta Era escribiré mis revelaciones en vuestro espíritu, con la luz de la inspiración. VII.201.3

¡Mi paz sea con vosotros!

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